Hola gente, estoy volviendo a escribir relatos. Hace mucho que no publicaba, se me había roto la compu y andaba con otras cosas. La verdad es que me gustaría monetizar aunque sea difícil hacerlo. Tengo un instagram donde voy a volver a publicar algunas cositas: @vinlansaga_relatos
Sexo
Mis deseos secristalizaron. Buscaba una mujer diferente, buscaba tener sexo y nada más. Nadaque me complete ni complete a nadie, sólo sexo. Buen sexo. Me explico: Creo quetodos tenemos un perfil de persona a la que conquistamos más seguido, no sólopor lo que buscamos, si no por lo que nos sienta más cómodo. Ya descubrimos lamaña.
En mi caso, las mujeres inseguras son midebilidad. Siempre hay un rol que asumimos inconscientemente, en donde yo pujo,ella cede de a poco, me enseña todos sus complejos, que son muchos; y al finalterminamos venciendo tabúes o complejos.
Ella me dice que está gorda, yo le digo que sime excita es porque me gusta. Ella apaga lay luz, yo la animo a prenderla. Ellame cuenta que estuvo con un ex tóxico, yo le enseño que no voy a mentirle nihacerle escenas. Yo le subo el ánimo, ella me lo agradece haciendo cosas que nose animaba.
Es una experiencia gratificante, pero quesinceramente me agotó. Quería dejar de estar en ese estado, siento que para miedad estoy para otra cosa. Quería coger como si no hubiera un mañana sin decir nada, sin tener que dar discursos morales y cuando yo diga "Qué rico culo" sólo diga gracias y me lo entregue en bandeja.
Después de separarme de mi ex, estuve un tiempo ensoledad absoluta, esperando procesar el duelo completamente. Me puse en campaña(Si en campaña significa no hacer nada para buscar un romance) y el día delamigo se me dio.
Es de esas veces que tenés suerte sin esperarnada. Mi amiga trajo a su amiga Camila a un restaurante. Yo llevé a mi hermano.La conocía de antes. Comenzó a tirarme onda, con sutiles gestos, como pelearmeo hacerme chistes. Después me dijo que estaba soltera. Entendí todo.
Al otro día me contactó, así que no tardé enjuntarme con ella. Quise presumir con todo lo que tenía, así que lavé elmodesto auto y me gasté gran parte del aguinaldo que tenía ahorrado en unacabaña cercana. Accedió sin problema.
-¿Te acordás de aquella fiesta?
-Más o menos. Estaba un poco borracha.
-Yo peor. Menos mal que no te acordás.
-¿Por qué? ¿Qué hiciste?
-Hiciste un chiste con tocar el orto y te dijeque te iba a tocar, y que te iba a tocar, y que te iba a tocar...
-¿Y qué pasó?
-La verdad… Nada. No me animé. Estabas denovia.
-Hiciste bien. Me hubiera gustado, pero… Mejorno hacer bardo. Capaz que me hubiera dejado.
-Bueno, pero eso fue otra época. Podemosreiniciar. Mirá tenés una pestaña metida en el ojo. Cerrá los ojos.
-¿Con esa vas a venir?
-Dale cerrá los ojos y poné la boca así, quete voy a besar.
-Bueno, dale.
Le toqué el culo con una buena agarrada, ellase sorprendió abriendo los ojos.
-Sos un navo.
-Y bueno, tenía que hacerlo, han pasado añosque lo quería hacer. Ese culito es demasiado tentador.
-Bueno, ahora besame.
Se hizo de noche. Camila lucía una calza negray una campera de cuero que le apretaba sus tetas. Estaba fresco afuera. Elpunto es que le dije algo entre cervezas y besos mojados y ella me respondiócon una frase que me encendió por completo:
-A mi me gusta hacerlo en cuatro en el segundoround.
-Qué rico, segundo round. Mira… Soymultiorgásmica.
Inconscientemente se me abrieron los ojos y seme erizó la piel pensando en todo lo que podía hacer con una persona con esascondiciones. Mientras que yo suelo ser un hombre que no baja su erección,llegando a tener orgasmos secos. Tranquilo… Espera a que llegue el turno.
Estando sobre las tablas de la piscina, labesé, aferrándola con las piernas. Cabalgó sobre mí, produciendo que memordiera los labios instintivamente. Nos desacomodamos la ropa apasionadamente,y creo que ambos nos dijimos con nuestras acciones que podríamos haber tenidosexo ahí al aire libre. Pero comenzó a correr un viento cambiado, y era unaimprudencia quedar ahí afuera.
