Estas historias suelen comenzar con alguna clase de filtreo, un coqueteo previo o simplemente con un poco de tensión sexual. En mi caso fue un golpe de suerte que llevo a una obsesión por el ojete de mi vecina.
Acababa de rentar un nuevo departamento, leí un anuncio en el periódico, pague mi depósito y subí al piso tres del edificio, mi departamento era el trescientos tres. Cuando llegue la puerta estaba abierta, entre un poco consternado. No me extraño encontrarme con todos los muebles , pues era parte del contrato. Entre y saludé , nadie respondió. Seguí caminando , llegué a la habitación principal, me encontré con un ángel. Una hermosa escultura, más sublime que , cualquier cuadro de Picasso o una escultura de Miguel Ángel. Me encontré de frente con aquello que había fascinado a Botero, una deliciosa mujer madura , cuyas carnes hicieron que mi pija se pusiera como una lanza.
Una tanga delgada cubría su coño , sus tacones la hacían lucir como una profesora madura y pervertida. Lleve mi mano a la entre,.pierna comencé a sobar mi pija, conteniendo mi respiración, intentando no hacer ruido. Ella abrió ligeramente sus piernas, comenzó a tocarse. Nuestros movimientos se unieron al compás de la lujuria. No sé cuál habría sido la forma correcta de actuar, sin embargo, sé que aún volviendo al pasado habría hecho lo mismo. Baje mi pantalón y comencé a masturbarme con mayor intensidad. Ella gemía, cada vez con más fuerza y se sumía en su propia fantasía.
— ¡Rompeme el ojete! — hazme tu puta.
Me tocaba pensando en aquellas palabras, imaginado que, estaban dirigidas hacia mí, fantaseando con tomar sus caderas y clavar mi verga con fuertes embestidas. Tomando su cabello , haciéndola mi puta. Por su parte , ella hacia lo propio, tocándose con más fuerza, gimiendo con violencia. Gritando: " usame , hazme tuya" hasta que el néctar libidinoso brotó de su concha. Ella se desplomó sobre la cama en el mismo momento en el cuál mi corrida salió disparada.
No tuve tiempo a mucho, salí trastabillando hacia su sala. Dejando mi semen en el suelo dea habitación, me subí los pantalones a prisa , mientras lo hacía escuché.
—¡Delicioso! — y el sonido de unos labios saboreando unos dedos con lujuria.
En ese momento descubrí dos cosas, estaba loco por el culo de mi vecina , y, me había equivocado de departamento. Entre al trescientos dos , y me masturbe cuatro veces seguidas con el recuerdo del carnoso culo de la madura del trescientos tres.
También resultó que nuestras habitaciones eran continuas, esa noche se la cogieron como una cerda , desde mi habitación se escuchaba las palmas de su amante rebotar contra las nalgas de la madura.
Poco a poco fui conociendo a los vecinos ,en su mayoría eran profesionistas de clase media, profesores, algún que otro abogado e incluso había un dentista. Sin embargo , mi vecina resultó estar entre las licenciadas estiradas. Salía vistiendo de forma elegante , yo lo veía desde mi balcón mientras fumaba un cigarrillo, con mi mirada clavada en su culo, soñando con su ojete, después de perderla de vista , me hacía tremenda paja y luego me daba un baño. Salía a mí trabajo. Por las noches la escuchaba coger.
Pasaron los días , después de unos meses, las cogidas fueron sustituidas por pajas. Incluso se escucha el sonido de su vibrador. Y su característica frase. " Hazme tú puta"
Una de esas tardes coincidió con un partido dea albiceleste, en el entre tiempo escuche sus gemidos disimulados con los comentarios de los presentadores deportivos. Ella siempre quería coger y me tenía los huevos con la leche hirviendo por la lujuria. A los quince minutos del Segundo tiempo tome unas cervezas de mi refrigerador y toque su puerta.
Abrió la puerta con una remera de la selección, llevaba una tanda a juego , se escondía entre la puerta intentando disimular la ausencia de sus pantalones.
