Spy x Big White Cock! (Spy x Family) #2

La mujer asiática aprovechó la oportunidad para darle la vuelta con su inusual poder, lo que lo hizo reír cuando de repente se encontró boca arriba.

"Supongo que ganarás este", dijo con una sonrisa. Él abrió las piernas, revelando aún más la enorme polla en el medio mientras ella entraba sigilosamente, arrastrándose sobre la cama hasta que estuvo cara a cara con su jugosa polla blanca.

Con ojos cordiales, se lamió los labios regordetes e inmediatamente envolvió dos manos alrededor de la base de su eje, comenzando a girar sus dedos y dejando suficiente espacio para que la mitad de su polla y su punta permanecieran intactas.

Sin dudarlo, se zambulló y le dio un largo y húmedo beso en la cabeza de su pene, comenzando a lamer el líquido preseminal que se escapaba con la punta de su lengua, antes de seguir lentamente el rastro de jugo por su eje hasta llegar a ella. manos.

Loid observaba todo con admiración, amando cómo ella parecía corresponder a su intensa excitación y necesidad por ella, y la dejó hacer lo suyo mientras él se recostaba y jugaba con su cabello.

“Mira a mi hermosa esposa asiática, sirviéndome con tanta hambre…” Dijo mientras giraba un mechón negro que se cayó.

Ella tarareó contra su polla, antes de tomar la punta en su boca lentamente, comenzando a chuparla mientras él sentía la intensa sensibilidad y el calor de su lengua sobre él.

Se sentía como si su polla estuviera siendo succionada hacia un lugar desconocido que ofrecía tanta comodidad y fricción en su necesitado pene.

Su lengua giraba contra su glande hinchado, pequeños lamidos tentativos que le sacaban los gruñidos más obscenos.

Él siguió su ejemplo, empujando lentamente sus caderas para enterrar más su polla en su boca cuando vio que ella lo hacía, admirando la forma en que sus mejillas parecían ahuecarse sobre su miembro mientras lo chupaba.

Loid echó la cabeza hacia atrás, saboreando el momento antes de que ella lo sacara de su boca con un golpe húmedo.

“Loid-san, sabes tan bien…” Susurró débilmente mientras ya comenzaba a sentirse confusa por la excitación. Su coño estaba actualmente en llamas. Intacta, ignorada, vestida, todo mientras ella hacía el trabajo con su marido.

Pero a ella no le importaba lo suficiente, sólo quería complacerlo. "Soy de tu propiedad", añadió de nuevo antes de sumergirse de nuevo.

Esta vez, tomó más y más de su eje hasta que golpeó su garganta y, afortunadamente para ella, pudo controlar su reflejo nauseoso, que no pareció afectarla en absoluto.

Mientras la miraba, Loid quedó impresionado e insistió en empujar más de su polla hacia adentro.

"Abre, retira las manos y toma más de mi polla blanca en tu cálida boca", dijo con bastante firmeza, y Yor era demasiado tímida para admitir que le gustaba.

Pero el simple rubor en sus mejillas se mostró demasiado fácilmente, y Loid sujetó su cabeza por el cabello mientras comenzaba a manipularlo según sus deseos.

Él movió su cabeza hacia arriba y hacia abajo sobre él, usándola como una luz de carne humana mientras dejaba caer su cálida boca sobre su polla, sintiendo cómo su garganta se abría para caber en él. Al principio fue lento, pero al ver la forma en que ella lo tomó Con tanta gracia, decidió empezar a ir más rápido y con más fuerza.

Él agarra su cabello con firmeza mientras empuja su polla hinchada profundamente en su garganta, haciéndola casi tener arcadas y jadear por aire. Es tan intenso que los sonidos de los sorbos húmedos llenan la habitación mientras él le folla la boca con fuerza mientras gruñe: “¡Joder! ¡Qué bien lo estás haciendo Yor! ¡Así!" Dijo entre dientes mientras comenzaba a ir más rápido.

Mientras la follaba en la boca, con la punta deslizándose por las partes más profundas de su garganta, se da cuenta de que los ojos de su esposa se llenaron de lágrimas que corrían por sus mejillas.

Su boca está bien abierta mientras lucha por recuperar el aliento, mientras un hilo de saliva gotea por su barbilla, aterrizando lentamente en su cuello y sus pechos.

