Manipulando a mi tia 1: La llegada

Hace no mucho leyendo relatos topé esté que es de lo mejor, sea real o no, el pibe si que le tiene ganas a la putita de la tía, cómo no lo encontre en P!, lo ire subiendo para que todos disfruten de tremendos relatos


Soy Javier, nací en Teruel y en aquella época tenía 18 años, mi intención era estudiar la carrera en Madrid, pero como mis padres tenían pocos recursos económicos no podían pagarme una Residencia o Colegio Mayor. Por suerte, mi tía que vivía en Las Palmas de Gran Canaria se ofreció a acogerme en su casa, así que tuve que desplazarme hasta allí para cursas mis estudios universitarios.

Mi tía Andrea tenía 37 años y no había tenido hijos por lo que su cuerpo era espectacular, pelo largo, unos 170 cm de altura, talla 100 de pecho y un culo perfecto. Se había casado a los 25 con su novio de toda la vida y se habían separado en marzo del año anterior, así que no había tenido ninguna relación salvo con su ex.

En julio hice la matrícula y en septiembre ya estaba en el piso con ella, la casa tenía dos habitaciones contiguas, por lo que el cabecero de mi cama está pegado a la pared de su habitación, esto hizo que en más de una ocasión la oyese llorar por la noche, aunque nunca me atreví a preguntarle el motivo.

Yo me adapté bien a mi nueva vida, salía con compañeros de la universidad y de vez en cuando conseguía echar algún polvo con alguna de las chicas de clase, vamos, lo normal a mi edad.

En una ocasión mi tía me dijo que si quería poder llevar a algún amigo o amiga a casa, y así lo hice, un sábado nos reunimos allí y estuvimos tomando unas cervezas mientras veíamos el futbol, cuando se fueron todos, mi tía Andrea me dijo que tenía mucha suerte de tener gente con quien salir y divertirme, la pregunté si ella no tenía amigas y me dijo que no, que su ex marido era muy celoso y nunca dejó que trabajase ni que saliera con amigas, por lo que ahora se encontraba completamente sola y no tenía nadie con quien ir a pasear, tomar copas o hacer cualquier actividad.

Yo le dije que había medios para conocer gente, y que solo tenía que darse de alta en una cuenta de internet y esperar que se pusieran en contacto, me dijo que eso no era para ella, que le daba mucha vergüenza y no sabría hacerlo.

A pesar de todo la convencí, compramos un ordenador y yo cree un perfil en Badoo donde contaba cómo era y lo que le gustaba, al poner la foto me dijo que no, que no quería que nadie la reconociera y supiera que estaba buscando alguna relación, así que esa parte quedó en blanco.

Pasados unos días solo habían contestado dos babosos preguntando por sus tetas y haciendo proposiciones sexuales, así que me dijo que eso no le gustaba y estaba dispuesta a abandonar. Yo respondí que es lo normal al no poner foto, pero vi que perdía el interés, así que esa tarde cree un perfil falso con la foto de un maduro atractivo y contesté a su anuncio de forma educada e interesándome por ella.

Por la tarde vino a verme excitada diciéndome que le había contestado un hombre que parecía muy agradable y preguntándome que hacía. Le contesté que quedara con él para chatear por la noche y que estuviese atenta a ver si respondía.

Una hora después yo estaba con mi ordenador en la habitación de al lado esperando para hablar con ella, me daba tanta pena que quería animarla un poco. Cundo ella se conectó pregunté cómo era, qué le gustaba y otras cosas que no tuviera reparos en contestarme. Así estuvimos varias noches, yo veía todos los días que estaba muy excitada y deseando que llegase la noche, cada día a las 22:00 horas me daba un beso, las buenas noches, y se metía en su cuarto para esperar a su novio de internet.

Las conversaciones se hacían eternas, estábamos largas horas hablando y era patente su sentimiento de soledad y su deseo de tener nuevas experiencias. A menudo salía el tema del sexo y yo cada vez le hacía preguntas más íntimas. En una ocasión le pregunté si se masturbaba alguna vez y ella me dijo que si, a partir de ese momento empecé a verla como una mujer muy deseable más que como mi tía.

Por fin una noche, y después de haber estado hablando de sexo un buen rato, pregunté si en alguna ocasión se había tocado pensando en mí, ella contestó que si, así que decidí probar hasta donde estaba dispuesta a llegar y le pedí que se masturbara mientras chateábamos.

Su respuesta inmediata fue que no, pero yo comencé a escribirle lo mucho que me gustaba, el cuerpo tan maravilloso que debía tener y cuanto desearía acariciarla, poder pasar mis manos por sus pechos, pellizcar sus pezones, besarla y sentir su cuerpo junto al mío.

En ese momento escuche unos pequeños jadeos, por lo que me levanté del asiento y pegué mi oído a la pared, al hacerlo pude comprobar con claridad como mi tía Andrea gemía cada vez con más fuerza, por lo que seguí escribiendo cuanto la deseaba y cuanto me gustaría hacer el amor con ella.

