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Mi bullying emputece a mi madre 4

Dalila dejaba ver sus atributos sus enormes pechos no tomaba en cuenta que ahora misma estaba arrodillada desnuda frente al chico que a golpeado a su hijo su excitación la había segado y ahora solo pensaba en sexo en ese momento solo quería ser la puta de ese chico este no pudo contenerse más y abalanzó sobre esos enormes pechos comenzando a apretarlos con ambas manos eran firmen aún los masajeaba con sus manos llevándolos a su boca comenzó a chuparlos este parecía desesperado los mordía chupaba los pezones de la mujer la cual no paraba de gemir mantenía sus ojos cerrados dejando hacer por ese chico que no paraba de chupar sus pechos estuvieron así unos minutos pero el toro quería ya penetrar a esa mujer y bruscamente este el tomo del pelo obligándola apoyarse sobre el sofá el toro no podía creer el culo que se cargaba esa deportista y mientras lo recorría con su mano con la otra ponía la cabeza de su verga en la vagina de la mujer y comenzaba a moverla causándole casi el orgasmo a Dalila. 
Oohhmmmmmsii….m…ma….maaas eran las palabras que salían de su boca el toro estuvo así un momento quería que la mujer se calentara más que una olla fue mentiendo su verga en la vagina de la mujer lo hacía lentamente Dalila sentía como esa enorme verga se habría pasado era muy grande jamás había sentido algo así el toro metió media verga 

¡¡Plaaa!! Se escucho plaaaaas!!
esto querías no puta le decía el toro mientras la nalgueaba Dalila solo gemia de dolor pero también de placer sus nalgas rápidamente se pusieron rojas 
El toro la tomó del pelo con una mano y de golpe metió su gruesa verga se fue internando en el poderoso cuerpo de la mujer hasta que le quedo encajada la mitad de aquella vagina dorada 
El chico caliente y desesperado pudo ver cuando la mujer hacía gestos gritando de dolor y de placer, mientras el continuaba manteniéndola firmemente apuntalada con su verga.

¡¡Oh!! Puta de mierda!! Pero que apretada estasss… maldita!!...si pareces una verdadera virgennn!!

Dalila no contestaba nada, solo aguantaba los inmensos dolores de sentir como esa enorme verga urgía por adentrarse a sus delicadas intimidades, solamente se dedicaba a gritar de dolor por cada intento que hacia el toro por adentrase hacia su cuerpo.

El toro tomándola de la cintura para 
aguardar en su totalidad su verga pero antes miraba el rostro asustado y sudoroso de la mujer el lujurioso y cochino chico se deleitaba con la contemplación de esa visión paradisíaca, el femenino y bien formado cuerpo de esa notable mujer, tenía la forma perfecta para el tipo de apareamiento que a él más le gustaba ya que así el las sentía a su entera merced y doblegadas a sus calientes movimientos de macho.

¡¡Ahhiiiinnnsssmm nooo sácala!! 
Gritaba Dalila al sentir como si la hubieran acuchillado el dolor era increíble la han roto 

Uff sii puta ahora viene lo bueno le decía el toro sin sacar la verga del fondo se mantuvo así por unos segundos esperando a que la vagina de la mujer se adapte al tamaño de su verga para después comenzar a moverse tomando la con ambas manos el toro , por fin metió toda su enorme verga en la vagina de esa caliente mujer, la cual al sentir tremenda verga no pudo evitar pegar un grito que se debió haber escuchado a dos cuadras, jamás en su vida. Había sentido tanto dolor Dalila rápidamente, intentó liberarse del toro, pero este la tenía firmemente sujetada a él y con una risa la miraba y comenzaba a moverse.

Toro…. Aguanta puta yo sé que por ahora te duele. Pero ya verás que en un momento rogarás porque no pare de meterte mi verga jajajaj

Dalila…!nooool paraaaa por favor me estás partiendo en dos! 
El toro se movía causándole gran dolor a esa mujer, pero este sabía llevar la situación y después de unos minutos la mujer poco a poco fue pasando el dolor, y ahora cada vez sintió más placer, no se podía creer que algo así pudiera disfrutarse y Después de un buen rato, Dalila comenzaba a dar pequeños gemidos, su vagina se había adaptado al tamaño de la verga del toro.
ahaaaaainssmmm después de ese tremendo dolor que sintió ahora. Su cuerpo estaba que ardía de placer el toro no paraba de moverse y cada vez azotaba ese enorme culo de Dalila

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