Hola, mi nombre es Camilo, soy de Colombia, actualmente tengo 17 años. Lo que les voy a contar sucedió el año pasado, era verano y yo estaba de vacaciones.
Mi padre (me reservo su nombre) es un hombre de 38 años cuando sucedió eso tenía 37, tiene un cuerpo de test blanca, 1.80 de estatura, ojos marrones oscuros, cabello un poco claro y corto, está en forma pero no se le marcan mucho sus músculos como a otros, tiene las patas peludas y tambien su entrepierna y lo más importante para mí, su pene, ese pedazo de carne gorda que me trajo al mundo que mide 23 cm de largo con 4 cm de ancho. Para que se hagan una idea, mi padre es más o menos así:
Fue la imagen referencial más parecida a él que pude encontrar.
Mi madre, falleció cuando yo tenía 11; para mí fue muy duro cuando ella murió, ya que solo quedamos mi padre y yo, solos en el mundo; porque no tenemos más familia. Solo un tío, hermano de mi mamá, que vive en España desde que yo estaba pequeño y lo conocí solo cuando murió mamá.
Ahora si volvamos a por lo que estamos aquí.
Cómo les decía al principio todo sucedió una tarde del verano del año pasado, yo estaba solo en casa, mi padre estaba trabajando y llegaba a las 5 de la tarde.
Hacía una calor terrible y yo estaba muy sudado, así que decidí darme un baño.
Mi habitación queda en el segundo piso de la casa y enfrente está la de mi padre. Esta tiene un baño muy grande con una bañera gigante parecida a un jacuzzi.
Mi padre, me deja bañarme en su baño las veces que yo quiera.
Así ya me quité la ropa, tomé la toalla y salí a la habitación de mi padre para darme un baño.
Me metí en la bañera y el agua estaba fría.
Debo considerar que para ese entonces yo decía ser heterosexual. Actualmente soy Bi.
Yo estaba muy a gusto en la bañera y se me vino a la mente una muchacha del insti que está muy buena y me gusta mucho y pensando en ella me comencé a masturbar.
Estaba muy concentrado, tanto así que no escuché ni me di cuenta cuando mi padre entró a la habitación y me estaba viendo. Cuando me percaté de su presencia me dio mucha vergüenza, y me levanté de la tina, me puse la toalla en la cintura y solo le pude decir:
-perdón, papá.-
Él no me respondió nada y solo se quedó mirándome cómo salía de la habitación.
Mi cara se me caía de la vergüenza, entré a mi habitación y me puse un slip solamente sin calzoncillos ni camiseta y me tiré en mi cama viendo al techo y pensando en lo que había sucedido. Mi Pene todavía estaba morcillón.
Pasado un buen rato siento que la puerta de mi habitación se abre, era mi padre que quería hablar conmigo.
Me dijo:
-¿Puedo pasar? ¡Necesito hablar contigo!-
Yo le dije:
-Adelante, papá-
Él entró a la habitación y se sentó en la orilla de mi cama yo me recosté a la cabecera de la cama. Me quedó viendo fijamente y yo agaché la cabeza, él me dijo:
-¡Tranquilo, hijo no te preocupes! Es normal que a tu edad hagas eso.-
Yo cambié mi expresión y dibuje una sonrisa en mi rostro y solo le dije:
-¡Gracias, papá!-
El salió de mi habitación y yo me quedé pensando un poco en lo que había sucedido, eran sentimientos encontrados, porque me daba vergüenza pensar en la situación pero también me daba un poco de morbo.
Llegó la hora de cenar y yo bajé a la sala, mi padre estaba cenando en el comedor y me dijo que me sirviera la comida y me sentara con él a cenar. Yo obedecí, me serví y me senté con él.
Se sentía una tensión inmensa, y para romper está yo le dije:
-papá, respecto a lo que sucedió ahorita, quería pedirte perdón.-
El me dijo:
-tranquilo, hijo. No hay nada que perdonar.-
Y me sonrió.