Entonces pregunté de nuevo si quería tocarse mientras chateábamos y su respuesta fue que ya lo estaba haciendo, eso me excitó muchísimo y saqué mi polla del pijama, en cuestión de segundos estábamos los dos pajeándonos al mismo tiempo separados tan solo por un pequeño tabique. Volví a pegar mi oído a la pared y pude comprobar como jadeaba cada vez más fuerte.

Yo ya estaba descontrolado, así que desconecté mi webcam y le pedí una videoconferencia, como ella no sabía que era, le dije que tenía que aceptarla, respondió que si y en ese momento pude ver a esa maravillosa mujer con sus hermosas tetas casi saliendo del sujetador y con la cara desencajada de placer acariciándose frente a la cámara sin saber que yo la estaba viendo, al mismo tiempo podía oir sus jadeos a través del micrófono.

Era una oportunidad única y me daba igual que fuera mi tía, así que decidí sacar provecho de aquella situación. Sin pensarlo un instante la escribí.

JAVIER // ¿Te estás tocando ahora Andrea?  - Ella respondió que si.-

JAVIER // No sabes cuanto me gustaría acariciar tus pezones. Pellízcatelos Andrea, tócatelos como si yo estuviese contigo.

Ella dejo de escribir y se soltó el sujetador liberando sus tetas, ahora podía ver en mi monitor dos magníficos pechos con dos areolas rosadas coronadas por dos pezones marrones extraordinariamente grandes, sin duda estaba muy excitada.

Mi tía, que desconocía que estaba siendo observada, había comenzado de inmediato a acariciarse las tetas y a pellizcarse los pezones. La imagen que tenía ante mi era impactante, podía verla con los ojos cerrados, mordiéndose los labios y masturbándose con completa inocencia frente a la cámara, mientras mi mano se movía una y otra vez sacudiendo mi verga sin parar.

Quería que aquello continuara, tenía a mi tía en mis manos y quería llevarla al orgasmo.

JAVIER // ¿Te gusta tocarte Andrea? – Ella escribió que si, que le encantaba. – Pellízcate los pezones, hazlo como te gustaría que lo hiciera yo si estuviera ahí.

A través de la webcam vi como apretaba sus pezones y los retorcía, echaba su cabeza hacia atrás y gemía como una loca, de repente se encogió sobre la mesa del ordenador y vi como se corría entre auténticos espasmos de placer, su orgasmo estaba siendo brutal. Yo seguí masturbándome hasta correrme, había sido algo inesperado y maravilloso, ver a mi tía desnuda y haciéndose una paja era lo más excitante que me había ocurrido en mi vida.

Continué chateando un rato más con ella y después me despedí hasta el día siguiente. Después, en la cama, sentí remordimientos por lo que acababa de hacer, había engañado a mi tía y la había provocado hasta verla desnuda masturbándose, tenía que parar aquello, si, al día siguiente no me conectaría y le diría que no lo hiciese ella tampoco.

La mañana siguiente se levantó con una sonrisa y me dio un gran beso en la mejilla, llevaba un camisón corto con un generoso escote y al verla sentí como mi verga crecía sin control bajo el pijama. ¡Joder! – Pensé- ¡Está buenísima! Mi cabeza comenzó a maquinar y olvidé la idea de abandonar el chat, al contrario, quería verla desnuda otra vez masturbándose para mi.

Le dije que se veía muy contenta y me respondió que si, le pregunté el motivo y contestó que tenía un buen amigo con quien hablar, alguien a quien contar sus confidencias, pero también me preguntó qué era lo de la videoconferencia y que ocurría al aceptarla. En ese momento pensé que se me venía abajo todo el plan, pero no podía mentirla, así que la expliqué que en ese caso la otra persona vería todo lo que ella hacía y ella debería ver también al otro.

Viendo la cara de sorpresa de mi tía me imaginé que aquella experiencia había llegado a su fin. Por otro lado, esa noche yo había quedado con mis amigos a las once, así que tenía que encontrar algún modo de romper mi cita diaria en el chat.

Como todos los días, a las nueve y media me dio un beso y se fue a su habitación. A las 10 me conecté y empecé a chatear con ella, pregunté qué tal estaba y si le gustó lo que habíamos hecho la noche anterior, ella me preguntó por qué había hecho lo de la cámara para verla y por qué ella no había podido verme. Respondí que yo tenía los conectores de mi ordenador estropeados y por eso no podía poner la cámara, ella me contestó que estaba muy molesta conmigo, así que intenté tranquilizarla y comencé a decirle lo mucho que me gustaba y lo que deseaba volver a verla desnuda.

Ella respondió que no iba a hacerlo, insistí de nuevo pero siguió negándose, así que vi la excusa perfecta para acabar el chat y poder salir con mis amigos. Le dije que estaba demostrando que yo no le interesaba e iba a dejarla ya, Andrea pareció muy sorprendida, yo insistí en que no me gustaba su negativa a desnudarse delante de la cámara y corté la comunicación, después me vestí rápidamente y me fui de copas con mis amigos.

La mañana siguiente, cuando me levanté, estaba en la cocina llorando, pregunté el motivo y me dijo que había echado a perder su relación y que su novio de internet la había dejado. En ese instante decidí animarla diciendo que se veía mucho más guapa y que tenía que seguir esa relación como fuera, que tenía que poner todo de su parte para continuar con ese hombre y que a veces hay que correr riesgos para ser feliz.

