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Putita infiel coge mientras suhermano juega a las escondidas

Hace unos años alquilaba un mono ambiente en un barrio muy tranquilo y sencillo, típico barrio pequeño con vecinos que se conocían entre sí, con un solo almacén (kiosco, despensa o como le digan ustedes) una carnicería, una panadería y una gomería. Antes de ir a mi trabajo solía pasar por la panadería para comprarme facturas o bizcochos para comer desayunar allá, tan seguido lo hacía que llego un punto donde la mujer que me atendía tenia listo mi pedido siempre, cosa que yo pase a retirar y pagar nada más ( ya no tenía que esperar o hacer largas filas)…por ese simple gesto me anime a intentar charlar con la mujer, era muy amable y sonriente, poco a poco tomamos confianza y nos hicimos algo así como amigos, yo salía antes de mi casa para ir a la panadería, me quedaba charlando con ella mientras atendía a los y las clientes, era muy divertida y además era muy atenta conmigo, ella era una mujer de 34 años, algo delgada, cabello castaño que iba un poco más debajo de sus hombros, cuando sumaba o leía letras pequeñas se ponía unos lentes con marco color negro…recuerdo que me encantaba su mirada cuando pensaba o calculaba porque solía morder y jugar el lápiz, se lo metía un poquito a su boca y lo sacaba mojadito…también amaba cuando se agachaba a acomodar las canasta del pan del mostrador porque veía como se ponía en cuclillas y su culo se hacía más grande, a veces por la posición se le subía un poquito la remera o la prenda que traía y se le podía ver la raya de su hermoso culo, a veces, traía calza deportiva y se le marcaba sus calzones. Casi siempre estaba maquillada, aunque muy poco, solo los ojos y labios. Una cara muy de putita, sin embargo era mi amiga.
Putita infiel coge mientras suhermano juega a las escondidas


Un dia llegué temprano a la panadería como todos los días y me doy con la sorpresa de que estaba atendiendo un viejo, confundido pregunte por Melisa y me dijo que ese dia no iba a venir, cuando di la vuelta para irme el tipo me detuvo y me dijo “¿Vos te llamas Anton?” dije que si y en ese momento me dio una bolsa de papel con bizcochitos “me dijo mi hija que ya está pagado” agradecí y fui directo al trabajo, a la hora de desayunar abrí la bolsa y entre el medio de los panes, había un papelito “Soy Melisa, tuve un problema con mi novio, estoy bajón…necesito hablar con alguien, pasa por el costado de la panadería tipo doce y media de la noche. Pd: ojala te gusten los bizcochitos, los hice yo”. Y así fue, esa noche fui a la panadería, obviamente estaba cerrada pero en el costado del local había otra puerta con rejas, allí espere un buen rato y cuando ya me estaba por ir sentí un ruido, era Melisa, como era una noche calurosa salió con prendas que parecían ser su pijama (resulta que la panadería estaba al frente de su terreno y atrás del local estaba una pequeña casita donde vivía Melisa y su novio),ella vestía con un shortcito negro pegado a sus largas piernas, estaba descalza y con una musculosa deportiva roja, algo despeinada. “Gracias por venir, estuve todo el dia tirada en la cama” le pregunte que le había pasado y me conto todo, resulta que vio como su novio le daba corazones a culos en instagram poco a poco su voz se empezó a quebrar y me dio pena, comenzó a decir “acaso estoy gorda?” “¿porque ya no caliento a hombres?” “que estoy haciendo mal, me da mucha bronca” yo la abracé y la consolé, le pregunte por su novio y me dijo que lo mandó a dormir a la casa de su mamá pero que mañana seguro regresaría, al escuchar eso sin pensarlo sonreí, sabia que algo esa noche podia pasar porque pensé que estaba sola pero sentía ruido dentro de casa, seguidamente me dijo que trajo a su hermanito para que le haga compañía. “ni modo al menos un beso afuera de su casa será suficiente” pensé mientras la miraba fijamente, seguimos hablando de todo un poco, luego comenzamos a acercarnos hasta que la abrace y miramos el cielo, después de un rato baje la mirada a su escote, si bien era verano el fresco de la noche hacia que se le marcaran sus pezones, eran como botoncitos, ella se dio cuenta y me dijo “no me digas que me estás viendo las tetas” “Disculpa Melisa, es que me encantaron, nunca las habia visto así, siempre llevas un delantal puesto para atender la panaderia” ella sonrió y dijo “o sea que te fijas en mi cuerpo cuando atiendo” “no, no tan así” “dale decime la verdad” en ese momento Melisa agarro mi mano e hizo que se la meta entre las tetas, ahí fui sincero y le conte a ella lo que escribí más arriba, admití que le veía su culo cuando acomodaba el pan, su cara de trola cuando calculaba y mucho más. Ella comenzó a sonreír y ponerse pegada a mi cuerpo, yo la puse delante mío y la abrazaba por detrás… a mi poco a poco se me paraba la pija y como yo estaba con short deportivo ella la sintió al instante, la muy puta comenzó a menear su culo muy lentamente, ambos traíamos ropa deportiva así que sentí como mi pija dura se metía entre las nalgas de ella… la situación se ponía cada vez más caliente, sobre todo cuando le apreté sus tetas y quise bajar a su conchita para meterle los dedos, en ese momento ella me detuvo y me dijo que espere. “Edu, hermanito, ¿ya te acostaste?…son mas de la una de la mañana ya” el pendejito estaba en una y seguía jugando, así que Melisa no tuvo más opción que presentarme a con su hermano… “Edu, el es Anton, es un amigo” salude a su hermanito que fue muy amable la verdad, nos quedamos hablando otro rato más en su pequeño comedor/cocina, como era una casita muy chica solo habia una cama para dos, un baño, y el lugar donde estábamos los tres…yo no daba mas de la calentura, además la muy puta de Melisa mientras hablábamos en doble sentido para que su hermano no entienda, por debajo de la mesa me manoteaba la pija, yo hice lo mio y disimuladamente aproveche lo corto de su pantalón y el largo de mis manos, para meterme a tocar su conchita, ya estaba humeda parecía estar peludita… no pude más y propuse un juego en voz alta… “juguemos a las escondidas, vos Edu tenes que esconderte en cualquier lugar menos en el dormitorio, Meli y yo tenemos que buscarte, si no te encontramos te compramos un huevo kínder cada uno” el pibito se re emociono y lo tomo literal, salimos afuera para que él se esconda y luego de un minuto, volvimos a entrar. Nos percatamos que no estaba en la habitación y empezamos a garchar, la bese de pies a cabeza, le chupe la concha como un desesperado, una conchita hermosa que estaba super humeda, incluso cuando le metia los dedos sonaba como perro tomando agua, ella mordió la almohada para no gemir, también agarro mi cabeza con fuerza, clavándome las uñas entre mi peinado.