Yo le dije:
-Papá, mira es que cuando tú saliste de la habitación, yo me quedé pensando en lo que había sucedido y me dió un poco de vergüenza, pero también un poco de morbo.-
Él soltó el tenedor y me quedó viendo fijamente, y con cara de sorprendido.
Nuevamente se había apoderado la vergüenza de mí. Me intente levantar de la mesa, pero mi padre me tomó del brazo, pensé que me iba a regañar por lo que le había dicho, pero no fue así.
Me dijo:
-¿Cómo así que has sentido morbo?-
Yo le respondí:
-¡No lo sé, papá. Es que me calienta la idea de que tú me veas haciendo cosas indebidas!-
Él comprendió el mensaje y no me respondió nada, solo se puso de pie y para mí sorpresa, bajó sus pantalones hasta las rodillas dejando ver aquel pedazo de carne monstruoso que me encanta. Yo me quedé muy sorprendido por lo que estaba pasando y mi cuerpo sufrió un escalofrío que lo recorrió completamente, mi reacción fue levantarme y arrodillarme frente a él, tome su pene y lo metí en mi boca. Mi padre dio un gemido ahogado, me tomó por el pelo y comenzó a follarme la boca.
Ahí estábamos en la mitad del comedor, mi padre follandome la boca y yo incrustándome su pene hasta lo más profundo de mi garganta. Yo estaba muy cachondo, mi padre tenía los ojos cerrados y la cabeza colgando hacia atrás y después de un largo rato de estar follandome la boca me dijo:
-¡Me voy a correr!-
Yo metí su pene más profundo mi garganta y mi padre comenzó a emanar su néctar dentro de mí.
Mi padre gruñía Como un tigre mientras se corría. Yo almacené su semen en mi boca, era demasiado así que se me salía por los labios y mi padre me me miró, me levanto y me pasó su lengua por mi mejilla dónde salía el semen de mi boca y me dijo:
-comparte un poco de tus hermanitos, mi amor.-
Y nos fundimos en un beso apasionado.
CONTINUARÁ...
Mi padre (me reservo su nombre) es un hombre de 38 años cuando sucedió eso tenía 37, tiene un cuerpo de test blanca, 1.80 de estatura, ojos marrones oscuros, cabello un poco claro y corto, está en forma pero no se le marcan mucho sus músculos como a otros, tiene las patas peludas y tambien su entrepierna y lo más importante para mí, su pene, ese pedazo de carne gorda que me trajo al mundo que mide 23 cm de largo con 4 cm de ancho. Para que se hagan una idea, mi padre es más o menos así:
Fue la imagen referencial más parecida a él que pude encontrar.
Mi madre, falleció cuando yo tenía 11; para mí fue muy duro cuando ella murió, ya que solo quedamos mi padre y yo, solos en el mundo; porque no tenemos más familia. Solo un tío, hermano de mi mamá, que vive en España desde que yo estaba pequeño y lo conocí solo cuando murió mamá.
Ahora si volvamos a por lo que estamos aquí.
Cómo les decía al principio todo sucedió una tarde del verano del año pasado, yo estaba solo en casa, mi padre estaba trabajando y llegaba a las 5 de la tarde.
Hacía una calor terrible y yo estaba muy sudado, así que decidí darme un baño.
Mi habitación queda en el segundo piso de la casa y enfrente está la de mi padre. Esta tiene un baño muy grande con una bañera gigante parecida a un jacuzzi.
Mi padre, me deja bañarme en su baño las veces que yo quiera.
Así ya me quité la ropa, tomé la toalla y salí a la habitación de mi padre para darme un baño.
Me metí en la bañera y el agua estaba fría.
Debo considerar que para ese entonces yo decía ser heterosexual. Actualmente soy Bi.
Yo estaba muy a gusto en la bañera y se me vino a la mente una muchacha del insti que está muy buena y me gusta mucho y pensando en ella me comencé a masturbar.
