Mi tío me cogio por primera vez (final)

Luego de ese día en donde no pude pensar en nada más que en lo que paso en la noche en el río, los días pasaron de forma lenta, cada vez que mi tío veía una oportunidad conmigo a solas, me tocaba de forma sutil pero clara para lo que buscaba, ponía sus manos sobre mi cintura, a veces me agarraba los muslos, me pasaba a llevar o una teta, o en algunos casos más extremos me pasaba ese gordo bulto por el cuerpo, recuerdo incluso dos ocasiones en donde yo estaba agachada haciendo no recuerdo que, y de repente el me paso todo el bulto por la cara tocándome los labios y la nariz, y en la otra estaba inclinada viendo algo y de forma descarada (para su suerte mis papás no estaban cerca) paso su paquete por mi entrepierna, desde la endidura de mi vagina hasta la parte superior de mi colá. Yo nunca entendí por que nunca le dije a mis papás que el hacía esas cosas conmigo, supongo que era por miedo o por que de alguna forma que no me gustaba pensar, me encantaba que el hiciera esas cosas tan atrevidas conmigo, algo que ninguno de mis compañeros, amigos o incluso el chico que me gustaba hacian por miedo o por vergüenza, ellos se creían tan rudos y "malos" con todos, pero conmigo no se atrevía a tocarme ningún pelo, incluso un roce con mis tetas o culo, algo que me desepcionaba por que al final siempre quise tener algo cercano a la experiencia sexual aunque fuesen solo roces o masajes, pero eran tan cobardes que cuando les hablaba nisiquiera me miraba, incluso cuando ya la mayoría teníamos 18 e incluso los que tenían 20 eran unos miedosos, en fin.
Una noche en la que estábamos todos a la mesa comiendo la merienda, estaba junto a mi tío sentados, yo estaba muy callada mientras que el hablaba con mis padres con normalidad como si lo que hizo conmigo hace unos días atrás fuese algo normal para el, en eso, mi mamá me miró muy callada y me trato de conversar algo.

- ¿Pasa algo Mirabel?.
- No no, no pasa nada, solo... Pienso.
- ¿Y en que piensas?.

Cuando me pregunto eso, me quede callada y bastante nerviosa, miraba a todos lados buscando una excusa para no decir lo que había pasado, quería decirlo, no quería, no sabía que hacer hasta que mi tío salió en mi defensa.

- ¡Cierto!, lo que sucede María (nombre para proteger su identidad) es que estuve hablando con Mirabel sobre algunos asuntos personales de ella, tu sabes, "chicos y esas cosas".
- Aaaay mija, ¿tienes dudas sobre lo que sientes con los muchachos?.
- S-si... ¡Si!, mi tío... Me ayudo a saber que chicos son los mejores para mi.

En la charla algunas risas salieron entre todos ellos mientras yo me quede callada con una sonrisa a medias, ¿por que le seguí el juego?, tal vez era mi uníca forma de salir de ese aprieto tan grande, me sentia agradecida qué mi tío me hubiera rescatado en ese momento ya que casi me orinaba encima, pero aun no entiendo por que nos le dije que el estaba abusando de mi, digo, no de forma directa, pero si lo hacía de forma constante y yo no podía hacer nada, como si mis manos y mi boca estuvieran atadas sin posibilidades de escaparme de su juego.
Luego de comer, terminamos y lavamos los trastes para hacer lo que nos quedaba, limpiabamos algunas cosas que mi tío nunca había tocado hasta que llegamos nosotros, lo ayudamos a ordenar lo posible y cuando terminamos jugamos los típicos juegos de mesa como el Uno, Ludo, Poker y demás, eso duró bastante rato ya que la mayoría de esos juegos eran tan divertidos que los repetiamos hasta 3 o 5 veces cada uno, esa noche la pase bastante bien olvidandome por unos instantes de mi tío, pero luego de terminar volví a pensar en eso hasta que solo fui a darme una ducha, suelo bañarme a las 11 u 12 para dormir muy descansada luego, y mis papás siempre se dormían a esa hora ya que tenían la costumbre de levantarme muy temprano para hacer sus cosas, yo mientras y como dije, me daba un baño bajo la tibia agua de la ducha.
Mi tío me cogio por primera vez (final)