Mi tía me miró sonriendo y me dijo que si, que haría todo para que así fuera.

Por la noche me conecté como siempre a las 10 y para mi sorpresa fue Andrea quien llevó la iniciativa.

ANDREA // ¿Me perdonas por lo que te dije ayer y por no querer hacer lo que me pedías?

No podía creerlo, era ella quien se disculpaba.

JAVIER // Claro Andrea, no pasa nada, pero al no hacerlo parece que no confías en mi.

ANDREA // Si confío en ti, pero es algo nuevo para mi y me da vergüenza. ¿Te gustó lo que hicimos la otra noche?

JAVIER // Claro, me gustó muchísimo, eres una mujer muy hermosa, me gustaría poder estar ahí contigo y poder acariciarte, besarte y hacerte el amor.

ANDREA // Yo también quiero estar contigo. ¿Cuándo podré verte?

JAVIER // De momento no es posible - tuve que improvisar- vivo en Asturias.

ANDREA // Entonces no vas a venir a verme, no sabes cuanto me gustaría estar contigo.

JAVIER // Por ahora no es posible, pero quiero que hasta ese momento hagas todo lo que yo te vaya diciendo, será la forma de compartir nuestro amor. ¿Lo harás?

ANDREA // Si, haré lo que me pidas.

Solicité la videoconferencia y le dije que la aceptase, ella lo hizo y allí apareció esa hermosa mujer con un camisón semitransparente y con un gran escote que dejaba ver la mitad de sus esbeltos pechos.

JAVIER // Andrea, estás bellísima, no sabes cuanto me gustaría estar ahí para poder acariciarte, hazlo tu por mí.

De inmediato mi tía comenzó a acariciarse delante de la webcam, sonreía al tiempo que tocaba sus generosas tetas por encima del camisón.

JAVIER // Sácalas, saca tus tetas para que yo pueda verlas, son muy hermosas, no sabes lo que deseo tenerlas en mis manos.

Ella apartó el camisón y sacó sus pechos dejándolos frente a la cámara.

ANDREA // ¿Así te gusta? ¡Ojala fueses tu quien las tocase!.

JAVIER // Así está muy bien, ahora siéntate en la cama que está detrás para que yo pueda verte entera, quítate la ropa interior y tócate para mí.

Sonriendo se levantó y giró sobre si misma para que pudiese verla entera, se sentó en la cama, se quitó las braguitas y abrió ligeramente las piernas, a continuación comenzó a tocarse, primero despacio y después aumentando el ritmo poco a poco. A través de la webcam podía ver como separaba los pliegues de su sexo y con los dedos recorría su vulva una y otra vez. Yo ya estaba tan excitado que había sacado mi polla y estaba pajeándome sin parar.

De repente paró, se levantó y se aproximó a la cámara, entonces pude ver su coño depilado.

ANDREA // ¿Te gusta como lo estoy haciendo?

JAVIER // Si mi amor, me encanta. ¿Y a ti qué te gustaría ahora?

ANDREA // Ufff, me da vergüenza decírtelo.

JAVIER // Dime mi amor, dímelo por favor.

ANDREA // Me encantaría tenerte aquí, no sabes cuanto deseo estar con un hombre.

Al decir esto último vi como se ruborizaba, eso me dio una idea, era una locura pero tenía que probar.

JAVIER // ¿De verdad te gustaría tener un hombre contigo ahora?

ANDREA // Si, mucho.

A través de la cam podía ver como con una mano escribía y con la otra se masturbaba, cuando paraba de escribir aprovechaba para apretar con fuerza sus tetas y pellizcarse los pezones, me sorprendía ver como los retorcía y tiraba de ellos sin dar muestras de dolor.

La tenía donde quería y era el momento de aprovechar la situación.

JAVIER // Dime realmente lo que deseas. ¿Alguien que te folle?

ANDREA // Si, muchísimo, pero no es posible, tu estás lejos y no tengo a nadie.

Ahora tenía que intentar algo que me diese alguna oportunidad.

JAVIER // ¿Vives sola?

ANDREA // No, vive mi sobrino conmigo.

JAVIER // ¿Qué edad tiene?

ANDREA // 18 años, está aquí estudiando en la Universidad, pero deja de hablar de eso y dime qué quieres que haga para ti.

JAVIER // Quiero que sigas tocándote en la cama para que yo pueda verte, acaríciate las tetas y el coño para mi.

Ella se tumbó de nuevo en la cama con su sexo frente a la webcam y comenzó a pajearse y pellizcarse los pezones, desde luego en eso era una experta, sus dedos recorrían la vulva y penetraban en el interior de su vagina con una rapidez endiablada y sus jadeos aumentaban por momentos.

Le pedí que gimiese con fuerza al correrse, ella se acercó al ordenador a leerlo y me contestó que no, que estaba su sobrino en la habitación de al lado. Mi respuesta fue que quería que chillase al correrse para poder oírla por el micro, ella contestó de nuevo que no y yo la amenacé con cortar el chat.

ANDREA // ¡No por favor! Lo haré, haré lo que me pides.

