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La hermana Raven chupa el pecado

La hermana Raven chupa el pecado
Nunca había conocido a una monja antes —dijo Chico Bestia, siguiendo ese trasero tambaleante hacia el dormitorio—. Oye, pero ¿por qué vamos por aquí ? No hay nada ahí, excepto mi cama. Jaja, ¿qué podrías querer hacer en la cama, hermana?





La hermana Raven frunció aún más el ceño mientras atravesaba la puerta hacia la habitación de Chico Bestia.

Las hermanas mayores le habían advertido sobre este chico: un pecador incomparable, le dijeron, que solo requería los métodos de limpieza más intensos. Raven se retorció las manos, dio un paso hacia el centro de la habitación y puso las manos en las caderas mientras miraba a su alrededor.

¿Qué se estaba perdiendo? El joven al que le habían enviado a purificar era un chico extraño, su verdor era una parte importante de eso, pero ¿qué más había de "pecaminoso" en él?





—Debo decir, hermana, que tienes un culo enorme . E-eso es un cumplido, por cierto. ¡Ah, y tus tetas también! Puedo verlas desde atrás...





Mientras él derramaba su incesante cantidad de adoraciones, Raven se giró para mirarlo. "Quítate los pantalones".





—Quítate los pantalones… ¿qué? —Beast Boy parpadeó y sonrió como si la hubiera escuchado mal—. Por un segundo, pensé que habías dicho «quítate los pantalones». ¡Ja! Como si eso fuera a pasar, tú eres una monja y yo un…





Raven se arrodilló, agarró los pantalones del joven y los bajó con todas sus fuerzas. Chico Bestia gritó cuando lo liberaron de la prenda y luego puso los ojos en blanco cuando algo emergió.





… Algo enorme, venoso y más grueso que la pierna de Raven. La polla de Chico Bestia era una maravilla y un horror, un martillo palpitante y vascular que brotó de sus ataduras y golpeó la cara de Raven, arrojando gotas de líquido preseminal cálido y de fuerte sabor sobre sus labios... y su pecho

. Ella jadeó en busca de aire mientras miraba esa ridícula vara para follar, con los labios abiertos y los ojos vacilantes.

¿Qué demonios...? En la base de su gigantesca polla colgaban un par de bolas colosales, colgando pesadamente en un saco resistente que gorgoteaba y se agitaba con tanto pecado caliente y pegajoso que podría llevar días, incluso meses, purgarlas. Raven se mordió el labio inferior, saboreando su líquido preseminal en su lengua, mientras él la miraba con asombro.





—Uh… ¿hermana…? —preguntó Chico Bestia débilmente, empezando a temblar—. ¿Te… resbalaste o algo así?





Raven lo miró a los ojos de nuevo... y levantó una mano. De repente, una serie de glifos mágicos nadaron alrededor de su cuello y pecho, hechizando su propia garganta y mandíbula para que se volvieran diez veces más elásticas que antes. Luego sujetó la gigantesca cabeza de pene de Chico Bestia sobre sus palmas y, respirando con dificultad, llevó la punta que ya babeaba a sus labios entreabiertos.





"Ahhhmm..."





Ella abrió sus labios carnosos sobre y alrededor de la polla de Chico Bestia lenta y firmemente, estirando sus fauces a niveles más allá del ridículo solo para encapsular su palpitante cabeza de polla. Mientras su cuello se distendía, ella sostuvo su mirada, incluso mientras su vestido se estiraba... crujía... y luego se desgarraba sobre sus pechos.

Sus enormes tetas de mierda se tambalearon libres en toda su bondad gorda, golpeándose entre sí y sacudiéndose hasta que sus palmas se cerraron sobre sus pezones, aplastando toda esa masa de tetas de nuevo en un panqueque cada vez más grande.

Ella gorgoteó y gimió alrededor de la monstruosa polla deslizándose por su garganta, dejándose bizca en el acto de tragar una salchicha tan monstruosa. Su hechizo se mantenía por ahora, pero ¿cuánto duraría eso luego de que realmente se pusiera en marcha?