Ahora bien, la escena de sexo que voy adescribir ahora puede que no esté en el orden correcto. Siento que un relatotan digno de una porno no es tan creíble, se pierde la veracidad. Más teniendoen cuenta que los que más presumen a veces son los más malos teniendo un coitoo complaciendo al otro.
Es difícil contar la realidad sin que parezcaque estoy presumiendo. Mi pito es bastante grueso. Puedo tenerla dura duranteun rato largo, con más de un orgasmo. Ahí es cuando alguien recalca que eso noes todo, pero son cosas ya sé. Sé complacer a una mujer, no sé si seré elmejor, pero sé que puedo hacer llegar al orgasmo a más de una y más de una vez.Muchas veces he pensado si debería ser actor porno o algo por el estilo.
Ella aclaró que tenía una manía con lapenetración, al parecer se calentaba más rápido que yo. Así que lo tuve encuenta, pero de todos modos necesitaba un poco de lubricación, mojarme losdedos y sentir su vagina húmeda. En segundos ya estaba todo caliente. Tomó mimano y me gritó “¡Metémela!”
Hacía mucho que no resolvía tan rápido. Con suestatura baja, culo duro y pechos armaditos, era excitante sólo con verla. Latomé de las piernas y comencé a penetrar estando arriba, ella sola las dobló deuna manera que nunca había visto. Tenía los pies prácticamente en su cabeza. Sabíalo que quería y cómo lo quería. Sentía que estaba por venirse y comenzó aincitarme para que acabara. Entre gemidos e "Hijo de puta" hubo un silencio. Su vaginase contrajo. Yo seguía con la verga durísima.
Se puso en cuatro y me cumplió el sueño. Con la cola para como nadie, me facilitó el trabajo de meterla. Nuncahabía llegado a esa instancia tan rápido como esa vez. Siempre había preparación, estímulo. No. Esta vez era sexo puro y duro. Embestidas violentas, nalgadas, ahorcadas salvajes y tirones de pelo que podían ser hasta peligrosas. Había tanta lubricación que la verga pasaba como si nada. En cada postura pasaba lo mismo: Ella se contraía, gemía, disfrutaba y se le notaba completamente mojada. Llegué a sospechar que tuvo varios orgasmos, pero yo estaba tan abstraído que no llegaba a notar cuál era.
Sexo
Mis deseos secristalizaron. Buscaba una mujer diferente, buscaba tener sexo y nada más. Nadaque me complete ni complete a nadie, sólo sexo. Buen sexo. Me explico: Creo quetodos tenemos un perfil de persona a la que conquistamos más seguido, no sólopor lo que buscamos, si no por lo que nos sienta más cómodo. Ya descubrimos lamaña.
En mi caso, las mujeres inseguras son midebilidad. Siempre hay un rol que asumimos inconscientemente, en donde yo pujo,ella cede de a poco, me enseña todos sus complejos, que son muchos; y al finalterminamos venciendo tabúes o complejos.
Ella me dice que está gorda, yo le digo que sime excita es porque me gusta. Ella apaga lay luz, yo la animo a prenderla. Ellame cuenta que estuvo con un ex tóxico, yo le enseño que no voy a mentirle nihacerle escenas. Yo le subo el ánimo, ella me lo agradece haciendo cosas que nose animaba.
Es una experiencia gratificante, pero quesinceramente me agotó. Quería dejar de estar en ese estado, siento que para miedad estoy para otra cosa. Quería coger como si no hubiera un mañana sin decir nada, sin tener que dar discursos morales y cuando yo diga "Qué rico culo" sólo diga gracias y me lo entregue en bandeja.
Después de separarme de mi ex, estuve un tiempo ensoledad absoluta, esperando procesar el duelo completamente. Me puse en campaña(Si en campaña significa no hacer nada para buscar un romance) y el día delamigo se me dio.
Es de esas veces que tenés suerte sin esperarnada. Mi amiga trajo a su amiga Camila a un restaurante. Yo llevé a mi hermano.La conocía de antes. Comenzó a tirarme onda, con sutiles gestos, como pelearmeo hacerme chistes. Después me dijo que estaba soltera. Entendí todo.
Al otro día me contactó, así que no tardé enjuntarme con ella. Quise presumir con todo lo que tenía, así que lavé elmodesto auto y me gasté gran parte del aguinaldo que tenía ahorrado en unacabaña cercana. Accedió sin problema.
