Mi esposa y el entrenador de futbol de mi hijo 3

Cuando volví de acompañarlo hasta abajo, mi esposa me esperaba desnuda en la cama, la monté y no dure demasiado, ella me besaba mucho, me decía que no me hiciera problema, que ella había gozado un montón. Le pregunté si era cierto que quería probar más pijas, como me había dicho mientras lo montaba a él en el sillón.
-Ay amor… dicho así suena fuerte… el sábado que viene vamos a encontrarnos de nuevo con el profe… quizás más adelante podamos incorporar otros hombres…
-Mira… y yo…
-Vos que…?
-Digo… voy a estar con otras chicas…
-De principio te dije que eso no me calienta… a vos si te calienta verme con otros… -me besó y acarició un largo rato.
Cuando me desperté el sábado ella estaba apoyada sobre su brazo, despierta mirándome.
-Hola amor… buen día… hoy es el día… estoy muy caliente esperando… espero que lo disfrutemos de nuevo… quizás algún día lo puedas hacer con una chica también…
Después de comer lo llevé a mi hijo donde mis suegros, alternábamos entre unos padres y otros, para no exigirlos demasiado, mi suegra me dijo que necesitábamos también tiempo para nosotros, que ella lo entendía, ella estaba en la cama, con un baby doll delicioso color bordo, cuando él llegó le fui a abrir, ella seguía en la cama, se acostó detrás de ella que estaba de costado, yo acerque una silla del lado de ella. Me miraba con esos ojazos.
-Me encanta sentir sus manos por todo mi cuerpo… -él la estaba acariciando, uno de sus pechos estaba al aire ya. –me está apoyando y siento lo duro que está… lo quiero de nuevo… -vi la cara de él aparecer corriéndole el pelo y besándole el cuello.
-Me vas a dejar que me lo coja de nuevo… -todo el tiempo hablaba con un tono sensual. –y vas a mirar… como me hace llegar tan duro… -él estaba en pantalones pero en cuero, descubrió su tanga era transparente por el frente, se veía la tira de pelitos que tiene sobre su conchita, la giró un poco para chuparle los pechos.
-Buenas tardes… -le dijo a él y lo beso, le devolvió el saludo. Me dijo a mi. –tocate para mi… -ella de costado separaba bien sus piernas para él, le dio sus dedos a chupar, los metió por dentro de su tanga y empezó a acariciarla.
-Fue tan bueno la última vez… -dijo ella.- la quiero de nuevo… y él lo sabe… -dijo mirándome. La beso – le gusta verme acabar… -lo miró fijo a los ojos- sácame la tanga… -lo fue haciendo lentamente ella lo miraba a los ojos. La dejó con las piernas levantadas, las rodillas separadas, se mojó con su propia saliva y la acaricio a ella.
-Se siente tan bien… -dijo ella. Él se sacó el pantalón, hoy si tenía unos boxers puestos, ella metió la mano por dentro del bóxer y lo pajeaba, él la ensalivaba de nuevo y le dijo
-Tenes una conchita hermosa… -le pidió que la desnudara del todo mientras se besaban, me parecía que no estaba tan pendiente de mi. Se arrodilló en la cama bajándose el bóxer, su pija bien dura apuntaba al techo, ella jugo suavemente con sus dedos y acercó su boca jugando con sus labios en su cabecita.
-Te gusta ver mis labios alrededor de la pija de otro… eh… -ella se metía su mano desde atrás, de costado en la cama mientras lo chupaba. La agarró del pelo y le cogió la boca, le separó las piernas acostándola de nuevo boca arriba.
-Sos tan hermosa… -le dije. La estuvo pajeando un montón, ella llevó sus manos hacia arriba, agarrándose del cabezal de la cama, la hizo llegar así, solo pajeandola. Se la dio a chupar de nuevo
-Tu pija es tan linda y da tanta leche… -le dijo. Él se acomodó y la empezó a chupar, ella le decía que sí, que estaba muy bien mientras me miraba ahora todo el tiempo. Se acomodó al costado de ella, que agarró su pija guiándola hacia su conchita, antes de meterla me dijo
-Querés ver como entra dentro de mi papi…? –se la fue metiendo y dándole bien duro, la cara de ella estaba toda colorada. Volvió a acabar mientras la cogía, se salió de ella la tomó del cuello y la besó,
-Mi concha la necesita… se siente tan bien tu verga… -la volvió a penetrar, la hizo montar de frente a mi de espaldas a él, ella se acariciaba todo el tiempo. La puso de perrito en la cama, la sacaba y la metía todo el tiempo. La agarró del pelo bien fuerte, le cacheteaba los glúteos todo el tiempo, ella tenía los ojos cerrados ahora, ella escondía su cabeza en la almohada ahora, él llevó una mano a su culo y jugaba con su dedo gordo en su culito, ella volvió a mirarme, él estaba más embrutecido que otras veces, le tomó su brazo derecho y lo dobló detrás de su espalda, le aplastó la cabeza contra la almohada, ella me miro fugazmente ahora de costado, ella acabo de nuevo, se arrodillaron frente a frente, la tomó fuerte del cuello le giro la cabeza, los dos miraban hacia mi. Se la chupó un rato, volvió a ponerla de espaldas en la cama y la penetró, le tiraba de los pezones y le cacheteo las tetas un par de veces, estuvieron un montón haciéndolo, se acostó en la cama y la hizo ir a chuparlo, le cogió la boca agarrándola fuerte del pelo. Se acomodó sobre él y se la fue metiendo de a poco, moviendo su culito sensualmente, yo tenía un primer plano, ella giró su cabeza para mirarme a mi, él llevó su dedo medio a su culo, empezó a jugar con él y se lo fue metiendo
-Me metió el dedo en el culo… -dijo ella mirándome. Se incorporó sobre él que la cogía duro, con el dedo bien metido en el culo y la otra mano cacheteandole los glúteos. Le sacó el dedo, ella se movía ahora bien duro sobre él
-Me gusta demasiado… -dijo ella. Él le tiraba de los pezones, me pareció que llegaba de nuevo, la atrajo hacia él y la beso. Ella quiso que volviera a montarla con las piernas al hombro, estuvo un rato, luego fue a metérsela en la boca.
-Mirálo a él… -le dijo él. Mientras le clavaba la boca y con la otra mano la pajeaba. La puso de frente a mi, su cara junto a mi, ahora acostada boca abajo, la penetró y agarrándola del pelo le levantó la cabeza, cuando estaba por acabar, se acostó en la cama y quiso que lo fuera a chupar, le acabó en la boca, restos de la corrida quedaron en sus bolas y piernas, ella juntaba los restos con su lengua, me miraba fijo, toda su boca con restos de la corrida de él, pajeandolo suavemente, jugando con su leche en su boca, él fue hacia el baño. Ella se acostó en la cama, todavía jugando con sus dedos en su boca y los restos de la corrida de él
-Se siente tan bien amor… te amo… -me dijo. –sos muy bueno conmigo… -y se fue quedando dormida, dormitando un rato.

1 comentario - Mi esposa y el entrenador de futbol de mi hijo 3

Casadobi2023 +1
Re lindo momento...el profe ya esta instaladi en su conchita.....van 10