Soy ingeniero agrícola, vivo en sudamerica, cuento esto que me ha sucedido con algo de verguenza y exitación. Me llamo José Manuel tengo 53 años, soy alto, delgado y mi señora dice que soy buenmozo. Confieso que soy bastante caliente, tengo una amante jovencita a quien me tiro dos veces por semana, también me tiro a una secretaria casada y experta en sexo anal. Sexo no me falta. Aunque sacando la cuenta, mi esposa es perfecta, exquisita, caliente y buena para el sexo.
Estuve haciendo una asesoría en una viña muy famosa, invitado por un enólogo muy prestigiado a quien llamaré Carlos. Apenas llegué me invitó a conocer el lugar y luego por la noche una cena en el hotel donde alojé. El tipo es muy simpático, parece actor de cine o modelo y las mujeres lo tratan como rey por su aspecto. Cenamos catando vinos de cepas extrañas y sabrosas. Al terminar la cena estábamos algo ebrios y me sugirió que aprovecháramos la gentileza del hotel al regalarme champaña en la habitación. Me habló de unas chicas pero el alcohol borró la idea.
Fuimos a mi habitación, una suite hermosa y amplia. A medida que pasaban las horas Carlos y yo fuimos perdiendo la compostura, tanto por el alcohol como por el tono de la conversación: sexo y mujeres. Cuando Carlos fue al baño estaba muy ebrio, así es que sin querer pude ver cuando orinó. Confieso que vi una tremenda verga, impresionante! Parecía un perfecto burro y estaba algo erecto. Siempre he sido un hombre, macho, activo y heterosexual. Nunca he sentido atracción por un hombre...pero esta noche algo me estaba ocurriendo. Me acercaba a Carlos y sentia su olor a perfume de hombre, miraba sus manos y me sentía atraído. Cuando le vi su pene en el baño tuve una exitación francamente homosexual.
Seguimos charlando y encendió un cigarrillo, al parecer era marihuana, yo no fumo pero me ofreció. Tomé su cigarro y le di una fumada. Se rio, "no sabes fumar" me dijo. Enseguida el tomó el cigarrillo y lo puso con sus manos entre mis labios, fumé, pero senti sus manos en mi boca y juro que me exité; quitó el cigarrillo y me pidió que le diera el humo de mi boca. Me quedé helado, quieto, no supe que hacer, Carlos se acercó y senti sus labios. Nunca habia besado a un hombre, aspiró el humo pero enseguida metió su lengua y me escarbó la boca, me tomó la cara y me lamió las orejas, el cuello y se puso como ebrio de caliente. Me tiré en la cama, el se levantó, me miro y me dijo, “siempre eres tan coqueto?”, Yo tirado encima del sofá lo miré meneándome lentamente, nervioso pero exitado. “Solo cuando me seducen” le dije riéndome. Carlos estaba de pie y lucia un paquetón sexual que era evidente. Se acercó, se arrodilló frente a mi, me besó el abdomen qu se asomaba por entre mi camisa. Me asusté pero me dejé sumisamente, quería vivir esa experiencia; me quitó la camisa, me chupó el pecho y me lamió el cuello, con languetazos sucios, luego se comenzó a desnudar. Estábamos en los sillones de la terraza de la pieza y ante nosotros no habia nada ni nadie (supongo), solo las plantaciones de uva. Reconozco que me asusté, era mi primera relación homosexual, me quitó el pantalón, se volvió a agachar y me comenzó a mamar la verga como una niña, gimiendo y dando sollozos, mi pene estaba erecto como pocas veces lo he tenido, creo que estaba hermoso. Luego de unos 10 minutos de lamerme la verga Carlos, se paró frente a mi con la verga en la mano, me mira se rie y me dice: “te toca corazón”. Echa el cuerpo hacia atras y un glande descomunal quedo frente a mi ¿pensará que se lo voy a chupar? me dije a mi mismo...pues bien, me toma la cabeza y yo miro este monstruo de carne, abro mi boca y comienzo a mamar como una princesa. El tipo era hermoso, alto musculoso, velludo, atlético, cuerpo escultural. Su miembro medía mas de 25 centimetros (como mínimo) era grueso, cabezon y con venas pronunciadas. Le chupé la verga a Carlos como 10 minutos, es muy rico de verdad sentir una tranca de hombre que te va mojando con el jugo dulce mientras te roza la garganta y el paladar. Me entusiasmé y le mamé las bolas, le apreté las nalgas y le rocé el ano, se gira y me lo ofrece, lamí su agujero anal, un fuerte olor a raja me inundó la nariz, pro me dejo caliente. El sabor picante de un culo de hombre me llenó la boca. Carlos es duro, peludo, de piernas preciosas, y abdomen musculoso y plano, lami y bese su cuerpo escultural, es exquisito, enseguida se agacha, se pone de rodillas entre mis piernas y me lo mama de nuevo, durante 10 minutos senti su boca y su lengua recorrer mi verga y mis bolas. Me chupaba el pico mejor que mi esposa. Se pasaba mi pene por su cara, su pelo, su cuello, volvia a mamarmelo diciendo que yo era exquisito. Nunca pensé que yo caería rendido ante un macho joven.
