Hola bebés, les traigo un nuevo relato que me compartió un seguidor, ojalá yo hubiera sido la protagonista.
El relato lo copié tal cual me lo mando, que lo disfruten.
La historia que voy a contaros es verídica, sucedió en 1969 en un pueblo del interior del país, cuándo yo tenía solamente 10 años de edad, mi nombre es Rubén, hijo de una familia más o menos bien avenida, poseemos una casa grande, mi padre era en ese entonces un militar condecorado con mucha gente trabajando para él, en ese entonces mi padre de 47 años de edad y mi madre de 35, él un hombre fuerte, de trabajo, de carácter recio, ella una mujer como muchas, yo la recuerdo siempre con vestidos largos, por debajo de la rodilla, como vestían la mayoría de las mujeres casadas de pueblo, aunque en el caso de ella con un poco más de recursos económicos por lo que siempre la veía elegante, bien educada, ni gorda ni flaca, ni fea ni bonita, eso sí, alta, como de 1.70, yo la veía normal, aunque comparada con algunas mamás de amigos míos entre las que había viejas gordas, medio sucias, o flacas y con panza, etc. la mía se veía mejor, además solamente tenían un hijo, yo, mientras la mayoría de las mamás del pueblo tenían normalmente más críos, repito, yo tenía solo 10 años, me gustaban las niñas, no las señoras y veía a mi madre con ojos de hijo, no la veía como mujer.
A esa edad mis conocimientos de sexo se resumían a las pláticas con los amigos, a algunas revistas que alguno de ellos llego a llevar a la escuela y en dónde se veían algunos desnudos, etc. y a algunas películas en TV en dónde se veían algunos buenos fajes y cuándo comenzaba lo bueno le cortaban, etc. por lo que prácticamente no me llegaba todavía ni la pubertad.
En una ocasión en que estaba yo castigado y mi madre me quito mi juguete mecánico en su ropero por una semana, que en ese entonces eran la sensación, yo estaba enojado por eso. En esa ocasión termine clases temprano por una de esas juntas de maestros que de repente se dan en las escuelas y tuve que regresar a casa temprano, mi padre en el trabajo y habitualmente regresaba como a las 6 de la tarde, yo llegaba a las 2 más o menos pero ese día regrese a las 10.30 por la razón de la dichosa junta, llegue a casa y busque a mi madre pero no estaba, estuve un rato sin hacer nada en mi recamara cuándo recordé el juguete retenido y quise tenerlo un rato, mi madre no estaba y yo sabía que lo tenía en el ropero de su recamara, por lo que fui a buscarlo.
Lo encontré sin dificultad y estuve jugando con él un rato ahí mismo en la recamara de mi madre, no me atreví a llevármelo de ahí, en eso escuche abrir la puerta y la voz de mi madre, por lo que apresuradamente lo devolví al lugar en dónde estaba y quise salir rápidamente de ahí, pero no pude, escuche claramente pasos que venían precisamente a la recamara de mis padres, por lo que sin pensarlo me metí en el ropero y entrecerré la puerta, estaba atrapado, mi madre había llegado.
Escuche que no venía sola, ya que venia riendo y hablando con alguien, yo no me movía para no delatarme, escuche que la persona con la que venía era un hombre, pero no era mi padre, lo hubiera reconocido de inmediato… entonces quién era? Y porqué en la recamara con mi madre y en una hora en que se supone que no hay nadie? Me acerque a la pequeña abertura que había entre ambas puertas del ropero, era solamente una separación de un par de milímetros, pero todos sabemos que pegando el ojo se puede ver perfectamente…
La persona que estaba con mi mamá era mi tío Juan, un primo de mi papá y compadres junto con mi tía Leonor de mis padres, Este Tío entraba a casa con confianza pero haciendo un recuento, solamente lo hacía con mi tía y en presencia de mi padre, qué sería lo que lo llevaba a casa en esta ocasión? Se oían muy platicadores y divertidos, pero no captaba de qué hablaban.
