La primer infidelidad

Diciembre de 2018 - Fiesta de Fin de Año de la oficina de Xime

En el trabajo de Xime siempre hace festejos grandes. Alquilan un salón, catering, barra de alcohol, música, sorteo de premios... Todas esas cosas "cool" de oficinas grandes para mantener satisfechos a sus empleados. La invitación a la fiesta por lo general se extiende a parejas, pero "para no embolarme" y porque "no van los novios de ninguna de mis amigas", Xime nunca me invitó a esas fiestas. Así que todo lo que supe es por cuentos. Y el relato de hoy es una reconstrucción en base a las conversaciones que tuvimos con Xime luego de que Flo me comentara sobre la infidelidad de Xime con su compañero de trabajo.

No necesitan que les cuente demasiado que luego de conocer esa información surgieron varias discusiones con ella. Si bien yo no estaba enojado por su infidelidad, me dolía el pensar que ella no sentía que podía ser sincera conmigo en el caso de que tuviera ganas de estar con otro hombre. En especial porque ya por esa época era un tema que habíamos hablado, y yo le había dicho repetidas veces que me parecía bien si sentía las ganas. Xime siempre demostró tener una libido muy alta, y hubo un tiempo, entre 2018 y 2020 (justo antes de la pandemia) que le gustaba mucho fantasear con tríos o con estar con otros hombres. Por aquel entonces no vivíamos juntos. Ella recién se independizó de sus padres a finales de 2018, pero entre que ella quería la experiencia de "vivir sola" un tiempo y que yo tenía algunos problemas económicos y familiares, decidimos mejor postergar el irnos a vivir juntos. Se había alquilado un estudio (como un mono ambiente pero con nombre más cool) en pocitos y era un nido de caprichos. Lo había decorado a su gusto, llenado de libros, velas, almohadones y mantas. Era una versión más grande de su dormitorio en casa de sus padres. Muchas noches de viernes me quedaba a dormir todo el fin de semana con ella, nunca entre semana, salvo que tuviera planes con amigas, en esos caso yo me quedaba en lo de mis padres.

En ese contexto, una noche de viernes de 2018, estábamos desnudos en su cama, escuchando música y recuperando el aliento luego de una sesión de sexo algo aburrida donde ella evidentemente no quedó satisfecha me preguntó:

-¿Qué harías si un día me traigo a un tipo acá?

-Y... te cogemos los dos... -le respondí con toda la confianza del mundo.

-Pero... vos no estarías... -me respondió mirándome con esa mirada sexy, cargada de erotismo- estaría yo solita... ¿te pondrías celoso?

-Bueno... -me había agarrado desprevenido, pero era una fantasía recurrente desde que la había conocido. Supongo que el ex había despertado ese fetiche en mí- Me pondría celoso sí, pero serían celos buenos. Mientras vos pases bien... y después me cuentes.

-Ah sí... seguramente la pasaría bien- comenzó a decir mientras acariciaba su cuerpo delicadamente con sus dedos finos y largos. Desde sus piernas hasta sus pechos, ida y vuelta, iba recorriendo con lentitud. Sus pezones pálidos comenzaron a endurecerse y los apretó suavemente con sus deditos- pero no sé si te contaría. Me daría verguenza... sería como que me cuentes cada vez que te haces una paja...

-Pero no es lo mismo que una paja...

-Bueno... masomenos. Tampoco es tan diferente.

A partir de ese momento comenzó a tocarse y me distrajo por completo. Siempre le había pedido que se masturbara frente a mí, pero le daba verguenza. Una cosa era hacerlo por cámara, me decía, pero en persona es diferente. Yo le replicaba que ya no lo hacía por cámara tampoco, a lo que me respondía siempre: "Preferís que nos pajeemos por cámara o que tengamos sexo?"

El recuerdo de ese momento, de esa pequeña conversación que esa noche no le di mayor importancia volvieron a mí enseguida cuando Xime me entro a contar los detalles de cómo sucedió todo con Tincho, su compañero de trabajo a partir de esa fiesta de fin de año de 2018.

Sobre la medianoche ella ya estaba bastante en pedo, charlando con la gente de su equipo y otros con quienes casi nunca tenían chances de conversar. Tincho, uno de los chicos de su equipo de marketing, comentó que le había salido una oferta laboral y que en dos meses se iba a ir a Estados Unidos. Xime nunca había tenido demasiada relación con él, en parte porque él tenía esa vibra de "player". Uno de esos tipos que saben que son atractivos y que pueden tener a cualquier mina que quieran. Alto, medio rubio, con cuerpo esculpido por demasiadas horas de gimnasio, y una actitud de confianza total como que el mundo les pertenece. A partir de la noticia, y en parte por el pedo, Xime se sintió intensamente atraída por Tincho esa noche. Y cuando fueron a bailar lo buscó en la pista.

