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Mi Excompañera Religiosa, Parte 01

Un día volví de la prepa y me entero que mis padres contrataron a una antigua compañera de la primaria para ayudar en las labores de la casa. Al verla, no la reconocí, como podría relacionar a la chiquilla flaquilla que no veía hace 5 años con la hermosa chica chaparrita y de cuerpo escultural que estaba ayudando en casa de mis madres.

Hay que tomar en cuenta que en la primaria, solo coincidí con ella en el ultimo año, y ella acostumbraba vestir con falda del uniforme enorme y hasta las pantorrillas, ya que su familia era de religiosa y le prohibían llevar faldas cortas.

Comenzamos a platicar y en un momento nos reconocimos, eres Violeta? pregunté, fuimos compañeros en la primaria, no?... Ella me reconoce y pensé, vaya como has crecido, literalmente.... Me platicó como su familia se había mudado cuando ingresamos a la secundaria, por ello no la volví a ver hasta ese día, ya que fue a otra escuela.

Los días siguientes simplemente conversábamos, bromeábamos, y comenzamos a coquetear entre nosotros. Se volvió habitual que cuando terminaba de trabajar, yo la acercara a su casa. (obviamente con la intensión de tener más momentos a solas con ella).

Por su religión, normalmente vestía faldas floreadas, un poco sueltas, pero poco a poco empezó a llevar vestidos lardos mas entallados que dejaban ver la hermosa silueta de su cintura. Me encantaba verla especialmente con una falda de mezclilla que le llegaba a la altura de la rodilla pero que enmarcaba como nada su hermoso trasero. De blusas, acostumbraba llevar ropa normal y cómoda, pero que dejaban ver la parte superior de unos pechos enormes pero bien paraditos. Todo eso me mataba, me urgía perder mi virginidad, y quería que fuera con ella.

Mi Excompañera Religiosa, Parte 01

Un día, cerca de su casa llega un circo, y les hablo de hace varios años, cuando todavía había animales en el show, así que al pasar, decidimos bajar a ver al elefante, tigres, leones y otros animales exóticos que traían consigo. Era la novedad por lo que había bastante gente viendo el minizoológico que tenían a un costado de la carpa principal del circo.

Nos acercamos y como pudimos nos colamos hasta la barrera que dividía los animales de la gente para poder verlos mas de cerca. Por la cantidad de gente y sin buscarlo, quedé parado justo detrás de Violeta, y aprovechando la situación y la muchedumbre, comencé a tocar su espalda, cerca de su cintura, con la intención de acercarme lo mas posible a su trasero, como el adolescente calenturiento que era. jajaja. En un momento ella da un paso atrás y se pega a mí, con lo que puedo sentir completamente la redondez de su hermoso trasero, a lo que, por lógica, mi pene comienza a crecer y querer salir de mi pantalón. Ella se percata de que hay un bulto presionando contra ella, se gira un poco y me comenta al oído, - creo que alguien está contento... a lo que le respondo entre susurros, - Es que sintió algo que lo puso feliz... nos reímos un poco, y nuestras miradas llenas de complicidad y deseo se cruzaron, a lo que procedí a acercarme y darle un beso.

Fue muy suave, húmedo, lento... A los pocos segundos volvimos a observar el minizoológico, la rodee con mis brazos y poco después nos fuimos.

Comenzamos a salir desde ese día, y las cosas empezaron a escalar muy rápido, con besos fogosos, manoseos y siempre buscando lugares solitarios o privados para meternos mano.

Una noche, fuimos a un mirador donde las parejas suelen ir, cerca de la carretera. Paramos y salimos del coche. Al estar platicando, empecé a tocar su espalda y a bajar mi mano hasta su trasero, los besos iniciaron y comenzaron a subir de tono. comencé a recorrer con mis manos todo su cuerpo, desesperado por llegar hasta el ultimo rincón, llevé mis besos a su cuello, luego bajé a su pecho, intentando desabotonar su camisa, mientras ella repetía, no, no lo hagas, entre gemidos de placer... No podemos, no siguas, decía mientras yo logré sacarlos y mientras mordía sus pezones y tocaba debajo de su falda. No vayas mas allá, decía, a lo que yo le contesté, no te preocupes, me detendré... solo quiero tocarte un poco más... A lo que me responde mirándome a los ojos: - si sigues, soy yo quien no se podrá detener...

