Mi sumisa

Si bien con More nunca habíamos estado juntos solos, conmigo fue con quien más desarrolló su rol de sumisa y además de responder a mis órdenes en las situaciones sexuales, empezamos a llevar a nuestra amistad esa sumisión.

Un dia comiendo solos en su casa empezamos a hablar de juguetes sexuales, entramos a varias paginas y ella se sentó en mi falda para elegir los que le gustaban.
Los pedimos y llegaron en un delivery.

Entre los juguetes que compre, elegí uno que yo deseaba usar , era uno de esos que se meten adentro y se manejan a control remoto.

Cuando lo vio sorprendida me miró con mucha picardía, pero lo volvió a meter en la caja y seguimos mirando los otros.

Con cada uno que agarraba jugaba agarrándolo con las dos manos, metiéndolo en la boca y entre las tetas.

Cuando terminamos de verlos todos se dispuso a guardarlos en su pieza, demoró unos minutos pero supuse que los estaba guardando en algún lugar que no quedaran tan a la vista, cuando volvió al comedor me pregunto si la acompañaba al comprar unas cosas que necesitaba para la casa

Cuando llegamos al estacionamiento del local sacó del bolsillo de la campera el control remoto del juguete que yo había elegido.
La miré sorprendido y me dijo “hijo de puta elegiste el más grande no? hasta con el lubricante me costó meterlo”
Le conteste que elegí el que creía que se merecía una puta como ella y se bajó del auto.

Entramos al local y a medida que ella se frenaba a ver algún producto iba jugando con la intensidad del control remoto, al principio hasta la mas minima vibracion la hacía retorcer y me calentaba la idea de imaginar que todos lo que estaban en el local se dieran cuenta de lo zorra que era.

Llegó un momento que no se estremecía con las descargas que venía haciendo hasta el momento y mi morbo me obligó a esperar a que estuviera en la caja y poner el aparato al máximo. Se retorció como si le hubieran pegado una piña en la panza y gimió por instinto.
se enderezo y toda roja pagó la compra.

Cuando estábamos camino a su casa nuevamente la llamó por teléfono su mamá, mi morbo se volvió a activar así que puse el aparato a vibrar otra vez.
Como una reina More le cantó las boludeces que había comprado sin titubear, hasta que lo volvió a poner al máximo y se le quebró la voz.
Me miró con una cara de puta que no puedo olvidar al dia de hoy y siguió hablando con su mamá como si nada.

Cuando cortó la llamada se escuchaba como si un celular vibraba en su campera, pero era literalmente la intensidad con la que estaba vibrando el juguete dentro suyo.
En un semáforo me dice “mira, tocame aca”, agarro mi mano y la llevó a su pelvis 
Se sentía la vibración por encima de la ropa, lo que también pude ver aunque no toque, es que tenía mojada hasta la calza.

Cuando llegamos a la casa entramos, quiso ir al baño para sacarse el juguete pero volvió y me dijo “mira, atrás también se siente”, agarro mi mano y la puso encima de su culo y era verdad, se movía y se sentía la vibración en su cuerpo.

Fue al baño de nuevo y esta vez me llamó, me acerqué hasta la puerta, me asome y me dijo ”mira como me moje, nunca se me había marcado hasta el pantalón” y me da la tanga que estaba empapada, pero literalmente como si la hubiera metido en un recipiente con agua.

La mire, mire la tanga y me dijo “hacelo si queres” la oli mientras sacaba el juguete que salió aún más mojado que la tanga, lo chupo y dijo “parece que hace de tapón, sentí la cantidad de líquido que hay”

Metí mi mano en su entrepierna y tenía mojado hasta los muslos. Le dije que no se podía desperdiciar todo eso, la agarre del cuello y la lleve de espaldas a su cama, la tire para atrás, me arrodille en el piso y empecé a chuparla toda, desde las piernas hasta lo más adentro que llegó mi lengua incluido todo el culo que estaba todo empapado.

Varios minutos estuve disfrutando de esa cantidad de fluidos que realmente eran una delicia mientras ella gemía y me agarraba de la cabeza para que no me separara de su cuerpo.

Acabo, inundo mi boca mientras me apretaba bien fuerte contra ella, gimió como pocas veces la había escuchado, soltó mi cabeza, me pare, di vuelta a la cama y me hice la paja hasta terminar en su cara, arrastró la leche con los dedos hasta su boca, y después de ir al baño a acomodarse, merendamos juntos.

Entre los juguetes que le regale habia un Plug anal, grande, no recuerdo si el mas grande que habia pero no era el estandar, asi que mientras merendabamos le dije “la proxima vez que vayas a una fiesta a casa, si no lo tenes puesto no podes entrar”
me dijo que iba a cumplir mi orden y el dia concurre con normalidad.
la próxima cuento cuando llego a casa con el plug puesto


1 comentario - Mi sumisa

Dominador1992
Vicioso, juguetona y sumisa, así es como debemos dejarlas para que nos recuerden como su dueño