Este es un relato de un hombre heterosexual, casado en su faceta homosexual, o sissy.
Soy Nico, tengo 38 años, estoy casado hace varios años con Natalia, soy oficialmente heterosexual, pero me gusta mucho buscar otras atracciones sexuales, ejemplo ser Sissy y chupársela a algún tipo cuando puedo escaparme de mi esposa.
La segunda noche de verano que estaba solo en casa empecé a ver porno y chatear con gente random mientras me masturbaba alocadamente y tomaba vino, fue en un momento que la página de Poringa me muestra unas fotos de una Sissy hermosa que me hizo re calentar… exploté de calentura viendo esas fotos (lamentablemente no las volví a ver).
Me dije quiero vivir algo así y me levanté del piso del living donde me encontraba con la compu y el vino y me fui directo a revolver el armario de mi esposa en busca de ropa de ella.
Era tal la calentura que tenía que dije tengo que salir a la calle vestido así y que alguien vea lo putito que estoy esta noche, eran las 23hs aprox.
Me encontré con el problema que al bajar, el portero del edificio me iba a ver y no podía salir en auto porque había tomado mucho vino ya así que me puse una bombachita (no tanga), una calza bien ajustada de mi esposa y por encima un jogging y que pretendía dejar en el auto en el garaje.
Así fue, bajé y en el auto me saqué el jogging y quedé con una calza bien ajustada que incluso se marcaba la bombachita, un top ajustado y una camperita de nylon por encima (que no llegaba a tapar la cola) porque estaba fresca la noche y además al tener capucha me permitía camuflarme en el barrio de ser necesario.
Empecé a caminar sumamente excitado por las cuadras del barrio buscando alejarme un poco para evitar cruzarme con personas conocidas, el corazón me iba a mil… es una sensación tan hermosa.
Llegué a la avenida pero en la vereda no había mucha gente y los autos pasaban un poco lejos (por la vereda muy ancha) así que pensé en buscar calles menos transitadas y más oscuras.
Eso fue lo que hice, arranqué a caminar por una calle poco transitada y el corazón seguía a mil, no solo por la excitación sino porque estaba bastante oscuro y me sentí un poco inseguro.
La primera señal fue un camión de reparto de bebidas que venía desde atrás y cuando pasó frente a mí me tocaron bocina, uf! excitación a full.
Cuando quise acordar venía de frente un tipo (medio veterano) así que aproveché y doble antes qué el y de esa forma caminé una cuadra delante de él, despacio y buscando que me mire la cola, no me dio mucha bola así que fui por otras aventuras.
En busca de otro nivel doblé en la cintura el borde de la calza para que quedara más bajo y se pueda ver el borde superior de la bombacha, eso atraería más la atención, y así fue.
Veo en la calle la luz de una auto que vienen desde atrás en una calle con muy poco transito y muy oscura, antes de alcanzarme noto que el auto desacelera bruscamente y pasa despacio pero sigue…uf! excitación y miedo al mismo tiempo. A los pocos segundos el mismo auto de frente, intento taparme la cara por si es alguien conocido pero sigo firme caminando sin mirar, veo de reojo la ventanilla del lado del conductor baja, no logro ver más.
Antes de llegar a la esquina veo nuevamente las luces de un auto que se acercan desde atrás, me doy vuelta y si, es el mismo auto, me pasa y para justo en la esquina donde yo debía pasar, veo bajar la ventanilla del lado del acompañante y al pasar una voz ronca (de veterano) me dice “belleza, no queres dar un paseo?”.
No debía pero no puede evitar mirar a quién me hablaba, era un par de veteranos, el acompañante bastante barbudo y gordito de unos 55 años, el conductor un poco más joven pero bastante feo.
No gracias le contesté con mi voz de macho pero por dentro me moría de ganas de seguir la aventura así que doblé y seguí caminando meneando la cola lo que más podía sin darme cuenta que esa calle no tenía salida y que obligatoriamente debía volver.
Ellos si se dieron cuenta y esperaron a que llegara a mitad de cuadra donde hay varios depósitos vacíos y muy poca luz, apenas yo intenté volver noto que el auto arranca y viene rápido hacia mí, se detiene y otra vez me invitan a dar una vuelta, ya la situación había cambiado porque vi de reojos que dentro del auto ambos se estaban masturbando, la calentura me jugó una mala pasada y no pude evitar acercarme un poquito al auto para ver esas pijas.