Estuve unos minutos en silencio, despegado de las puertas, ya que tenia temor de moverlas y delatarme, esperando que se fueran para poder salir, pasaron unos minutos y ya no escuchaba que hablaran, pero si estaban ahí porque escuchaba ruidos apagados, no habían salido de la recamara, pero que hacían?
Me acerque nuevamente a la rendija y lo que vi me dejo hecho un pendejo: El pinche tio estaba besando a mi mamá, y ella le correspondía con todo ¡¡¡ estaban de pie a no más de 2 metros de dónde yo estaba fajando como locos, abrazados con fuerza, ella con sus brazos en el cuello de él, levantada sobre las puntas de sus pies, el cabrón tomándola por la cintura y besandola como no había visto en ninguna película, no parecía beso, parecía que se estaban comiendo.
Solamente se escuchaban los chasquidos de sus bocas… no era posible, como? Mi madre y en su propia casa? Mi mente entonces inocente no captaba la dimensión de lo que pasaba, pero sí sentí un cosquilleo por todo el cuerpo, a mis padres los había visto varias veces besándose en la boca como saludo o despedida, pero nunca como se besaba con mi tío.
Pasados un par de minutos volví a asomarme, seguía de sorpresa en sorpresa, ella estaba de espaldas a mi, al cabrón solamente le veía lo que sobresalía del cuerpo de mi madre, sus manos ahora le estaban agarrando las nalgas, el cabrón estaba como agachado tenía su cabeza a la altura del pecho de mi madre, ella tenía la cabeza echada hacia atrás, su largo pelo lacio y negro caía sobre su espalda, ahora podía verle los hombros, su vestido por la parte de enfrente ya estaba seguramente desabrochado, ahora entendía, el cabrón le estaba besando el pecho a mi madre, no podía apartar la vista de la escena, el vestido cayó al suelo, veía los tirantes del brassier de mi madre, color blanco y un medio fondo del mismo color hasta las rodillas, ella le estaba desabotonando la camisa y se la quito por los hombros también, el pinche tío estaba grandote, como de 1.90, moreno bien peludo del pecho, mi madre le paseaba ambas manos por el pecho y le jugueteaba un pezón con la única mano que veía, la otra me la tapaba con su propia espalda, se escuchaban como murmullos, se hablaban al oído, pero solamente escuchaba como susurros, yo sentía mucho coraje, sentía ganas de matar al pinche tío Juan, pero también me sentía terriblemente impresionado por lo que estaba viendo… y quería ver más, hasta dónde llegaban.
De repente el tío mete las manos por el resorte del fondo y lo baja lentamente, aparecen los calzones de mi madre, se veía bonito, no era una pantaleta chiquita, y mucho menos una tanga, era como se usaban hace más de 30 años, color blancos, estaba descubriendo el cuerpo de mi madre, se veía con muy buen cuerpo, ancha de las caderas, con cinturita bien cuidada, si acaso un poco de grasa, pero la verdad bastante bien, como las que había visto en las revistas de mis amigos, tenía las piernas largas y llenitas, no gordas, bien formadas, firmes, fuertes, y no podía entender porqué este cabrón la tenia en calzones, y la seguía besando con hambre. Desabrochó el sostén por su espalda y este cayó, aunque yo no vi nada del pecho de mi madre. Hizo lo mismo con el calzón, hasta dónde va a llegar este cabroncisimo? Le bajo los calzones que cayeron lentamente por las piernas de mi madre hasta llegar al suelo… y yo al cielo, me sentía realmente exitado… LE ESTABA VIENDO EL CULO A MI MADRE…¡¡¡ que ricas nalgas, ese momento fue determinante en mi vida, jamás pude apartar de mi mente lo que estaba viendo en ese momento… mi madre estaba de espaldas a dos metros de mi, totalmente desnuda, su cuerpo alto bien formado, piel color acanelado claro, muy rico, notaba un finísimo y apenas perceptible bello por su espalda que se unía en V por encima de su caderas y que se juntaba todo por entre sus nalgas, tenía bien peludo el culo, pero lo que me tenía súper asombrado eran esas nalgas, es que a mi edad solamente había visto niños, cuándo nadábamos, con los primos, etc. y siempre niños, ahora veía en vivo por primera vez a un adulto encuerado y era mi madre, con ese formidable par de nalgas muy bien puestas en su lugar, a sus 35 años estaba en ese entonces en su plenitud como mujer.
