¿Se acuerdan de esos relatos de humor que subía con el otro usuario que ustedes les encantaba ignorar? Bueno, este es uno de esos, lo digo para que sepamos donde estamos parados, no tienen que leerlo, me conformo con los puntos y dejar algún comentario genérico alabando mi extraordinario talento literario o mi magnifica virilidad, como sea, acá esta Lali basureando a un provincianito.
Se llamaba Pedrito, pero en las redes sociales era conocido como el Bólido del interior. Había llegado a conseguir un respetable nivel de popularidad gracias a sus pequeños videos donde hacia pasos de chámame en diferentes paisajes del interior del país. Pero su fama creció exponencialmente cuando, en un Luna Park y ante la vista de 55 mil extremadamente eufóricos y excitados adolescentes, la cantautora Lali Esposito imito varios de sus emblemáticos movimientos sobre aquel escenario. De la noche a la mañana, gracias aquel evento, Pedrito se transformó en toda una celebridad nacional.
- Mira, la cosa es simple…
Decía Ricardo “Matafuego” Buenaventura, conocido manager de famosos, con gran ojo para las promesas del interior del país, a Pedrito, mientras, con su mano apoyada sobre la espalda de él, recorrían los pasillos de un muy elegante edificio de la ciudad bonaerense de Palermo.
- A la minita esta ya la tenían medio en la mira, no sé bien como fue la cosa, pero por lo que se, le atraco el novio a otra famosa, así que las seguidoras de esta estaban re calientes, cuando tuvieron la oportunidad y la vieron hacer esos bailecitos chotos, salieron con la historia de que era una racista irrespetuosa y que se yo que mierda, la cuestión es que la boluda tiene que hacer buena letra ahora y jugársela de amiga tuya, ¿entendes?
Pedrito no respondió, toda la situación era muy extraña para el como para siquiera hacer el esfuerzo de intentar entenderla.
- Vos tranca, dejas que se te haga la amiga, te chupe el culito, un par de fotos y listo el pollo.
Ricardo se detuvo, tomo por los hombros a Pedrito y lo miro seriamente de frente.
- ¿Forros tenes?
- … ¿para cuaderno?
- Te va a comer crudo campeón.
Respondió velozmente Ricardo con una pequeña risa, y volvieron a seguí caminando.
- A mí me gustan mucho tus bailecitos, son raros, pero simpáticos sabes, no lo digo de racista ni nada, solo soy honesta.
Lali se encontraba parada, apoyada sobre una mesa, en el living más grande, moderno y glamoroso que Pedrito jamás había visto, mientras él se encontraba sentado en silencio sobre un gran sillón rojo.
- Yo respeto a todas las personas, no importa de dónde sean o las costumbres raras que tengan, como se visten, o si comen perros, caballos, no sé, lo que suelan comer en tu provincia.
- ¿Vaca?
Respondió muy por lo bajo y casi para sí mismo Pedrito.
- Yo no como ninguna de esas cosas sabes, soy vegetariana, va, a veces como pescado, pero solo si es bueno e importado, también McDonald algunas veces, pero eso es porque me pagan.
- Ok.
Volvió a responder Pedrito con una voz más para sí mismo que para Lali.
- Pero yo respeto a todo el mundo y las decisiones que tomen, si vos queres ser un asesino hijo de puta que se va a ir al infierno es tu problema, no el mío, yo sé que tengo razón y voy a ir al cielo donde vive dios, aunque no creo realmente en dios ni en la religión porque son todos unos pedófilos, ¿vos sabias eso?
Pedrito negó levemente con la cabeza.
- Además es por mi salud, yo quiero estar bien y sentirme bien, estar saludable y poder vivir muchos años no solo por mí, sino también por mis fans, para que puedan seguir comprando las cosas que yo les digo que compren.
Lali se dio vuelta, se inclinó sobre la mesa y procedió a aspirar una larga línea de cocaína.
- ¿Queres?
Pregunto Lali, mirando a Pedrito mientras se limpiaba un poco la nariz, este volvió a negar con la cabeza, esta vez mas enérgicamente.
- Ok.
Dijo Lali, mientras volvía a aspirar otra larga línea, luego camino hasta donde se encontraba Pedrito y se arrojó, casi recostándose en el sillón a su lado.