Cuando termine de bañarme, recuerdo que había llevado una toalla algo pequeña que me llegaba desde la cintura hasta la mitad de los muslos, prácticamente la toalla me vendió ante la situación sobretodo por que tenía que salir del baño hasta mi habitación para cambiarme, y claro, teniendo en cuenta que mi tío rondaba por hay como un león asechando a su presa, pues ese momento era como una película de terror, tensión bastante pura. Pero, aún así, me evalentone para tapar mis senos y salir del baño lo más rápido posible, estaba prácticamente corriendo hacia la habitación atravesando la sala, por suerte mi tío no estaba en ese lugar y gracias a eso pude llegar bastante rápido para cerrar la puerta detrás de mi, pude dar un suspiro muy calmada, aunque célebre muchísimo antes de la verdadera victoria, ya que cuando mire al frente mio, pude ver a mi tío sentado en mi cama vistiendo un bóxer remarcando el enorme bulto del cual ya había hecho mención antes, el sonreía mientras miraba mi cuerpo desnudo al completo, frente a él quien me recorría todo el cuerpo saboreandose en su mente todas las cosas que me podría hacer en esa habitación.

- Hola mija.

Me saludo meneando su mano de lado a lado, levantando su enorme cuerpo frente al mio para acercarse contra mi en pasos decididos y que nada podría cambiar, en cambio, yo me arrincone contra la puerta sin poder hacer nada más que mirarlo, sintiendo como mi corazón se agitó con una violencia inigualable a la par que suspiraba con rapidez, me volvía a encontrar en esa situación anterior de tanta presión psicológica, aunque fue más la presión sexual y varonil que ese hombre mostraba frente a mi hasta que me arrincono de una forma definitiva, uniendo como esa noche en el río cuando me declaró que me deseaba de forma indirecta, aunque ahora, en la privacidad de esa silenciona habitación me iba a dejar sin habla alguna.

- ¿Que pasa linda, no saludas a tu tío favorito?
- Ho-Hola tío...