Ellos desde dentro pudieron “oler” lo putito que estaba esa noche así que apenas me acerqué vieron la oportunidad…
En un momento se abrieron las puertas y salieron del auto tres personas (yo pensaba que eran dos) y cuando quise arrancar a caminar ya estaba rodeado y seme apretaban más contra la pared, les dije que todo bien pero que me tenía que ir pero no hubo caso, intenté empujarlos pero ví que no era la intención de ellos dejarme ir, ahí me dí cuenta que había cruzado la línea y que iba a ser sometido/a.
Me rodearon los tres y lo primero que sentí fue una tremenda mano en la cola (que hasta me dolió) y el comentario “como debe de coger este putito?”, acto seguido los tres sacaron sus pijas al aire y se me acercaban como moscas… yo me vi perdido y les dije “ok, tranqui yo les hago la paja a los tres y listo, ok?”.. “qué paja?” respondió el de barba, “vos queres verga putito y verga te vamos a dar”.
Él fue el primero que me agarro del cuello y mientras me tenía contra la pared el otro me bajó la calza hasta la altura de las rodillas dejando al descubierto mi bombachita blanca y limitando mis posibilidades de escape.
Fue todo uno, las manos de los tres en la cola y la presión en la cabeza para que me pusiera de rodillas, el barbudo fue el primero que me cacheteo con la pija en la cara, sentí ese olor a pija que nos vuelve loco a los putitos con ganas y abrí la boca instintivamente.
Cuando sentí la pija en mi boca no sé porqué pero a pesar dela situación de violencia que estaba viviendo me tranquilicé y empecé a chuparla y disfrutarla, era una pija normal de tamaño, con mucho bello púbico y con un fuerte olor a pija, él tipo se levantó la camisa y pude ver su panza peluda, me agarró una mano y me llevó a su pecho para lo tocara, tenía mucho pelo en el pecho también.
Cuando miré alrededor los otros dos también estaban con la pija afuera paseándose, el que viajaba atrás en el auto era más joven y ese sí tenía una pija grande, no pude evitar mirarlo un par de veces, él se dio cuenta y me dijo “queres probar esta putito?” así que cambié la pija del barbudo por la del joven, nunca había visto (no tengo muchas vistas) una pija tan grande, no me entraba en la boca pero también tenía un gusto a verga tremendo…asqueante por momentos pero obvio que no podía hacer nada más que chupársela.
En un momento apareció un auto y los tres se acercaron para tapar la situación mientras el auto pasaba, yo rogaba que no fuera a ser alguien conocido ya que yo estaba de rodillas en una vereda sucia, chupándole la pija a tres desconocidos, con una calza por las rodillas y con la bombacha de mi esposa.
Esa escena en mi cabeza me hizo calentar más aún así que apenas pasó el auto me puse a degustar la tercera verga que tenía a mi alcance.
El gordo dueño de esa tercera verga (la más chiquita de lastres) era bastante más violento, me agarró fuerte de la nuca y me la hizo tragar toda de una, me daba cachetadas con la pija y con la mano, me decía cosas muy sucias del estilo “dale puto de mierda, chupa la verga que sabemos que te encanta” o “vas a volver a tu casa con el culo roto putito”.
En un par de minutos el gordo ya gemía con un ritmo intenso mostrando que le quedaba poco para acabar así que la saqué de la boca y lo empecé a pajear… se nota que no la ponía nuca el gordo porque estaba jadeante, una imagen que en otro momento podría ser asquerosa pero en ese momento no lo noté así.
No me dio tiempo ni a pensar y cuando quise acordar sentí la leche del gordo en mi cara, mucha leche espesa que quedó en mi boca, barba y algo en cayó sobre mi campera de nylon.
Cuando quise pasarme la mano para sacarme la leche de lacara el los otros dos se acercaron más a mí y ambos acabaron también… más leche sobre mí!
La situación era tan extrema que no podía moverme ni pensar, los tres se limpiaron las pijas, se subieron al auto y se fueron mientras yo no reaccionaba, seguía allí de rodillas en bombacha con la cara y la ropa llena de leche.
Fue recién cuando vi una luz que se prendió en la casa de enfrente que reaccioné, me levanté, me levanté la calza y con la capucha puesta salí caminando, casi corriendo para mi casa.
Al llegar fui directo al garaje y me metí en el auto buscando resguardo, pude ver mi cara con restos de semen por todos lados, incluso en el pelo, la campera de mi esposa con chorretes de semen en todas partes y la bombacha empapada en de mi propio semen.
Espero les haya gustado el relato y me encantaría recibir sus comentarios.
