¡Hola a todos y todas! Mi nombre es Melanie, tengo 21 años, estudio marketing, siempre me apasionó escribir, pero nunca estuve segura de si tenía madera para ser escritora, la razón para iniciar en este mundo de los relatos eróticos se dio gracias a una charla que tuve con una de mis mejores amigas, hablando acerca de nuestras aventuras sexuales me di cuenta de que cada persona tiene muchísimo por contar relacionado al sexo, así que este será el medio por el cual contaré acerca de mis experiencias, las de mis amigas o amigos y cualquier persona que se anime a contarme sus vivencias sexuales.
Al ser mi primer relato iniciaré contando uno mío, no sé por donde empezar, me considero una mujer con una vida sexual muy activa, inicié desde muy joven, a mis 16 años y en este tiempo cumplí fantasías, viví experiencias y por sobre todo me divertí haciéndolo, mientras decido con qué historia iniciar permítanme describirme, mido 1,65 soy delgada de cuerpo, soy blanca de piel, tengo el cabello largo y lacio de color castaño oscuro, mis ojos son de color avellana, tengo unos labios gruesos y carnosos de un tono rojo, voy al gym 3 veces por semana y juego al tenis, soy muy buena, estoy en el equipo de mi universidad, respecto a mis tetas no me quejo la verdad, son firmes y de un tamaño considerable, pero tampoco muy grandes, mi trasero es redondo como un corazón y firme por el ejercicio y mi rutina diaria, además me gusta ir a fiestas y salir a pasear por la ciudad, también me gusta viajar y dormir.
El siguiente relato ocurrió hace un año atrás, era cerca a iniciar otro semestre de universidad, fue por enero, en una de esas fiestas donde asistía mucha gente pues era de las últimas antes de volver a encerrarnos por las tareas y los exámenes, aparte que la vida nocturna en mi ciudad tiene su auge de noviembre a febrero de cada año, por lo que ya eran los últimos findes de diversión. Habíamos acordado salir con unas amigas, quedamos en ubicarnos en la puerta a cierta hora para poder entrar juntas y no perdernos en medio de tanta gente. La fiesta era de un chico muy popular en la universidad, el cual tenía una casa muy grande y preciosa, habíamos entablado una amistad pese a ser de carreras diferentes, él también es jugador de tenis por lo que nos llevábamos muy bien.
Previo a asistir a la fiesta me bañé y me vestí para asistir a la reunión, soy de vestir sexy para mostrar mis atributos, mi mamá siempre dice que si tenemos cualidades (tetas y culo) debemos lucirlas ante el público, así que esa noche decidí por una faldita de color negro, una de pliegues que me llegaba a la mitad de la pierna entre la cadera y la rodilla, pero que se elevaba por la parte de atrás por mi firme trasero, lo que ocasionaba que con el baile se levante un poco más de la cuenta, por dentro una tanguita negra que por la parte de atrás era comida por mis nalgas y se perdía entre ellas, para la parte de arriba una blusa de color rojo escotada, sin brasier ya que es una época de mucho calor en el país donde vivo, el escote marcaba muy bien mis bubis y dejaba un tanto a la imaginación.