-Me sentía un poco poseída... ya sabes cómo me pongo cuando tomo demasiado... ni lo pensé. Fui a buscarlo en la pista y todo fue fluyendo - me explicó.

-¿Qué fue fluyendo? -intenté entender a qué se refería. Me la podía imaginar bailando en pedo, lo había visto miles de veces, pero no entendía qué más podría suceder en un baile con gente de su trabajo.

-Bueno... todo. Nos pusimos un poco como adolescentes... en una me le acerqué demasiado y me dio un beso y ta... nos besamos... fuerte. Al nivel que todos empezaron a aplaudir a nuestro al rededor, y como nos dio verguenza nos alejamos un cacho a unos reservados que habían. Y ahí nos seguimos besando sin filtro...

-¿A qué te referís sin filtro?

-Nada... me entró a tocar toda, apretarme la cola, las tetas... me lamió el cuello... tenía el vestido negro que me regalo Mari, ese cortito bien escotado... entonces en un momento me entro a meter mano. Me saqué la bombacha y se la di. Le dije que se la regalaba para que se acordara de mí. Estaba empapada yo... completamente ida. Y apenas me metió un par de dedos tuve un orgasmo... rapidísimo. O al menos así lo sentí... Todo esto te lo conté en el momento igual.

Es cierto, me había comentado que había hecho todo eso con un tipo, pero no había dicho que era un compañero suyo. Ese detalle se lo había guardado, y también lo que siguió.

-Después, ya se estaba yendo gente para sus casas entonces nos fuimos. Él me acompañó a buscar un taxi y me dijo de ir a un telo, pero le dije que no porque tenía novio. No me dio bola y me insistió, pero me terminé yendo. Pero cuando volví a casa estaba empapada, muerta de ganas de habermelo cogido. Y no te iba a ver a vos en todo el fin de semana, porque el sábado vos tenías algo... ya no me acuerdo qué... y me entre a poner re nerviosa. En retrospectiva siento que era la calentura nomás... pero en el momento sentí pila de ansiedad y nervios.

-¿Y qué paso?¿lo llamaste o algo?

-No... no enseguida. Dude mucho... me cambie y empecé a prepararme para dormir, pero mi cuerpo estaba pidiéndome sexo. Ahí le escribí... creo que directamente le pase mi dirección y le puse si le pintaba venir. Me respondió al toque que en 5 estaba... y llegó enseguida. Fue... rapidísimo. Apenas entró nos sacamos todo y me lo cogí como si me estuviera muriendo de hambre. Nada de juego previo, apenas unos besos y me le senté encima. Igual que en el baile, no demoré nada en terminar. Él siguió un rato y yo la pasé re bien, pero me entró tremendo sueño después. Se ve que necesitaba eso....

-Y... después? se quedo a dormir?

-Sí... obvio. Y al otro día repetimos. Obviamente estuvo mejor, ya se nos había ido el pedo y todo... aunque la primera vez fue super intensa, el sexo al otro día fue increíble. Me sentí horrible después por pensarlo y me siento re culpable diciéndote todo esto ahora...

Xime se largó a llorar, así como en varios momentos de nuestras conversaciones con los detalles más sórdidos de sus encuentros. Luego de tranquilizarla y hablar un largo rato sobre que lo que había pasado ya estaba en el pasado y estaba todo bien conmigo, recobró la compostura y continuó con sus confesiones.

Ese sábado post fiesta no íbamos a vernos, por lo que aprovechó para quedarse con Tincho todo el sábado. Desde que se despertaron hasta la media tarde lo dedicaron a tener sexo. Sacándose las ganas de todo. No fue muy específica en cuanto a detalles... además de que fueron muchos años, tampoco se sintió cómoda explicando cada minucia sobre ese día. Aunque yo quería saber absolutamente todo y le insistí hasta el hartazgo.

No fue algo de una sola vez, así como me había dicho Flo. En los dos meses previo a irse aprovecharon al máximo para verse. Eran los meses de enero y febrero, ella no se iba a tomar licencia ese año, y como él se iba tampoco. La oficina estaba más vacía y podían estar más tranquilos si alguien los veía conversar demasiado cerca o si se iban juntos. Como Tincho sabía que ella tenía novio nunca le insistía para verse, solo se veían cuando ella lo propusiera.

Por lo general iban a la casa de Xime. Les quedaba más cerca de la oficina y era un lugar seguro. Pero por insistencia de Tincho fueron a algún Telo. Algo que ella nunca había accedido a hacer con Andrés ni conmigo. Los telos eran para gente que no tenía lugar o minas demasiado putas, pensaba ella, y en ese momento ella se sentía como "demasiado puta". Pero no le importaba pensarlo en ese caso. Era una situación única. Por ese tiempo ella iba a ser esa "puta infiel" y luego iba a cortar todo, volver a ser mi novia y portarse adecuadamente.

