Aquel leve gemido que se le escapó pronunciando "mamá" entró en mis oídos, y viajó hacia la parte de mi cerebro donde se ocultan los receptores del placer. Esa era yo, era su mamá, y aunque debería ser el motivo de que esto sea un sacrilegio, en este punto solo lo convertía en el único hombre capaz de hacerme sentir de este modo, en esta mezcla de amor, pasión y lujuria.
Moví la cabeza hacia adelante, causando que su virilidad ingresara hasta rozar mi garganta; luego retrocedí sacándola parcialmente. Repetí estos movimientos, adueñándome del calor en el ambiente. Mis mejillas se contrajeron, aumentando así la presión a la que era sometido su miembro.
Entonces, su glande comenzó a ingresar por mi garganta, hasta el punto en que mis labios se unieron con mi mano, la cual sujetaba la base de su miembro. Con nuestros ojos conectados, ejercí presión al fondo de mi garganta, haciendo sonidos similares a los de unas arcadas.
Pero luego de un rato, me percaté de los pálpitos propios de la proximidad de un orgasmo. Si bien sospechaba que podría tener una buena recuperación, decidí que podíamos divertirnos un poco más antes de un breve descanso.
- ¿Te gustó...? - Le pregunté una vez liberé su pene, dejándolo húmedo, palpitante y brillante, a lo cual, él me respondió asintiendo lentamente con la cabeza.
Le regalé una sonrisa, no solo lujuriosa, también impregnada de una carga maternal, como cuando era un niño y le compraba un juguete nuevo... "¿Te gusta, cariño?".
Coloqué mi mano al lado mío, donde reposaba la caja de condones. Luego de sacar uno, abrí el envoltorio con mis dedos y retiré el preservativo. Manipulando delicadamente su prominente miembro, se lo coloqué, envolviendo aquel encantador trozo de carne.
- ¿Quieres coger con mami...?~. - Le pregunté como si fuera un niño, mientras me adentraba en la cama, inclinándome de espaldas y quedando bien ubicada.
Me apoyé sobre mis codos, manteniendo el torso levemente en alto, mientras mi tren inferior reposaba en el colchón. Entonces, abrí con delicadeza mis piernas, dejando expuesta ante él mi húmeda vagina, depilada formando un triángulo invertido en el monte de venus. Aquella estaba ansiosa por tener de vuelta a mi retoño en sus interiores.
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¿Te gustó este mini-relato? Es un extracto de mi proyecto llamado "Insanity", una historia sobre un chico que va una por una manteniendo relaciones sexuales con las mujeres cercanas a él, sin importar el vínculo que los una.
Actualmente la estoy subiendo a un canal de telegram, así que si quieres leer más y saber bajo que contexto se desarrolla esta escena, agrégame a telegram y te meto a mi canal: @hostler_summer
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Entonces, su glande comenzó a ingresar por mi garganta, hasta el punto en que mis labios se unieron con mi mano, la cual sujetaba la base de su miembro. Con nuestros ojos conectados, ejercí presión al fondo de mi garganta, haciendo sonidos similares a los de unas arcadas.
Pero luego de un rato, me percaté de los pálpitos propios de la proximidad de un orgasmo. Si bien sospechaba que podría tener una buena recuperación, decidí que podíamos divertirnos un poco más antes de un breve descanso.
- ¿Te gustó...? - Le pregunté una vez liberé su pene, dejándolo húmedo, palpitante y brillante, a lo cual, él me respondió asintiendo lentamente con la cabeza.
Le regalé una sonrisa, no solo lujuriosa, también impregnada de una carga maternal, como cuando era un niño y le compraba un juguete nuevo... "¿Te gusta, cariño?".
Coloqué mi mano al lado mío, donde reposaba la caja de condones. Luego de sacar uno, abrí el envoltorio con mis dedos y retiré el preservativo. Manipulando delicadamente su prominente miembro, se lo coloqué, envolviendo aquel encantador trozo de carne.
- ¿Quieres coger con mami...?~. - Le pregunté como si fuera un niño, mientras me adentraba en la cama, inclinándome de espaldas y quedando bien ubicada.
Me apoyé sobre mis codos, manteniendo el torso levemente en alto, mientras mi tren inferior reposaba en el colchón. Entonces, abrí con delicadeza mis piernas, dejando expuesta ante él mi húmeda vagina, depilada formando un triángulo invertido en el monte de venus. Aquella estaba ansiosa por tener de vuelta a mi retoño en sus interiores.
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