profesor y amante

Profesor y amante
Hago clases en una prestigiosa escuela. Luego que los estudiantes egresan uno les pierde el rastro. De pronto una chiquita de lentes me saluda, era una egresada de hacia 4 años, y yo ni me acordaba de ella. Era bien simpática y ahora con 22 años se veía bastante bien, desarrolladita de cuerpo y bonita. Me dijo que se acordaba siempre de su etapa de colegio y particularmente de mi. Me senti halagado y le invite un café en el camino hice esfuerzos por recordar su nombre: Marta Aristegui se llama esta chica. La cafetería esta en un entrepiso asi es que sin querer subi detrás de ella. Madre mía, un precioso calzón negro enterrado en la raja, me causó una calentura. Marta estaba realmente desarrollada. Charlamos harto y quedamos de vernos nuevamente. Tres días después, no me aguanté y la llamé habíamos intercambiado números y ya sabia yo donde ella trabajaba. Marta es bajita, menuda, con lentes ópticos, muy flaca,  tetas diminutas, casi plana. Un culito pequeño y hermosas piernas delgaditas configuran a una chica hermosa pero con cuerpo de niña pequeña. La verdad es que me empèce a pasar rollos. Yo, separado ya, vivía solo, asi es que la invite a comer suchi a mi casa. Vivo en un condominio muy bonito, en una casa pequeña. Martita llego puntual a las 8. Lucia una minifalda de infarto y una blusita corta que permitia ver el ombligo. A todo esto yo tengo una pija gruesa de 21 centimetros, bastante recorrida y confieso que soy adicto al sexo, de mirar a la chica se me puso dura.
Cualquier mujer me sirve, y me he culiado a gordas flacas, altas, rubias morenas, y no tengo mis gustos muy definidos. Cenamos, charlamos y bebimos, Marta me mostro sus piernas, su culo, sus tetas. Estaba exquisita y no cabia duda en que quería sexo.
Cerca de la medianoche la fui a dejar a casa, como buen caballero.
No llame ni me comunique con ella por varios días, siempre espero que me den señales. Y asi fue. Me llamo al 5º dia preguntándome si se repetía la cena. Llego puntual, con ropita de verano, ligera y escasa. Cenamos y comenzamos a tocarnos las manos, fue muy romántico pero mi pene quería guerra. Asi es que estire la mano y toqué.
Toque sus piernas suaves, blancas y delgadas, nos besamos, toque sus tetas preciosas, saqué las tetas de su apretada blusita transparente, chupe y succione sus pezones eroticos, ella gemia y se quejaba de placer, mi verga estaba alterada, dura y esperando recibir su comida. Subi la faldita y vi su calzon de encajes verde. Diminuto. Sus pelos salían por el borde del calzon. Era descomunalmente peluda, pero era rico ver eso. Los pelos le daban un aire salvaje y además bajaban hasta el ano, era hermoso mirar, oler y chupar esa rajita tierna y salvaje.
Segui besando y la lleve a mi cama. La desnude por completo pero le deje puestos sus lentes, lo que le daba un aire nerd caliente. Me fui hacia abajo, separe las piernas abri la concha y lami su clítoris mucho rato. Martita gemia, se retorcía de calentura y yo me aguantaba las ganas de eyacular. Me quite la ropa y me sente al borde de la cama, la invite a sentarse encima de mi verga. Y Marta con su carita de niña, abrió las pìernas delgadas y se metio mi verga en su vagina preciosa. Hacia tiempo que no me culiaba a una flaca, pero esta además era pequeñita, casi enana. Su cuerpo era erotico pero representaba 15 años. Mi perversión, mi fantasia no me dejaba, luego de 10 minutos, la puse de pie y le di por atrás afirmada de la pared. Me agache y le bese el culito pequeño. Tambien el ano, que quedo bien lubricado. Y como sabiendo lo que venia se abrió ella misma el conducto anal y entré. “Papi, culeame, por favor, mi trasero …es tuyo, cometelo” me decía. Y yo bombeaba el traserito pequeño pero bien hecho. Pasaron 10 minutos y Marta se retorcio con un orgasmo. Segui culeando pero no lograba eyacular, Marta entonces ofrece su boca. Me hace una mamada y eyaculo. Ocho chorros de moco le lance a la cara y cumpli mi fantasia, sus lentes quedaron bañados de semen. Dormimos juntos esa noche, y estuvimos 10 meses conviviendo  con Marta. Culiando casi todas las noches. Diez exquisitos meses de sexo a destajo, hasta que me dejo por otro tipo mas joven. Cual seria mi sorpresa cuando me enteré que estaba embarazada de seis meses, nunca supe si era mio o del nuevo amante…el bebe ya debe haber nacido.
 

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