- Bueno, yo después te puedo educar en varias otras cosas si queres, no tengo problemas, soy mujer por eso soy más inteligente, además soy de Buenos Aires, sabemos más de todas las cosas, no lo digo de mala, es solo un hecho.
Pedrito la miro en silencio.
- Bueno, como decía, ¿queres coger?
- ¡Si, rómpeme bien la concha provinciano de mierda coge ovejas!
Lali gritaba a mas no poder, desnuda, en el suelo, apoyada sobre sus rodillas y manos, con la cola levantada. Pedrito, por su parte, arrodillado detrás de ella, tomándola con fuerza de las caderas, le daba con toda la potencia que su pequeño cuerpo podía ofrecerle.
- ¡Dale hijo de puta, mostrarme como cogen en tu provincia chota!
Pedrito, tanto enojando por los insultos de Lali, así como también excitado por estos y el cuerpo prefecto de ella, se levantó, prácticamente tomo del pelo a Lali obligándola a levantarse y la arrojo al sillón, la tomo de las piernas, las separo con fuerza y las atrajo hacia él, se escupió la mano, se pasó la saliva por su miembro y procedió a penetrarla con mucha fuerza.
- ¡Si, la puta madre, cógeme así!
Pedrito había separada y levantado las piernas de Lali lo más posible en aire, mientras las envestidas que este hacia eran cada vez más rápido y con más fuerza. Lali no paraba de gemir y gritar insultos, Pedrito, eventualmente cansado de aquello, le soltó las piernas y se arrojó sobre ella, tapándole con su mano la boca. Cuando sintió que estaba por acabar, volvió a tomarla del cabello, él se paró e hiso que Lali quedara arrodillada frente a él, mientras con una mano le hacia abrir lo más posible la boca, con la otra se masturbaba con fuerza. Cuando comenzó a acabar, violentamente le introdujo su miembro de dentro de su boca, y con sus dos manos las apoyo en la nuca de ella, asegurándose de acabar dentro de ella, hasta la última gota. Finalmente, cansado se arrojó sobre el sillón.
- Negrito hijo de puta, te despertaste al final.
Decía Lali, recuperando el aliento y limpiándose la boca con la palma de la mano.
- ¿Seguro que no sos de Buenos Aires?
Se llamaba Pedrito, pero en las redes sociales era conocido como el Bólido del interior. Había llegado a conseguir un respetable nivel de popularidad gracias a sus pequeños videos donde hacia pasos de chámame en diferentes paisajes del interior del país. Pero su fama creció exponencialmente cuando, en un Luna Park y ante la vista de 55 mil extremadamente eufóricos y excitados adolescentes, la cantautora Lali Esposito imito varios de sus emblemáticos movimientos sobre aquel escenario. De la noche a la mañana, gracias aquel evento, Pedrito se transformó en toda una celebridad nacional.
- Mira, la cosa es simple…
Decía Ricardo “Matafuego” Buenaventura, conocido manager de famosos, con gran ojo para las promesas del interior del país, a Pedrito, mientras, con su mano apoyada sobre la espalda de él, recorrían los pasillos de un muy elegante edificio de la ciudad bonaerense de Palermo.
- A la minita esta ya la tenían medio en la mira, no sé bien como fue la cosa, pero por lo que se, le atraco el novio a otra famosa, así que las seguidoras de esta estaban re calientes, cuando tuvieron la oportunidad y la vieron hacer esos bailecitos chotos, salieron con la historia de que era una racista irrespetuosa y que se yo que mierda, la cuestión es que la boluda tiene que hacer buena letra ahora y jugársela de amiga tuya, ¿entendes?
Pedrito no respondió, toda la situación era muy extraña para el como para siquiera hacer el esfuerzo de intentar entenderla.
- Vos tranca, dejas que se te haga la amiga, te chupe el culito, un par de fotos y listo el pollo.
Ricardo se detuvo, tomo por los hombros a Pedrito y lo miro seriamente de frente.
- ¿Forros tenes?
- … ¿para cuaderno?
- Te va a comer crudo campeón.
Respondió velozmente Ricardo con una pequeña risa, y volvieron a seguí caminando.
- A mí me gustan mucho tus bailecitos, son raros, pero simpáticos sabes, no lo digo de racista ni nada, solo soy honesta.
