Sabía que no iba a poder parar, pero igual pensaba que por lo menos trataría de evitar cruzarme con ellos, cuando estaban los dos juntos. El miércoles siguiente, llegué del trabajo, cuando entré a mi cuarto había una caja sobre la cama y una nota, era un conjunto de una tanga negra con un top sin sujetador, me lo probé a la noche, me sentía caliente, la nota decía, mañana tu hija se va temprano, cuando escuches la puerta te espero en la cocina, vení con este conjunto. Esa noche pensé que al llegar los iba a escuchar, pero aparentemente solo dormían, no sé si él quería guardar su calentura o que, me costó dormirme, cuando escuché que mi hija estaba desayunando me puse el conjunto que él me había elegido, cuando escuché la puerta cerrarse el corazón me latía con fuerza, me sentía excitadísima, Salí caminando sensualmente hacia la cocina, estaba sentado en bóxer frente a la mesa. Me pidió que agarrara unos frascos que estaban bien alto, lo hice lentamente dándole un primer plano de mi culo como él quería, la tanga era rechica, y la visión pareció encantarle.
-Está muy alto… porque no me ayudas…? –me apoyó suavemente mientras bajaba el frasco, se alejó un poco para seguir mirándome,
-Que lindo te queda…
-Es muy chica la tanga… no me tapa nada…
Se volvió a sentar deleitándose con la vista de mi culazo mientras le preparaba un café, se lo alcance, por delante se veían mis pezones, era un top calado que no tapaba nada, ni por arriba ni por abajo, me dijo para hacer unas fotos, me hizo hacer un montón de poses mientras me fotografiaba, estaba yo cada vez más caliente, cansada de las fotos, me arrodille delante de él y le bajé el bóxer, se sentó en la silla y empecé a chuparlo, me agarraba de sus fuertes muslos mientras lo chupaba.
-No cogieron anoche…
-Quería guardarte más lechita para vos…
Estuve un montón chupándolo pero no lo pude hacer acabar, aguantaba un montón, en general los hago venirse antes cuando los chupo, me puse de pie, corrí la tanga a un costado, me fui acomodando de espaldas a él, la fui metiendo y agarrándome de sus muslos empecé a subir y bajar sobre su miembro, lo escuchaba gemir y decir ay que rico. Fuimos a buscar unas mantas, una almohada y me puso en cuatro en la cocina, me cogía por el costado de la tanga, le encantaba la visión de mi culo.
-Te gusta… -le pregunte.
-Me encanta… -me dijo mientras empezaba a descargar cachetazos suaves en mi culo.- que rico culo… tenemos que vernos más seguido…
-Si.. Dame más duro entonces…
-Como me gusta cogerte perra…
-Desde que te vi fantaseaba con hacer esto… -ahora me cacheteaba un glúteo que se iba poniendo cada vez más colorado.- seguí… seguí… no pares por favor…
-Mira si entrara tu hija y te viera así… eh… que puta mi mama…
-Ahh… si cógeme… -la sacó un poco. Corrió de nuevo la tanga a un lado y volvió a penetrarme, tomó un aceite que había traído y me acariciaba los cachetes aceitándolos. Me apoyé con la cabeza en la almohada, me acariciaba todo el culo mientras me cogía, era deliciosa la sensación. Me dio varios cachetazos en mi culo que me hicieron gemir más.
-Me vas a dar lechita…? –mientras me acariciaba y me seguía cogiendo por mi conchita repetía como un mantra
-Pero que rico culo…
Se salió de mí, me hizo arrodillar delante de él e ir a chuparlo,
-Te gusta chuparla eh…?
-Si… mucho… -me empezó a coger la boca, me agarraba de la nuca y de abajo del mentón, babeaba un montón pero la tragaba bien a fondo y le encantaba. De nuevo me acomodó sobre las mantas y la almohada y siguió dándome de perrito, se salió para sacarme la tanga y dejarla entre mis muslos, otra vez volvió a meterla, duraba un montón sin llegar, me llevé el dedo medio de mi mano derecha a mi culito y empecé a cogerme con él, me sentía recaliente, apoyada con la cabeza de costado en la almohada lo miraba con cara de puta, saqué mi mano, me corrí un poco hacia adelante sacándosela, la volvió a meter y me volví a correr hacia adelante, entendió el mensaje y la acomodó a la puerta de mi culito, lleve una de mis manos hacia atrás separando los cachetes.
-La querés por el culo?
-Si papi… toda… -la fue metiendo de a poco toda hasta el fondo- si abrime el culo… -empezó a jugar alternaba entre uno y otro de mis agujeros, quería sentirla atrás pero me encantaba el juego que hacía. Cuando la tenía en el culo le dije..-
-Seguí así papi… dámela toda por el culo… -varias veces me preguntó si la quería por el culo, le encantaba oírme decir que la quería por ahí, estuvo dándome bien lento por ahí hasta que sentí su inmensa explosión, la sacó después de un rato todavía bien dura, quedé en la misma posición, con una mano separaba mis glúteos dándole un primer plano de mi agujerito así inclinada como estaba. Su lechita estaba bien adentro, todavía no salía aunque traté de hacerla salir, volvió a clavarme por mi conchita, me dio bien duro de nuevo, hacía tanto que no estaba con alguien que siguiera duro después de acabar, mis gemidos aumentaron con la intensidad de su cogida, el perro de los vecinos empezó a ladrar, se acostó en el piso y lo fui a montar de frente a él, lo cogía sin poder parar.