El rostro de Loid muestra una expresión de placer y dominación mientras controla cada movimiento de ella, alternando entre embestidas lentas y profundas y rápidas y superficiales que la dejan asfixiada.

La habitación se llena con los sonidos de su polla haciéndole hacer gárgaras en la garganta, gemidos y gemidos, y el gemido ocasional de Yor, quien estaba más que complacido.

"Parece que estás disfrutando ser mi juguete de mierda…" Comentó mientras ella intentaba asentir con la cabeza a través de su agarre sobre ella. Tenía bocados de polla y apenas podía emitir un solo sonido. "No me malinterpretes, eres mi hermosa y amada esposa". Añadió para tranquilizarla. "Pero eso no te impide complacer a tu marido, ¿verdad?" Él continuó.

Todo eso fue acercando a Yor a convertirse en un ser voraz, hambriento de polla. Esperaba que Loid se corriera pronto para finalmente poder sentirlo en ella.

Su boca se apretó sobre él, sus labios regordetes formaron un sello sobre su eje y lo apretaron, haciendo todo lo posible para bombear su miembro sensible.

Sentía como si su garganta se estuviera calentando, acercándose al eje de Loid, quien comenzó a sentir el intenso placer comenzar a hervir en sus pelotas, preparándose para derramarse en cualquier momento. Yor luchó por asimilarlo y Loid no pudo evitar felicitarla.

"Te ves tan hermosa cuando estás tomando mi polla tan profundamente en tu boca", dijo mientras ella ahuecaba sus mejillas y le masajeaba, "Te encanta ser propiedad de una polla blanca, ¿verdad? ¡Ojalá pudiera oírte decir eso, pero es realmente desafortunado que tengas la boca llena de mí!

Yor lo estaba cubriendo con su saliva y lamiendo hasta la última vena que encontraba. Los trazó con la lengua mientras jadeaba por aire simultáneamente pero sin detenerse ni un segundo, preparándolo para que pudiera correrse en su boca.

"¡Mierda! Parece que quieres que me corra por dentro…” Comentó Loid, quien no encontró resistencia. "Está bien, entonces", advirtió cuando sus embestidas de repente se volvieron mucho más calculadas, follándola mientras sentía que su orgasmo se acercaba.

"Vas a tragarte toda mi carga, Yor..." Gruñó cuando su voz alcanzó su punto máximo.

Yor no pudo evitar mantener los ojos abiertos, admirando a su apuesto marido blanco acercándose, batiendo sus pestañas empapadas hacia él, y pronto él ya estaba corriendo, disparando gruesas cuerdas dentro de su boca, haciendo que galones de semen se filtraran por ella. garganta y salpican toda su boca en una explosión de semen.

Ella se lo tragó todo con hambre, sin dejar que se desperdiciara ni una sola gota mientras llenaba su boca, y un Loid exhausto sacó su polla de entre la succión de sus labios con un fuerte POP, su polla palpitante recibió gotas perdidas de semen. aterriza en todas partes, desde la nariz hasta la barbilla, y finalmente deja caer sus tetas.

Luego se desplomó junto a él en el colchón, ambos recuperaron el aliento mientras se miraban a los ojos. La tensión sexual no había disminuido ni un solo dígito y ambos todavía se anhelaban el uno al otro. Loid se arrastró hacia Yor, su polla todavía tan dura como una roca a pesar de su enorme orgasmo, y se colocó en su entrada.

"Espera... tengo una idea mejor", interrumpió su acción y la puso boca abajo, sus pesadas tetas salvaron su caída cuando aterrizó sobre ellas en un gemido, y Loid abrió las piernas mientras empujaba su cara hacia el colchón. . “De esa manera, puedo ver el tatuaje mucho mejor…” Dijo mientras se mordía el labio y colocaba una mano en la curva de su espalda baja para que se arqueara más profundamente, lo cual hizo.

Desde esta posición, podía ver perfectamente su trasero en forma de melocotón, lo suficientemente abierto como para que Loid admirara su fina tanga que casi revelaba su coño por detrás.

Hinchada y empapada, goteaba a través de la tela que él inmediatamente arrancó de su cuerpo mientras ella jadeaba: “¡Mmhm! ¡Loid-san! Sé más gentil…” Ella gimió obscenamente mientras la excitación se le subía a la cabeza. Podía sentir un bulto de calor formándose en la parte inferior de su cuerpo, su coño en llamas al quedar expuesto al aire.