Ella comenzó a acariciar el pantalón del odiado tío, le desabrocho el cinturón y aflojó el pantalón, debajo traía calzón de "manga larga" mi madre le sobaba el pito por encima del calzón, metió su mano y liberó un animalote como de 25 cms. que tenía guardado este cabrón, no lo podía creer ¡¡¡ tan grande se hace el miembro en los adultos? Estuvo jugando con la tranca unos minutos, le besaba la boca al tío Juan y se empezó a agachar, besándole el cuello, el pecho, embarrándose los pelos del pecho, la panza y la verga bien peluda en su cara, entreabrió sus labio y comenzó primero a besarle el pene y luego lo introdujo en su boca… lo que estaba viendo ¡¡¡ mi madre tragándose la tranca de un hombre que no era mi padre…¡¡¡ era una puta ¡¡¡
Atragantada como estaba le estaba comiéndo la verga al tío, me estaba apuntando directamente a mi con su culote, y podía apreciar muy bien sus piernas, nalgas y culo, se movía rítmicamente y le practicaba un mete saca de campeonato. En eso la separo de su degustación la levantó a su altura, la beso en la boca con fuerza y la volteó, ahora la tenia frente a mi, le vi las enormes tetas con unos pezones grandes y colorados, bien erectos, apenas un poco caídos, pero todavía muy firmes, y repito, enormes ¡¡¡ pero lo que más me sorprendió fue la cantidad de pelo que crió en su entrepierna… tenía vello bastante grande y negro, abundante en forma de triangulo y le subía un hilito hasta alcanzar el ombligo, recordad que no se acostumbraba depilarse el coño en esa época…
La puso en cuatro con los brazos apoyados en la cama, ahora estaban de perfil a mi, por lo que podía verlos a ambos, él puso saliva en la cabeza de su verga, metió mano entre las nalgas de mi madre y le dejo ir la verga, lentamente, sin retroceder,, hasta que la gran puta la trago toda, estaba desaparecida totalmente dentro de ella, mi madre atravesada delante mío ¡¡¡ ella exclamo solamente un AAAHHHHH…….MMMMHHHHHH…..gritaba como poseída, diciendo más papacito… más por favor…. Así, así, así….ahhhhh, y el cabrón gruñía como toro y follaba una y otra y otra vez… al mismo tiempo le levantaba las tetas con una mano mientras con la otra se enredaba el pelo entre los dedos y la jalaba como si la estuviera cabalgando, además de los gruñidos y gemidos recuerdo entre lo que se hablaban que mi madre le decía cosas como papacito, mi rey, mi amor, mi cielo, y el guey le decía cosas como puta o putisima, cachonda, cabrona, zorra y perra, y lejos de encabronarse mi mamá parecía que le gustaba, y a mi me regañaba cuándo decía insignificancias como idiota o bruto.
Seguía escondido viendo todo esto, me toque mi miembro y lo tenia duro, lo sentía extrañamente más grande, me dolía, pero no podía moverme, solamente me lo agarraba, quería sentir la misma sensación de coger como este par de degenerados.