—Oh... uhhn... —gruñó Chico Bestia de placer, agarrando el cabello de Raven con puños apretados y retorciéndolo mientras ella bebía más y más de su polla por su garganta flexionada, ondulada y apretada, masajeando cada centímetro que lograba engullir, complaciéndolo más allá de toda descripción—. Fuhh... —Inclinó la cabeza y miró al techo por un momento, rechinando los dientes, antes de inclinarse lentamente sobre Raven...





…y moviendo las caderas.
raven
¡GLARK! Un ruido depravado de la garganta de una monja. El impacto hizo que sus enormes ubres se tambalearan majestuosamente mientras su cabeza era golpeada hacia atrás por la embestida de Chico Bestia, el bulto en su garganta enviado hasta su vientre.

Estirada sin piedad por esa monstruosa polla verde, Raven no pudo hacer mucho más que croar y ahogarse cuando él comenzó a follar su cara sin piedad. Cada embestida salpicaba baba de sus labios empapados y hacía que sus ojos rodaran aún más hacia atrás en sus cuencas, su mano izquierda se deslizaba entre sus muslos para masturbarse mientras Chico Bestia profanaba su garganta, estómago y entrañas ¡todo a la vez!

¡GLORK, GLORK, GLORK, GLORK, GLORK, GLORK~!

Movió sus caderas de un lado a otro, de un lado a otro, golpeando repetidamente esas mega-nueces que empequeñecían su cabeza en sus ubres que absorbían los golpes mientras remodelaba su interior alrededor de su enorme pilar.

Su boca ya debía estar más abierta que un plato de comida, sus labios se habían estirado por esa inserción demencial. Con la boca abierta más abierta que nunca en su vida, Raven se sacudió y se sacudió bajo el asalto incesante de la polla palpitante de Chico Bestia.

¡GLUHHK, GLUCK, GLUCK, GLARK, GLARK, GLUCK~!





Chico Bestia tembló de placer, gimiendo y gruñendo, apretando los puños contra el cabello de Raven mientras se acercaba cada vez más a su orgasmo. "Joder, estoy tan atrasado", siseó. "¡Voy a... voy a explotar... huuuhn...!"





Él dio un paso adelante, enmarcando de repente el cuerpo de Raven entre sus piernas y empujando hacia abajo en su garganta, rebotando sus bolas en la parte superior de sus tetas una y otra vez mientras bombeaba hacia la línea de meta.

Su enorme polla palpitaba y se hinchaba dentro de ella, floreciendo y ensanchándose, volviéndose tan gruesa y enorme que incluso su magia tembló bajo el asalto. Los ojos de Raven se abrieron completamente en sus órbitas, mostrando solo el blanco mientras Chico Bestia alcanzaba su límite y...





--y desató su carga.





Una salva de artillería de esperma se derramó en el vientre de Raven, hinchándola como un globo, pero no por mucho tiempo. El esperma caliente, denso y cremoso de Chico Bestia se precipitó por sus entrañas, conquistando sus bucles y curvas en cuestión de segundos, y antes de que Raven pudiera hacer algo, como lanzar un hechizo para detenerlo, su culo se abrió de par en par alrededor del desbordamiento de semen, ¡estallando esperma varios metros detrás de ella!

¡ SPLRRRRRT!

Sus nalgas se tambalearon por la pura fuerza del esperma que salía de su culo, una marea aparentemente interminable de esperma caliente y blanquecino que pintaba el suelo detrás de ella en un cono cada vez más amplio.

Chico Bestia, por su parte, siguió golpeando sus caderas contra su cara, siguió moviendo sus bolas sobre sus tetas mientras esos monstruosos nukes de esperma palpitaban y se apretaban rítmicamente, trabajando para batir la mayor cantidad de esperma posible, ¡y enviarlo todo disparado hacia la garganta de Raven!





—¡Oh!... Ohh... —gimió Chico Bestia, con los ojos borrosos y los labios fruncidos, mientras pasaba por su pico y descendía lentamente por el otro lado—. Hnnf... —Se mordió el labio y, mientras su mente descendía del cielo, miró a Raven haciendo gárgaras y farfullando alrededor de la base de su pene.