Estaba muy concentrado, tanto así que no escuché ni me di cuenta cuando mi padre entró a la habitación y me estaba viendo. Cuando me percaté de su presencia me dio mucha vergüenza, y me levanté de la tina, me puse la toalla en la cintura y solo le pude decir:
-perdón, papá.-
Él no me respondió nada y solo se quedó mirándome cómo salía de la habitación.
Mi cara se me caía de la vergüenza, entré a mi habitación y me puse un slip solamente sin calzoncillos ni camiseta y me tiré en mi cama viendo al techo y pensando en lo que había sucedido. Mi Pene todavía estaba morcillón.
Pasado un buen rato siento que la puerta de mi habitación se abre, era mi padre que quería hablar conmigo.
Me dijo:
-¿Puedo pasar? ¡Necesito hablar contigo!-
Yo le dije:
-Adelante, papá-
Él entró a la habitación y se sentó en la orilla de mi cama yo me recosté a la cabecera de la cama. Me quedó viendo fijamente y yo agaché la cabeza, él me dijo:
-¡Tranquilo, hijo no te preocupes! Es normal que a tu edad hagas eso.-
Yo cambié mi expresión y dibuje una sonrisa en mi rostro y solo le dije:
-¡Gracias, papá!-
El salió de mi habitación y yo me quedé pensando un poco en lo que había sucedido, eran sentimientos encontrados, porque me daba vergüenza pensar en la situación pero también me daba un poco de morbo.
Llegó la hora de cenar y yo bajé a la sala, mi padre estaba cenando en el comedor y me dijo que me sirviera la comida y me sentara con él a cenar. Yo obedecí, me serví y me senté con él.
Se sentía una tensión inmensa, y para romper está yo le dije:
-papá, respecto a lo que sucedió ahorita, quería pedirte perdón.-
El me dijo:
-tranquilo, hijo. No hay nada que perdonar.-
Y me sonrió.
Yo le dije:
-Papá, mira es que cuando tú saliste de la habitación, yo me quedé pensando en lo que había sucedido y me dió un poco de vergüenza, pero también un poco de morbo.-
Él soltó el tenedor y me quedó viendo fijamente, y con cara de sorprendido.
Nuevamente se había apoderado la vergüenza de mí. Me intente levantar de la mesa, pero mi padre me tomó del brazo, pensé que me iba a regañar por lo que le había dicho, pero no fue así.
Me dijo:
-¿Cómo así que has sentido morbo?-
Yo le respondí:
-¡No lo sé, papá. Es que me calienta la idea de que tú me veas haciendo cosas indebidas!-
Él comprendió el mensaje y no me respondió nada, solo se puso de pie y para mí sorpresa, bajó sus pantalones hasta las rodillas dejando ver aquel pedazo de carne monstruoso que me encanta. Yo me quedé muy sorprendido por lo que estaba pasando y mi cuerpo sufrió un escalofrío que lo recorrió completamente, mi reacción fue levantarme y arrodillarme frente a él, tome su pene y lo metí en mi boca. Mi padre dio un gemido ahogado, me tomó por el pelo y comenzó a follarme la boca.
Ahí estábamos en la mitad del comedor, mi padre follandome la boca y yo incrustándome su pene hasta lo más profundo de mi garganta. Yo estaba muy cachondo, mi padre tenía los ojos cerrados y la cabeza colgando hacia atrás y después de un largo rato de estar follandome la boca me dijo:
-¡Me voy a correr!-
Yo metí su pene más profundo mi garganta y mi padre comenzó a emanar su néctar dentro de mí.
Mi padre gruñía Como un tigre mientras se corría. Yo almacené su semen en mi boca, era demasiado así que se me salía por los labios y mi padre me me miró, me levanto y me pasó su lengua por mi mejilla dónde salía el semen de mi boca y me dijo:
-comparte un poco de tus hermanitos, mi amor.-
Y nos fundimos en un beso apasionado.
CONTINUARÁ...
2 comentarios - ¡Con papá!