Ya en la fiesta después de encontrarme con mis amigas, compartimos unas cuantas bebidas antes de ponernos a bailar, había mucha gente entre conocidos y desconocidos… nosotras armamos un círculo para empezar con el bailongo, después de estar un buen rato así no faltaron los chicos que se nos insinuaban para bailar con nosotras, puesto que todas teníamos el objetivo de coger esa noche no desperdiciamos la oportunidad y aparecimos con pareja de un momento al otro, decidimos agruparnos con unos chicos que venían juntos igual que nosotras, a mí me tocó un hombre llamado Mijail, un par de años mayor que yo, estatura promedio 1,70 aproximadamente, de complexión atlética, trigueño de piel y con ojos claros, guapo y de buen porte a simple vista. Se movía muy bien y daba gusto bailar con él, cuando el DJ empezó a poner reggaetón y el perreo se hizo presente en la pista de baile Mijail no mostró ningún tipo de timidez para agarrarme de las caderas y empezar los movimientos lentos contra mi cuerpo, cada canción que pasaba se ponía más densa que la anterior, lo que incitaba a frotarse más con Mijail, yo con el efecto del alcohol le di la espalda a mi hombre para que pueda perrearle a gusto, sentía como mi culo se frotaba en su pantalón el cual se estiraba cada vez más porque su verga crecía con cada movimiento que le daba, yo al estar con falda sentía como su paquete se acomodaba justo en medio de mis nalgas lo cual ya me estaba produciendo una excitación indescriptible, sin poder aguantar las ganas me di la vuelta y le di un beso a Mijail metiéndole la lengua hasta la garganta, el respondió de igual forma y nos comimos la boca durante un buen rato mientras sus manos subían y bajaban por mi cuerpo con movimientos suaves, a veces llegando a levantar mi falda para tocar mi culito.
Ambos no aguantábamos tanta calentura y estaba esperando que Mijail me invite a irnos a otro lado, ni corto ni perezoso escuché decirme suave y con firmeza a mi oído:
- Te parece si vamos a tomar algo?
Yo accedí moviendo la cabeza, me agarró de la mano y fuimos a buscar unas bebidas, después de agarrar un par de vasos me llevó como un desesperado al segundo piso, en busca de una habitación vacía para poder tener sexo a gusto, al no encontrarla optó por meternos al baño y asegurar la puerta para que nadie pueda entrar. Ya dentro empezó a comerme la boca como loco, sentía como su lengua jugaba con la mía mientras sus manos buscaban de donde manosearme sin piedad, levantó mi falda y tocaba mis nalgas, las abría y yo sentía como la tanguita se metía cada vez más en mi rajita y mi culito, yo buscaba con mis manos poder abrirle su pantalón para que deje al descubierto ese paquete que se cargaba, después de un par de intentos por fin pude dar con el cierre y al bajarlo fui directamente a quitarle la ropa interior para dejar al descubierto su verga, no era muy grande, unos 13 o 15 cm quizás, pero sí bastante gruesa, me puse de rodillas y comencé a mamar ese pedazo, era un poco complicado tenerlo todo en la boca porque el grosor evitaba que pueda entrar y salir aire con facilidad, por lo que me demoraba tomando unos descansos para respirar con naturalidad, Mijail en cambio lo estaba disfrutando, me agarraba de la nuca y empujaba como si estuviera cogiéndome la boca, yo no podía con el grosor y un hilo de saliva se escurría por ambos lados mojando la blusa que llevaba puesta, después de un rato hice que pare para poder sacarme dicha prenda y no preocuparme por lo babosa que iba a estar, continué con la mamada y la saliva que ahora escurría mojaba completamente mis tetas, haciéndome sentir una verdadera puta al apreciar tal escena. No aguantaba más, tenía la vagina a punto de explotar, mientras mamaba esa verga me tocaba sobre mi tanguita para lubricarme más y sentir ese pene dentro de mi, la mamada fue interrumpida por un:
- Date vuelta
Yo obedecí, me levanté y me puse en 4 apoyando mis manos contra la pared, Mijail me levantó la falda e hizo a un lado mi tanguita, empezó a juguetear en la entrada de mi panocha, acomodando su cabeza entre mis labios, subiéndola y bajándola lentamente, hasta que se detuvo en la entrada y sin darme chance la encajó completa en mi interior, quedé sin aire por tal embestida, no pensaba sentirme tan llena, a pesar del tamaño (pequeño para mi gusto) era muy bien compensando por el grosor, yo soltaba gemidos que se fueron convirtiendo en gritos a medida que aumentaba la intensidad de las embestidas, supongo que estaba gritando muy fuerte que Mijail paró, lo sacó, me bajo la tanga hasta tenerla en sus manos y me dijo:
- No vaya a ser que nos oigan
Acto seguido metió toda la tanga en mi boca y sentir el sabor de mis propios fluidos me puso más cachonda y puta de lo que debía. Me quité de su verga y lo hice sentar sobre el inodoro, me puse sobre él y lentamente fui introduciéndome su pito en mi conchita, con mis bragas aún en mi boca me puse a cabalgarlo, sin medir la fuerza de mis movimientos Mijail me besaba las tetas y pellizcaba mis pezones con fuerza, volviéndome loca del placer, mientras escuchaba como la humedad de mi vagina generaba un sonido con el entrar y salir de su verga, estuve un par de minutos así hasta acabar delicioso sobre su pene, quede rendida sobre sus brazos y me costó un tiempo reaccionar. Le pedí que se quedará sentado mientras yo me saqué la tanga de la boca y bajé nuevamente a la altura de su verga para seguir complaciéndolo, el sabor que tenía su verga me puso a 1000 y yo chupaba como si fuera lo último que iría a saborear en mi vida, mientras me apoyaba con mi mano para poder hacerle una paja, al cabo de unos minutos sentí como su pito se hinchó y empezó a jadear más fuerte, inmediatamente un chorro de semen saltó, impactando en mis tetas, yo de forma rápida me lo metí a la boca para que descargará todo en mi garganta, fueron 3 potentes chorros mas que me los tragué sin hacer gesto alguno, continué mamando lentamente después de sentir las descargas para dejarlo muy limpio. Mijail complacido me ayudó a levantarme, me pasó mi blusa y me arregló un poco el cabello, se despidió de mí antes de salir del baño, pero sin antes agarrar mi tanga del piso y metérsela al bolsillo diciéndome:
- Esto será un recuerdo mío
Abrió la puerta y se fue, dejándome con las tetas llenas de semen y al aire, me quedé a limpiarme, arreglarme y peinarme. Salí del baño como si nada hubiera pasado, sin bragas debajo la falda, traté de ubicar a mis amigas, ninguna estaba presente, todas se fueron con sus machos, pedí un taxi, me fui a casa y llegué muerta a botarme sobre mi cama, directo a dormir por la agasajada que había tenido.
Hasta aquí mi primer relato, si te gusto puntúame, si tienes curiosidad sobre mi vida sexual o quizás alguna experiencia en particular que quieras que relate y si puedes dejarme un comentario sobre cómo debería mejorar te lo agradecería mucho.
Al ser mi primer relato iniciaré contando uno mío, no sé por donde empezar, me considero una mujer con una vida sexual muy activa, inicié desde muy joven, a mis 16 años y en este tiempo cumplí fantasías, viví experiencias y por sobre todo me divertí haciéndolo, mientras decido con qué historia iniciar permítanme describirme, mido 1,65 soy delgada de cuerpo, soy blanca de piel, tengo el cabello largo y lacio de color castaño oscuro, mis ojos son de color avellana, tengo unos labios gruesos y carnosos de un tono rojo, voy al gym 3 veces por semana y juego al tenis, soy muy buena, estoy en el equipo de mi universidad, respecto a mis tetas no me quejo la verdad, son firmes y de un tamaño considerable, pero tampoco muy grandes, mi trasero es redondo como un corazón y firme por el ejercicio y mi rutina diaria, además me gusta ir a fiestas y salir a pasear por la ciudad, también me gusta viajar y dormir.
El siguiente relato ocurrió hace un año atrás, era cerca a iniciar otro semestre de universidad, fue por enero, en una de esas fiestas donde asistía mucha gente pues era de las últimas antes de volver a encerrarnos por las tareas y los exámenes, aparte que la vida nocturna en mi ciudad tiene su auge de noviembre a febrero de cada año, por lo que ya eran los últimos findes de diversión. Habíamos acordado salir con unas amigas, quedamos en ubicarnos en la puerta a cierta hora para poder entrar juntas y no perdernos en medio de tanta gente. La fiesta era de un chico muy popular en la universidad, el cual tenía una casa muy grande y preciosa, habíamos entablado una amistad pese a ser de carreras diferentes, él también es jugador de tenis por lo que nos llevábamos muy bien.