-¿Te acordás de aquella fiesta?
-Más o menos. Estaba un poco borracha.
-Yo peor. Menos mal que no te acordás.
-¿Por qué? ¿Qué hiciste?
-Hiciste un chiste con tocar el orto y te dijeque te iba a tocar, y que te iba a tocar, y que te iba a tocar...
-¿Y qué pasó?
-La verdad… Nada. No me animé. Estabas denovia.
-Hiciste bien. Me hubiera gustado, pero… Mejorno hacer bardo. Capaz que me hubiera dejado.
-Bueno, pero eso fue otra época. Podemosreiniciar. Mirá tenés una pestaña metida en el ojo. Cerrá los ojos.
-¿Con esa vas a venir?
-Dale cerrá los ojos y poné la boca así, quete voy a besar.
-Bueno, dale.
Le toqué el culo con una buena agarrada, ellase sorprendió abriendo los ojos.
-Sos un navo.
-Y bueno, tenía que hacerlo, han pasado añosque lo quería hacer. Ese culito es demasiado tentador.
-Bueno, ahora besame.
Se hizo de noche. Camila lucía una calza negray una campera de cuero que le apretaba sus tetas. Estaba fresco afuera. Elpunto es que le dije algo entre cervezas y besos mojados y ella me respondiócon una frase que me encendió por completo:
-A mi me gusta hacerlo en cuatro en el segundoround.
-Qué rico, segundo round. Mira… Soymultiorgásmica.
Inconscientemente se me abrieron los ojos y seme erizó la piel pensando en todo lo que podía hacer con una persona con esascondiciones. Mientras que yo suelo ser un hombre que no baja su erección,llegando a tener orgasmos secos. Tranquilo… Espera a que llegue el turno.
Estando sobre las tablas de la piscina, labesé, aferrándola con las piernas. Cabalgó sobre mí, produciendo que memordiera los labios instintivamente. Nos desacomodamos la ropa apasionadamente,y creo que ambos nos dijimos con nuestras acciones que podríamos haber tenidosexo ahí al aire libre. Pero comenzó a correr un viento cambiado, y era unaimprudencia quedar ahí afuera.
Ahora bien, la escena de sexo que voy adescribir ahora puede que no esté en el orden correcto. Siento que un relatotan digno de una porno no es tan creíble, se pierde la veracidad. Más teniendoen cuenta que los que más presumen a veces son los más malos teniendo un coitoo complaciendo al otro.
Es difícil contar la realidad sin que parezcaque estoy presumiendo. Mi pito es bastante grueso. Puedo tenerla dura duranteun rato largo, con más de un orgasmo. Ahí es cuando alguien recalca que eso noes todo, pero son cosas ya sé. Sé complacer a una mujer, no sé si seré elmejor, pero sé que puedo hacer llegar al orgasmo a más de una y más de una vez.Muchas veces he pensado si debería ser actor porno o algo por el estilo.
Ella aclaró que tenía una manía con lapenetración, al parecer se calentaba más rápido que yo. Así que lo tuve encuenta, pero de todos modos necesitaba un poco de lubricación, mojarme losdedos y sentir su vagina húmeda. En segundos ya estaba todo caliente. Tomó mimano y me gritó “¡Metémela!”
Hacía mucho que no resolvía tan rápido. Con suestatura baja, culo duro y pechos armaditos, era excitante sólo con verla. Latomé de las piernas y comencé a penetrar estando arriba, ella sola las dobló deuna manera que nunca había visto. Tenía los pies prácticamente en su cabeza. Sabíalo que quería y cómo lo quería. Sentía que estaba por venirse y comenzó aincitarme para que acabara. Entre gemidos e "Hijo de puta" hubo un silencio. Su vaginase contrajo. Yo seguía con la verga durísima.
Se puso en cuatro y me cumplió el sueño. Con la cola para como nadie, me facilitó el trabajo de meterla. Nuncahabía llegado a esa instancia tan rápido como esa vez. Siempre había preparación, estímulo. No. Esta vez era sexo puro y duro. Embestidas violentas, nalgadas, ahorcadas salvajes y tirones de pelo que podían ser hasta peligrosas. Había tanta lubricación que la verga pasaba como si nada. En cada postura pasaba lo mismo: Ella se contraía, gemía, disfrutaba y se le notaba completamente mojada. Llegué a sospechar que tuvo varios orgasmos, pero yo estaba tan abstraído que no llegaba a notar cuál era.
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