Loid sonrió al verla completamente desnuda. "Qué hermoso coño asiático... Hice una buena elección cuando te elegí, Yor..." Pensó en voz alta, lo que la hizo mover su trasero en el aire como una mascota feliz.

"Voy a hacerte el amor esta noche, ¿entiendes?" Preguntó mientras trazaba con un dedo su nuevo tatuaje, sonriendo para sí mismo. “Te voy a llenar de semilla”, se sorprendió al decirlo.

Yor inmediatamente se sonrojó de vergüenza. “¡Loid-san!” Gritó mientras escondía su rostro en el colchón. "No puedo estar segura-" Trató de decir, de repente interrumpida por una polla gorda que penetró su coño en seco. "¡AHHH!"

"¿Estabas diciendo?" Preguntó de nuevo Loid con una sonrisa en su rostro. “¿No puede ser seguro? ¿Por qué? ¿Quedarás embarazada?

Mientras decía eso, comenzó a empujar su polla más profundamente dentro de su coño, que ya estaba
lo suficientemente autolubricado hasta el punto de poder llegar hasta la mitad sin problemas.

Él separó sus pliegues hinchados para que encajaran, y ella lo envolvió tan perfectamente que pudo correrse en el acto.

Sus entrañas eran tan cálidas, pero tan apretadas, que se encontró incapaz de empujar más profundamente.

“¡S-Sí! Creo que Loid-San no querría eso…” Dijo vacilante, aunque a su cuerpo le encantaba la penetración cruda y natural de su polla blanca profundamente dentro de ella.

"¿Dice quién?" Preguntó mientras se detenía. Sus manos fueron a su cintura curva, ahuecando su esbelta figura entre sus dedos mientras bajaba su pecho hasta que encajaba perfectamente en la curva de su espalda. Su boca estaba a centímetros de su oreja y susurró: “Quiero criarte, Yor. Para colonizar ese coño asiático tuyo y llenarlo con mi semilla blanca, ¿entendido? Vas a hincharte con mi bebé blanco, a convertirte en mi propiedad que sólo me pertenece a mí”.

Sus palabras enviaron sacudidas eléctricas a través de Yor, quien comenzó a temblar con su toque. Su cara se enrojeció aún más y sus rodillas casi cedieron y se desplomó en la cama, sostenida por Loid, quien sonrió con éxito. "Entonces, ¿qué dices sobre eso?"

Sus dedos sostuvieron sus pesadas tetas de una manera para mantenerla recta mientras se hundía dentro de su coño, el sonido húmedo y húmedo de su coño empapado resonaba en toda la habitación.

Estaba muy contento de que pudieran ser tan ruidosos como querían, ya que habían llevado a Anya a una pijamada después del trabajo.

La idea de que su esposa y él estuvieran solos, capaces de follar toda la noche y tan fuerte como pudieran fue el pensamiento más apetitoso que jamás haya tenido.

“Mmmm… ¡SÍ! Yo…yo quiero eso…” Gimió Yor quien ya estaba perdiendo la cabeza, comenzando a hipnotizarse por la polla del hombre blanco. "Tu polla blanca es tan grande..." Ella gritó mientras su raja intentaba desesperadamente adaptarse al miembro de su marido.

"¿Así que lo que? Eres una orgullosa reina de corazones, puedes soportarlo…” Susurró Loid suavemente, su calma pero sus impulsos animales, mezclándose en sus movimientos que eran duros pero lentos.

Cada empujón suyo era como fuegos artificiales dentro del cuerpo de Yor que no podían evitar que su cuerpo y su clítoris pulsaran contra él, su coño se cerraba contra su eje, casi atrapándolo dentro de su cálida cueva de carne.

"Joder, te sientes tan bien..." Añadió mientras golpeaba un punto sensible específico en las paredes de Yor, haciendo que ella de repente se apretara más fuerte sobre él.

Sus cuerpos reaccionaban en armonía entre sí, el BWC del falsificador se impulsó dentro de su esposa asiática, haciéndolo desaparecer en su cuerpo tan pronto como salió.

No podía seguir el ritmo, su cuerpo era incapaz de soportar el intenso placer, sintiendo su punta golpeando contra su punto G con cada embestida.