Previo a asistir a la fiesta me bañé y me vestí para asistir a la reunión, soy de vestir sexy para mostrar mis atributos, mi mamá siempre dice que si tenemos cualidades (tetas y culo) debemos lucirlas ante el público, así que esa noche decidí por una faldita de color negro, una de pliegues que me llegaba a la mitad de la pierna entre la cadera y la rodilla, pero que se elevaba por la parte de atrás por mi firme trasero, lo que ocasionaba que con el baile se levante un poco más de la cuenta, por dentro una tanguita negra que por la parte de atrás era comida por mis nalgas y se perdía entre ellas, para la parte de arriba una blusa de color rojo escotada, sin brasier ya que es una época de mucho calor en el país donde vivo, el escote marcaba muy bien mis bubis y dejaba un tanto a la imaginación.
Ya en la fiesta después de encontrarme con mis amigas, compartimos unas cuantas bebidas antes de ponernos a bailar, había mucha gente entre conocidos y desconocidos… nosotras armamos un círculo para empezar con el bailongo, después de estar un buen rato así no faltaron los chicos que se nos insinuaban para bailar con nosotras, puesto que todas teníamos el objetivo de coger esa noche no desperdiciamos la oportunidad y aparecimos con pareja de un momento al otro, decidimos agruparnos con unos chicos que venían juntos igual que nosotras, a mí me tocó un hombre llamado Mijail, un par de años mayor que yo, estatura promedio 1,70 aproximadamente, de complexión atlética, trigueño de piel y con ojos claros, guapo y de buen porte a simple vista. Se movía muy bien y daba gusto bailar con él, cuando el DJ empezó a poner reggaetón y el perreo se hizo presente en la pista de baile Mijail no mostró ningún tipo de timidez para agarrarme de las caderas y empezar los movimientos lentos contra mi cuerpo, cada canción que pasaba se ponía más densa que la anterior, lo que incitaba a frotarse más con Mijail, yo con el efecto del alcohol le di la espalda a mi hombre para que pueda perrearle a gusto, sentía como mi culo se frotaba en su pantalón el cual se estiraba cada vez más porque su verga crecía con cada movimiento que le daba, yo al estar con falda sentía como su paquete se acomodaba justo en medio de mis nalgas lo cual ya me estaba produciendo una excitación indescriptible, sin poder aguantar las ganas me di la vuelta y le di un beso a Mijail metiéndole la lengua hasta la garganta, el respondió de igual forma y nos comimos la boca durante un buen rato mientras sus manos subían y bajaban por mi cuerpo con movimientos suaves, a veces llegando a levantar mi falda para tocar mi culito.
Ambos no aguantábamos tanta calentura y estaba esperando que Mijail me invite a irnos a otro lado, ni corto ni perezoso escuché decirme suave y con firmeza a mi oído:
- Te parece si vamos a tomar algo?