Ella no podía soportar su pene, eso estaba claro, no más de lo que podía soportar los ridículos volúmenes de semen que brotaban de su interior, inundándola hasta convertirla en una gran y regordeta barriga hinchada.





Chico Bestia gimió de nuevo, luego presionó ambas palmas sobre la frente de Raven y dio un paso atrás , haciendo glr ...

Unos momentos después, su vientre crujió ruidosamente y se encogió ante los ojos de Chico Bestia, digiriendo todo ese espeso semen en su masa corporal.

Él la miró, con la boca abierta mientras las tetas y las nalgas de Raven se hacían más grandes, más anchas, más firmes ante sus propios ojos. Cuando terminó, estaba sudando y jadeando... y mirándolo con enojo.





—Sube a la cama —susurró—. Esta vez yo tomo el control.





“¡S-Sí, señora!”





Mientras el Chico Bestia se apresuraba a tumbarse en la cama y presentarle su enorme miembro, Raven respiró hondo para tranquilizarse.

Se acercó lentamente, balanceando las caderas y moviendo sus enormes y pálidas tetas mientras se cernía sobre el pequeño pecador superdotado, con una mirada de intensa concentración, casi de desdén en sus ojos.

Por fin, se arrastró hasta la cama desde el pie, subiendo sigilosamente entre las piernas del Chico Bestia, dejando que sus gigantescas tetas se deslizaran entre sus muslos antes de descansar sobre sus gigantescas y agitadas mega-nueces, mientras sus labios regordetes aplastaban la parte inferior de su eje.

"Hnn..." Apretó los dientes y lo miró con el ceño fruncido por encima de la protuberancia en forma de barril de su pene, empujándolo lentamente hacia atrás con besos mientras empujaba cada vez más hacia adelante, sus tetas deslizándose alrededor de su pene y contra su vientre mientras lo cubría lentamente.





Por fin, Raven estaba a horcajadas sobre los muslos de Chico Bestia, su coño empapado besando la base de su pene, mientras la cabeza tocaba su propio pecho. Ella puso sus manos sobre las sábanas junto a su cabeza, mirándolo atentamente mientras sus pechos colosales se aplastaban contra su pecho, alrededor de su miembro, su suavidad como almohadas lo hacían gemir y gemir...
monja
—Voy a drenar todo el pecado que llevas dentro —prometió Raven, y las palabras brotaron de sus labios como miel.

Se lamió la boca, un lento circuito de músculos rosados que se flexionaban y exigían toda su atención, y luego escupió en la cabeza de su pene y levantó las caderas.





Poco a poco, su miembro cubierto de baba se elevó y se deslizó por su torso mientras latía con violenta energía. Raven podía oír el movimiento de sus testículos, y cada gemido y gruñido de su producción de esperma la hacía sonrojarse de calor.

Por fin, esa brillante y ultraancha cabeza de pene se acomodó entre sus muslos, contra sus húmedos y empapados labios vaginales.

Chico Bestia no tenía idea de cómo una vara tan enorme podía hundirse en esos pliegues tan bonitos y delgados. Parecía absolutamente imposible, pero habría dicho lo mismo sobre la garganta de Raven no hacía ni cinco minutos.





—Agh... cuidado... —gimió Chico Bestia, agarrando grandes puñados de las megatetas de Raven, tocándolas y aplastándolas, haciendo rodar sus gruesos pezones bajo sus pulgares.

Ella gimió de placer, pero el aplastamiento de las tetas de Chico Bestia no le impidió ponerse en posición con firmeza, inclinándose hacia adelante hasta que sus labios casi se tocaron y apretando sus muslos, preparándose para ensartarse en esa losa obscenamente gruesa para follar.

Chico Bestia apretó los dientes y la miró a los ojos, sabiendo que no podía hacer nada para detenerla incluso si hubiera querido

—. V-ve... ¿Tranquila conmigo...?





Raven sonrió y luego golpeó sus caderas hacia abajo con todas sus fuerzas. ¡THWAP! Su pálido trasero redondeado aplaudió poderosamente detrás de ella, arrojando sudor por el aire, mientras sus delgados labios vaginales se expandían para tragarse la gigantesca polla de Chico Bestia.

