Mi madre se llama Bety, ella es una mujer de 45 años, robusta pero con curvas, es blanca y tetona, ese es su mayor atributo, sus deliciosas tetotas.
Mi madre para ir a trabajar toma el metro todas la mañanas, ella siempre ha intentado no vestirse muy provocativa ya que el metro no es un lugar muy seguro para andar provocando gente, así que siempre se taba para usarlo, hasta hace unas semanas, comenzó a vestirse más sexy y ahora buscaba resaltar sus senos, se me hizo extraño, así que decidí seguirla, ya que sospechaba que tenía algún novio y no quería decírmelo.
La seguí durante algunos días hasta su trabajo, a distancia para que ella no notará que yo estaba ahí, y todo iba normal, sin embargo noté que ella buscaba los vagones más llenos para subirse y ahí descubrí que a ella le encanta la atención de los hombres y se vestía así para que la miraran.
Mi madre logro sentarse, quedó frente a un hombre de unos cuarenta años, con una mirada hambrienta, no tardó en fijarse en ella.
Mi madre ya lo había notado, medida que el metro se llenaba, el hombre le dio el asiento a una persona para quedar de pie junto al asiento de mi mamá. Ella se inclinó hacia adelante, como si fuera por casualidad, ofreciendo una vista generosa de su escote, el hombre no podía evitar ver esas tetotas de manera fija, mi madre lo miraba y mientras ella finjia acomodar su bolsa, le Rosalba la verga, hasta que por fin se desocupó el lugar que estaba a su lado, el hombre rápidamente tomó asiento a su lado sin dejar de verle los senos.
Mi madre puso su mano en la pierna del hombre y lo acariciaba, había mucha gente al rededor pero al parecer nadie se percataba de lo que ahí estaba ocurriendo, todo lo estaba viendo yo desde el otro lado del vagón, pero mi mamá por su puntería ni lo notó, de pronto ella sube más su mano y comienza a acariciarle la verga encima del pantalón y cada vez se acercaba más, pegándole sus senos al brazo y mirandolo mientras lo hacía, casa movimiento brusco que hacía el vagón era aprovechado por mi madre para que sus tetas le rebotaran.
Mi madre le toma la mano al hombre y la mete dentro de su blusa, solo se veían los movimientos de la mano del hombre debajo de la blusa de mi madre y por lo que se veía, el le estaba pellizcando los pezones, el vagón comenzó a vaciarse poco a poco, lo que fue muy conveniente para ellos, y para mí, ya que donde yo me encontraba había un grupo de estudiantes hablando entre ellos y nadie está a cerca de la tetuda de mi madre y aquel suertudo hombre.
El ese momento mi madre se sintió más segura, por lo que hizo que el hombre la tocará entre las piernas, el sin pensarlo lo hizo, mientras mi madre se veía cada vez más sensual ya que la excitación se le estaba notando, mi madre se retorcía discretamente de la excitación y el hombre no podía dejar de mirarla mientras aún tenía una mano entre sus piernas de mi mamá y otra bajo su blusa, mi madre me imagino que llegó a su clímax, ya que se estaba tapando la boca, posteriormente miró por unos segundos al hombre, le dio un beso y bajó del vagón, en ese momento conocí un lado de mi madre que no sabía que existía, así que decidí continuar siguiéndola para ver de lo que era capaz
Mi madre para ir a trabajar toma el metro todas la mañanas, ella siempre ha intentado no vestirse muy provocativa ya que el metro no es un lugar muy seguro para andar provocando gente, así que siempre se taba para usarlo, hasta hace unas semanas, comenzó a vestirse más sexy y ahora buscaba resaltar sus senos, se me hizo extraño, así que decidí seguirla, ya que sospechaba que tenía algún novio y no quería decírmelo.
La seguí durante algunos días hasta su trabajo, a distancia para que ella no notará que yo estaba ahí, y todo iba normal, sin embargo noté que ella buscaba los vagones más llenos para subirse y ahí descubrí que a ella le encanta la atención de los hombres y se vestía así para que la miraran.
Mi madre logro sentarse, quedó frente a un hombre de unos cuarenta años, con una mirada hambrienta, no tardó en fijarse en ella.
Mi madre ya lo había notado, medida que el metro se llenaba, el hombre le dio el asiento a una persona para quedar de pie junto al asiento de mi mamá. Ella se inclinó hacia adelante, como si fuera por casualidad, ofreciendo una vista generosa de su escote, el hombre no podía evitar ver esas tetotas de manera fija, mi madre lo miraba y mientras ella finjia acomodar su bolsa, le Rosalba la verga, hasta que por fin se desocupó el lugar que estaba a su lado, el hombre rápidamente tomó asiento a su lado sin dejar de verle los senos.
Mi madre puso su mano en la pierna del hombre y lo acariciaba, había mucha gente al rededor pero al parecer nadie se percataba de lo que ahí estaba ocurriendo, todo lo estaba viendo yo desde el otro lado del vagón, pero mi mamá por su puntería ni lo notó, de pronto ella sube más su mano y comienza a acariciarle la verga encima del pantalón y cada vez se acercaba más, pegándole sus senos al brazo y mirandolo mientras lo hacía, casa movimiento brusco que hacía el vagón era aprovechado por mi madre para que sus tetas le rebotaran.
Mi madre le toma la mano al hombre y la mete dentro de su blusa, solo se veían los movimientos de la mano del hombre debajo de la blusa de mi madre y por lo que se veía, el le estaba pellizcando los pezones, el vagón comenzó a vaciarse poco a poco, lo que fue muy conveniente para ellos, y para mí, ya que donde yo me encontraba había un grupo de estudiantes hablando entre ellos y nadie está a cerca de la tetuda de mi madre y aquel suertudo hombre.
El ese momento mi madre se sintió más segura, por lo que hizo que el hombre la tocará entre las piernas, el sin pensarlo lo hizo, mientras mi madre se veía cada vez más sensual ya que la excitación se le estaba notando, mi madre se retorcía discretamente de la excitación y el hombre no podía dejar de mirarla mientras aún tenía una mano entre sus piernas de mi mamá y otra bajo su blusa, mi madre me imagino que llegó a su clímax, ya que se estaba tapando la boca, posteriormente miró por unos segundos al hombre, le dio un beso y bajó del vagón, en ese momento conocí un lado de mi madre que no sabía que existía, así que decidí continuar siguiéndola para ver de lo que era capaz
0 comentarios - Mi madre en el metro Pt. 1