"LOID-SANN... AHM... SI SIGUES, YO..." Ella chilló desesperada mientras sus ojos se pusieron en blanco, empujando su gordo trasero hacia él para que la follara más profundamente.

“¿Qué harás?” Preguntó Loid cuando de repente comenzó a penetrar su raja más rápido, su polla se deslizaba hacia adentro y hacia afuera con tanta facilidad debido a su lubricación que ella comenzó a temblar.

“¡¡YO…VOY A CORRER!! MMHMMMM... AHM... ESTOY... CUMMINGGG..." Ella gritó, todo su cuerpo temblando en sus manos mientras sus curvas saltarinas chocaban entre sí, sus nalgas sonaban tan fuerte que resonaba en toda la habitación.

Sonidos de carne, de coño mojado y de sexo llenaban la casa, y Yor sintió que su clímax se apoderaba de ella. No pudo detener el temblor incontrolable sobre la polla de Loid, actuando como un vibrador contra su miembro que sentía cada contracción de su coño, y pronto estaba disparando galones de chorros por toda la entrepierna de su marido.

Se filtró por todas partes, charcos de espeso semen femenino mancharon las sábanas y a ambos, ya que ya estaban sudorosos, llenos de jugos sexuales y cansados, pero Loid no había terminado.

"Buena chica, correrte tan fuerte sobre mi polla... ¡Ah, podía sentirlo todo!" Él la felicitó y ella permaneció allí sin aliento mientras él no dejaba de follarla.

Sus cuerpos seguían golpeándose el uno contra el otro y los gemidos de Yor ya se reanudaban, sonando aún más fuertes que antes mientras su coño empapado se tragaba su polla aún más profundamente esta vez.

"AHHMM... AMO TU POLLA BLANCA..." Ella gritó, aparentemente demasiado perdida en el placer para darse cuenta de la obscenidad de sus palabras. "¡SOY TUYO! OOH… TU PROPIEDAD… HAZ CONMIGO LO QUE QUIERAS…” Suplicó de nuevo, la mirada de Loid se posó en su tatuaje mientras él se reía entre dientes.

“Sí, lo eres… La reina de corazones más hermosa, la única y más sexy mujer asiática que tengo…” Añadió. Sus palabras y las de él fueron suficientes para ponerlo nervioso. En esta posición, tenía la vista perfecta de la bien dibujada reina de corazones grabada en su piel.

Mientras tanto, Yor se estaba excitando aún más que antes. "ME ENCANTA LA SENSACIÓN DE ESTAR CON UN HOMBRE DE VERDAD... MMHM... TU POLLA ESTÁ BESANDO MI VIENTRE... AH... NO PUEDO ESPERAR A TENER A TU BEBÉ BLANCO DENTRO DE MÍ..." Ella gimió antes de clavar su cara en el colchón y dar Loid mejor acceso.

Ella se había arqueado aún más hacia atrás, mostrándole lo mucho que estaba ansiosa por ello, suplicándole. "MHMMM... LOS HOMBRES BLANCOS SON LOS MEJORES..." Ella gritó cuando él golpeó su punto G nuevamente, golpeándolo mientras aprendía la lección.

Su personalidad observadora simplemente le permitió analizar cada reacción de ella a sus movimientos, guiándolo para dejarla correrse lo más rápido posible.

"Eso es todo, correte para mi polla blanca otra vez..." Él la animó mientras ella parecía volverse más loca a cada segundo.

“MMHM…ÚSAME PARA TU ALIVIO SEXUAL- AHM…¡PARA PARA ESO ESTÁN LAS MUJERES ASIÁTICAS! PARA SATISFACER A LOS HOMBRES BLANCOS COMO TÚ…” Su respiración comenzó a entrecortarse, saltándose algunos mientras jadeaba y sus ojos se pusieron en blanco de nuevo.

Levantó la cabeza, con la lengua colgando de sus labios regordetes mientras comenzaba a correrse incontrolablemente de nuevo, ayudada por el dedo de Loid en su clítoris. Él lo frotó y la estimuló lo suficiente hasta el punto de que ella inmediatamente explotó en sus manos y en toda su polla.

"Para eso están hechas las mujeres asiáticas calientes como tú, así es... Para ser poseídas y criadas..." Estuvo de acuerdo con ella.

Lo usó como lubricante para enterrarse de nuevo, su gran polla formó un bulto en su apretado cuerpo mientras ella gritaba y se corría una y otra vez por él.

