Mi mamá Silvina 2

Al otro día me levanté y aun sin pretenderlo, miré a mi madre y me pareció increíblemente sexi.
Para colmo de males, ella viene a mi lado y sin que me lo esperara, me da un beso en la mejilla diciéndome:
-        Gracias por pasarme todo al telefonito nuevo
-        De nada, mami – le dije
-        ¿Ya borraste todo lo del teléfono anterior?
-        Eso te quería preguntar – le dije
-        ¿Que?
-        ¿Me puedo quedar con tu teléfono anterior? Es mejor que el mío
-        Pero antes borrá todo… - me advirtió
-        ¿Que tenías? ¿Algo malo? – quise ver su reacción
-        No importa, borrá todo – me dijo cortante.
En ese momento la noté pensativa. La imaginé tratando de recordar las fotos que se había sacado con ese aparato
-        ¿Tenés fotos subidas de tono? – quise saber
-        Si las tuviera, son mías y no quiero que las vea nadie, y menos vos…
-        Bueno, yo soy de confianza – le dije con una risa
-        No es eso, yo sé bien que los juegos con tu hermana empezaron con unas fotos…
Mi madre dejó en el aire esa frase y me miró con severidad.
-        Es que… - no supe que decir
-        ¿O me equivoco?
Ahora era ella la que me ponía entre las cuerdas.
-        No, no te equivocas
Quise que la conversación termine ahí. No me convenía el terreno en donde estábamos entrando.
-        Hacete el tonto – me dijo ella
Me fui.
Por la noche, estaba mirando porno en el celular y se me había parado la pija mal. Mi madre llegó del trabajo y no me dio tiempo a acomodarme el bulto. Yo no quería pararme para que no se le notara y escucho que me grita
-        Kevin! Vení a ayudarme
No me di cuenta y me paré con una carpa tremenda y allí, en le puerta, estaba mi mamá con una caja gigante. Un TV led de 55 pulgadas.
Me miró e instantáneamente su vista se dirigió a mi paquete que estaba bajando, pero se marcaba completamente.
Yo la miré a los ojos y noté su incomodidad. Bajó la vista rápidamente y luego me miró a los ojos para ver si me había dado cuenta.
No dude.
La miré a los ojos y me acomodé la pija de una manera descarada. Ella no aguantó sostenerme la mirada y se le fue nuevamente a mi verga. Cuando volvió a mis ojos, yo me estaba sonriendo. Ella totalmente ruborizada solo atinó a decir:
-        Ayudame con esta tele que pesa
Yo había ganado una pequeña batalla. Lo sabía.
-        Si, mami. ¿De dónde sacaste esto?
-        Me lo gané en el trabajo, sortearon unas cosas – mintió ella
Yo sabía que su novio / amante se lo había regalado, pero no me importaba. Teníamos tele nueva y ahora podría mirar cuando quisiera y hasta podría conectar la play que tenía.
Volví a mirar a mi madre y realmente la encontré muy sensual. Mi madre era una hembra total. Sus tetas, ahora operadas y que yo conocía a la perfección por las fotos de su celular, le habían quedado estupendas.
Terminamos de colocar la tv sobre un mueble y nos miramos sonrientes. La tele nueva estaba espectacular.
Me senté en el sillón de 2 y empecé a configurarla. Netflix, navegador, otras aplicaciones y al rato la llamé para que viniera.
Puse una peli de Netflix y ella se quedó embobada de lo bien que se veía, pero más aún de lo bien que sonaba.
La dejé y le puse un concierto en YouTube mientras me fui para mi habitación.
Esa noche mi madre salió y me quedé solo.
Yo sé que era una locura lo que hice, pero en cuanto estuve solo, puse las fotos de mi madre desnuda a pantalla completa en la tele y las miré tirado en el sillón. Corría el riesgo de que ella volviera, pero era un riesgo mínimo, ya que había pasado muy poco tiempo.
Un rato después, me saqué toda la ropa y con mi pija parada comencé a masturbarme con las fotos, ahora en pantalla gigante, de mi madre. No puedo describir el morbo que me daba saberme desnudo completamente mirando la tv que miraba mi propia madre y pajeándome como un loco. Lo hacía suavemente.
Estaba en lo mejor de la paja cuando escuché un ruido y me detuve. Por precaución, preferí cerrar todo y evitar correr riesgos.
Y menos mal que lo hice porque mi mamá llegó a los 25 minutos de que sacara todo. No me había llegado a pajear que era mi plan para esa noche, así que tuve que aguantarme.
Mi mamá llegó y se fue a su habitación. Había llorado, pude notarlo.
-        ¿Te pasa algo, mami? – le pregunté
-        No, nada mi amor – me dijo y se metió en su cuarto con el celular en la mano
Me fui a mi pieza intrigado por lo que le sucedía a mi mamá y no dudé en abrir el WhatsApp web.
Mi mamá se escribía con su hermana. Cerré la compu para que no apareciera leído por mí y mi madre no sospeche.
Al rato la abrí y pude leer:
-        ¡Podes creer que no se le paró! – le decía mi mamá
-        ¿Otra vez? – preguntaba mi tía
-        Si, otra vez.
Evidentemente su novio tenía problemas de erección y mi tía estaba al tanto de esto, ya que su repregunta fue muy obvia. Sin embargo, mi tía trataba de consolarla.
-        Bueno, pensá que te quiere, te trata bien y te cuida.
-        Pero, necesito c….. – mi madre no quiso poner coger, pero me di cuenta
-        Jajajaja – todas lo necesitamos
-        O por lo menos algo, ni se preocupó porque yo gozara – decía mi mamá
La conversación seguía un rato y luego mi tía le preguntó por mí. Eso me hizo volver a prestar atención a lo que decían y con asombro leí.
-        Kevin está enorme
-        ¿Me vas a contar porque los separaste a Belén y a Kevin?
-        Porque, aunque te parezca una monstruosidad, me parece que pasaba algo entre ellos
-        ¡¿Que?! – preguntó mi tía
-        Así como lo lees – puso mi mamá
-        ¿Qué crees que pasó?
-        No sé bien, pero seguro se tocaban y algo más – dijo mi madre
-        Miralo vos al nene, con su hermana embarazada… - decía mi tía
-        Ya no es un nene, hoy, mejor ni te cuento – puso mi mamá
-        ¿Hoy qué? Ahora Contame…
-        Hoy lo vi en pantalón de gimnasia y tiene algo tremendo ahí abajo
-        Ah buenoooooo jajajajaja – pone mi tía
-        Te juro
-        Entonces, debería decir mirala vos a Belén, como agarró a su hermanito pese a su embarazo… ¿vos crees que llegaron a coger? – preguntaba mi tía…
-        No sé, es una locura, pero entre que ella me salió calentona y él con esa p…
Leía todo esto con mi pija en la mano. Me la sacudía viendo como mi madre se refería a mi pija. Pensaba en que ella estaba caliente del otro lado de la pared ¿se estaría masturbando?
Ya había empezado una nueva obsesión en mi vida: Mi mamá.
 
 
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