La tumbo en la cama y siguió cogiendosela boca abajo y él encima un buen rato, después se levantó él y la volteo, pude verle nuevamente la vagina a mi madre, bien peluda, con ese par de piernotas que este cabrón le levantó y separó para penetrarla, pero antes pude verle entre su tupida pelambrera los labios sonrosados rodeados de sus pendejos, que llegaban hasta el ano y más allá, él se volvió a montar penetrándola de un golpe con las piernas apuntando al techo, comenzó en bombeo y ahora descansaba ella sus piernas en los hombros de él… mete y saca, mete y saca, los bramidos de él y los gemidos y grititos de ella, de vez en vez ella gritaba más fuerte y se tensaba, se volvía a aflojar y a continuar cogiendo, después aprendí que lo que le pasaba es que estaba tendiendo sus orgasmos, repentinamente él grito: me vengo. Me vengo ¡¡¡ y ella le grito, si dámelo todo, dame toda tu leche mi amor. Termina en mi… y un AAHHHHHH……
Allí quedo tumbado unos minutos descansando encima de mamá, ella jugaba con su pelo y lo besaba en una mejilla, él la beso en la boca tiernamente y se levantó, se vistió mientras le decía que había cogido bien rico, como siempre, lo que me hizo saber que no era la primera vez que se la cogia… Ella dijo: A mi también me gusto mi amor. Me gusto mucho mientras seguía tumbada en la cama, desnuda, enseñándome el coño bien peludo y escurriendo, con un brazo sosteniéndose la cabeza, él le dijo ya me voy, luego nos vemos, volvió a besarla en los labios y se fue, ella se puso una bata, pude verla nuevamente aunque solo por unos instantes totalmente desnuda, de frente y por atrás como si me modelara, tomo una toalla y salió a bañarse, cuando escuche el ruido del agua en el baño que estaba en el pasillo fuera de la recamara salí de mi escondite, estaba como aturdido, no terminaba de entender lo que había pasado, miré el reloj, eran 12:15 Hrs. Habían estado cogiendo alrededor de hora y media en mi casa, en la cama de mi padre…
Tomé mis libros de mi recamara silenciosamente salí de la casa, estuve dando vueltas, tenía en la mente retratado el cuerpo de mi madre, de sus nalgas, su panocha, como cogia con el tío, me ponía a mil por hora solo de acordarme, llegue a la hora de costumbre, mi mamá estaba en la cocina haciendo de comer, bañadita y con sus ropas casuales de costumbre, como una señora que era. Me dijo que bueno que ya llegaste mi amor, lavate las manos, en un rato esta la comida. Grandísima puta pensé.
El relato lo copié tal cual me lo mando, que lo disfruten.
La historia que voy a contaros es verídica, sucedió en 1969 en un pueblo del interior del país, cuándo yo tenía solamente 10 años de edad, mi nombre es Rubén, hijo de una familia más o menos bien avenida, poseemos una casa grande, mi padre era en ese entonces un militar condecorado con mucha gente trabajando para él, en ese entonces mi padre de 47 años de edad y mi madre de 35, él un hombre fuerte, de trabajo, de carácter recio, ella una mujer como muchas, yo la recuerdo siempre con vestidos largos, por debajo de la rodilla, como vestían la mayoría de las mujeres casadas de pueblo, aunque en el caso de ella con un poco más de recursos económicos por lo que siempre la veía elegante, bien educada, ni gorda ni flaca, ni fea ni bonita, eso sí, alta, como de 1.70, yo la veía normal, aunque comparada con algunas mamás de amigos míos entre las que había viejas gordas, medio sucias, o flacas y con panza, etc. la mía se veía mejor, además solamente tenían un hijo, yo, mientras la mayoría de las mamás del pueblo tenían normalmente más críos, repito, yo tenía solo 10 años, me gustaban las niñas, no las señoras y veía a mi madre con ojos de hijo, no la veía como mujer.
A esa edad mis conocimientos de sexo se resumían a las pláticas con los amigos, a algunas revistas que alguno de ellos llego a llevar a la escuela y en dónde se veían algunos desnudos, etc. y a algunas películas en TV en dónde se veían algunos buenos fajes y cuándo comenzaba lo bueno le cortaban, etc. por lo que prácticamente no me llegaba todavía ni la pubertad.