Yo accedí moviendo la cabeza, me agarró de la mano y fuimos a buscar unas bebidas, después de agarrar un par de vasos me llevó como un desesperado al segundo piso, en busca de una habitación vacía para poder tener sexo a gusto, al no encontrarla optó por meternos al baño y asegurar la puerta para que nadie pueda entrar. Ya dentro empezó a comerme la boca como loco, sentía como su lengua jugaba con la mía mientras sus manos buscaban de donde manosearme sin piedad, levantó mi falda y tocaba mis nalgas, las abría y yo sentía como la tanguita se metía cada vez más en mi rajita y mi culito, yo buscaba con mis manos poder abrirle su pantalón para que deje al descubierto ese paquete que se cargaba, después de un par de intentos por fin pude dar con el cierre y al bajarlo fui directamente a quitarle la ropa interior para dejar al descubierto su verga, no era muy grande, unos 13 o 15 cm quizás, pero sí bastante gruesa, me puse de rodillas y comencé a mamar ese pedazo, era un poco complicado tenerlo todo en la boca porque el grosor evitaba que pueda entrar y salir aire con facilidad, por lo que me demoraba tomando unos descansos para respirar con naturalidad, Mijail en cambio lo estaba disfrutando, me agarraba de la nuca y empujaba como si estuviera cogiéndome la boca, yo no podía con el grosor y un hilo de saliva se escurría por ambos lados mojando la blusa que llevaba puesta, después de un rato hice que pare para poder sacarme dicha prenda y no preocuparme por lo babosa que iba a estar, continué con la mamada y la saliva que ahora escurría mojaba completamente mis tetas, haciéndome sentir una verdadera puta al apreciar tal escena. No aguantaba más, tenía la vagina a punto de explotar, mientras mamaba esa verga me tocaba sobre mi tanguita para lubricarme más y sentir ese pene dentro de mi, la mamada fue interrumpida por un:
- Date vuelta
Yo obedecí, me levanté y me puse en 4 apoyando mis manos contra la pared, Mijail me levantó la falda e hizo a un lado mi tanguita, empezó a juguetear en la entrada de mi panocha, acomodando su cabeza entre mis labios, subiéndola y bajándola lentamente, hasta que se detuvo en la entrada y sin darme chance la encajó completa en mi interior, quedé sin aire por tal embestida, no pensaba sentirme tan llena, a pesar del tamaño (pequeño para mi gusto) era muy bien compensando por el grosor, yo soltaba gemidos que se fueron convirtiendo en gritos a medida que aumentaba la intensidad de las embestidas, supongo que estaba gritando muy fuerte que Mijail paró, lo sacó, me bajo la tanga hasta tenerla en sus manos y me dijo:
- No vaya a ser que nos oigan
Acto seguido metió toda la tanga en mi boca y sentir el sabor de mis propios fluidos me puso más cachonda y puta de lo que debía. Me quité de su verga y lo hice sentar sobre el inodoro, me puse sobre él y lentamente fui introduciéndome su pito en mi conchita, con mis bragas aún en mi boca me puse a cabalgarlo, sin medir la fuerza de mis movimientos Mijail me besaba las tetas y pellizcaba mis pezones con fuerza, volviéndome loca del placer, mientras escuchaba como la humedad de mi vagina generaba un sonido con el entrar y salir de su verga, estuve un par de minutos así hasta acabar delicioso sobre su pene, quede rendida sobre sus brazos y me costó un tiempo reaccionar. Le pedí que se quedará sentado mientras yo me saqué la tanga de la boca y bajé nuevamente a la altura de su verga para seguir complaciéndolo, el sabor que tenía su verga me puso a 1000 y yo chupaba como si fuera lo último que iría a saborear en mi vida, mientras me apoyaba con mi mano para poder hacerle una paja, al cabo de unos minutos sentí como su pito se hinchó y empezó a jadear más fuerte, inmediatamente un chorro de semen saltó, impactando en mis tetas, yo de forma rápida me lo metí a la boca para que descargará todo en mi garganta, fueron 3 potentes chorros mas que me los tragué sin hacer gesto alguno, continué mamando lentamente después de sentir las descargas para dejarlo muy limpio. Mijail complacido me ayudó a levantarme, me pasó mi blusa y me arregló un poco el cabello, se despidió de mí antes de salir del baño, pero sin antes agarrar mi tanga del piso y metérsela al bolsillo diciéndome:
- Esto será un recuerdo mío
Abrió la puerta y se fue, dejándome con las tetas llenas de semen y al aire, me quedé a limpiarme, arreglarme y peinarme. Salí del baño como si nada hubiera pasado, sin bragas debajo la falda, traté de ubicar a mis amigas, ninguna estaba presente, todas se fueron con sus machos, pedí un taxi, me fui a casa y llegué muerta a botarme sobre mi cama, directo a dormir por la agasajada que había tenido.
Hasta aquí mi primer relato, si te gusto puntúame, si tienes curiosidad sobre mi vida sexual o quizás alguna experiencia en particular que quieras que relate y si puedes dejarme un comentario sobre cómo debería mejorar te lo agradecería mucho.
2 comentarios - Vaya Fiesta o ¿Enfiestada? 👀