Se tumbó de nuevo en la cama y aumentó el ritmo de su dedo, con las piernas completamente abiertas podía ver perfectamente como se pajeaba, sus tetas se movían a un lado y a otro y ella intentaba retorcer sus pezones con la otra mano. Su cuerpo se arqueaba de forma descontrolada en la cama y el tono de sus gemidos subía hasta el punto que podía oírlos a través de la pared. Allí tenía a mi tía tumbada en la cama corriéndose para mí y chillando como una desesperada.

Cuando acabó se acercó a la cámara con una sonrisa y me preguntó si me había gustado.

JAVIER // Mucho Andrea, ha sido estupendo ver como te corrías para mí.

Ella sonrió satisfecha y me preguntó si quería que hiciese algo más. Respondí que si, que al día siguiente tenía que ir a comprar ropa interior para ponérsela por la noche, pero que debía ir con su sobrino y tenía que ser éste quien la eligiese y viese en el probador como la quedaba.

Contestó que no, que le daba vergüenza. Yo dije que debía hacer lo que yo pedía o no volvería a chatear con ella. Pareció que iba a negarse, pero de inmediato me dijo que si, que lo haría. Me despedí y quedé para la siguiente noche, ella sonrió y me lanzó un beso por la webcam.

A la mañana siguiente mi tía me abrazó sonriendo y me dijo que tenía que pedirme un favor, yo contesté que lo que quisiera y me dijo que tenía que acompañarla a comprar ropa. Por la tarde fuimos al Corte Inglés, allí subimos a la planta de lencería y mi tía, casi ruborizándose, me pidió que eligiese ropa interior que me gustase.

Yo busqué varias braguitas y tangas diminutos y dos sujetadores de encaje extremadamente provocativos. Cuando entró al probador me quedé fuera, ella se puso el primer conjunto y me dijo que entrase, al pasar vi que ella intentaba taparse todo lo posible, por le dije que no sintiera vergüenza porque es como si estuviera en biquini.

Ella sonrió y bajó sus manos, al hacerlo me quedé boquiabierto, tenía ante mí un autentico bellezón, sus grandes y redondas tetas apenas estaban cubiertas por un minúsculo sujetador de encaje negro, como conjunto llevaba una pequeñísima braguita que a mi modo de ver era demasiado cerrada por detrás.

JAVIER // Creo que no te queda bien tía. – Alargué mi mano y la pase por su culo.- Tienes un trasero demasiado bonito para taparlo tanto.

Ella sonrió y me preguntó qué se ponía entonces. Elegí un diminuto tanga negro y se lo entregué. Por un momento me miró dudando si decirme que saliera, pero yo no me di por aludido y bajé la cabeza. Mi tía se giró poniéndose de lado, se inclinó para bajarse las braguitas y en ese instante pude ver reflejado en el espejo su maravilloso coñito depilado, cuando ya tenía puesto el tanga me dijo.

ANDREA // Este es demasiado pequeño, no tapa nada.

JAVIER // No tía, éste está muy bien, con un cuerpazo tan bonito tienes que acostumbrarte a lucirlo, gírate para que lo vea de frente.

Ella miró hacia abajo avergonzada y muy despacio se giró poniéndose frente a mi. Al verla tan indefensa decidí que tenía que atacar como fuera. “Ahora o nunca” –Pensé-  Así que llevé mis manos a la parte anterior del tanga y tiré hacia arriba, en ese momento ella dio un respingo al notar que el pequeño triángulo se metía entre sus labios vaginales dejándolos fuera de la diminuta tela.

JAVIER // No, así no queda bien, espera un momento.

Observé que continuaba con la vista hacia el suelo evitando cruzar su mirada con la mía y me arrodillé frente a ella, metí dos dedos por dentro del tanga y los bajé por el borde hasta la parte inferior, una vez allí tiré un poco hacia afuera para sacar la telilla del surco de su vulva no sin antes rozar con ellos sus maravillosos, suaves y húmedos labios vaginales.

Noté como ella temblaba al sentir el contacto de mis dedos en su sexo pero no decía nada. Entonces levanté mi vista y pude ver como los pezones, totalmente erectos, pugnaban por salir del sujetador que a duras penas podía contenerlos. Me incorporé, me puse tras ella y llevé mis manos a la parte inferior de sus pechos, los rodeé con mis manos y los levanté hacia arriba.

JAVIER // Ves, así queda mucho mejor, estás muy hermosa, serías la envidia de cualquier mujer y el deseo de cualquier hombre. Ya me gustaría tener una mujer tan bella para mí.

Me pegué a ella por detrás, la abracé con fuerza y aproveché para pasar mis manos descaradamente por sus tetas, al hacerlo pude notar la dureza y el gran tamaño de sus pezones. Ella me agradeció que fuera tan cariñoso con ella y me dijo que el resto de la ropa se la probaría en casa, después se vistió y nos fuimos.

Por la noche ocurrió lo que todos los días, poco antes de las diez me dio un beso y se fue corriendo a su habitación.

Yo hice lo mismo, me conecté y allí estaba ella con una enorme sonrisa.