En una ocasión en que estaba yo castigado y mi madre me quito mi juguete mecánico en su ropero por una semana, que en ese entonces eran la sensación, yo estaba enojado por eso. En esa ocasión termine clases temprano por una de esas juntas de maestros que de repente se dan en las escuelas y tuve que regresar a casa temprano, mi padre en el trabajo y habitualmente regresaba como a las 6 de la tarde, yo llegaba a las 2 más o menos pero ese día regrese a las 10.30 por la razón de la dichosa junta, llegue a casa y busque a mi madre pero no estaba, estuve un rato sin hacer nada en mi recamara cuándo recordé el juguete retenido y quise tenerlo un rato, mi madre no estaba y yo sabía que lo tenía en el ropero de su recamara, por lo que fui a buscarlo.
Lo encontré sin dificultad y estuve jugando con él un rato ahí mismo en la recamara de mi madre, no me atreví a llevármelo de ahí, en eso escuche abrir la puerta y la voz de mi madre, por lo que apresuradamente lo devolví al lugar en dónde estaba y quise salir rápidamente de ahí, pero no pude, escuche claramente pasos que venían precisamente a la recamara de mis padres, por lo que sin pensarlo me metí en el ropero y entrecerré la puerta, estaba atrapado, mi madre había llegado.
Escuche que no venía sola, ya que venia riendo y hablando con alguien, yo no me movía para no delatarme, escuche que la persona con la que venía era un hombre, pero no era mi padre, lo hubiera reconocido de inmediato… entonces quién era? Y porqué en la recamara con mi madre y en una hora en que se supone que no hay nadie? Me acerque a la pequeña abertura que había entre ambas puertas del ropero, era solamente una separación de un par de milímetros, pero todos sabemos que pegando el ojo se puede ver perfectamente…
La persona que estaba con mi mamá era mi tío Juan, un primo de mi papá y compadres junto con mi tía Leonor de mis padres, Este Tío entraba a casa con confianza pero haciendo un recuento, solamente lo hacía con mi tía y en presencia de mi padre, qué sería lo que lo llevaba a casa en esta ocasión? Se oían muy platicadores y divertidos, pero no captaba de qué hablaban.
Estuve unos minutos en silencio, despegado de las puertas, ya que tenia temor de moverlas y delatarme, esperando que se fueran para poder salir, pasaron unos minutos y ya no escuchaba que hablaran, pero si estaban ahí porque escuchaba ruidos apagados, no habían salido de la recamara, pero que hacían?
Me acerque nuevamente a la rendija y lo que vi me dejo hecho un pendejo: El pinche tio estaba besando a mi mamá, y ella le correspondía con todo ¡¡¡ estaban de pie a no más de 2 metros de dónde yo estaba fajando como locos, abrazados con fuerza, ella con sus brazos en el cuello de él, levantada sobre las puntas de sus pies, el cabrón tomándola por la cintura y besandola como no había visto en ninguna película, no parecía beso, parecía que se estaban comiendo.
Solamente se escuchaban los chasquidos de sus bocas… no era posible, como? Mi madre y en su propia casa? Mi mente entonces inocente no captaba la dimensión de lo que pasaba, pero sí sentí un cosquilleo por todo el cuerpo, a mis padres los había visto varias veces besándose en la boca como saludo o despedida, pero nunca como se besaba con mi tío.
Pasados un par de minutos volví a asomarme, seguía de sorpresa en sorpresa, ella estaba de espaldas a mi, al cabrón solamente le veía lo que sobresalía del cuerpo de mi madre, sus manos ahora le estaban agarrando las nalgas, el cabrón estaba como agachado tenía su cabeza a la altura del pecho de mi madre, ella tenía la cabeza echada hacia atrás, su largo pelo lacio y negro caía sobre su espalda, ahora podía verle los hombros, su vestido por la parte de enfrente ya estaba seguramente desabrochado, ahora entendía, el cabrón le estaba besando el pecho a mi madre, no podía apartar la vista de la escena, el vestido cayó al suelo, veía los tirantes del brassier de mi madre, color blanco y un medio fondo del mismo color hasta las rodillas, ella le estaba desabotonando la camisa y se la quito por los hombros también, el pinche tío estaba grandote, como de 1.90, moreno bien peludo del pecho, mi madre le paseaba ambas manos por el pecho y le jugueteaba un pezón con la única mano que veía, la otra me la tapaba con su propia espalda, se escuchaban como murmullos, se hablaban al oído, pero solamente escuchaba como susurros, yo sentía mucho coraje, sentía ganas de matar al pinche tío Juan, pero también me sentía terriblemente impresionado por lo que estaba viendo… y quería ver más, hasta dónde llegaban.