—Buenas tardes... — dije nervioso. — soy el vecino, mi televisor se dañó ¿Podría ver el partido con usted? Traje unas cervezas.
—Claro cariño. — dijo duclemente. — deja me ponerme algo más decente.
Ella camino hacia su habitación, la puerta quedó entre abierta, la abrí discretamente para ver su culo en aquella tanga caminar hacia su habitación. Entre cerré antes de que volvería.
— pasa.
Regreso vistiendo unos jeans ajustado. Las emociones no faltaron en el partido saltaba, y sus tetas rebotaba no llevaba sostén. La primera emoción llegó en un contragolpe del equipo contrario el cual resolvió bien el portero, ella me abrazo. Por la emoción, quizás por las cervezas o porque los dioses del fútbol me hicieron un giño. Sentí sus pezones en mi pecho, ella se sonrojo y se separó rápidamente, avergonzada. Afortunadamente para mí en el último minuto llegó el gol de la celeste. Ella se despegó del sillón, tirando un cojín, con ello, se cayó al suelo el vibrador que tantas fantasías había provocado en mi cabeza cuando la escuchaba masturbase. Por supuesto se apeno, salió corriendo a su habitación, allí se encerró. Toque la puerta, pero no respondía.
— Es algo normal. — dije tras puerta, usted es una mujer hermosa. Llena de lujuria, a mí me encanta.
— Por favor, déjame sola.
Por supuesto no pensaba hacerlo,comencé a alargar su culo, sus tetas , y le conté que soñaba con ella, le conté de mis pajas, de como me ponía la pija, de como empezó mi obsesión por su culo, no omití ningún detalle en mi relata. Incluso le agregué más morbo, le dije como gustaría cogerla , de como me encantaría comer esa concha y mamar esas tetas. Empecé a escuchar sus gemidos. "Hazme tú puta " " tú leche es deliciosa." Allí supe que debía entrar a matar , abrí la puerta y encontré a Venus, madura , lujuriosa, en cuatro, servida para mí.
Me acerque hacia el objeto de mi deseo , ella no dejaba de tocarse , me prendí de su olor a mujer madura, caliente lujuriosa, convertida en una puta, mojada, le di un par de nalgadas. Le conté las veces que escuché ese sonido en mi habitación , y las veces que dese cogerla.
—Cogéme,ahora soy tuya.
Hice de lado su tanga, comencé a lamer su ojete , su concha , a meter mis dedos en su cueva caliente, saboreando sus jugos , disfrutando de sus gemidos. Quite la tanga. Y ante mi quedaron los dos agujeros más deliciosos de todo el planeta.
Saboree sus jugos, después decidí hacerle caso a sus súplicas, la tomé por las caderas y embestidi con fuerza.
— eres mi puta, la mujer que deseo.
— soy tuya , claveme esa chota. Dame más , ¡cógeme!
Le di vuelta, abrí sus piernas y la seguí cogiendo, viendo su enormes tetas ,. comiendolas, sintiendo sus gemidos , su calor. Ella estaba como loca, veía su cara de lujuria. Con sus piernas se amarró a mi cintura, aruño mi espalda, y se corrió en mi verga. Después , la puse de cucharita, agarrando su tetas , le metlila verga con todas mis fuerzas. Ella gemia, yo jadeaba.
Ella se subió , me cabalgó como toda un amazona. Yo agarraba sus nalgas, las golpeaba, mordía sus pezones, los chupaba los dos al mismo tiempo, la tome por la cintura y la cogí con fuerza, ella se volvió a correr.
—¡Dame tu leche !
Comenzó a mamar con fuerza, tragándose toda mi dureza.
—me quiero correr en tus ¡Tetas!
Ella mes la ofreció, después después las llene de leche , ella la lamió desde sus tetas.
Se levantó, me dio un beso y me corrió de su casa. Esa noche llegó su amante y se la cogió . Me moría de envidia, y desde ese día , fui el suplemente en la cama de mi vecina lujuriosa.