Aulló de éxtasis, sus ojos rodando hacia arriba y hacia atrás en sus cuencas mientras disfrutaba de la intensa e increíble sensación de su gigantesca y sensible vara siendo envuelta en un coño caliente y húmedo.

Frunció los labios y gorgoteó felizmente mientras Raven acurrucaba sus caderas, gruñendo mientras se frotaba sobre él, su coño apretándose y ondulando en un lento masaje alrededor de cada centímetro de su polla

. ¿Cómo demonios podría una mujer contener tanta polla? Él acarició sus caderas lastimosamente mientras ella giraba sobre él, agarrando una mano sobre el obsceno bulto de polla en su vientre, ¡que llegaba hasta sus malditas tetas!

Jadeando, abriendo y cerrando la boca rápidamente, Chico Bestia miró fijamente los ojos crueles de Raven y se preguntó cómo se recuperaría. No, no habría vuelta atrás. Si ella lograba levantar y bajar las caderas unas cuantas veces, él sería su esclavo de por vida.





—¡Prepárate... para tu limpieza! —gritó Raven, y luego empezó a embestir hacia arriba y hacia abajo con fuertes resoplidos y bocanadas de aire, frunciendo el ceño profundamente mientras chasqueaba, chasqueaba, chasqueaba su coño empapado y chupador alrededor de toda su polla.

Ella lo hundió implacablemente en su interior, salpicando jugos cada vez que se estrellaba contra su empuñadura, golpeando y aplaudiendo sus nalgas juntas en un frenético festival de twerking.

¡ CHAP, CLAP, CLAP, CLAP, SLAP, SLACK, CLAP~!

El ruido por sí solo podría haber llevado al orgasmo a algunos hombres. Beast Boy estaba hecho de un material más resistente, pero apenas; gimió y gruñó mientras Raven retorcía su glorioso coño hacia arriba y hacia abajo sobre su monstruosa losa de follar, enviando rayos de placer ardiendo por su columna vertebral y dentro de su cerebro.

Él se cocía en su propio sudor y su ardiente éxtasis, aferrándose a sus tetas, hundiendo sus dedos hasta que solo sus nudillos sobresalían de su desbordante carne de tetas.

Obviamente, la presión le traía dolor y placer; se mordió el labio inferior y gruñó felizmente, arqueándose y retorciéndose por un momento... antes de redoblar su asalto a la polla de Chico Bestia.

¡ BOFETADA, BOFETADA, BOFETADA, BOFETADA, BOFETADA~!

Sus caderas se volvieron casi borrosas, golpeando su pelvis con sus poderosas caderas mientras golpeaba sus nalgas contra sus bolas. Su coño se movía arriba y abajo cada centímetro de su polla dos o tres veces por segundo, sin darle nunca un momento de respiro, ni siquiera dejándolo apartar la mirada de sus ojos.

Cuando su lengua salió y ella lamió su pecho, Chico Bestia soltó sus tetas y empujó sus dedos a través de su cabello, aferrándose a ella como si le fuera la vida...





—Uhn… uhhn… Oh… —Beast Boy inclinó la cabeza hacia atrás y miró al techo, con los ojos entrecerrados mientras entraba en calma en el ojo de la tormenta.

Entonces sus sentidos se pusieron en movimiento, arqueó la espalda, empujó las caderas hacia arriba lo más que pudo y se corrió como un maldito géiser.





¡SPLRRRRRRT~!

Raven jadeó y apretó ambas manos sobre su vientre en expansión, mirando hacia abajo entre sus tetas temblorosas mientras su estómago se hinchaba como un globo, ¡como una maldita pelota de playa!

Gorgoteando y burbujeando, se hizo más grande y redondo, eclipsando el vientre y el pecho de Chico Bestia. Se sorprendió de que ella no se hubiera estallado en ese diluvio demente. Incluso mientras bombeaba esperma caliente en su útero, Raven tejió un nuevo hechizo, resistiendo la inflación al absorber su semen en su cuerpo.

Sus pechos y nalgas se hincharon aún más, engordando hacia afuera más gordos y redondos mientras él los tocaba con asombro. Finalmente, su semilla dejó de fluir con tanta fuerza, y el estómago de Raven se desinfló nuevamente, encogiéndose de nuevo mientras ella todavía estaba envuelta firmemente alrededor de su polla.