De repente el tío mete las manos por el resorte del fondo y lo baja lentamente, aparecen los calzones de mi madre, se veía bonito, no era una pantaleta chiquita, y mucho menos una tanga, era como se usaban hace más de 30 años, color blancos, estaba descubriendo el cuerpo de mi madre, se veía con muy buen cuerpo, ancha de las caderas, con cinturita bien cuidada, si acaso un poco de grasa, pero la verdad bastante bien, como las que había visto en las revistas de mis amigos, tenía las piernas largas y llenitas, no gordas, bien formadas, firmes, fuertes, y no podía entender porqué este cabrón la tenia en calzones, y la seguía besando con hambre. Desabrochó el sostén por su espalda y este cayó, aunque yo no vi nada del pecho de mi madre. Hizo lo mismo con el calzón, hasta dónde va a llegar este cabroncisimo? Le bajo los calzones que cayeron lentamente por las piernas de mi madre hasta llegar al suelo… y yo al cielo, me sentía realmente exitado… LE ESTABA VIENDO EL CULO A MI MADRE…¡¡¡ que ricas nalgas, ese momento fue determinante en mi vida, jamás pude apartar de mi mente lo que estaba viendo en ese momento… mi madre estaba de espaldas a dos metros de mi, totalmente desnuda, su cuerpo alto bien formado, piel color acanelado claro, muy rico, notaba un finísimo y apenas perceptible bello por su espalda que se unía en V por encima de su caderas y que se juntaba todo por entre sus nalgas, tenía bien peludo el culo, pero lo que me tenía súper asombrado eran esas nalgas, es que a mi edad solamente había visto niños, cuándo nadábamos, con los primos, etc. y siempre niños, ahora veía en vivo por primera vez a un adulto encuerado y era mi madre, con ese formidable par de nalgas muy bien puestas en su lugar, a sus 35 años estaba en ese entonces en su plenitud como mujer.
Ella comenzó a acariciar el pantalón del odiado tío, le desabrocho el cinturón y aflojó el pantalón, debajo traía calzón de "manga larga" mi madre le sobaba el pito por encima del calzón, metió su mano y liberó un animalote como de 25 cms. que tenía guardado este cabrón, no lo podía creer ¡¡¡ tan grande se hace el miembro en los adultos? Estuvo jugando con la tranca unos minutos, le besaba la boca al tío Juan y se empezó a agachar, besándole el cuello, el pecho, embarrándose los pelos del pecho, la panza y la verga bien peluda en su cara, entreabrió sus labio y comenzó primero a besarle el pene y luego lo introdujo en su boca… lo que estaba viendo ¡¡¡ mi madre tragándose la tranca de un hombre que no era mi padre…¡¡¡ era una puta ¡¡¡
Atragantada como estaba le estaba comiéndo la verga al tío, me estaba apuntando directamente a mi con su culote, y podía apreciar muy bien sus piernas, nalgas y culo, se movía rítmicamente y le practicaba un mete saca de campeonato. En eso la separo de su degustación la levantó a su altura, la beso en la boca con fuerza y la volteó, ahora la tenia frente a mi, le vi las enormes tetas con unos pezones grandes y colorados, bien erectos, apenas un poco caídos, pero todavía muy firmes, y repito, enormes ¡¡¡ pero lo que más me sorprendió fue la cantidad de pelo que crió en su entrepierna… tenía vello bastante grande y negro, abundante en forma de triangulo y le subía un hilito hasta alcanzar el ombligo, recordad que no se acostumbraba depilarse el coño en esa época…
La puso en cuatro con los brazos apoyados en la cama, ahora estaban de perfil a mi, por lo que podía verlos a ambos, él puso saliva en la cabeza de su verga, metió mano entre las nalgas de mi madre y le dejo ir la verga, lentamente, sin retroceder,, hasta que la gran puta la trago toda, estaba desaparecida totalmente dentro de ella, mi madre atravesada delante mío ¡¡¡ ella exclamo solamente un AAAHHHHH…….MMMMHHHHHH…..gritaba como poseída, diciendo más papacito… más por favor…. Así, así, así….ahhhhh, y el cabrón gruñía como toro y follaba una y otra y otra vez… al mismo tiempo le levantaba las tetas con una mano mientras con la otra se enredaba el pelo entre los dedos y la jalaba como si la estuviera cabalgando, además de los gruñidos y gemidos recuerdo entre lo que se hablaban que mi madre le decía cosas como papacito, mi rey, mi amor, mi cielo, y el guey le decía cosas como puta o putisima, cachonda, cabrona, zorra y perra, y lejos de encabronarse mi mamá parecía que le gustaba, y a mi me regañaba cuándo decía insignificancias como idiota o bruto.