Tributo.
Acababa de rentar un nuevo departamento, leí un anuncio en el periódico, pague mi depósito y subí al piso tres del edificio, mi departamento era el trescientos tres. Cuando llegue la puerta estaba abierta, entre un poco consternado. No me extraño encontrarme con todos los muebles , pues era parte del contrato. Entre y saludé , nadie respondió. Seguí caminando , llegué a la habitación principal, me encontré con un ángel. Una hermosa escultura, más sublime que , cualquier cuadro de Picasso o una escultura de Miguel Ángel. Me encontré de frente con aquello que había fascinado a Botero, una deliciosa mujer madura , cuyas carnes hicieron que mi pija se pusiera como una lanza.
Una tanga delgada cubría su coño , sus tacones la hacían lucir como una profesora madura y pervertida. Lleve mi mano a la entre,.pierna comencé a sobar mi pija, conteniendo mi respiración, intentando no hacer ruido. Ella abrió ligeramente sus piernas, comenzó a tocarse. Nuestros movimientos se unieron al compás de la lujuria. No sé cuál habría sido la forma correcta de actuar, sin embargo, sé que aún volviendo al pasado habría hecho lo mismo. Baje mi pantalón y comencé a masturbarme con mayor intensidad. Ella gemía, cada vez con más fuerza y se sumía en su propia fantasía.
— ¡Rompeme el ojete! — hazme tu puta.
Me tocaba pensando en aquellas palabras, imaginado que, estaban dirigidas hacia mí, fantaseando con tomar sus caderas y clavar mi verga con fuertes embestidas. Tomando su cabello , haciéndola mi puta. Por su parte , ella hacia lo propio, tocándose con más fuerza, gimiendo con violencia. Gritando: " usame , hazme tuya" hasta que el néctar libidinoso brotó de su concha. Ella se desplomó sobre la cama en el mismo momento en el cuál mi corrida salió disparada.
No tuve tiempo a mucho, salí trastabillando hacia su sala. Dejando mi semen en el suelo dea habitación, me subí los pantalones a prisa , mientras lo hacía escuché.
—¡Delicioso! — y el sonido de unos labios saboreando unos dedos con lujuria.
En ese momento descubrí dos cosas, estaba loco por el culo de mi vecina , y, me había equivocado de departamento. Entre al trescientos dos , y me masturbe cuatro veces seguidas con el recuerdo del carnoso culo de la madura del trescientos tres.
También resultó que nuestras habitaciones eran continuas, esa noche se la cogieron como una cerda , desde mi habitación se escuchaba las palmas de su amante rebotar contra las nalgas de la madura.
Poco a poco fui conociendo a los vecinos ,en su mayoría eran profesionistas de clase media, profesores, algún que otro abogado e incluso había un dentista. Sin embargo , mi vecina resultó estar entre las licenciadas estiradas. Salía vistiendo de forma elegante , yo lo veía desde mi balcón mientras fumaba un cigarrillo, con mi mirada clavada en su culo, soñando con su ojete, después de perderla de vista , me hacía tremenda paja y luego me daba un baño. Salía a mí trabajo. Por las noches la escuchaba coger.
Pasaron los días , después de unos meses, las cogidas fueron sustituidas por pajas. Incluso se escucha el sonido de su vibrador. Y su característica frase. " Hazme tú puta"
Una de esas tardes coincidió con un partido dea albiceleste, en el entre tiempo escuche sus gemidos disimulados con los comentarios de los presentadores deportivos. Ella siempre quería coger y me tenía los huevos con la leche hirviendo por la lujuria. A los quince minutos del Segundo tiempo tome unas cervezas de mi refrigerador y toque su puerta.
Abrió la puerta con una remera de la selección, llevaba una tanda a juego , se escondía entre la puerta intentando disimular la ausencia de sus pantalones.
—Buenas tardes... — dije nervioso. — soy el vecino, mi televisor se dañó ¿Podría ver el partido con usted? Traje unas cervezas.