puta

Cada cierto tiempo, decíamos palabras para que el pibito no sospeche “che donde estará este pibe” “fíjate ahí otra vez” “nada no está…”sin dar mas vueltas y con el tiempo medido, hicimos el 69, ella comenzó a chuparme la pija y yo meti mi cara entre sus nalgas, que culo tan hermoso, la muy puta de Melisa mientras yo hacia eso me succionaba la pija a toda velocidad, llenandola de saliva, al mismo tiempo, meneaba su culo lentamente (me lo frotaba en el cara literalmente)
casero

sin dudas ese meneo pedia pija, así que con el menor ruido posible le apreté el culo y la puse en cuatro “ay donde estará mi hermanito…que bien que juega” le susurre al oído que finja que se golpeo con algo y así lo hizo “a ver si esta acá…ay ay ay ” en ese momento comencé a cogerla, le metí muy duro y ella comenzó a gemir como putita “ay me duele, ay…aaah, siii, haceme masajes así…aaa” además de puta buena actriz, seguidamente dije en voz alta “a ver mostrarme” ella lo entendio perfectamente y ya no estaba en cuatro, solo se mantenía apoyada con su cabeza de costado en la almohada, mirandome y sus dos piernas suaves, sus manos las utilizo en ese momento para agarrar su nalgas y abrir mas su culo “Como lo ves Anton?” eso me calentó demasiado solo llegue a decir “se ve espectacular”,
caliente

después de unos minutos y con gritos/gemidos de Melisa, quise acabar…volvi a hablar en voz alta “A ver meli, toma este remedio que te va hacer bien”, la di vuelta y ella lo entendio rápido, se puso en cuatro con la cara directo en mi pija, saco la lengua y me miraba con sus dos ojos, se acerco mas dándole pequeñas chupadas a la cabeza de mi pija, incluso como buena putita comenzó a lamerla como si fuese un helado… ahí acabé y le llene la boca de mi semen, no nos contuvimos y soltamos ruidos de placer ambos, el hecho de hacerlo a escondidas fue demasiado rico. Nos vestimos rápido y tendimos la cama, “Me rindo” “yo también…Eduu Sali de tu escondite, ganaste!!” el pibito salio de debajo de la mesada de la cocina (ahí donde guardan las ollas), cuando fuimos a la cocina todas las ollas estaban en la cocina y algunas dentro del horno (el pibe habia sacado todas las ollas y se metio ahí abajo, lugar que por suerte tenia puerta de madera), el pibe se puso contento y brincaba como todo chico de su edad, yo me despedí de él y me pregunto que cuando volveria, porque “el otro amigo de mi hermana no me hace jugar, ni me compra nada” yo sonreí y dije “tal vez nos veamos más seguido, dependerá de Melisa” ella sonrio y se rio un poco, me acompaño a la puerta, me abrazo y me dijo que era un buen hombre porque su hermanito no se lleva con nadie, nos despedimos con un beso.

Historia real, como todas las que subo, si quieren ver cosas falsas prendan la tele. Si te gustó, comparte, comenta, puntua. Recuerda que las fotos de los relatos solo son de referencia para cuidar la identidad de la chica. Subo contenido y relatos activamente. Saludos

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