Seguía escondido viendo todo esto, me toque mi miembro y lo tenia duro, lo sentía extrañamente más grande, me dolía, pero no podía moverme, solamente me lo agarraba, quería sentir la misma sensación de coger como este par de degenerados.
La tumbo en la cama y siguió cogiendosela boca abajo y él encima un buen rato, después se levantó él y la volteo, pude verle nuevamente la vagina a mi madre, bien peluda, con ese par de piernotas que este cabrón le levantó y separó para penetrarla, pero antes pude verle entre su tupida pelambrera los labios sonrosados rodeados de sus pendejos, que llegaban hasta el ano y más allá, él se volvió a montar penetrándola de un golpe con las piernas apuntando al techo, comenzó en bombeo y ahora descansaba ella sus piernas en los hombros de él… mete y saca, mete y saca, los bramidos de él y los gemidos y grititos de ella, de vez en vez ella gritaba más fuerte y se tensaba, se volvía a aflojar y a continuar cogiendo, después aprendí que lo que le pasaba es que estaba tendiendo sus orgasmos, repentinamente él grito: me vengo. Me vengo ¡¡¡ y ella le grito, si dámelo todo, dame toda tu leche mi amor. Termina en mi… y un AAHHHHHH……
Allí quedo tumbado unos minutos descansando encima de mamá, ella jugaba con su pelo y lo besaba en una mejilla, él la beso en la boca tiernamente y se levantó, se vistió mientras le decía que había cogido bien rico, como siempre, lo que me hizo saber que no era la primera vez que se la cogia… Ella dijo: A mi también me gusto mi amor. Me gusto mucho mientras seguía tumbada en la cama, desnuda, enseñándome el coño bien peludo y escurriendo, con un brazo sosteniéndose la cabeza, él le dijo ya me voy, luego nos vemos, volvió a besarla en los labios y se fue, ella se puso una bata, pude verla nuevamente aunque solo por unos instantes totalmente desnuda, de frente y por atrás como si me modelara, tomo una toalla y salió a bañarse, cuando escuche el ruido del agua en el baño que estaba en el pasillo fuera de la recamara salí de mi escondite, estaba como aturdido, no terminaba de entender lo que había pasado, miré el reloj, eran 12:15 Hrs. Habían estado cogiendo alrededor de hora y media en mi casa, en la cama de mi padre…
Tomé mis libros de mi recamara silenciosamente salí de la casa, estuve dando vueltas, tenía en la mente retratado el cuerpo de mi madre, de sus nalgas, su panocha, como cogia con el tío, me ponía a mil por hora solo de acordarme, llegue a la hora de costumbre, mi mamá estaba en la cocina haciendo de comer, bañadita y con sus ropas casuales de costumbre, como una señora que era. Me dijo que bueno que ya llegaste mi amor, lavate las manos, en un rato esta la comida. Grandísima puta pensé.
2 comentarios - Ví como se cogía a mi mamá