—Claro cariño. — dijo duclemente. — deja me ponerme algo más decente.
Ella camino hacia su habitación, la puerta quedó entre abierta, la abrí discretamente para ver su culo en aquella tanga caminar hacia su habitación. Entre cerré antes de que volvería.
— pasa.
Regreso vistiendo unos jeans ajustado. Las emociones no faltaron en el partido saltaba, y sus tetas rebotaba no llevaba sostén. La primera emoción llegó en un contragolpe del equipo contrario el cual resolvió bien el portero, ella me abrazo. Por la emoción, quizás por las cervezas o porque los dioses del fútbol me hicieron un giño. Sentí sus pezones en mi pecho, ella se sonrojo y se separó rápidamente, avergonzada. Afortunadamente para mí en el último minuto llegó el gol de la celeste. Ella se despegó del sillón, tirando un cojín, con ello, se cayó al suelo el vibrador que tantas fantasías había provocado en mi cabeza cuando la escuchaba masturbase. Por supuesto se apeno, salió corriendo a su habitación, allí se encerró. Toque la puerta, pero no respondía.
— Es algo normal. — dije tras puerta, usted es una mujer hermosa. Llena de lujuria, a mí me encanta.
— Por favor, déjame sola.
Por supuesto no pensaba hacerlo,comencé a alargar su culo, sus tetas , y le conté que soñaba con ella, le conté de mis pajas, de como me ponía la pija, de como empezó mi obsesión por su culo, no omití ningún detalle en mi relata. Incluso le agregué más morbo, le dije como gustaría cogerla , de como me encantaría comer esa concha y mamar esas tetas. Empecé a escuchar sus gemidos. "Hazme tú puta " " tú leche es deliciosa." Allí supe que debía entrar a matar , abrí la puerta y encontré a Venus, madura , lujuriosa, en cuatro, servida para mí.
Me acerque hacia el objeto de mi deseo , ella no dejaba de tocarse , me prendí de su olor a mujer madura, caliente lujuriosa, convertida en una puta, mojada, le di un par de nalgadas. Le conté las veces que escuché ese sonido en mi habitación , y las veces que dese cogerla.
—Cogéme,ahora soy tuya.
Hice de lado su tanga, comencé a lamer su ojete , su concha , a meter mis dedos en su cueva caliente, saboreando sus jugos , disfrutando de sus gemidos. Quite la tanga. Y ante mi quedaron los dos agujeros más deliciosos de todo el planeta.
Saboree sus jugos, después decidí hacerle caso a sus súplicas, la tomé por las caderas y embestidi con fuerza.
— eres mi puta, la mujer que deseo.
— soy tuya , claveme esa chota. Dame más , ¡cógeme!
Le di vuelta, abrí sus piernas y la seguí cogiendo, viendo su enormes tetas ,. comiendolas, sintiendo sus gemidos , su calor. Ella estaba como loca, veía su cara de lujuria. Con sus piernas se amarró a mi cintura, aruño mi espalda, y se corrió en mi verga. Después , la puse de cucharita, agarrando su tetas , le metlila verga con todas mis fuerzas. Ella gemia, yo jadeaba.
Ella se subió , me cabalgó como toda un amazona. Yo agarraba sus nalgas, las golpeaba, mordía sus pezones, los chupaba los dos al mismo tiempo, la tome por la cintura y la cogí con fuerza, ella se volvió a correr.
—¡Dame tu leche !
Comenzó a mamar con fuerza, tragándose toda mi dureza.
—me quiero correr en tus ¡Tetas!
Ella mes la ofreció, después después las llene de leche , ella la lamió desde sus tetas.
Se levantó, me dio un beso y me corrió de su casa. Esa noche llegó su amante y se la cogió . Me moría de envidia, y desde ese día , fui el suplemente en la cama de mi vecina lujuriosa.
Tributo.
2 comentarios - Vecina lujuriosa Fotos De Porongavirus2020 + tributo