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Sexy caftan de Amor para una buena infidelidad

Mi infiel follamiga Amor, iba a estar sola en casa un par de horas esa tarde, pues su marido se había vuelto a ir al futbol con sus hijos. Cuando llegue a su casa me recibió maravillosamente. Llevaba un sexy vestido caftán marroquí, negro, de tirantes gruesos, largo hasta los tobillos, con 2 largas rajas a ambos lados, que al moverse dejaba ver bien sus piernas, y un escotazo redondo con una v final, mostrando su maravilloso canalillo formado por sus tetazas operadas. También llevaba un tocado de cadenas, formando una redecilla en su cabeza, con unas medallas en la frente y unas cadenas más largas cayendo por su melena.
En cuanto pasé, la di un besazo, acariciando su culo. Amor me dijo que el vestido era un regalo de su marido, que había estado por Marrakech, pero que la apetecía mucho más estrenarlo conmigo. Me cogió de la mano y me llevo a su habitación. Allí nos besamos de pie, frente a la cama. Una de mis manos acariciaba su culo y la otra sus tetazas. Cada vez que metía mi cara en su escotazo, disfrutaba de ese canalillo tan apretado, lamiéndolo, besándolo y pasando mi cara por él. Mis manos acariciaban sus tetazas, apretando y haciendo aún más rico el canalillo.
Amor se sentó en el borde la cama y me quito el pantalón. Agarro mi polla y me hizo un mamadón con su bocaza. Sus manos acariciaban y apretaban mi culo y yo acariciaba el tocado de su cabeza. Amor me devoró también los huevos, momentos en los que me masturbaba. Hubo un par de veces que aprete fuerte su cabeza contra mí, metiendo mi polla hasta su garganta, provocándole arcadas. Amor paso el glande de mi polla varias veces por su maravilloso canalillo.
Me arrodille en el suelo y nos besamos, mientras acariciaba sus tetazas. Volví a comer su canalillo y la pedí que se colocara a gatas. Acaricié su culazo, tapado por el vestido, hasta que se lo subí a la cintura. Llevaba un tanga negro, con encaje, que comencé a acariciar, sintiendo su coño. Mi otra mano acariciaba su culazo, el cual también besaba. Metí mi cabeza entre sus piernas, aparte el tanga y la comí el coño. Una de mis manos acariciaba su culazo y la otra sus tetazas, aun tapadas. El coño de Amor estaba ya bien húmedo, cuando me levante. Me puse un condón y metí mi polla en su coño, tras volver a apartar su tanga. La folle bien rico y profundo, mientras acariciaba su culazo. Cuando me aviso que iba a correrse, volví a arrodillarme, para comerla el coño, hasta que ocurrió.
Volví a levantarme y ahora la follé su culo. Amor me pedía más fuerte y yo obedecía encantado. Amor puso su cara contra el colchón para evitar que se oyeran sus gritos de dolor. La gire y tumbe en la cama. Me coloque entre sus piernas y pase mi polla, durísima, por su coño. Subí una de sus piernas y coloqué una rodilla sobre la cama. Apoyé su pierna contra mi pecho y metí mi polla en su coño. Volvimos a follar, con mi mano acariciando el muslo de la pierna levantada y besando su pie. La gire un poco, para follarla el culo.
La levante y la lleve hacia la pared. La puse mirando a ella, volví a levantar su vestido y seguí follando su culo, tras apartarla el tanga. Mis manos agarraron sus tetas y Amor giro la cabeza para besarnos. La di la vuelta y la puse la espalda contra la pared. La cogí en vilo y metí mi polla en su coño, follando de nuevo. Nos besábamos y devoraba su canalillo cada poco. Mis manos apretaban fuerte sus muslazos.
La avise que iba a correrme y Amor se arrodillo. Me quito el condón y volvió a comerme la polla deliciosamente. Me corrí y ella trago todo mi semen. Dio varios lametazos de arriba abajo a mi polla, mientras me miraba fijamente. Me comió los huevos y me masturbo. Amor se levantó, sin dejar de masturbarme y me dijo al oído que la había dejado a punto de correrse también. Me arrodillé, volví a subirla el vestido, aparte su tanga y la comí el coño, hasta que se corrió en mi boca.