Nos tiramos en la cama, un 69 maravilloso hizo que su tranca me quedara ensartada en mi boquita de hombre. Lamiamos mutuamente nuestros culitos y el ano cuando senti un par de deditos violando mi intimidad, se chupaba los dedos para saborearse y volvia a metermelos en mi culito virgen, luego su boca jugaba con mi glande. Luego me dijo "ven precioso vas a probarme", me puso boca abajo, me tiró escupo en mi raja y me abrió las nalgas, luego me culió como si yo fuera su esposa. Nunca había sentido una verga entrar en mi trasero. Primero me lo dio suave, poco a poco me lo fue metiendo con mas fuerza. "Rica, flaquita caliente", me decia sujetandome de las caderas y tratándome como mujer, "...dejame culiarte, tienes el hoyo profundo putita rica". Luego se me monto misionero: Me abrazó alcé las piernas y me dejé, era demasiado rico, me comí su tranca como una nena y mientras sentia que me llenaba el trasero le dije puras brutalidades, yo sollozaba y quice hacerlo como niña, gimiendo y quejándome...(ay amor, que lindo, que exquisito, amorcito culeame soy tu puta, precioso mi rey damelo... hermoso, que pene tan lindo me llena…le dije) luego le pedi que me eyaculara la boca ("dame la leche en la boca precioso, te quiero saborear amor") asi es que a los 20 minutos de darme por atras hicimos nuevamente un 69 y se lo mamé, descargó y tragué, lo dejé seco y limpio. El semen es exquisito, y no me dio asco. Yo eyaculé también pero Carlos es un sucio, retiene mi semen y luego me besa y me devuelve mis mocos. Nos besamos de manera caliente mientras mi semen resbalaba por nuestros cuerpos desnudos. Estuvimos dos noches tirando y no nos vimos mas. Una pena.
Estuve haciendo una asesoría en una viña muy famosa, invitado por un enólogo muy prestigiado a quien llamaré Carlos. Apenas llegué me invitó a conocer el lugar y luego por la noche una cena en el hotel donde alojé. El tipo es muy simpático, parece actor de cine o modelo y las mujeres lo tratan como rey por su aspecto. Cenamos catando vinos de cepas extrañas y sabrosas. Al terminar la cena estábamos algo ebrios y me sugirió que aprovecháramos la gentileza del hotel al regalarme champaña en la habitación. Me habló de unas chicas pero el alcohol borró la idea.
Fuimos a mi habitación, una suite hermosa y amplia. A medida que pasaban las horas Carlos y yo fuimos perdiendo la compostura, tanto por el alcohol como por el tono de la conversación: sexo y mujeres. Cuando Carlos fue al baño estaba muy ebrio, así es que sin querer pude ver cuando orinó. Confieso que vi una tremenda verga, impresionante! Parecía un perfecto burro y estaba algo erecto. Siempre he sido un hombre, macho, activo y heterosexual. Nunca he sentido atracción por un hombre...pero esta noche algo me estaba ocurriendo. Me acercaba a Carlos y sentia su olor a perfume de hombre, miraba sus manos y me sentía atraído. Cuando le vi su pene en el baño tuve una exitación francamente homosexual.
