Llegando al motel Juan me tomo por la espalda y comenzó a desgarrarme la ropa y decía.
Juan - ya ves, aunque seas alzada vas a ser mi puta de ahora en adelante.
Juan - estás bien buena, tienes un culote, vas a probar una verga mexicana.
Juan tomó un vino blanco y lo esparció en mi cuerpo después de eso comenzó a manosearme las tetas y abdomen, mi cuello, mis brazos, diciéndome
Juan - desde que te vi te me antojaste machin, ibas a ser mía como sea, al menos no fue a la mala.
Yo ya estaba muy excitada de tanto que me estaba tocando ahora me tocaba demostrarle mi talento le di la vuelta para que viera mi cara diferente a la de las mexicanas y le empecé a lamer los huevos, tal cual una perra feliz, le dejaba baba, y lamia su pene de lado arriba y abajo sin metermelo aun en la boca, a él le gustaba por que solo lamia con toda mi lengua, hasta que me dijo tragatela entera puta, tomo mi cabeza y me metí toda la verga en mi boca mientras yo le agarraba los huevos.
Al final me confesó que trabajaba para un narcotraficante y que él era un encargado de Plaza en un municipio cerca de la frontera me dijo que me estaría enviando dinero por seguir siendo su puta lo cual yo me negué diciéndole que me daba mucho miedo y él me dijo que no tenía otra opción más que aceptar y quedarme calladita no sabía en lo que me había metido
Juan - ya ves, aunque seas alzada vas a ser mi puta de ahora en adelante.
Juan - estás bien buena, tienes un culote, vas a probar una verga mexicana.
Juan tomó un vino blanco y lo esparció en mi cuerpo después de eso comenzó a manosearme las tetas y abdomen, mi cuello, mis brazos, diciéndome
Juan - desde que te vi te me antojaste machin, ibas a ser mía como sea, al menos no fue a la mala.
Yo ya estaba muy excitada de tanto que me estaba tocando ahora me tocaba demostrarle mi talento le di la vuelta para que viera mi cara diferente a la de las mexicanas y le empecé a lamer los huevos, tal cual una perra feliz, le dejaba baba, y lamia su pene de lado arriba y abajo sin metermelo aun en la boca, a él le gustaba por que solo lamia con toda mi lengua, hasta que me dijo tragatela entera puta, tomo mi cabeza y me metí toda la verga en mi boca mientras yo le agarraba los huevos.
Al final me confesó que trabajaba para un narcotraficante y que él era un encargado de Plaza en un municipio cerca de la frontera me dijo que me estaría enviando dinero por seguir siendo su puta lo cual yo me negué diciéndole que me daba mucho miedo y él me dijo que no tenía otra opción más que aceptar y quedarme calladita no sabía en lo que me había metido
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