Finalmente, el bulto abdominal de su polla se mostró una vez más cuando su abdomen regresó a su rigidez habitual. Él la miró con asombro; Las tetas de Raven casi habían duplicado su tamaño, sus nalgas casi envolvían su regazo.

Movía las caderas en círculos lentos, resoplando y jadeando entrecortadamente, más cansada de lo que dejaba ver...





Chico Bestia la agarró y, en un momento de puro frenesí, la empujó hacia la cama, invirtiendo sus posiciones. Ahora estaba encima, le levantó las piernas hasta las orejas y la sujetó fuerte... ¡antes de comenzar a empujar dentro de su útero con su enorme y aún dura polla monstruosa!

¡ SCHLOP! ¡CLOP!





—¡Ahn! —gritó Raven, el ruido más femenino que había hecho hasta ahora, mientras lo rodeaba con sus brazos.

Sus uñas se clavaron en la sensible piel de su espalda y comenzaron a arrastrarla, arañándolo, obligándolo a apretar la mandíbula con decisión contra el dolor.

Eso no le impidió dar sus embestidas más duras, que le azotaron las bolas y le desgarraron el útero al coño succionador de Raven. Estaba decidido a arruinar a esta perra curvilínea, sin importar lo que eso le exigiera.
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—¡Toma esto! —rugió Chico Bestia mientras empezaba a embestir más fuerte y más rápido, bajando sus enormes bolas en poderosas y sudorosas palmadas sobre las nalgas de Raven, enviando deliciosas ondas a través de sus pálidas superficies.

Cada colisión hacía que todo su cuerpo se sacudiera y se flexionara de placer, abultando su vientre entre sus tetas y haciendo que incluso estas saltaran para enmarcar su rostro entre sus masas saltarinas.

Chico Bestia sonrió triunfante mientras la embestía con fuerza sin piedad, bajando sus caderas sobre su pelvis una y otra vez, ¡llevando hasta el último centímetro de su empapada mega erección hasta sus profundidades más profundas!





—¡Oh! ¡Oh! ¡Auhn…! —gritó Raven, bizcando mientras su lengua se movía de su boca abierta. Se aferró a Chico Bestia con todas sus fuerzas, tensando sus músculos para prepararse contra su increíble ataque.

Los impactos de sus bolas parecían volverse… más pesados… con cada repetición. Cuando logró enfocar su visión y mirar por encima de su hombro, jadeó en estado de shock, con los ojos muy abiertos. ¿Qué demonios…?





Cada vez que veía ese saco colosal rebotar detrás de su coxis, parecía hacerse más grande, sus bombas de semen engordaban con cada poderoso impacto. Sus gorgoteos y gruñidos llenaban la habitación, una serie obscena de ruidos que encendían los instintos reproductivos de Raven y hacían que su coño se apretara de deseo, de necesidad.





—Oh, Dios mío —susurró Raven cuando sus testículos sobrepasaron el tamaño de sus tetas: diez kilos o más de testículos repletos de semen golpeando sus nalgas con tanta fuerza que le dejarían moretones por la mañana.

Perforó su útero sin piedad, abultando repetidamente su vientre casi hasta la barbilla, preparándose para entregar la carga más grande, más gorda y más monstruosa que jamás había experimentado directamente en su saco uterino.

Pero primero, los intensos golpes, el calor que borraba la mente, los espasmos de cuerpo entero mientras Raven se acercaba a su propio orgasmo... Se encontró babeando, con la lengua colgando de la boca, los ojos en blanco y los hombros en alto.

—Ungh... uohh... joder...





—Ya no tienes tanta confianza, ¿eh? —preguntó Chico Bestia—. ¡Te mostraré lo que un pecador puede hacer...!





Él se agazapó, una vez más, y empujó hasta el último centímetro de su colosal polla dentro del coño de Raven. Al mismo tiempo, agarró sus muñecas y tiró con fuerza, arqueando la espalda para levantarla de las sábanas mientras la primera cuerda de su géiser gorgoteante estallaba en su útero.