ANDREA // Hola amor, tengo una sorpresa para ti.

JAVIER // ¿Has hecho lo que te dije?

ANDREA // Siiii, he ido de compras y tengo algo que enseñarte.

Se levantó y pude ver que llevaba puesto el sujetador y el tanga que habíamos comprado esa misma tarde, pasaba sus manos por encima y al mismo tiempo se giraba para que pudiese verla por detrás.

JAVIER // Ummm, estás muy guapa, te queda muy bien. ¿Has ido con tu sobrino?

ANDREA // Siiii, ha sido él quien lo ha elegido, entró conmigo en el probador y lo estuvo viendo mientras me lo ponía.

JAVIER // Vayaaa, ¿Y te ha gustado desnudarte delante de él?

ANDREA // Ufff, al principio me dio mucha vergüenza, pero después ya no. ¿Sabes una cosa? Hubo una vez que pasó su mano por encima del tanga y me excitó muchísimo.

Aquellas palabras me dejaron desconcertado, tenía que saber qué más había sentido.

JAVIER // ¿No me digas? ¿Y qué hubieses hecho si te hubiera tocado más tiempo?

ANDREA // Pufff, me da corte decírtelo, pero en ese instante hubiese dejado que acariciase todo mi cuerpo, los pezones se me pusieron de punta y me faltó poco para mojar el tanga. ¡Joder! No se como estoy hablando contigo de esto si ni siquiera te conozco personalmente.

JAVIER // Tu conmigo puedes hablar de todo, aunque no nos hayamos visto en persona tu eres mi chica, somos pareja y ya sabes cuanto me gustas. Cuéntame más, que te ha hecho y que te hubiera gustado que te hiciera.

ANDREA // No, eso no, ya está bien, mejor hablamos de nosotros. ¿Quieres que me toque para ti?

JAVIER // No cariño, quiero que respondas a mi pregunta.

ANDREA // No, no está bien, es mejor que cambiemos de tema.

JAVIER // Como quieras, veo que no confías en mí, yo por ti haría cualquier cosa, me tomo esta relación muy en serio y es como si fueras mi novia, pero veo que eso te da igual, tu solo estás conmigo por pasar el rato y entretenerte, así que es mejor que lo dejemos, ahora te dejo, quizás en otra ocasión me conecte y tu te decidas a contármelo.

Cerré el chat, pegué mi oído a la pared y esperé a ver como reaccionaba. Al instante la oí rogar que no la dejara y comenzaba a llorar al tiempo que seguía escribiendo en un chat en el que yo ya no estaba. Poco después la oí salir al pasillo, así que yo salí también, vi sus lágrimas y la abracé.

JAVIER // ¿Qué te pasa tía? ¿Por qué llora la mujer más hermosa de este mundo?

Mi tía sin darse cuenta había salido en ropa interior, yo rápidamente me apreté contra ella y pude sentir sus tetas contra mi pecho. Pasé mis manos por su espalda y fui bajándolas hasta llegar a sus caderas, ella reaccionó pegándose más a mí.

JAVIER // Vamos al salón y cuéntame que te ocurre.

Mientras caminábamos rodeé su cintura con mi brazo y bajé mi mano hasta su glúteo, ella no dijo nada, al contrario, se pegó más a mi y dejó caer su cabeza en mi hombro.

JAVIER // Túmbate en el sofá, apoya tu cabeza en mi pierna y dime que te preocupa.

Hizo lo que le dije y comenzó a hablar entre lágrimas diciendo que su novio había cortado el chat y quizás no volviese nunca a hablar con ella. Mientras me contaba lo sucedido, yo con una mano acariciaba su pelo y con la otra su espalda, poco a poco fui deslizándola hacia su vientre y por último hacia su pecho. Mis dedos resbalaban por el sujetador y rozaban sus pezones una y otra vez.

Podía notar como ella se movía nerviosa pero en ningún momento pedía que no siguiera, por lo que comencé a pellizcar suavemente sus pezones con mis dedos.

JAVIER // ¿Por qué te ha dejado tía? Seguro que has hecho algo que le ha molestado, ya te dije que no lo hicieras, en una relación tan bonita como la que tenéis tienes que poner todo de tu parte para no perderla.

ANDREA // Ya lo se, ha sido culpa mía. ¡Qué tonta he sido! Pero si vuelve a conectarse no volverá a pasar, te lo prometo.

JAVIER // Sería una pena que ahora que has encontrado alguien de tu gusto lo pierdas.

Andrea movía su cabeza sobre mi pierna de forma que con ella estaba rozando mi verga, que en esa situación se encontraba en plena erección. Con la mano que acariciaba su pelo fui empujándola disimuladamente hasta que su boca estuvo a la altura de mi verga. Entonces pude ver como ella no se retiraba, al contrario, sus ojos miraban el paquete que se adivinaba bajo el pijama una y otra vez.