Lo pueden hacer por acá o a nicovariopinto@gmail.com
Soy Nico, tengo 38 años, estoy casado hace varios años con Natalia, soy oficialmente heterosexual, pero me gusta mucho buscar otras atracciones sexuales, ejemplo ser Sissy y chupársela a algún tipo cuando puedo escaparme de mi esposa.
La segunda noche de verano que estaba solo en casa empecé a ver porno y chatear con gente random mientras me masturbaba alocadamente y tomaba vino, fue en un momento que la página de Poringa me muestra unas fotos de una Sissy hermosa que me hizo re calentar… exploté de calentura viendo esas fotos (lamentablemente no las volví a ver).
Me dije quiero vivir algo así y me levanté del piso del living donde me encontraba con la compu y el vino y me fui directo a revolver el armario de mi esposa en busca de ropa de ella.
Era tal la calentura que tenía que dije tengo que salir a la calle vestido así y que alguien vea lo putito que estoy esta noche, eran las 23hs aprox.
Me encontré con el problema que al bajar, el portero del edificio me iba a ver y no podía salir en auto porque había tomado mucho vino ya así que me puse una bombachita (no tanga), una calza bien ajustada de mi esposa y por encima un jogging y que pretendía dejar en el auto en el garaje.
Así fue, bajé y en el auto me saqué el jogging y quedé con una calza bien ajustada que incluso se marcaba la bombachita, un top ajustado y una camperita de nylon por encima (que no llegaba a tapar la cola) porque estaba fresca la noche y además al tener capucha me permitía camuflarme en el barrio de ser necesario.
Empecé a caminar sumamente excitado por las cuadras del barrio buscando alejarme un poco para evitar cruzarme con personas conocidas, el corazón me iba a mil… es una sensación tan hermosa.
Llegué a la avenida pero en la vereda no había mucha gente y los autos pasaban un poco lejos (por la vereda muy ancha) así que pensé en buscar calles menos transitadas y más oscuras.
Eso fue lo que hice, arranqué a caminar por una calle poco transitada y el corazón seguía a mil, no solo por la excitación sino porque estaba bastante oscuro y me sentí un poco inseguro.
La primera señal fue un camión de reparto de bebidas que venía desde atrás y cuando pasó frente a mí me tocaron bocina, uf! excitación a full.
Cuando quise acordar venía de frente un tipo (medio veterano) así que aproveché y doble antes qué el y de esa forma caminé una cuadra delante de él, despacio y buscando que me mire la cola, no me dio mucha bola así que fui por otras aventuras.
En busca de otro nivel doblé en la cintura el borde de la calza para que quedara más bajo y se pueda ver el borde superior de la bombacha, eso atraería más la atención, y así fue.
Veo en la calle la luz de una auto que vienen desde atrás en una calle con muy poco transito y muy oscura, antes de alcanzarme noto que el auto desacelera bruscamente y pasa despacio pero sigue…uf! excitación y miedo al mismo tiempo. A los pocos segundos el mismo auto de frente, intento taparme la cara por si es alguien conocido pero sigo firme caminando sin mirar, veo de reojo la ventanilla del lado del conductor baja, no logro ver más.
Antes de llegar a la esquina veo nuevamente las luces de un auto que se acercan desde atrás, me doy vuelta y si, es el mismo auto, me pasa y para justo en la esquina donde yo debía pasar, veo bajar la ventanilla del lado del acompañante y al pasar una voz ronca (de veterano) me dice “belleza, no queres dar un paseo?”.
No debía pero no puede evitar mirar a quién me hablaba, era un par de veteranos, el acompañante bastante barbudo y gordito de unos 55 años, el conductor un poco más joven pero bastante feo.
No gracias le contesté con mi voz de macho pero por dentro me moría de ganas de seguir la aventura así que doblé y seguí caminando meneando la cola lo que más podía sin darme cuenta que esa calle no tenía salida y que obligatoriamente debía volver.
Ellos si se dieron cuenta y esperaron a que llegara a mitad de cuadra donde hay varios depósitos vacíos y muy poca luz, apenas yo intenté volver noto que el auto arranca y viene rápido hacia mí, se detiene y otra vez me invitan a dar una vuelta, ya la situación había cambiado porque vi de reojos que dentro del auto ambos se estaban masturbando, la calentura me jugó una mala pasada y no pude evitar acercarme un poquito al auto para ver esas pijas.
Ellos desde dentro pudieron “oler” lo putito que estaba esa noche así que apenas me acerqué vieron la oportunidad…
En un momento se abrieron las puertas y salieron del auto tres personas (yo pensaba que eran dos) y cuando quise arrancar a caminar ya estaba rodeado y seme apretaban más contra la pared, les dije que todo bien pero que me tenía que ir pero no hubo caso, intenté empujarlos pero ví que no era la intención de ellos dejarme ir, ahí me dí cuenta que había cruzado la línea y que iba a ser sometido/a.
