Sexo con mi suegra

Llevo 15 años de matrimonio con una hermosa mujer, flaca, de tetitas chicas, bonitas piernas, culito pequeño pero bien armado. Pero Ester, su madre, es decir mi suegra, me ha tenido loco desde el día uno.
Es todo lo contrario a mi mujer. Ester es gruesa sin ser gorda, buenas caderas, dos pedazos de tetas preciosas, sus piernas son duras, bien torneadas, las caderas y su cintura la hacen apetecible. Su marido por desgracia para ella, está enfermo de la próstata y según pasaba el tiempo iba empeorando y todo coincidía con que Ester lucía sus formas de vestir cada vez más atrevidas. A todas vistas Ester andaba necesitada de sexo pues me imagino, no tenía vida sexual. El año nuevo de diciembre del 2022 era de celebración, mi mujercita lucía como reina y mi suegra como puta, yo andaba detrás de la puta. Un grueso culo, un vestido apretado mostraba un colaless enterrado en la raja monumental de Ester. Mi esposa se lo hizo ver diciéndole que “andaba algo provocativa” y ella se molestó respondiendo con que se vestía como le daba la gana. Si parecía puta pensé, pero era exquisita. Toda la noche me dedique a imaginarla desnuda, y por supuesto a fantasear como seria estar montado sobre ese cuerpazo.
No se si eran mis ideas, pero Ester me mostraba sus muslos y tetas en forma descarada. Esa noche llegue a casa loco de caliente y mi esposa tuvo que entregarse a mis erecciones.
Una semana después acompañe a Ester a una visita al médico, su marido estaba cada vez mas enfermo y saque la cuenta que cada vez que me la topaba Ester lucia provocativas ropitas. Esa mañana rumbo al médico, mientras manejaba el auto, me dedique a mirar de cerca esos muslos deliciosos. Ella notaba mi mirada al punto que me dijo “que me miras tanto Roberto?”. No respondi nada, trague saliva y segui manejando algo hipnotizado. Al llegar al centro médico ella subió los 6 peldaños antes que yo y por detrás pude deleitarme con su raja deliciosa. Al regresar a casa me dijo, “te han dicho que las miradas tocan?”. No dije nada, su marido estaba en el asiento de atrás enfermo pero no sordo.  Ella era descarada.
Esa tarde fui a su casa a llevarle unas medicinas a su marido y charlamos, yo mirando fijo el entrepiernas. Ella se rio y me dijo está claro que no quieres hablarlo, pero me miras mucho y se nota.
Como estábamos a solas, le dije que me perturbaba pero estaba en una situación difícil. Aquí estamos a solas, dime que ocurre, me dijo, me paré camine y me senté a su lado, me gustas mucho y me atraes, le dije. Como estábamos en el jardín de la casa, nadie nos miraba. Estire la mano y palpe sus muslos que llevaba mirando hace años. Subi, ella cerro los ojos, “esto es una locura” me dijo. Mañana vengo por ti a las 5 de la tarde, le dije, y me fui.
Las horas se me hicieron eternas, pase a buscarla a las 17 horas en punto. Dios mio!!! Que hembra, una diminuto vestido permitía ver su grueso culo y sus piernas deliciosas, dos tiritas lo sostenían anunciando que no llevaba brassier. Sube al auto, pongo mi mano en su muslo y no digo nada; solo conduje a un hotel de parejas.
Al llegar la abracé, le meti mano por esas curvas deliciosas. ¿Por qué lo prohibido es mas rico? Pensé, mientras buscaba el chocho peludo, la bese, le quite el vestido y dos gruesas tetas coronadas por unos duros, anchos y oscuros pezones quedaron libres para mi. Chupe, mordí, acaricie, la bese. Me pidió sexo oral, hicimos un 69, chupa como puta, bien calentona, mejor que mi mujer. Montada sobre mi, me ofrecia el ano abierto y fragante, hice a un lado la ropita con encajes y chupé y violé con mi lengua y mis dedos ambos agujeros. Enseguida, me subi sobre ella y en el estilo mas clásico la penetré profundamente. “esto necesitaba…” me dijo. “un macho que me diera sexo a destajo”. Estuvimos 3 horas culiando y hoy mi suegra es mi amante, llevamos 15 meses de sexo salvaje, mi esposa no sabe nada y ambas son un complemento perfecto para mi vida sexual.