Al tiempo, mi otra mano había liberado una de sus tetas del interior del sujetador y la masajeaba con total libertad, mis dedos acariciaban y pellizcaban su pezón alternativamente. Sin esperarlo, vi como mi tía se giraba un poco para darme pleno acceso a ese pecho que yo ya acariciaba sin disimulo, casi imperceptiblemente comencé a oír como ella empezaba a  jadear muy bajito. Envalentonado por ello volví a empujar su cabeza despacio hasta que sus labios entraron en contacto con el enorme bulto que se marcaba en mi pijama, Entonces vi como mi tía deslizaba su boca a largo de mi verga pero inmediatamente la retiraba y se incorporaba con la excusa de que tenía que ir al baño.

Esa noche no pude hacer nada más, ella se fue a la habitación y yo hice lo mismo, fui a mi cuarto y pegué el oído a la pared, allí pude oír como mi tía se movía en la cama y jadeaba con fuerza, no me cabía duda de que se estaba haciendo una paja pensando en lo que acaba de ocurrir en el salón, así que saqué mi polla del pijama y comencé pajearme totalmente excitado.

No había tenido en cuenta que yo estaba en el otro cuarto y la escuchaba, por lo que sus gemidos iban en aumento al tiempo que decía lo mucho que necesitaba una polla  y lo que deseaba ser follada.

Mientras la oía no podía dejar de pensar en sus grandes pechos y en esos pezones marrones y duros que acaba de tocar, me la imaginaba en la cama ofreciéndome su sexo, tocándose abiertamente para mí como lo hacía para ese novio imaginario que tenía.

Después de oír como se corría y de terminar yo también de hacerme la paja, mi mente comenzó a elaborar el plan para el siguiente día, iba a ser más duro con ella, me había reconocido que haría todo lo que le que le pidiera y ahora iba a presionarla para que fuese más lejos.

Por la mañana no dijo nada, creo que estaba avergonzada de lo que había pasado la noche anterior, por lo que intentó no cruzarse conmigo por la casa. Al llegar la noche cenamos casi en silencio y a las nueve y media me dio un beso y se fue a la habitación, yo hice lo mismo y encendí mi PC, al momento allí la tenía frente a la webcam, sonriendo dijo.

ANDREA // Pensé que no ibas a conectarte otra vez, no sabes que mal lo he pasado. ¿Me perdonas?

JAVIER // No iba a conectarme, pero eres demasiado importante para mí. Eso sí, no volveré a conectarme si vuelves a portarte como ayer y no haces lo que te pido.

ANDREA // No, por favor, haré lo que tú quieras, de verdad. ¿No puedo verte por la cámara?

JAVIER // Ya te dije que tengo el ordenador mal y no puedo conectar ninguna cámara, lo que si puedo hacer es mandarte alguna foto.

ANDREA // Si por favor, mándame alguna.

Envié un par de fotos que tenía guardadas del chico del perfil que había creado y otra de una polla bastante grande.

JAVIER // Ves, ese soy yo. ¿Qué te parezco?

ANDREA // Muy guapo, me gustas mucho, no sabes cuanto deseo verte en persona y poder abrazarte.

JAVIER // Y mi polla ¿Te gusta también?

ANDREA // Ufff, es enorme, claro que me gusta.

JAVIER // ¿Te gustaría tenerla ahí?

ANDREA // ¡Ya te digo! Mucho, me encantaría poder acariciarla.

JAVIER // ¿Y metértela en la boca? ¿Te gustaría chupármela?

ANDREA // Si cariño, lo que tu quieras, me gustaría hacer lo que a ti te guste.

JAVIER // ¿Seguro que harías lo que yo te pidiese?

ANDREA // Claro, todo lo que tu digas, me la metería en la boca enterita.

JAVIER // Dime ¿Qué pasó con tu sobrino en el vestuario y qué hiciste ayer por la noche?

ANDREA // Ufff, ya te lo dije, en el vestuario me acarició el culo y después las tetas, incluso llegó a tocar ligeramente mi sexo.

JAVIER // ¿Y te gustó?

ANDREA // Si, cuando acarició mi vulva, al pasar sus dedos por el tanga, me puse excitadísima, en ese instante me hubiese gustado que me besase y me tocase. Llevo tanto tiempo sin sexo que no puedes imaginar cuanto necesito tener un hombre conmigo.

JAVIER // ¿Y has hecho algo mas con él?

ANDREA // Si, anoche, después de que me abandonases en el chat me sentía tan triste que me senté junto a él en el sofá y me abrazó, incluso me tocó las tetas.

JAVIER // ¿Te tocó las tetas? ¿Y qué más hizo?

ANDREA // Por un momento tuve su polla junto a mi boca, y si hubiese pasado un minuto más así se la hubiese sacado y se la hubiese comido, no sabes cuanto me apetecía, pero es mi sobrino.

JAVIER // No digas tonterías, es un hombre, y supongo que un hombre joven y apetecible.

ANDREA // Ufff, si, mucho.

JAVIER // Pues vamos a hacer una cosa. ¿Está ahí en casa?

ANDREA // Si, creo que está en su habitación.

JAVIER // Pues ahora vas a dejar la webcam orientada hacia tu cama, vas a ir a buscarle a la habitación y le dirás que te duele la espalda, le dirás que te de un masaje y cuando él acabe le darás tu uno a él, después le comerás la polla delante de la cámara para que yo le vea.

ANDREA // Nooo, eso no, no puedo hacerlo. ¿Estás loco?