Me rodearon los tres y lo primero que sentí fue una tremenda mano en la cola (que hasta me dolió) y el comentario “como debe de coger este putito?”, acto seguido los tres sacaron sus pijas al aire y se me acercaban como moscas… yo me vi perdido y les dije “ok, tranqui yo les hago la paja a los tres y listo, ok?”.. “qué paja?” respondió el de barba, “vos queres verga putito y verga te vamos a dar”.
Él fue el primero que me agarro del cuello y mientras me tenía contra la pared el otro me bajó la calza hasta la altura de las rodillas dejando al descubierto mi bombachita blanca y limitando mis posibilidades de escape.
Fue todo uno, las manos de los tres en la cola y la presión en la cabeza para que me pusiera de rodillas, el barbudo fue el primero que me cacheteo con la pija en la cara, sentí ese olor a pija que nos vuelve loco a los putitos con ganas y abrí la boca instintivamente.
Cuando sentí la pija en mi boca no sé porqué pero a pesar dela situación de violencia que estaba viviendo me tranquilicé y empecé a chuparla y disfrutarla, era una pija normal de tamaño, con mucho bello púbico y con un fuerte olor a pija, él tipo se levantó la camisa y pude ver su panza peluda, me agarró una mano y me llevó a su pecho para lo tocara, tenía mucho pelo en el pecho también.
Cuando miré alrededor los otros dos también estaban con la pija afuera paseándose, el que viajaba atrás en el auto era más joven y ese sí tenía una pija grande, no pude evitar mirarlo un par de veces, él se dio cuenta y me dijo “queres probar esta putito?” así que cambié la pija del barbudo por la del joven, nunca había visto (no tengo muchas vistas) una pija tan grande, no me entraba en la boca pero también tenía un gusto a verga tremendo…asqueante por momentos pero obvio que no podía hacer nada más que chupársela.
En un momento apareció un auto y los tres se acercaron para tapar la situación mientras el auto pasaba, yo rogaba que no fuera a ser alguien conocido ya que yo estaba de rodillas en una vereda sucia, chupándole la pija a tres desconocidos, con una calza por las rodillas y con la bombacha de mi esposa.
Esa escena en mi cabeza me hizo calentar más aún así que apenas pasó el auto me puse a degustar la tercera verga que tenía a mi alcance.
El gordo dueño de esa tercera verga (la más chiquita de lastres) era bastante más violento, me agarró fuerte de la nuca y me la hizo tragar toda de una, me daba cachetadas con la pija y con la mano, me decía cosas muy sucias del estilo “dale puto de mierda, chupa la verga que sabemos que te encanta” o “vas a volver a tu casa con el culo roto putito”.
En un par de minutos el gordo ya gemía con un ritmo intenso mostrando que le quedaba poco para acabar así que la saqué de la boca y lo empecé a pajear… se nota que no la ponía nuca el gordo porque estaba jadeante, una imagen que en otro momento podría ser asquerosa pero en ese momento no lo noté así.
No me dio tiempo ni a pensar y cuando quise acordar sentí la leche del gordo en mi cara, mucha leche espesa que quedó en mi boca, barba y algo en cayó sobre mi campera de nylon.
Cuando quise pasarme la mano para sacarme la leche de lacara el los otros dos se acercaron más a mí y ambos acabaron también… más leche sobre mí!
La situación era tan extrema que no podía moverme ni pensar, los tres se limpiaron las pijas, se subieron al auto y se fueron mientras yo no reaccionaba, seguía allí de rodillas en bombacha con la cara y la ropa llena de leche.
Fue recién cuando vi una luz que se prendió en la casa de enfrente que reaccioné, me levanté, me levanté la calza y con la capucha puesta salí caminando, casi corriendo para mi casa.
Al llegar fui directo al garaje y me metí en el auto buscando resguardo, pude ver mi cara con restos de semen por todos lados, incluso en el pelo, la campera de mi esposa con chorretes de semen en todas partes y la bombacha empapada en de mi propio semen.
Espero les haya gustado el relato y me encantaría recibir sus comentarios.
Lo pueden hacer por acá o a nicovariopinto@gmail.com
5 comentarios - Una pequeña aventura que salió mal (o bien?)
Se ve que lo de vestirnos de mujer y ser cornudos es algo que compartimos con tu amigo