Me senté en el borde de la cama y Amor lo hizo, lateralmente, sobre mí. Nos besábamos, una de mis manos acariciaba sus piernas, metiéndose por la larga raja del vestido, y la otra mano, rodeaba su espalda y acariciaba uno de sus pechos. Volví a meter mi cara en su escotazo y besé y lamí el canalillo. Cogí el vestido y se lo subí, hasta quitárselo. Se quedo con el tanga negro de encaje y un precioso sujetador, también negro con encaje, de aro, culpable de que sus tetas grandes y operadas estuvieran tan justas y tuviera un canalillo tan delicioso.
Amor se sentó poniéndose de frente a mí y metí mi cara entre sus tetazas, disfrutando del canalillo, y con mis manos acariciándolas. Por el encaje del sujetador se dejaban intuir los ricos pezones. Los mordí aun tapados, sintiendo como iban endureciéndose. Saque uno de los pechos del sujetador y se lo comí, devorándolo como si tuviera hambre de varios días, mientras acariciaba, apretándolo fuerte, el otro. Cuando la saque la otra, la comí y acaricie ambas, disfrutando como un niño pequeño. Amor me empujo, tumbándome. Se echo sobre mí y seguí disfrutando de sus tetazas en mis manos y cara.
Amor se giró completamente. Quedo tumbada sobre mí, con su cara en mi polla y su coño en la mía. Acaricie su culo, mientras mordía la tela del coño y lo lamia, notando su coño debajo. Ella agarro mi polla y me masturbo, mientras me comía los huevos. Aparte su tanga y comencé a comerla el coño, ella empezó a hacerme una mamada y así tuvimos un rico 69.
Amor se levantó y cogió un condón. Me lo puso y se sentó sobre mí. Aparto su tanga, metió mi polla en su coño y comenzó a cabalgar como una loca. Mis manos acariciaban sus muslos, pero rápido subieron a sus tetazas, pues al verlas moverse no me pude contener. Las apretaba y acariciaba sus pezones, mientras ella me miraba y sonreía. Cuando Amor iba a correrse, se inclinó sobre mí, poniendo sus tetazas en mi cara, lamiéndoselas y mordiéndolas, mientras ella se movía aun con mas fuerza. Al correrse, se movió suave, sintiendo mi polla bien dentro.
Agarro mi polla y la metió en su culo, moviéndose en círculos, despacio, mientras yo ya había agarrado sus tetazas, apretándolas y devorándolas. Amor se volvió a sentar sobre mi y, con mi polla entera dentro de su culo, se movió varias veces en círculos. Amor se giró, con mi polla en su culo, y siguió moviéndose en pequeños círculos, dándome la espalda. Me acabé sentando y comencé a besar y morder su cuello, mientras acariciaba sus muslos. Una de mis manos subió hasta su coño, masturbando su clítoris, y la otra hasta sus tetazas. Amor giro la cabeza y nos besamos.
Cambie de agujero, volviéndola a follar su coño. Mis dos manos agarraron fuerte sus tetazas. Tumbé a Amor en la cama y me puse de rodillas entre sus piernas, para seguir follándola. Al observar, nuevamente, sus tetazas moviéndose para todos lados, acabe tumbándome sobre ella, para comérselas, mientras seguíamos follando.
Estaba yo a punto de correrme, por lo que me senté sobre su pecho. Me quité el condón y metí mi polla entre sus tetazas. Esta apretó sus tetazas y me hizo una nueva cubana, hasta que me corrí en sus tetazas. Amor inclino un poco su cabeza, para lamerme el glande y limpiarme la polla.

Me tumbe sobre ella y nos besamos, mientras acariciaba sus muslos y pechos. Acabe comiendo sus tetazas, tranquilamente y llenando bien mi boca con ellas, durante un rato, antes de tener que vestirme e irme, pues ya quedaba poco para que el marido de Amor volviera.

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