Voló la ropa, nos subimos a la parte trasera del coche mientras nos arrancábamos todo. Recorrí su cuerpo en la penumbra, besé y observé todo lo que pude, y en poco tiempo estaba con mi pene tocando su vagina, contemplando por un instante lo inminente.

Un segundo era virgen y al siguiente estaba dentro de Violeta. Fue la sensación mas sublime del mundo, la suavidad, la humedad, la presión que envolvía mi pene. Por fin estaba cogiendo con ella y pensaba disfrutarlo lo mas posible. Comencé a penetrarla, primero suave y luego con mas fuerza. Violeta solo gemía y me decía, - así, que rico se siente, sigueee...

amateur

Como adolescente, había visto porno a diestra y siniestra, así que quería experimentar cada posición que recordaba. Perdí mi virginidad con la posición del misionero, pero pronto pasamos a hacerlo de perrito, luego ella me montó, primero de espaldas a mi y yo sentados en el asiento del coche, desde donde pude contemplar su trasero y vislumbrar su vagina cuando tomó mi pene y con un movimiento lo introdujo ella sola, subiendo y bajando a su propio ritmo; luego se levanto y giró sobre si misma y volvió a meterlo ella sola, mientras que mi cara quedaba atrapada entre sus enormes pechos... era la gloria. Me montaba y con sus manos dirigía sus pezones a mi boca para que los lamiera y mordiera, primero uno, luego el otro, y así uno repetidas veces, mientras sentía como mi pene era bañado en su humedad. Violeta pedía a gritos que la cogiera duro, que lo quería fuerte, así que me levanté y la apoyé en el asiento trasero, con ella viendo hacia el cristal trasero y yo entre los asientos detrás de ella, no pude mas que contemplar como me mostraba su trasero, su vagina estaba empapada y al sentir mi demora en cogérmela, ella empezaba a exigir que se la metiera ya!...

Con mis manos acaricié su trasero, recorriendo todo hasta llegar a su vagina, la cual recorrí con mis dedos sin llegar a introducirlos, Violeta estaba que no podía, métemela ya, decía, a lo que le dije, No, debes pedirlo por favor, y sin perder el tiempo me comenzó a pedir de la manera mas dulce, métemela por favor, quiero que me cojas duro, por favor, ya no aguanto... me acerque, la tome de la cintura y comencé a penetrarla lentamente, y ya que estuve hasta adentro comencé a moverme lo mas fuerte que podía, sintiendo como en cada embestida su vagina me apretaba, escuchando sus fuertes gemidos, y sus exigencias de que continuara dándole así...

Unos momentos después sentí que ya estaba por terminar y al mismo tiempo sentí como ella comenzaba a tener un fuerte orgasmo. Lo saque lo mas rápido que pude y disparé todo mi semen en su espalda, en su cintura y en su trasero. Con ella apoyada en el respaldo del asiento, su cintura describía una hermosa curva, y mi semen comenzó a escurrir al centro de esa curva y a acumularse y vibrar con cada espasmo de placer que Violeta tenia mientras jadeaba y murmuraba una y otra vez: - que rico!!...

La limpie, y como pudimos nos recostamos en un apretado abrazo en el asiento, y sentía como su sudor se mezclaba con el mío. Estaba fascinado y quería continuar.

- Tu no eras virgen, me dijo. jajajaja. Sabes demasiadas cosas.
- No tiene nada que ver, le dije. He visto demasiado porno como para no saber lo que se debe de hacer. jajajaja..
- Pues ahora ya no necesitas ver más, si me tienes a mi para practicar.

Ahí comenzaron varias aventuras de sexo desenfrenado. Aprovechando cualquier situación, lugar, o momento solos para coger sin frenos. Pero esas las contaré en el siguiente post.

Una cosa si me quedó clara. Que tan metida esté en la religión una persona, muchas veces es proporcional a que tan fogosa y atrevida es para el sexo. Recordemos que es mandato divino... esparcíos y multiplicaos. jajajaja



Aquí termina este relato, tal vez es real, tal vez es ficción, no creo sea necesario especificarlo.
Espero lo hayan disfrutado. En unos días subiré la continuación de la historia, aunque también me gustaría conocer sus anécdotas en los comentarios, disfrutaron su primera vez?
Nos vemos.

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