Loid pudo comenzar a sentir su orgasmo retorciéndose en la base de su estómago mientras se bombeaba dentro de su esposa, su polla era ordeñada en ella como un ordeñador automático, y sentía que ella lo apretaba y lo envolvía con tanta fuerza que lo partiría por la mitad. .

Él estaba gruñendo contra su piel cuando su propio orgasmo trajo el suyo pronto, y en unos segundos, su polla comenzó a descargar su reserva de semen tan profundamente dentro de su vientre como pudo.

Su punta estaba disparando lo más lejos que podía, haciendo que Yor pudiera sentir físicamente los disparos aterrizando en todas partes de su estómago, y volvió a impactar.

Su vientre se estaba hinchando con la enorme cantidad de semen que le arrojaban, y lo tomó todo con ojos cordiales.

“MMHM… ¡SÍ! LIBERA TODA TU SEMILLA DENTRO DE MÍ... AHM... JODER... ¡SÍ! COLONIZA MI VIENTRE… ¡CRÍZAME CON TU SEMILLA BLANCA!” Ella suplicó y, afortunadamente para ella, Loid no estaba por ningún lado.

Su polla permaneció en su coño durante lo que parecieron minutos completos, y vació sus pesadas bolas dentro de su estómago, hablándole mientras ella colapsaba.

"Eso es todo, sé mi buen descargador de semen asiático... Joder..." Él gruñó mientras se unía a ella en la cama, su polla finalmente retirándose de ella ruidosamente, rompiendo el sello de su polla que actuaba como una presa. Ríos de semen se escapaban del coño de Yor en un creampie de su semilla de hombre blanco.

"No puedo... Espera... Más..." Yor gritó, su burbujeante trasero todavía colgando en el aire mientras intentaba recuperar el aliento.

"Oh, aún no he terminado", respondió Loid, quien ya estaba de rodillas junto a ella, y la puso boca arriba mientras le abría las piernas.

Su estómago estaba manchado con semen que había goteado, y usó un dedo para tomar un poco y llevárselo a los labios, antes de lamerlo y chuparse los dedos.

Loid sonrió ante la acción. "¿Amas tanto mi semen?"

"Es... Un gusto tan viril, masculino que sólo tienen los hombres blancos..." Dijo débilmente en un gemido. Loid ya estaba frotando su punta hinchada entre sus pliegues, frotándose contra el semen y extendiéndolo mientras lo empujaba dentro de ella. "Voy a follarte mi semen". Advirtió antes de comenzar a empujar dentro de ella.

Su polla todavía estaba tan dura como cuando entró en la habitación. Él sostuvo su cuerpo en sus manos, disfrutando tiernamente de su carne mientras entraba y salía de su coño, los sonidos húmedos de sus jugos y su semilla chapoteando dentro de su vientre.

"¿Se siente bien tener tanto semen en tu útero?" Él le preguntó con un gruñido, separando sus labios inferiores para encajar su gordo eje.


Era grueso y, en el misionero, Yor parecía estar incluso más apretado que ella. Tuvo que evitar liberar otra carga inmediatamente después de sentir sus pulsaciones incontrolables a su alrededor. No podía controlar sus propios latidos, su polla se endurecía dentro de ella y la estimulaba, y ambos gemían al unísono.

“Mmhmm… Loid…” Ella gimió, sin energía. "Llévame, por favor... soy tu puta blanca..."

Loid estaba tomando cada palabra de ella como una señal para ir aún más duro y rudo. Su polla estaba estirando su coño, moldeándola para que se ajustara a su polla y a la de nadie más.

Se deslizó dentro de su coño con brusquedad, sus pesadas bolas golpeando contra su carne que se había puesto roja por el constante empuje, y ella no pudo controlar sus gemidos obscenos. Sus ojos se pusieron en blanco mientras comenzaba a gemir con sonidos cortos y agudos.

Todo el cuerpo de Yor saltaba con las embestidas de Loid, adaptándose a él mientras encajaban uno en el otro como rompecabezas.

Ella gimió fuertemente cuando Loid comenzó a follarla con golpes profundos y duros. Su polla iba tan profundamente que rozaba su cuello uterino lleno de semen, lo suficiente como para hacerla temblar de escalofríos.