JAVIER // ¿Estás diciendo otra vez que no? Al comenzar has dicho que no lo dirías nunca. Está bien, si no quieres lo dejamos, espero que conozcas otra persona que te quiera como yo.

ANDREA // NOOOO, POR FAVOR NO ME DEJES, LO HARÉ.

JAVIER // Eso está bien cariño, eres una mujer maravillosa, orienta la cámara, ve a buscarle, y podré ver a mi preciosa novia por la webcam haciendo lo que yo no puedo y deseo hacer contigo, no sabes lo que daría por poder estar ahí contigo mi amor, te deseo tanto.

ANDREA // Yo también cariño, no sabes cuanto te necesito.

JAVIER // Pues venga, haz lo que te he pedido.

Mi tía se levantó, orientó la webcam hacía la cama y se dirigió a la puerta, yo bajé la pantalla de mi ordenador y esperé sentado, me había puesto un pantalón corto sin nada debajo y no llevaba camiseta.

Llamó a la puerta, yo dije que pasara y ella entró, iba con una bata corta y escotada, me dijo que tenía un fuerte dolor de espalda y me pidió que le diese un masaje, yo me incorporé y en ese instante vi como ella bajaba la vista hacia mi pantalón corto y se fijaba en mi erección poniendo cara de sorprendida. Le dije que se tumbase en mi cama y rápidamente contestó que no, que mejor se lo diese en la suya.

Fuimos a su cuarto y se quitó la bata, debajo solo llevaba el tanga y un sujetador de encaje blancos, iba a tumbarse, pero dije que tenía que quitárselo o no podría darle el masaje, dudó un momento pero se lo quitó despacio. Allí tenía esas deliciosas tetas con sus majestuosos pezones apuntando hacia mí, mi tía se giró y se tumbó en la cama, yo tomé su aceite corporal, me acerqué, me subí a la cama y me puse junto a ella, pasé un pie a cada lado de sus piernas y su cuerpo quedó a mi disposición justo frente a mí.

Inicié el masaje por la pierna derecha, primero los tobillos, después, al llegar a la altura de la rodilla puse una mano por el exterior del muslo y la otra por el interior, así fui subiendo poco a poco deslizando mis dedos pulgares por encima de la pierna, ella parecía que intentaba cerrar las piernas para que mis manos no se deslizasen por el interior de sus muslos, pero yo presionaba para separarlas y avanzar, ya estaba rozando su tanga, desde mi posición lo veía perfectamente, allí estaba, a mi alcance.

Con un ligero movimiento separé sus piernas y entonces pude ver la mancha de humedad que impregnaba por completo la tela de su tanga, mi tía estaba excitada, a pesar de intentar cerrar las piernas lo cierto era que le gustaba lo que la estaba haciendo. Ahora, sintiéndome autorizado, separé aún más sus piernas y accedí con mis manos al interior de su entrepierna, mis dedos acariciaban una y otra vez su tanga y rozaban cada vez más insistentemente su sexo, eso hizo que mi erección fuese completa y mi verga casi saliera por encima de mi pijama.

Proseguí el masaje, ya sin ningún tipo de disimulo, y pasé mis dedos por encima de la tela que cubría su húmedo coñito, noté como temblaba, cada vez que mis dedos se apretaban contra su vulva, se encogía y de su boca salía un pequeño suspiro de placer, el tanga se había metido entre sus labios vaginales y podía ver las gotas de sus flujos deslizarse por esos gajos rosados e hinchados.

Ya no tenía control sobre mí, así que metí ligeramente uno de mis dedos en el en el surco de su vulva y presioné hasta que se deslizó en el interior de su vagina, después lo saqué perfectamente lubricado y fui subiéndolo hasta llegar a su clítoris, ella gimió y separó un poco más sus piernas, eso hizo que pudiese acariciarlo con mayor facilidad. Me aparté a un lado y la giré poniéndola boca arriba, aparté el tanga y comencé a penetrarla con mis dedos mientras seguía acariciando circularmente su clítoris.

Mi tía no ponía ningún impedimento, al contrario, abría las piernas ofreciéndome su sexo y con la mano guiaba el movimiento de mis dedos en su clítoris mientras gemía cada vez más alto. Al verla tan excitada no pude contenerme y me incliné hasta meterme entre sus piernas, mi boca se apoderó de su vulva y mi lengua comenzó a acariciar su pequeño botoncito, ella tuvo un temblor y con sus manos apretó mi cabeza contra su sexo, ahora ya no tenía ningún reparo en que su sobrino estuviese comiéndola el coño, yo metía mi lengua y las sacaba, besaba su clítoris y mordía suavemente sus labios externos. Andrea no dejaba de apretar con sus manos mi cabeza contra su entrepierna y decía una y otra vez.

ANDREA // Siii mi amor, cómelo, cómeme el coño, que rico, nadie me lo había hecho antes. Siiiii.

Yo seguía chupándolo y metiendo mis dedos lo más profundo que podía y ella no paraba de gemir, de repente noté como temblaba y me apretaba con fuerza, sin duda acaba de tener un placentero orgasmo y se estaba corriendo inundando mi boca con sus deliciosos flujos.