Salude tímida, sin saber que más decir por el nudo que se formó en mi garganta, sintiéndome tan indefensa ante el, quien incluso para no demorar más la situación, coloco una de sus manos sobre el pestillo de la puerta para moverlo y confirmar que dejo la habitación segura para ambos, ya no había algo que hacer en esa situación más que esperar a que el momento llegara, algo que en mucho tiempo no demoro ya que mi tío con la mano que tenía disponible bajo su bóxer oscuro por completo hasta dejarlo caer sobre sus pies y lanzarlo sobre la cama usando una de sus piernas, finalmente pude ver aquel enorme miembro varonil del cual la noche pasada presumía al cubierto, ahora en gruesa carne y una presencia qué no era fácil de ignorar, veía como palpitaba con fuerza, grueso, carnoso, se veía bastante jugoso por los líquidos que su cabeza dejaba caer por su falo y terminaban en sus gordos testículos qué goteaban su pre-semen manchando el suelo. Y esa, fue la primera y unica vez, que pude ver el verdadero pene de un hombre, un hombre de verdad, no recuerdo mucho, pero creo que tenía unos 22cm de una buena verga tostada.
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Cuando mire su enorme pene, el me miró a los ojos evocando ahora una sonrisa de mayor tamaño mostrando de cierta forma su deseo contra mi, pero, alejándose de con pasos lentos de mi cuerpo sostuvo una de mis manos para llevarme con el y con una fuerza increíble, me abrazo de mis piernas para colocarme sobre la cama sentándome junto a él, obligandome de una forma gentil a llevar mi mano contra su pene para tocarlo sin necesidad de sentirme obligada, y yo, como sentía que mi vientre, en ese momento me estaba indicando algo que nunca antes sentí, comencé a masturbar su jugoso pene qué manchaba mi mano con su cálido pre-semen, lo masajeaba desde la base hacia su cabeza aunque de una manera torpe por mi poca experiencia, más el estaba disfrutando como nunca antes por como demostraban sus suspiros placenteros por mi toque pero tono toque, esto acompañado claro de que el comenzaba a acariciar mi cuerpo, principalmente mis senos con los cuales jugaba, jalando los, presionando mis pezones y masajeandolos por todo su entorno mientras con su mano contraria estaba explorando mi entrepierna qué de forma instintiva comencé a separar mis piernas para que el tocará lo que quiere, sus dedos eran algo ásperos pero fuertes y muy hábiles, pasando desde un extremo a otro de mi vagina, abriendo lo de forma suave y jugando con mi clitoris, momento en el que mi cuerpo inició sus reacciones al otorgar gemidos pequeños pero tiernos con movimientos de mis piernas por su buena habilidad, claro que eso interrumpia la masturbación que le estaba dando ya que me retorcía un poco de placer y eso era algo que no podía evitar aunque lo quisiera. El seguía sonriente ante el escenario qué estábamos viviendo, mojando sus dedos por mi vagina que de forma descontrolada comenzaba a humedecerse con mucha rapidez pues aún seguía siendo virgen y mi cuerpo nunca experimento ese tipo de cosas junto a un hombre o por lo menos algo parecido. Así fue por minutos hasta que nuevamente sentí que separó su cuerpo del mio, solo que ahora como antes, me agarro con sus manos ahora sosteniendo mis glúteos y me coloco en una posición nueva para mi en ese momento, ya que se coloco de pie en la orilla de la cama y me arrastró por las sábanas para posicionarme con mayor facilidad, abrazo mis muslos con sus fuertes brazos sin dejarme escape alguno, llevando su jugosa verga contra mi vagina de manera que ahora con su posición superior ante mi manipulable situación, inició leves masajes sobre los labios de mi virginidad recorriendo toda esa zona con lentitud, yo solo me podía sostener de mis sábanas a la par de cerrar mis ojos gimiendo con delicadeza y algo bajo para que mis papás no me hubiesen escuchado en el momento. Actualmente sigo confundida por que en ese momento me estaba gustando qué mi tío, mi tío de sangre, me diera placer de esa forma y yo sin negarme al instinto sexual entre ambos, pienso que por los instintos sexuales más primitivos del hombre y la mujer nos comenzamos a desear entre ambos sobretodo por esa esencia de "reproducción" para dejar una descendencia en este mundo, por suerte no fue el caso entre nosotros.
Sin retrasar más el relato, puedo seguir diciendo que estuvo acariciando mi chorreante vagina por minutos, minutos que se volvían eternos por el placer que nuestros cuerpos estaban intercambiando como animales en su época de celo, desesperados por tener un sexo intenso para acabar uno sobre el otro como si de una pareja se tratase, y así fue, alejando su enorme pene de mi pequeña vagina para separar ahora con sus dedos índice y pulgar, presionar levemente los labios de mi vagina entre si mientras apuntaba ya la cabeza de su sexo contra el mio.

- Ya voy a entrar querida, estas lista, ¿no?
Yo respondí tímida, no con palabras, si no moviendo mi cabeza en un "si" junto a los notables suspiros de éxtasis qué fueron esos minutos.

