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Le mando fotos al novio de mi hija 2

Pasaron un par de días y recibí un mensaje de Marcos, mándame un par de fotos mirándote el culo en el espejo del gimnasio, que seguro lo debes hacer, y haceme otra sesión, me encanta ver tu culazo, decile al salame que te coge que queres hacer más fotos y llévate ropita sexy, hace unos cuantos cambios de ropa, me encanta tu culo.
Paso casi un mes para que pudiera verlo a mi amante, estaba de viaje por trabajo, después la esposa lo reclamaba y los hijos, en el mientras tanto, me había cruzado con Marcos un par de veces en mi casa y el trato siempre había sido normal, como si esto de las fotos no estuviera pasando, si bien notaba cuando me miraba el culo de una forma casi salvaje, delante de mi hija, nada parecía haber cambiado.
Cuando me encontré con mi amante y le pedí las fotos estaba encantado, me preguntó si las iba a publicar, le dije que las quería tener, esperando el momento en que me animara a publicarlas, me ponía muy caliente haciendo poses, cambiando la lencería sexy que había comprado sabiendo que eran para mandárselas al novio de mi hija.
Le mandé las fotos, no hubo comentarios al respecto, esperaba que me dijera algo, una tarde salí de mi trabajo y un auto se acercó, bajo la ventanilla era Marcos, claro, enseguida sentí mi garganta seca por los nervios. Se acercó a la vereda.
-Subí… -dijo abriendo la puerta, me senté sin decir nada, se acercó hacia mí y me dio un suave beso en los labios, estaba como congelada, no podía moverme. Le dije que tenía que ir a una reunión importante, no tenía tiempo en ese momento, paro el auto, a un costado y empezamos a morrearnos y acariciarnos, me tocaba por todo el cuerpo.- vamos a tener un adelanto por lo menos… cuando podes…? –me aleje un poco de él. Le iba a decir que era el novio de mi hija, pero después de haberle mandado las fotos, y toda la calentura que venía provocándonos, le dije que en dos días salía más temprano del trabajo, podíamos encontrarnos.
Me pasó a buscar por el trabajo, me había puesto una mini muy ajustada, unas medias a medio muslo, me había cambiado en el trabajo, porque no me animaba a ir así vestida a trabajar, me puse unos tacos altos, me pinte, estuve un largo rato arreglándome, cuando salí el hombre de seguridad, me sonrió y me dijo
-No se quien será el afortunado, pero le tengo mucha envidia, le sonreí la galantería.
Ni bien subí al auto estuvimos apretando un montón, después fuimos en silencio, sonaba música en la radio, me llevó al hotel, todo el tiempo me venía el pensamiento que era el novio de mi hija, que casi podía ser mi hijo, pero la calentura que sentía borraba cualquier rastro de remordimiento.
Cuando abrió la puerta de la habitación, me hizo pasar y me tomó desde atrás abrazándome, dejé caer mi cabeza sobre su hombro de espaldas a él, girando mi cabeza para besarlo, sus manos iban de mis pechos a mi conchita, me apretaba contra él, sentía la dureza de su pija contra mi culo, me giré hacia él, seguimos besándonos un montón, sus manos ahora levantaron mi falda y se entretuvieron un largo rato acariciando mi culo.
-Mucho mejor que en las fotos… -dijo
Le saqué la remera, semejante hombretón, tenía todos los músculos marcados, no esos músculos exagerados de gimnasio, sino esos que tienen los que practican mucho deporte, se cuidan, baje besando su pecho, su pancita, quedé arrodillada delante de él, lo miré a los ojos mientras tomaba su cinturón desabrochándolo, le desabotoné el vaquero, esas cosas raras de la gente, pero me parecía muy masculino que tuviera botones el vaquero en lugar de cierre, me encantó. Lo fui desabrochando de a uno, haciendo una pausa después de cada uno, mirándolo a los ojos, me acarició la cara y corrió el pelo para que no me la tapara. Le baje suavemente el pantalón, noté un bulto grande, lo apreté primero con la mano, después le di suaves mordiscos, saqué solo la cabeza por encima del bóxer y jugué con mi lengua por la parte de atrás de su cabecita, era una herramienta hermosa, tomé el bóxer desde atrás, llevando mis manos hacia adelante a la par que lo bajaba, su dureza quedo delante de mi cara, no pude hacer otra cosa que rendirle tributo con mi boca, estuve un montón chupándolo hasta que me hizo levantarme, me estuvo besando un largo rato y me llevó a la cama, se acomodó entre mis piernas y corriendo la tira de la tanga, me estuvo devolviendo el favor, lo hacía tan bien, lo agarré del pelo, de a ratos le apretaba la cabeza contra mi, se desnudó del todo, yo tenía puesto un top arriba, me había sacado el sujetador al salir del trabajo, lo puso por debajo de mis pechos, mientras me iba penetrando lentamente, se quedó clavado contra mí, mientras alternaba sus besos en mi boca, y en mis pechos. Perdí la noción del tiempo, estuvimos un montón haciéndolo, se acostó en la cama, me puse de pie y me desnudé del todo para él, me pidió que lo montara de espaldas a él, quería tener un primer plano de mi culazo, lo monté y lo cogí bien duro, empezó a jugar con su dedo gordo en mi culo, me incliné hacia adelante tratando de facilitarle el juego, no pude aguantar mucho más, enseguida estaba teniendo un orgasmo como hacía mucho no sentía, me salí un segundo de él, necesitaba ir al baño con urgencia, cuando volví seguía bien duro esperándome, me puse en cuatro en la cama, se levantó y me montó desde atrás,
-Me encanta que me den como a una perrita… -le dije.
Estuvo un montón dándome así, jugando con sus dedos en mi culito dándomelos a chupar, cuando estaba por acabar la sacó y sentí una corrida poderosa que llegó a salpicarme hasta el pelo, y un montón de chorros en mi espalda y culo, que delicia, los dos nos reímos, quedamos acostados en la cama besándonos, mi mano fue a acariciarle su palo que se ponía duro de nuevo, se lo fui a chupar, no teníamos mucho tiempo, él tenía que pasar a buscar a mi hija, quería que se vaciara en mi boca, me esmere todo lo que pude hasta que lo sentí llegar, me encantó sentir como explotaba, traté de tragar todo lo que podía, un resto quedó en mi boca, se lo mostré y me lo tragué también, nos besamos, nos duchamos, me tomé un taxi para que no perdiera tiempo. En casa me cambié, me di un baño de inmersión, no sentía culpa, me sentía rara, no podía conectar con la idea que era el novio de mi hija, salí del baño, al rato llegó mi hija, estaba enojada.
-Que pasó amor…?
-Nada, discutí con Marcos… tuvo el celular apagado toda la tarde…
-Ay amor… se nota que no trabajas todavía, muchas veces uno tiene reuniones en los trabajos y no se puede tenerlo encendido…
-Lo podes silenciar mamá…
-Siempre es un distractivo… yo lo apago cada vez que tengo una reunión… no seas tonta… se nota que ese muchacho te quiere…


1 comentarios - Le mando fotos al novio de mi hija 2

leloir2010
Te lo cogiste al final. Y ahora como sigue todo esto? Van puntos