La sensación era intensa y tuvo que contener la respiración mientras él la agarraba de las caderas, sus dedos se clavaban en sus curvas mientras la acercaba más a él.

El placer fue casi abrumador mientras él continuaba embistiéndola, incluso con más fuerza que antes. Ella estaba completamente bajo su control, simplemente acostada en la cama mientras él hacía todo el trabajo.

Ella lo mira con ojos brillantes y dice: "Me encanta servir a mi marido asiático. Por favor, úsame para tu placer, Loid-san..."

Luego, Loid lleva un dedo a su clítoris y comienza a frotarlo lentamente, sin dejar de explorar su coño goteante.

Su polla está enterrada en ella, sus dedos juegan con sus partes más sensibles y su otra mano comienza a vagar por la parte superior de su cuerpo nuevamente. Él levanta la mano para agarrar sus senos con fuerza, apretándolos y amasándolos mientras redobla sus esfuerzos sobre su clítoris.

Yor podía sentir la presión familiar creciendo dentro de ella nuevamente, y supo que se estaba acercando al límite. Su cuerpo comienza a temblar, la cama cruje fuertemente mientras sigue golpeando contra la pared, su placer aumenta y se profundiza.

Su estómago ardía con cierto fuego de placer, su coño todavía goteaba con el semen que su marido le había liberado antes.

"MMHM… ME ESTOY CORRIENDO OTRA VEZ…" Ella gimió y él comenzó a ir más rápido. "Corre sobre mi polla blanca, Yor. ¡Sé que lo amas!"

Y ella procedió a hacerlo, todo su cuerpo temblando de placer, temblando por todas partes mientras su coño se tensaba de nuevo sobre él, los dedos de sus pies se curvaban y sus gruesos muslos temblaban de pura felicidad mientras alcanzaba su nirvana.

El frenético cierre de su coño sólo ayudó a Loid a llegar al límite, y tuvo que contenerse durante unos segundos antes de ceder por completo al placer de su polla.

Sus bolas se sentían como si estuvieran explotando en fuegos artificiales de semen, disparándose por todas partes nuevamente dentro de Yor, y no pudo evitar gruñir su nombre.

"Joder, Yor... Tu apretado coño asiático se siente tan bien..." Mientras disparaba montones y montones de su semen fértil en ella, asegurándose de meterlo lo más profundo posible en ella mientras metía su polla, sus testículos golpeaban contra ella. las nalgas con brusquedad para asegurarse de que estuviera hasta las pelotas.

La llenó hasta el borde con ríos de esperma pegajoso, y sus ojos se pusieron en blanco ante el impacto del disparo en ella.

Estaba acostada en un charco de semen, cubriendo sus muslos y sus nalgas, goteando de ella en un sensual creampie. Sus cuerpos temblaron el uno contra el otro, Yor volvió a correrse sobre la polla de su marido, que dejó dentro de ella durante unos minutos antes de ablandarse, y se retiró ruidosamente por sí sola cuando se desplomó junto a ella.

Un géiser de semen salía disparado del coño de Yor mientras ella todavía chorreaba, restos de sus orgasmos anteriores, y formó un charco de semen alrededor de la cama.

Los dos se miraron con ojos llenos de amor, antes de besarse profundamente, sus cuerpos sudorosos y cansados se fundieron en el abrazo del otro.

“Estoy tan lleno de tu masa de bebé…” comentó Yor.

"Eso te convierte oficialmente en mi propiedad, mi reina". Él respondió mientras su dedo trazaba suavemente su omóplato donde estaba el tatuaje. "Eres oficialmente propiedad de blancos".

La mujer asiática sonrió contra sus labios, su reconfortante amor y dedicación por su marido blanco, la intimidad creciendo en el aire mientras se abrazaban, sin aliento.

“¿Crees que estoy embarazada de tu bebé?” Preguntó con una timidez que no sabía que tenía, y trató de esconder su rostro en el hueco de su cuello.

Esas palabras iluminaron el rostro de Loid. “Es imposible que no te haya dejado embarazada. Dos cargas sentadas allí… Asegurándose de colonizar tu útero…” Dijo mientras acariciaba su vientre manchado de semen, haciéndola temblar al contacto.

“¿Cómo deberíamos llamar a nuestro bebé?” Luego preguntó Yor con el rostro sonrojado. Y antes de que se dieran cuenta, se habían quedado dormidos abrazados, bañándose en el calor del otro.