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un regalo para ella antes de casarnos

 ella vuelve de su despedida de soltera y me empieza a contar que las amigas le habían llevado a un stripper cubano, Fermín, que les hizo un par de bailes en los cuales había revolucionado las hormonas de todas. Susana me contó que el negro había quedado totalmente desnudo sin que haya pasado nada con ninguna, pero que todas se habían quedado asombradas con el enorme pedazo que cargaba.
Esa noche hicimos el amor y pude comprobar que ella no había hecho nada porque no estaba dilatada de la forma en que queda después de tener sexo. Igualmente me calentó mucho que mientras ella cabalgaba arriba mio yo le abría las nalgas y le decía:

-“Te gustaría que ahora entre el stripper y te la ponga por el culo?”
-“Ay si… que lindo tener esa verga negra en el culo…”

En ese momento me decidí… antes del casamiento le tenía que dar ese gusto. De paso me calentaba mucho verla cogiendo con un negro que, según lo que ella decía, era gigante de cuerpo y miembro.
Más adelante esa semana me decidí y fui al bar de strippers en el que habían hecho la despedida y pregunté por Fermín. De una puerta lateral salió un cubano que medía por lo menos 2 metros, parecía un jugador de basquet de la NBA, sólo que mucho más musculoso. Cuando le comenté lo que tenía en mente, él me dijo que no había problema, Yo no tuve problemas con el precio, así que acordamos un horario para que vaya el sábado y le pagué por adelantado.
Al llegar el sábado, le propuse a mi pareja  no salir y hacer una noche romántica los dos, sin comentarle nada de lo que iba a pasar. Para ir desinhibiéndola abrí un par de cervezas y después de comer le dije de fumar un poco de hierba (siempre la predispuso un montón para el sexo). Después de eso, y ya los dos comiéndonos a besos apasionados en el sofá, suena el timbre… ahí es cuando le digo “-Tengo una sorpresa para vos…”, a lo que ella puso cara de desconcierto pero se quedó esperando a ver quién era. Cuando abro la puerta y  ve entrar a Fermín su cara pasó del desconcierto a una mezcla de enojo y curiosidad.

-Esta es la sorpresa, todo para vos.
-Ay Fabi, no sé… esto no está bien…

En ese momento le agarré la mano  se la pasé por el paquete semierecto de Fermín, ella instintivamente pero sin cambiar la expresión se lo empezó a frotar por encima del pantalón de jogging que él llevaba puesto. Con la mano que me quedó libre empecé a masturbar a mi pareja que ya estaba muy mojada. Ya estaba lista, se había rendido a la tentación y había metido una de sus manos en el pantalón de Fermín agarrándole el pene. Cuando lo sacó, hasta yo me sorprendí… Fermín tenía una verga de por lo menos 20 centímetros y muy gruesa. En eso él me pide hablar un segundo y me dice:

-“Mirá, si no tenés problema dejame hacer pasar a dos compañeros de laburo. Nosotros nunca vamos solos a estos trabajos porque siempre puede ser una trampa de algún novio celoso por alguna despedida. Igual ellos se quedan viendo televisión, no te hagas drama que no van a hacer nada raro.”
-“Si, hacelos pasar, no hay problema, manejalo todo vos”

Fermín fue hasta la puerta e hizo pasar a los otros dos, otro cubano llamado Raúl y un africano al que le decían Freddy y no hablaba una palabra de español. Para esto mi mujer  ya estaba descontrolada y les dijo que se queden sentados conmigo, que le calentaba que haya desconocidos mirando como ella gozaba. Ellos le hicieron caso y nos sentamos los tres haciendo una mini tribuna, lo cual me calentó mucho porque nunca la había visto tan desatada desde la escena con sus hermanos.
En eso Fermín volvió hacia ella y agarrándola del pelo la hizo poner de rodillas de una forma muy brusca. quedó con el pene del negro prácticamente en la cara y sin dudarlo ni un segundo abrió grande la boca y se la empezó a chupar; se la lamía de arriba a abajo, después se dedicaba a la punta y siempre acariciándole los huevos. ella  es una excelente chupadora, y se notaba en la cara de Fermín, que la agarró por la nunca y empezó a embestir su garganta casi hasta el punto de la asfixia.
Luego de unos minutos de ese espectáculo, el negro se sentó en el sofá y le dijo a Susana:

-“Vení morochita que te voy a pegar la cogida de tu vida”

Ella sin decir una palabra se sentó arriba de la gigante verga y empezó a cabalgar sin parar, estaba fuera de sí, parecía que apenas le entraba. En eso Fermín le empezó a masajear el ano con su dedo mayor para luego empezar a introducirlo de a poco y ella pasó de gemir a gritar de placer... no pudo aguantar mucho y acabó por primera vez en la noche.
Fermín la levantó con sus brazos y sin bajarla la llevó adelante nuestro y de un empujón la puso en cuatro patas con su cara hacia nosotros. El se arrodilló atrás de ella, le metió de una sola vez la verga por su vagina y empezó una serie de embestidas que parecían una violación. Ella daba gemidos muy largos, estaba toda roja y empapada de sudor, con la vista perdida y parecía que en cualquier momento se iba a desmayar. Parecía que ella no tenía mas fuerzas y se había entregado totalmente… era una escena increíble ver como ese gigante negro de dos metros abría por completo a mi noviecita .
En eso pasó algo que yo no me esperaba, mi mujer  levantó la mirada y empezó a hacerle señas con su boca al otro cubano, Raúl. Este se levantó dando por sentado que yo aprobaba la situación, sacó una pija dura como una piedra tan grande como la de su colega y se la dio a comer a Susana. Yo estaba loco viendo como ella estaba siendo cogida y estaba chupando una pija casi con desesperación. Fermín le hizo una seña a Raúl que se puso de espaldas al piso y agarró a Susana y la hizo sentarse sobre su pija. Fermín siguió en su posición y le dijo:

-“Susy, querés que te llene el culo de leche?”
-“Si, quiero sus vergas negras acabando adentro mio, y a su amigo no lo voy a dejar duro… quiero que me acabe en la cara”

Entonces la mejor escena empezó… Fermín se untó la verga con lubricante y se la enterró en el culo a Susana que en su mirada demostró el dolor que tapaba con sus gemidos… Raúl seguía un frenético mete y saca en su concha y sin que nos demos cuenta Freddy ya se estaba haciendo mamar su enorme pedazo de verga.
Era espectacular, mi pequeña novia retorciéndose entre tres porongas negras que se tomaban turnos para metérsela en todos los agujeros, sus gemidos ahogados por una verga todo el tiempo, siendo penetrada en cada lugar posible, toda colorada, fuera de sí acabando una y otra vez… por momentos parecía que perdía el conocimiento porque era como sus piernas y brazos no la sostenían, pero ninguno de los tres parecía hacerse problemas mientras perforaban a mi novia.
En eso Freddy, que se la estaba metiendo por la vagina, se paró de inmediato y se puso junto a Raúl y juntos empezaron a masturbarse en la cara de Susana, mientras que Fermín seguía haciéndole el culo sin aflojar. Los primeros siguieron masturbándose y recibiendo lamidas de Susana hasta que casi sincronizados empezaron a encorvarse y gemir… los chorros de leche empezaron a salir de sus vergas cubriendo la cara de Susana, algunos entrando en su boca, otros cubriendo sus ojos, frente, nariz, etc, etc.
Mientras tanto Fermín tampoco pudo aguantar más y acabó con un gran grito dentro del culo de mi novia sin dejar de bombear. Cuando finalmente sacó su pija del culo de Susana todos vimos como el semen de Fermín empezó a salir a chorros corriendo por la pierna de mi futura esposa. Ella cayó al piso exhausta y yo, que no sé cómo aguanté sin acabar tanto tiempo, terminé masturbándome y llenando de semen su espalda y pelo.
Los tres negros me felicitaron y me dijeron que si queríamos repetir la experiencia iba por cuenta de la casa. Yo los saludé y los acompañé hasta la puerta. Susana durmió todo el domingo y le dolió todo durante unos días, pero me lo agradeció y agradecerá de por vida.

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