Seguimos charlando y encendió un cigarrillo, al parecer era marihuana, yo no fumo pero me ofreció. Tomé su cigarro y le di una fumada. Se rio, "no sabes fumar" me dijo. Enseguida el tomó el cigarrillo y lo puso con sus manos entre mis labios, fumé, pero senti sus manos en mi boca y juro que me exité; quitó el cigarrillo y me pidió que le diera el humo de mi boca. Me quedé helado, quieto, no supe que hacer, Carlos se acercó y senti sus labios. Nunca habia besado a un hombre, aspiró el humo pero enseguida metió su lengua y me escarbó la boca, me tomó la cara y me lamió las orejas, el cuello y se puso como ebrio de caliente. Me tiré en la cama, el se levantó, me miro y me dijo, “siempre eres tan coqueto?”, Yo tirado encima del sofá lo miré meneándome lentamente, nervioso pero exitado. “Solo cuando me seducen” le dije riéndome. Carlos estaba de pie y lucia un paquetón sexual que era evidente. Se acercó, se arrodilló frente a mi, me besó el abdomen qu se asomaba por entre mi camisa. Me asusté pero me dejé sumisamente, quería vivir esa experiencia; me quitó la camisa, me chupó el pecho y me lamió el cuello, con languetazos sucios, luego se comenzó a desnudar. Estábamos en los sillones de la terraza de la pieza y ante nosotros no habia nada ni nadie (supongo), solo las plantaciones de uva. Reconozco que me asusté, era mi primera relación homosexual, me quitó el pantalón, se volvió a agachar y me comenzó a mamar la verga como una niña, gimiendo y dando sollozos, mi pene estaba erecto como pocas veces lo he tenido, creo que estaba hermoso. Luego de unos 10 minutos de lamerme la verga Carlos, se paró frente a mi con la verga en la mano, me mira se rie y me dice: “te toca corazón”. Echa el cuerpo hacia atras y un glande descomunal quedo frente a mi ¿pensará que se lo voy a chupar? me dije a mi mismo...pues bien, me toma la cabeza y yo miro este monstruo de carne, abro mi boca y comienzo a mamar como una princesa. El tipo era hermoso, alto musculoso, velludo, atlético, cuerpo escultural. Su miembro medía mas de 25 centimetros (como mínimo) era grueso, cabezon y con venas pronunciadas. Le chupé la verga a Carlos como 10 minutos, es muy rico de verdad sentir una tranca de hombre que te va mojando con el jugo dulce mientras te roza la garganta y el paladar. Me entusiasmé y le mamé las bolas, le apreté las nalgas y le rocé el ano, se gira y me lo ofrece, lamí su agujero anal, un fuerte olor a raja me inundó la nariz, pro me dejo caliente. El sabor picante de un culo de hombre me llenó la boca. Carlos es duro, peludo, de piernas preciosas, y abdomen musculoso y plano, lami y bese su cuerpo escultural, es exquisito, enseguida se agacha, se pone de rodillas entre mis piernas y me lo mama de nuevo, durante 10 minutos senti su boca y su lengua recorrer mi verga y mis bolas. Me chupaba el pico mejor que mi esposa. Se pasaba mi pene por su cara, su pelo, su cuello, volvia a mamarmelo diciendo que yo era exquisito. Nunca pensé que yo caería rendido ante un macho joven.
Nos tiramos en la cama, un 69 maravilloso hizo que su tranca me quedara ensartada en mi boquita de hombre. Lamiamos mutuamente nuestros culitos y el ano cuando senti un par de deditos violando mi intimidad, se chupaba los dedos para saborearse y volvia a metermelos en mi culito virgen, luego su boca jugaba con mi glande. Luego me dijo "ven precioso vas a probarme", me puso boca abajo, me tiró escupo en mi raja y me abrió las nalgas, luego me culió como si yo fuera su esposa. Nunca había sentido una verga entrar en mi trasero. Primero me lo dio suave, poco a poco me lo fue metiendo con mas fuerza. "Rica, flaquita caliente", me decia sujetandome de las caderas y tratándome como mujer, "...dejame culiarte, tienes el hoyo profundo putita rica". Luego se me monto misionero: Me abrazó alcé las piernas y me dejé, era demasiado rico, me comí su tranca como una nena y mientras sentia que me llenaba el trasero le dije puras brutalidades, yo sollozaba y quice hacerlo como niña, gimiendo y quejándome...(ay amor, que lindo, que exquisito, amorcito culeame soy tu puta, precioso mi rey damelo... hermoso, que pene tan lindo me llena…le dije) luego le pedi que me eyaculara la boca ("dame la leche en la boca precioso, te quiero saborear amor") asi es que a los 20 minutos de darme por atras hicimos nuevamente un 69 y se lo mamé, descargó y tragué, lo dejé seco y limpio. El semen es exquisito, y no me dio asco. Yo eyaculé también pero Carlos es un sucio, retiene mi semen y luego me besa y me devuelve mis mocos. Nos besamos de manera caliente mientras mi semen resbalaba por nuestros cuerpos desnudos. Estuvimos dos noches tirando y no nos vimos mas. Una pena.
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