Le costaba tener sexo conmigo. Durante el mes y medio que se vio con Tincho buscaba alternativas. Me chupaba la pija o arrancábamos a tener sexo y ella fingía el orgasmo para acelerar todo. En parte porque se sentía culpable, en parte porque tenía la cabeza en otra parte... Siempre pensando en cuándo sería la próxima vez que vería a Tincho. Recordaba una vez, una noche de viernes, que yo me iba a quedar a dormir, y que luego de mirar una película me dijo que se había acordado que iba a salir con las amigas a un brunch. Toda una historia entreverada, que no recordaba yo, para lograr que yo me fuera. Me volví esa madrugada a eso de las 2 o 3 am. sin sospechar que mientras yo estaba regresando a lo de mis padres, Tincho estaba en camino a verla. Fue la única vez que los vi el mismo día, me dijo, pero fue una de esas veces intensas. El hecho de haberte visto antes y que Tincho estuviera esperando en el auto para subir una vez que te fueras me habían dejado empapada, me confesó, estaba super excitada.

Esa noche fue de las veces más intensas que tuvieron sexo. Hicieron tanto ruido que en el grupo de whatsapp de vecinos se quejaron, por suerte nadie identificó que era ella. Él esperó en el auto estacionado en la puerta del edificio hasta que yo me fuera y Xime le mandara un mensaje de que pudiera subir. Ella me acompañó a la puerta para abrirme y me fui en mi coche. No le presté atención en el momento que ella se quedó en la recepción saludándome, en retrospectiva me resultó sospechoso, pero pensé que podía ser por cariñosa. A penas me vio doblar la esquina salió en busca de Tincho, que ya la había visto y esperó al igual que ella para salir. Ya esperando el ascensor comenzaron a besarse, pero tuvieron que aguantarse las ganas cuando llegó una vecina que se los quedó mirando con desconfianza. Era una vecina que ya nos conocía a mí y a Xime de vista. En el momento, todas esas pequeñas cosas la hicieron excitarse más. Era como jugar con fuego.

Apenas entraron en el apartamento Xime se le tiró encima. Vio que estaba durísimo y le chupó la pija de rodillas hasta que él le explotó en la boca. Un detalle no menor, ya que raras veces me tomó la leche a mí. Luego, mientras esperaban un rato a que Tincho recuperara su erección, que no iba a ser demasiado, él le comió la concha pero le pidió que le hiciera un gusto. Hasta ese momento no habían tenido chances de jugar demasiado, siempre iban directo al sexo. Pero ese día, se sentían con más tiempo y energía para disfrutarse a pleno, sumado al morbo de haberme visto partir minutos antes, por lo que él le dijo: "llamá a tu novio... para ver cómo llegó... hablale un rato de boludeces mientras te como la concha".

Ella lo hizo. Y recuerdo esa llamada. Recuerdo haber sentido algo raro en su voz, no haber entendido por qué me llamaba, si lo que siempre hacía era mandarme un mensaje y listo. Recuerdo también que cortó la llamada de forma medio abrupta, pero en el momento no le di mucha bola. Mientras me hablaba Tincho le estaba comiendo la concha hasta que no se aguantó y le metió la verga hasta el fondo. Ella tuvo que morderse los labios para no lanzar un gemido. Si bien estaba empapada y algo dilatada, la verga de Tincho tenía un tamaño considerable. No tanto más grande que la mía, pero si lo suficiente para que le pusiera más resistencia. Comenzó a cogerla aún en la llamada, y ahí fue que ella apuro el saludo y cortó. Luego de eso cogieron, en sus palabras, como en una peli porno. Probando posiciones nuevas, y cosas raras...

Por cosas raras, no conseguí una respuesta clara porque le entró a dar verguenza contarme todo eso. Pero por los pocos detalles que me dio intuyo que fue sexo anal y algunas cosas de dominación y algo sado, pero soft, estilo 50 shades of gray. Tincho había llevado unas esposas y vendas, que luego también uso con Flo y que sabía que había usado con otras chicas, pero en el momento no le importó. Le gustó ponerse a su disposición y que él hiciera lo que quisiera. "Él hizo conmigo lo que quiso...y yo no le dije que no a nada." me dijo varias veces. Tantas que me vuela la imaginación pensando cuál fue el límite.

Fue sobre el final, cuando Xime le dijo a Flo que aprovechara para verlo. Flo los había acompañado una tarde a tomar un café después del trabajo, a pedido de Xime para que nadie sospechara nada. Y como ella sabía que Tincho tenía un leve crush con Flo los juntó para que pudieran verse.