-Vamos a llegar tarde a trabajar… -le dije.
-Y para… así no llegamos tarde… -me dijo gozándome, sabiendo que no me iba a bajar de ese palo duro por nada del mundo. Perdí la cuenta de las veces que llegué montándolo, le pedí que me la diera en la boca, quería saborearlo.
Me arrodille delante de él, que se pajeaba bien despacio, lo miraba con cara de perra arrodillada delante de él, abrí bien la boca y me descargó una abundante corrida, la degusté y la tragué sin dejar de mirarlo, él se bañó primero.
-Está muy alto… porque no me ayudas…? –me apoyó suavemente mientras bajaba el frasco, se alejó un poco para seguir mirándome,
-Que lindo te queda…
-Es muy chica la tanga… no me tapa nada…
Se volvió a sentar deleitándose con la vista de mi culazo mientras le preparaba un café, se lo alcance, por delante se veían mis pezones, era un top calado que no tapaba nada, ni por arriba ni por abajo, me dijo para hacer unas fotos, me hizo hacer un montón de poses mientras me fotografiaba, estaba yo cada vez más caliente, cansada de las fotos, me arrodille delante de él y le bajé el bóxer, se sentó en la silla y empecé a chuparlo, me agarraba de sus fuertes muslos mientras lo chupaba.
-No cogieron anoche…
-Quería guardarte más lechita para vos…
Estuve un montón chupándolo pero no lo pude hacer acabar, aguantaba un montón, en general los hago venirse antes cuando los chupo, me puse de pie, corrí la tanga a un costado, me fui acomodando de espaldas a él, la fui metiendo y agarrándome de sus muslos empecé a subir y bajar sobre su miembro, lo escuchaba gemir y decir ay que rico. Fuimos a buscar unas mantas, una almohada y me puso en cuatro en la cocina, me cogía por el costado de la tanga, le encantaba la visión de mi culo.
-Te gusta… -le pregunte.
-Me encanta… -me dijo mientras empezaba a descargar cachetazos suaves en mi culo.- que rico culo… tenemos que vernos más seguido…
-Si.. Dame más duro entonces…
-Como me gusta cogerte perra…
-Desde que te vi fantaseaba con hacer esto… -ahora me cacheteaba un glúteo que se iba poniendo cada vez más colorado.- seguí… seguí… no pares por favor…
-Mira si entrara tu hija y te viera así… eh… que puta mi mama…
-Ahh… si cógeme… -la sacó un poco. Corrió de nuevo la tanga a un lado y volvió a penetrarme, tomó un aceite que había traído y me acariciaba los cachetes aceitándolos. Me apoyé con la cabeza en la almohada, me acariciaba todo el culo mientras me cogía, era deliciosa la sensación. Me dio varios cachetazos en mi culo que me hicieron gemir más.
-Me vas a dar lechita…? –mientras me acariciaba y me seguía cogiendo por mi conchita repetía como un mantra
-Pero que rico culo…
Se salió de mí, me hizo arrodillar delante de él e ir a chuparlo,
-Te gusta chuparla eh…?
-Si… mucho… -me empezó a coger la boca, me agarraba de la nuca y de abajo del mentón, babeaba un montón pero la tragaba bien a fondo y le encantaba. De nuevo me acomodó sobre las mantas y la almohada y siguió dándome de perrito, se salió para sacarme la tanga y dejarla entre mis muslos, otra vez volvió a meterla, duraba un montón sin llegar, me llevé el dedo medio de mi mano derecha a mi culito y empecé a cogerme con él, me sentía recaliente, apoyada con la cabeza de costado en la almohada lo miraba con cara de puta, saqué mi mano, me corrí un poco hacia adelante sacándosela, la volvió a meter y me volví a correr hacia adelante, entendió el mensaje y la acomodó a la puerta de mi culito, lleve una de mis manos hacia atrás separando los cachetes.
-La querés por el culo?
-Si papi… toda… -la fue metiendo de a poco toda hasta el fondo- si abrime el culo… -empezó a jugar alternaba entre uno y otro de mis agujeros, quería sentirla atrás pero me encantaba el juego que hacía. Cuando la tenía en el culo le dije..-
-Seguí así papi… dámela toda por el culo… -varias veces me preguntó si la quería por el culo, le encantaba oírme decir que la quería por ahí, estuvo dándome bien lento por ahí hasta que sentí su inmensa explosión, la sacó después de un rato todavía bien dura, quedé en la misma posición, con una mano separaba mis glúteos dándole un primer plano de mi agujerito así inclinada como estaba. Su lechita estaba bien adentro, todavía no salía aunque traté de hacerla salir, volvió a clavarme por mi conchita, me dio bien duro de nuevo, hacía tanto que no estaba con alguien que siguiera duro después de acabar, mis gemidos aumentaron con la intensidad de su cogida, el perro de los vecinos empezó a ladrar, se acostó en el piso y lo fui a montar de frente a él, lo cogía sin poder parar.
-Vamos a llegar tarde a trabajar… -le dije.
-Y para… así no llegamos tarde… -me dijo gozándome, sabiendo que no me iba a bajar de ese palo duro por nada del mundo. Perdí la cuenta de las veces que llegué montándolo, le pedí que me la diera en la boca, quería saborearlo.
Me arrodille delante de él, que se pajeaba bien despacio, lo miraba con cara de perra arrodillada delante de él, abrí bien la boca y me descargó una abundante corrida, la degusté y la tragué sin dejar de mirarlo, él se bañó primero.
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