Lali se encontraba parada, apoyada sobre una mesa, en el living más grande, moderno y glamoroso que Pedrito jamás había visto, mientras él se encontraba sentado en silencio sobre un gran sillón rojo.
- Yo respeto a todas las personas, no importa de dónde sean o las costumbres raras que tengan, como se visten, o si comen perros, caballos, no sé, lo que suelan comer en tu provincia.
- ¿Vaca?
Respondió muy por lo bajo y casi para sí mismo Pedrito.
- Yo no como ninguna de esas cosas sabes, soy vegetariana, va, a veces como pescado, pero solo si es bueno e importado, también McDonald algunas veces, pero eso es porque me pagan.
- Ok.
Volvió a responder Pedrito con una voz más para sí mismo que para Lali.
- Pero yo respeto a todo el mundo y las decisiones que tomen, si vos queres ser un asesino hijo de puta que se va a ir al infierno es tu problema, no el mío, yo sé que tengo razón y voy a ir al cielo donde vive dios, aunque no creo realmente en dios ni en la religión porque son todos unos pedófilos, ¿vos sabias eso?
Pedrito negó levemente con la cabeza.
- Además es por mi salud, yo quiero estar bien y sentirme bien, estar saludable y poder vivir muchos años no solo por mí, sino también por mis fans, para que puedan seguir comprando las cosas que yo les digo que compren.
Lali se dio vuelta, se inclinó sobre la mesa y procedió a aspirar una larga línea de cocaína.
- ¿Queres?
Pregunto Lali, mirando a Pedrito mientras se limpiaba un poco la nariz, este volvió a negar con la cabeza, esta vez mas enérgicamente.
- Ok.
Dijo Lali, mientras volvía a aspirar otra larga línea, luego camino hasta donde se encontraba Pedrito y se arrojó, casi recostándose en el sillón a su lado.
- Bueno, yo después te puedo educar en varias otras cosas si queres, no tengo problemas, soy mujer por eso soy más inteligente, además soy de Buenos Aires, sabemos más de todas las cosas, no lo digo de mala, es solo un hecho.
Pedrito la miro en silencio.
- Bueno, como decía, ¿queres coger?
- ¡Si, rómpeme bien la concha provinciano de mierda coge ovejas!
Lali gritaba a mas no poder, desnuda, en el suelo, apoyada sobre sus rodillas y manos, con la cola levantada. Pedrito, por su parte, arrodillado detrás de ella, tomándola con fuerza de las caderas, le daba con toda la potencia que su pequeño cuerpo podía ofrecerle.
- ¡Dale hijo de puta, mostrarme como cogen en tu provincia chota!
Pedrito, tanto enojando por los insultos de Lali, así como también excitado por estos y el cuerpo prefecto de ella, se levantó, prácticamente tomo del pelo a Lali obligándola a levantarse y la arrojo al sillón, la tomo de las piernas, las separo con fuerza y las atrajo hacia él, se escupió la mano, se pasó la saliva por su miembro y procedió a penetrarla con mucha fuerza.
- ¡Si, la puta madre, cógeme así!
Pedrito había separada y levantado las piernas de Lali lo más posible en aire, mientras las envestidas que este hacia eran cada vez más rápido y con más fuerza. Lali no paraba de gemir y gritar insultos, Pedrito, eventualmente cansado de aquello, le soltó las piernas y se arrojó sobre ella, tapándole con su mano la boca. Cuando sintió que estaba por acabar, volvió a tomarla del cabello, él se paró e hiso que Lali quedara arrodillada frente a él, mientras con una mano le hacia abrir lo más posible la boca, con la otra se masturbaba con fuerza. Cuando comenzó a acabar, violentamente le introdujo su miembro de dentro de su boca, y con sus dos manos las apoyo en la nuca de ella, asegurándose de acabar dentro de ella, hasta la última gota. Finalmente, cansado se arrojó sobre el sillón.
- Negrito hijo de puta, te despertaste al final.
Decía Lali, recuperando el aliento y limpiándose la boca con la palma de la mano.
- ¿Seguro que no sos de Buenos Aires?
3 comentarios - Lali Esposito
PODRIAS HACER DE:
MICA VICICONTE
NICOLE NEUMANN
IVA NADAL
PODRIA SEGUIR, JAJAJAJAJA