-En cierta manera era para sentirme menos culpable. Si le hacía gancho a Flo con él, yo me desvinculaba un poco. Porque sino iba a seguir viéndolo hasta que se fuera al aeropuerto...

-pero... ¿estabas enamorada de él? -le pregunté con voz temblorosa. De no haber estado sentado sentí al pronunciar esas palabras que me podría haber desmayado en ese instante. Las fantasías no te preparan mentalmente a la idea de que tu pareja se enamore de otro... el placer físico es lo único que uno piensa en esos momentos, pero entre el físico y lo emocional a veces no hay mucha distancia.

-No... creo que nunca me podría enamorar de un loco como él. Era demasiado egocentrico, demasiado arrogante. Por eso cogía tan bien creo. Se la creía y tenía con qué creérsela, pero al final del día era un poco egoísta. No le importaba si yo no terminaba... aunque nunca pasó... en realidad siempre terminaba antes yo... pero a él le daba igual. Estaba ahí para pasarla bien él. Y eso me embola a la larga. Al mes, ya me había aburrido un poco, aunque igual la pasaba bien. Pero por eso también le hice gancho con Flo. Para sacármelo de mi cabeza, que no estuviera disponible para mí. Sabía que a ella tampoco le iba a importar, y además, él se iba a ir en menos de un mes.

De esa manera Xime encontró una salida. Tincho dejó de hablarle con tanta regularidad ya que se estaba viendo con Flo. Y ella de a poco fue olvidando toda su culpa y dejando toda la situación en el pasado. Me confesó el baile y el manoseo en la fiesta de fin de año, pero todo lo demás lo ignoraba por completo. Me dijo que tuvo ganas de confesarme todo millones de veces, pero que nunca encontraba el momento adecuado. Que eventualmente hasta ella se fue olvidando de todo y dejó de pensar en eso. Ahora... gracias a Flo, sentía que se había sacado un gran peso de encima. Y sentía un alivio. Yo también. Me gustaba saber que ella se sentía segura de contarme lo que sea, pero sobretodo... me sentía algo menos culpable por haberme masturbado con su amiga. Ahora entendía por qué no objeto a nada... Flo era su comodín. La uso para sacarse a Tincho de su cabeza y la volvió a usar para sentirse menos culpable de su infidelidad conmigo. No podía decirle nada, aunque tener sexo, varias veces a lo largo de casi dos meses no es comparable con una paja virtual.

Todo esto me lo fue contando durante una larga conversación. Algunos detalles incluso me los dio después, con menos culpa y más ganas de provocarme otras reacciones. No voy a mentirles, toda la situación me excitó demasiado. Y ella se dio cuenta. Enterarte de una infidelidad a veces puede ser vergonzoso y causarte mucho dolor... y es cierto que sentí, y siento, esas emociones. Pero sabiendo que Xime quiere estar conmigo, que pasaron ya más de 5 años donde eligió estar conmigo y no irse con otro... me deja más tranquilo.


-Y bueno... supongo que por eso no te molestó que me pajeara con Flo el otro día...

-Jajaja.. estabas preocupado por eso, no?

-Y sí... bastante.

-No, no me molestó. Podes hacerlo cuando quieras... y si te pinta, pueden verse.

-Yo con Flo? solos? o contigo?

-Bueno, estaba pensando solos... aunque capaz que podemos hacer algo en grupo algún día, pero prefiero si hay otro tipo también...

-O sea que solos?

-Sí...

-Es porque Tincho volvió y querés volver a verlo? -le dije de una. Flo me había dado ese dato, y aún ella no había dicho nada sobre eso. Se quedó pensativa un segundo antes de responderme.

-Bueno... lo pensé, sí... pero solo si te parece bien.

4 comentarios - La primer infidelidad

diablo5802 +3
Amigo suena a que sos un alce bien armado. Debe haber más de uno. Tu pareja es una puta ofrecida. Ya te lleno de cuernos. Y ese tincho te va a escupir el asado. No vas a pasar por la puerta de lo cornudo que vas a estar.
MaCo2695 +1
Puta madre que buena historia, sigue por favor
Goldfinger95 +1
ahora vas a tenes que indagar si no hubo más machos porque me parece que tu novia rompió un código! y bueno igual, lo mismo le hizo al ex con vos así que creo que en el fondo te lo esperabas en cualquier momento
marcornudo333
Totalmente… me lo esperaba! Y me lo veia venir. Por eso tambien la incentive en su momento. Cuando conoces la naturaleza de alguien, y queres estar con esa persona, no podes pretender controlarla y hacer que cambie