Los labios de Raven se fruncieron en una lujosa "o" de placer, los ojos colgando completamente hacia atrás mientras alcanzaba su propio orgasmo exactamente al mismo tiempo.

Se estremeció y eyaculó como una prostituta rota, haciendo gárgaras dulcemente, justo cuando el orgasmo de Chico Bestia se hacía sentir. "¡Hnnnngh~!" gimió, sintiendo un volumen obsceno de esperma subir por su polla.





¡BLRRRRRT~! Su corrida golpeó su vientre y lo hinchó como loco. Esta vez, ni siquiera el hechizo de Raven pudo absorber su esperma lo suficientemente rápido para hacer frente a su gran producción.

Incluso cuando sus tetas y nalgas se hincharon, también lo hizo su vientre, a un ritmo demencial. Su esperma estalló en su recámara de bebé como una boca de incendios, empapando su interior de blanco para que no quedara ni un solo centímetro sin tocar. De hecho, algo parecía funcionar mal en el hechizo de Raven.

Absorber tanto esperma era demasiado para su cuerpo, y descubrió que se estaba infiltrando en otros lugares. El semen brotó de sus pezones, de su ombligo, incluso de sus conductos lacrimales, mientras Chico Bestia sacudía sus caderas contra ella sin rima ni ritmo.

Su profundo gruñido animal era todo lo que podía escuchar, eso y los gorgoteos de su vientre inflado. Ella gimió y canturreó, alcanzando un segundo orgasmo justo después del primero, con los dedos de los pies curvados y los puños apretados mientras se quedaba completamente bizca... y perdió el conocimiento.





Chico Bestia siguió embistiendo mientras se corría dentro de la guarra descuidada, haciéndola estallar de semen por orificios inusuales mientras la sacudía repetidamente con sus caderas.

"¡Ungh! ¡Ungh! ¡Ungh~!" Ya había pasado su punto máximo, pero eso no significaba que hubiera terminado; el goteo residual de semen después del principal golpe de su orgasmo era todavía más de lo que cien hombres normales podrían producir en sus orgasmos completos.





—Unnngh…hnn… —Raven despertó en un mundo de felicidad, con el cerebro bañado por sustancias químicas que nunca antes había probado. Jadeando en busca de aire, succionando su vientre ultra hinchado con ambas manos, apenas podía pensar, y mucho menos protestar, cuando Beat Boy se agachó para chuparle los pezones. Ella solo pudo apoyar una mano sobre su cabeza y temblar.
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—Mm... creo que necesito... que me chupen mucho más pecado —gruñó Chico Bestia en su rebosante carne de tetas, hablando entre grandes y hambrientos sorbos al vacío—. Días... o semanas más. ¿Quieres quedarte aquí? Puedes dormir... en mi habitación... en mi cama. —Se rió para sí mismo, luego enterró toda su cabeza entre sus pechos y apretó sus flancos, cerrando esas montañas de carne alrededor de su cráneo, encerrándose en su sudoroso calor.





—Nnnghf... —Raven se movió y se retorció debajo de Chico Bestia, todavía clavado en su enorme polla, su coño ondeando y retorciéndose patéticamente. Nunca se había sentido así antes, tan caliente, tan estirada y tensa, pero una cosa era segura:





Quería –necesitaba– seguir sintiéndolo, una y otra vez, por el resto de su vida. Con eso en mente, dejó escapar un suspiro tembloroso, se lamió alrededor de la boca y asintió lentamente.





—Estoy… de acuerdo —dijo ella con voz tensa. Dios, su pene todavía estaba semiduro. Incluso cuando la crema brotó de ella alrededor de su pene desinflado, Chico Bestia no se ablandó del todo. Ella pasó una mano arriba y abajo por su espalda, sintiendo su cuerpo moverse y flexionarse bajo sus toques, y luego lo miró a los ojos. —Hablaré… con las hermanas. Arreglaré… una estadía a largo plazo. Jaja…





Chico Bestia sonrió y se acercó a besarla. Ella le correspondió, rodeándole la cintura con los brazos y abrazándolo fuerte, mientras sus lenguas se entrelazaban en una unión dichosa.
La hermana Raven chupa el pecado
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