Mi bella esposa y yo recién nos mudamos, allí fue donde conocimos a Don Ricardo… Ahora los tres habíamos revelado nuestros deseos como adultos. Él deseaba a mi esposa, ella deseaba sentirlo y yo… deseaba verlo.
Ambos estábamos sin decir palabras, mirándonos mientras veíamos una y otra vez el mensaje de Don Ricardo. La propuesta que estaba haciendo a través de aquel mensaje era directa. El solo quería un sí o un no. Menos de 10 minutos era lo que teníamos para decidir lo que iba a definir nuestra relación en el presente.
Ella me miró con sus hermosos ojos, parcialmente llenos de preocupación, parcialmente llenos de lujuria. La agarré y tiré de ella para colocarla frente a mí.
—Guarda el teléfono —Se lo susurré al oído. Ella lo hizo, colocándolo suavemente a un lado.
—Brazos arriba bebé —Mantuve una cadencia tranquila mientras hablaba.
Ella levantó lentamente los brazos. Me agaché y agarré la base de su camisón, una camisa holgada. Lentamente lo levanté y lo pasé por encima de su cabeza, observando cómo sus hermosas tetas lechosas se derramaban, sus pezones pálidos lo suficientemente duros como para cortar vidrio.
—Juan-... ¿Qu…é estás haciendo? —Podía escuchar los nervios en su voz.
No respondí. Simplemente la acerqué más profundamente a la cama y la recosté. Me senté y agarré la ropa interior de encaje rosa que llevaba, lentamente se la bajé por las piernas, la parte delantera del encaje se aferró a su sexo humedecido y finalmente se desprendió por completo. Levantó las piernas para que pudiera quitarlas por completo de su cuerpo.
Ahora estaba completamente desnuda.
El quinto capitulo de esta saga llego. Disfrutalo através de mi Patreon
patreon.com/RelatosAbraxasCuckold
Mis redes:
Canal de Telegram: https://t.me/+9bKOkeI9wgU5OGVh
Grupo Facebook: https://www.facebook.com/groups/122933574200585
0 comentarios - Christina Capítulo V: Nuestro amistoso vecino mayor