ANDREA // Uffff. Ha sido fantástico, nunca había tenido un orgasmo así, ahora déjame hacer a mí.

Se incorporó, me dijo que me tumbara y sacó mi verga del pijama.

ANDREA // ¡DIOS! ¡Que maravilla! Esto si es una polla y no lo que tenía tu tío.

Bajó su cabeza y comenzó a pasar su lengua por mi capullo, yo estaba muy excitado, así que temí que iba a correrme en breve. Andrea abrió un poco los labios y deslizó la cabeza de mi polla entre ellos, su lengua giraba una y otra vez alrededor del glande y de repente se inclinó hacia abajo y se la tragó casi entera, sus movimientos eran rápidos y su cabeza subía y bajaba comiéndose mi verga de forma continua, yo no podía dejar de mirar como mi miembro desaparecía una y otra vez en el interior de su boca casi sin darle tiempo a respirar.

De repente paró un momento, levantó su cara y me dijo.

ANDREA // ¿Te gusta como lo hago?

JAVIER // ¡Joder! Claro que me gusta, es la mejor mamada que me han hecho nunca tía.

ANDREA // Pues disfrútalo cariño, y no me llames tía por favor.

Volvió a meterse la polla en la boca y a mover su lengua con autentica maestría, su cabeza subía una y otra vez y mi verga desaparecía por completo en su interior. Sin dejar de mirar llevé mis manos a sus tetas, al tocarlas pude comprobar que tenían unas dimensiones espectaculares y sus pezones estaban erectos durísimos, no podía pedir más, me estaban haciendo una mamada de campeonato mientras acariciaba las mejores tetas que había visto en mi vida.

Ya estaba a punto de correrme, así que sujete con fuerza su cabeza para apretarla contra mi polla, ella lo notó y me dijo.

JAVIER // Si te vas a correr avísame cariño. ¿Vale?

JAVIER // Estoy a punto, me voy a correr ya.

Ella intentó separarse, pero yo seguí sujetando su cabeza para que siguiese chupando y correrme en su boca, hizo un movimiento rápido y se incorporó un poco sacándosela pero quedando a escasos centímetros de mi polla, en ese momento me corrí y salió un chorro de semen que salpicó sus mejillas, casi sin darme cuenta yo seguí presionando su cabeza hacia abajo.

ANDREA // Suéltame Javi ¿No ves que no quiero que te corras en mi boca?

JAVIER // Lo siento Andrea, no he podido evitarlo.

ANDREA // No pasa nada cariño. ¿Te ha gustado? Esto es lo que más le gustaba a tu tío, así que es en lo único que tengo práctica.

JAVIER // Ufff. Mucho, eres estupenda, no se como pudo dejarte tu marido, no creo que haya nadie que la chupe como tu.

Ella se rió y me dijo que esto no podía saberlo nadie y que me fuese ya a la habitación. Salí, fui rápido a mi cuarto, levanté la pantalla y allí estaba ella, sonriendo y con mi leche esparcida por su cara.

ANDREA // Hola amor. ¿Has visto lo que he hecho? He cumplido tu petición.

JAVIER // Si cariño, pero ¿Por qué no has dejado que se corriera en tu boca? Me hubiese gustado ver como te tragabas toda su leche.

ANDREA // No, eso no, ya se la he chupado como me has pedido, pero tragarme su leche no me gusta, no lo hacía ni con mi ex marido, y eso que me lo pidió un montón de veces.

JAVIER // Pero a mi sí, quiero ver como te la tragas. Pasa tu dedo por la mejilla, recoge la leche que te ha salpicado la cara y chúpala, venga.

Mi tía puso mala cara pero pasó un dedo por su mejilla, recogió mi semen y se lo llevó a los labios, allí paso su lengua y después lo introdujo en la boca.

JAVIER // ¿Sabe tan mal?

ANDREA // No, la verdad es que no, pero me daba mucho asco.

JAVIER // Bien cariño, aún tienes más leche, recógela toda y la próxima vez deja que se corra en tu boca. ¿Entendido?

ANDREA // Si amor, lo que tu digas.

A través de la webcam pude ver como mi tía pasaba sus dedos por la cara, limpiaba todo el semen que aún resbalaba por sus mejillas y se lo metía en la boca chupando sus dedos y sonriendo a la cámara.

JAVIER // Muy bien amor, mañana tendremos otra sesión. ¿Te ha gustado la de hoy?

ANDREA // Mucho cariño, llevaba tanto tiempo sin tener sexo con un hombre que me ha faltado poco para follarme a mi sobrino, pero eso no estaría bien.

JAVIER // No digas tonterías, no es tan grave. Además, tu no dices lo que está bien o mal, yo seré quien diga lo que debes hacer y tu debes limitarte solo a cumplirlo. ¿Vale?

ANDREA // Como quieras mi amor, sabes que haré lo que me pidas.

Cerré el chat y me acosté en la cama, inmediatamente tuve que hacerme una paja pensado en lo que acababa de suceder con mi tía, si sabía explotarlo, esto podría ser la oportunidad de mi vida.

1 comentario - Manipulando a mi tia 1: La llegada