Ahora, cuando estaba preparándose, me dio unos cuantos masajes más por la fuera de mi sexo hasta que por fin inició, se acerco más a mi zona comenzando con lentitud y presión a penetrar en mi virgen sexo mientras yo retorcía mi espalda del doloroso placer junto a rasgar las sábanas debajo de mi, podía sentir como al presionar mi zona con sus dedos hacia que mi interior se volviera más pequeño y eso daba golpes sexuales a mis neuronas, sentía ese dolor correr dentro de mi pero que era opacado por un intenso éxtasis sexual, por suerte en mi primera vez no sangre, y así el podía continuar hasta que su cabeza beso mi vientre siendo finalmente el momento en el cual por mi debilidad me corrí sobre su pene, sobre el pene de mi querido tio quien dio risillas de satisfacción al verme tan sumisa, indefensa, estar entre sus garras y hacerme suya en ese momento. Yo podía sentir como mi cerebro luego de correrme de derretida al compás de balbuceo de palabras poco claras, pero esas palabras en nuevos segundo se comenzaron a convertir en gemidos muy cálidos por como me estaba tratando, sacaba su pene de forma lenta y lo volvía a meter de forma lenta pudiendo disfrutar de mi cuerpo, como yo disfrutaba del trato de aquel pasional hombre que deseaba hacerme suya en todo momento.
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-Mmmmh. . . Que estrecha

Escuche las palabras de mi tío lo cual me indicaba que lo estaba gozando más que nunca y sobretodo que se había dado cuenta de que mi virginidad fue robada por el, aumentando a casa segundo que pasaba el movimiento de sus caderas contra mi vagina la cual por fin había soltado de sus manos para sostener mis piernas con ambos brazos, agachando su cuerpo un poco para entrar mejor en mi besando en cada metida mi útero sin llegar a penetrar en el, de hecho, puedo recordar con exactitud qué el no me la había metido toda, si no que había metido unos 2 o 3 cuartos de su pene lo cual ya de por si decía mucho sobre el, siendo dominante en cada momento hasta que al final se detuvo dejándome respirar por segundos, me sentía muy agitada y sudada, mi cuerpo temblaba con placer por recibir su majestuoso pene qué hacía suyo mi interior, incluyendo que estuvimos teniendo sexo pasional y sin descanso hasta las 4 de la mañana, fue algo glorioso que puedo recordar, pero sigo con el relato.
Cuando detuvo sus embestidas sacó su jugoso pene de mi vagina para volver a cambiar de posición, me había soltado para volver a agarrar mi cuerpo como el de una pequeña muñeca y me recostó sobre su cuerpo estando el debajo y yo encima, su pene volvía a tomar posición para acto repetido volver a penetrar en mi mientras me abrazaba de la cintura y pegaba mi abdomen a su cuerpo, yo solo me podía sostener del marco de la cama mientras el estaba debajo iniciando otra vez el movimiento de sus fornidas caderas contra mi entrepierna volviendo a repetir el acto, sentía mi cuerpo rebotar sobre el suyo y como mis pechos se movían de forma desenfrenada por tal penetracion que me estaba dando esa noche, mi mirada estaba perdida en el muro, veía algo borroso no por que me sintiera mal, si no que mis sentidos estaban nublados gracias a como recibía esas embestidas qué me hacían soltar un cálido jugo vaginal qué dilataban más mi vagina y bañaba su ardiente verga dentro de mi, sin embargo, algo había sucedido ya que en ese momento sentí que se detuvo de forma algo repentina, no salió de mi pero no se estaba moviendo, entonces de golpe comenzó a meter su pene lentamente en mi otra vez recorriendo con facilidad todo mi interior hasta que otra vez beso mi útero como si fuesen dos amantes bajo la luna llena, el me abrazo con notable fuerza de mi abdomen cruzando sus brazos por mis caderas, para impresionarme con pequeñas embestidas que comenzaban a penetrar en mi cervix con lentitud y paciencia hasta que en segundos pudo dar un último empujón entrando finalmente en mi útero, eso me había hecho gritar de dolor y placer pero supe actuar y antes de emitir ruido alguno tape mi boca con ambas manos sintiendo como mis piernas no paraban de temblar de forma incontrolable como si fuese un temblor o un terremoto, pero luego del grito que ahogue entre mis palmas solté mi boca para dejar caer abdomen sobre el de mi tío sosteniendo debilmente del marco de la cama mientras ocultaba mi rostro sobre su hombro izquierdo. Y un dato a mencionar, es que como mencioné antes, mi tío tenía un pene de 22cm de longitud y un buen grosor, y como yo estaba en mi época bastante virgen, mi vagina solo podía soportar unos 17cm de pene ya que ahora pude hacer los estudios requeridos, e imagina, una virgen de 18 años siendo penetrada al completo por un gordo pene de unos 22cm, pues ya es mucho pedir sobretodo por como pasaba todo, pero hay lo dejo para seguir el relato.
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Yo en esos segundos que ante mi percepción de la realidad se hacían eternos, volví a sentir un penetrar suave y algo lento de mi tío para ajustarme a su tamaño con mayor facilidad, tengo memoria de que así fue por unos 2 minutos de una penetracion gentil hasta que nuevamente aumentó el ritmo de sus caderas y me volvía a hacer su mujer en ese momento, podía sentir su gordos testículos golpear la zona media de mis nalgas, eso me permitió en su momento sentir que mi tío estaba reprimido desde hace bastante tiempo y luego de que tuvimos sexo, me comentó que no tenía un sexo tan intenso desde hace 6 meses y 2 semanas, por como lo pueden leer e imaginar, esa noche me relleno como si fuese un pavo de navidad pero con la suerte de que no resulte embarazada más que sentía el útero muy lleno y caliente.
Pero continuando, el me mantuvo sobre su cuerpo por mucho rato dándome jugosa embestidas a la par que reacomodaba mi vagina para solo ser capaz de soportar su gordo pene, haciéndome gemir, gemir y gemir del delicioso placer de sentir su pene que en actos de respuesta comencé a besar su cuello y el los respondía de forma leve, llegando a cruzar nuestros labios en más de una ocasión en las cuales el volvía a dominarme como solo un verdadero hombre sabía hacer, me besaba por todos los lados que el deseaba, me daba unos besos de los más ricos de mi vida e incluso los llegaba a lamer para dejar su aroma en mi boca, recorría mi cuello con pequeñas mordidas qué me daban golpecitos de éxtasis de dioses, lamia mis pechos y chupaba mis duros pezones lo cual me daba risa pero una risa bastante candente, en general, el me hacia de todo en ese momento mientras me follaba como en una luna de miel.

Ya luego de minutos como antes, el otra vez cambió la posición de nuestros cuerpos para ahora, finalmente llevar a la última posición que tenía preparado para mi, colocandome debajo de su cuerpo mientras dejaba mis piernas sobre sus hombros y pasaba sus brazos por debajos de mis muslos agarrando mis nalgas para posicionar me bien, como antes me llevo a la orilla de la cama para colocar una de sus rodillas sobre la cama y la otra pierna estirandola de manera que me dejaba en una posición en donde no podía moverme de ninguna forma más que solo agarrar las sábanas con fuerza y recibir sus besos sin compasión alguna. Y pues, con tal habilidad para dominar mi pequeño cuerpo, comenzó otea vez a embestirme como anteriormente solo que ahora aumentaba la velocidad de sus embestidas con el paso del tiempo hasta literalmente golpear sus gordos testículos contra mis nalgas dejándolas marcadas de tanta potencia sexual que estaba soltando contra mi, mis gemidos aumentaron su fuerza indicando que yo en sus garras estaba siendo más que complacida, me sentía distinta a lo habitual y me encantaba sobretodo por como aquel enorme macho me hacia su hembra en solo una noche mientras me daba tan bien que no deseaba que se detuviera, anhelaba en mi interior qué me penetrara en todas las posiciones que el deseara, que me mordiera y que me violara de tal forma que solo pensara en el, pero por su gentileza y su amor hacia mi, por como me daba de una forma romántica y tan pasional eliminaba esos pensamientos tan sucios y solo me dejaba con el sueño de que me hiciera su hembra para que siempre me pudiera llenar con su caliente semen.
La tensión sexual entre ambos era más que obvia, su pene era abrazado con fuerza por mis paredes vaginales tragandolo cuando me la metía y haciendo fuerzas para que no saliera de mi aumentando el golpe de orgamos qué ambos recibiamos, todo se sentía delicioso y muy caliente hasta el momento en el que sus embestidas se hacían lentas pero muy fuertes como si fuese una máquina, disminuyendo más su velocidad a medida de que pasaba el tiempo hasta que reventaba mi vagina con embestidas lentas pero que las clavaba en mi interior como si fuese una lanza, siendo el momento final en el que el se detuvo dándome una de las penetraciones más fuertes de ese momento hasta enterrar toda su jugosa y gorda verga en mi pequeña y rojiza vagina, comenzando a descargar su ardiente semen en mi interior provocando que gritara ahora del placer tan extremo que sentía por ser rellenada, el bombeaba su semen en mi interior comenzando a llenarme mientras yo los recibía con gusto a la par que incluso yo me corrí de lo excitada qué estaba, también pataleaba un poco por esa sensación tan reconfortante, solo para que luego de unos segundos de ser llenada por mi tío, saco su pene de mi ya flacido y cubierto de su candente esperma mientras nos recostabamos en la cama uno al lado del otro con una respiración agitada, mirando al techo perdidos aunque satisfechos de por fin desahogarnos entre ambos, el de mucho tiempo sin tener sexo con una verdadera mujer, y yo al fin pudiendo tener mi primera vez y lo mejor, con alguien que conocía y que sabía que me iba a cuidar como su propia mujer.

Al final, el me miró mientra sonreía y yo lo mire de la misma forma estando ya algo descansados pero sudados luego de unos 5 minutos de calma.

-¿Quieres... Hacerlo otra vez?

Me pregunto mi tío, y yo si contestar me subí a él abrazándolo del cuello para besarlo en una respuesta más que positiva, siendo correspondida por el de manera que otra vez volvimos a fornicar ahora con algo más de experiencia y habilidad, pero siempre el teniendo un papel dominante mientras yo recibía como toda una buena niña sus deliciosas penetraciones.
Luego de esa noche y de follar como animales, volvimos a la mañana siguiente a comportarnos de la misma forma amigable y familiar, junto a mis padres volvíamos a convivir ahora más que felices, yo cerca de mi tío y el dándome muchos cariños y de distintas formas, aunque claro, sin olvidar nuestra primera vez y repitiendo la de forma seguida en su casa, y para contarles, pues teníamos sexo cada vez que podíamos, cuando mis papás estaban lejos, durmiendo, si salieron o tuvieron que ir a otro lado, aprovechabamos para follar en todos los lugares posibles y con todas la posiciones que el tenía por experiencia, en mi habitación, en la suya, en la sala, en la cocina, la piscina, el establo, el cobertizo, en su ducha siendo hay donde me daba las folladas más ricas, en el río, e incluso de forma muy atrevida pero pocas veces, cuando nosotros dos salíamos siempre buscábamos al menos un lugar privado en público para seguir teniendo sexo, como en un vestidor de una tienda en donde casi nos pillaron por muy poco, en los baños de un supermercado, en un pequeño cine de la zona, en una playa cercana detrás de las rocas o con el tapándose bajo una toalla mientras yo estaba en un hoyito qué hacía en la arena, e incluso en una cabina de fotos de las cuales aun tengo algunas guardadas por hay.
En resumen, al inicio no deseaba pero al final cedí, y vaya que lo goce con el, dursnte ese tiempo en su casa nos hicimos amantes en secretos, e incluso luego de habernos ido seguíamos en contacto muy cercano por Internet, mandandonos mensajes y imágenes de nuestros cuerpos, toda una experiencia que a día de hoy sigo recordando con mucho gusto.

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