Nuestro verano a lo campanelli turró va a ponerse mejor a cada minuto. Y es que con la locura del garche que metimos en el baño del balneario de Mar del Plata nuestra exitacion y calentura se fue multiplicando. Al volver a la playa me detuve a apreciar un poco más y más detenidamente a la tía Karina. Que mujer !!. Podría decirse una auténtica milf. Madre de tres hijos pero con toda esa figura reluciente un orto grande pero no gorda. Una cola bien buena. Redonda muy firme y el hecho de que se clave una bikini tanga le daba varios puntos extras. Repleta de tatuajes por todos lados. En los brazos en la espalda y hasta una cerecita en uno de los cachetes de la cola. Bien tetona y como dije antes pese a ser madre de tres tenía las tetas firmes bastante paraditas y se dejaba ver cómo se le marcaba el pezón en el corpiño de la bikini. Muy coqueta pero sin perder lo villera. Por ejemplo comiéndose un pancho con papas y mayonesa y tirando la basura ahí al costado en la carpa sin siquiera calentarse en buscar un tacho. Con mi turra se llevaban de diez cualquiera diría que más que tía y sobrina parecían dos íntimas amigas. Se contaban todo. Incluso le conto de como garchamos ahí en el baño. A ese nivel.
Un rato después cayó el gordo del marido con el resto de las Bendis. El gordo también todo tatuado cayó con un short negro de fútbol medio cagado a palos. Se sentó en una de las sillas y se puso a leer el ole deportivo. Cada tanto me comentaba algo de alguna nota que leía pero mayormente me comentaba de algún buen culo que pasaba entangado frente a nosotros. Yo aproveché para agradecerle personalmente la invitación y el gordo me respondió: "olvídate la nena (por Jesica) es como una hija para mí". Una hija a la que le miraste varias veces el culo pensaba yo. Ahí entendí Masomenos como venía la cosa. El gordo quería verla a Jésica en todo su accionar toda su putez. Bien entangada en la playa bien puta para salir a cenar y no me extrañaría que se garche a su mujer pensando en mi turra. No lo podía asegurar pero iba a estar atento además podía ser muy divertido.
El gordo nos invitó unos helados y me di cuenta enseguida como le fichaba el orto a "la nena". No era para menos con esa bikini diminuta prendía fuego a cualquiera. Jésica incluso se había puesto en un papel más de bebota, y venía se me sentaba a upa dejaba que yo le apriete la cola me hablaba como nena del secundario. El gordo cada vez que podía miraba le miraba el culo.
Nos quedamos hasta bien tarde en la playa. Enfilamos para la casa a cambiarnos para ir a cenar una pizza al centro. Mientras mi turra se cambiaba y se ponía completamente putona yo espiaba un poco disimuladamente al gordo y a la tía. El gordo estaba caliente seguramente de haberle visto el orto bien entangado a la nena toda la tarde y franeleaba con la mujer en la pieza. Le ayudaba a elegir la ropa y le daba palmadas en la cola. Tuve que dejar de mirar por mi turra me llamo a nuestra pieza para que le dijera como le quedaba el vestidito. Prendía fuego absolutamente todo. Negro brillante cortito al ras de la cola bien entangada a morir, se le transparentaba la tanga hilo blanca. Espalda descubierta sin corpiño y bastante escotado. Mucho más de lo que usa normalmente. Le quedaba un espectáculo. La tía Karina por su parte acompañaba en putez a la sobrina. Una pollera de jean cortita bien cortita dejaba al descubierto no solo sus hermosas piernas sino también al límite de su cola. Una musculosa escotada con el hermoso detalle de estar sin corpiño le dejaba básicamente las tetas al descubierto. Nosotros los hombres estábamos facheros y las Bendis digamos que presentables. Fuimos en los dos autos porque éramos demasiados y encontramos una linda pizzería un poquito más alejada del centro centro.
Las tetas de ambas tenían todas las miradas pero escote de la tía te paraba la verga con solo mirarla. Las dos estaban radiantes mal y estar sentado junto a ellas nos agrandaba más y más. El gordo se entretenía hablando y contando historias de cuando era un maleante de pendejo y si bien algunas eran un poco fantaseosas eran divertidas y mi turra cumpliendo su rol de sobrinita admiradora lo escuchaba y le hacía preguntas pelotudas que agrandaban más la figura de Pablo Escobar del gordo. Al parecer esto le funcionaba bien porque la tía también le coqueteaba le daba besos lo beboteaba. Mi turra disimuladamente me puso la mano sobre el jean que tenía un poco dura la pija de verla con ese vestidito. Debajo de la mesa me acariciaba por sobre el jean y en cuanto pudo se me acercó al oído y me dijo: "llegamos a la casa y te garcho como loca".
Para no hacerla tan larga cuando volvimos para la casa se respiraba una calentura impresionante. En ambas parejas se sentía se dejaba oler esa calentura esas ganas de garchar. Íbamos a arrancar para la pieza cuando tía nos convido con un Gancia que tenían para nuestra visita. Las Bendis ya estaban todas durmiendo y habíamos quedado los cuatro solos en el comedor. La tía con una voz de puta que jamás olvidaré dice: "porque no jugamos un juego?". Y en dos frases explica un juego de animarse a hacer algo o tenés que escabiar y los demás tienen que escabiar no me acuerdo exactamente pero básicamente te pones en pedo mal y caliente como una pava en poco tiempo. Las primeras preguntas fueron medio soft hasta que llegó el turno de la tía putona.
Karina hacia mi turra: a qué no te animas a chuparle la pija a tu marido delante mío.
El gordo tenía un brillo en los ojos que se comía la situación con la mirada. Yo estaba muy caliente y mire de lleno a mi turra.
Jésica sin vergüenza alguna se rio y me bajo el cierre del jean. Cuando mi verga quedó completamente desnuda frente a sus ojos poso sus labios carnosos sobre mi pija. Le empezó a dar besos en la cabeza y sin dejar de mirar a la tía y al gordo comenzó a chuparmela. La tía dio dos gritos así cuál pendeja exitada por la situación y el gordo estaba caliente mal mirando a la nena como me chupaba la verga. Le dió una linda chupada y dejándome bien caliente se incorporo y dijo: "gane todos toman".
Mi turra exitada con todo el morbo jugó su turno de igual manera.
Jésica al gordo: a qué no te animas a chuparle la concha acá a mi hermosa tía.
El gordo estaba más caliente por como le hablaba la nena que por la concha de su hermosa mujer y con tono canchero respondió: "miren y aprendan". La tía de abrió de piernas subiendo su pollerita hasta la cintura. Se sacó la tanguita hilito y la apoyo mojada en el sillón. Su concha algo peludita quedó frente a mis ojos. Yo ensima con ese Pete sin acabar volaba de calentura estaba rojo. El gordo se agachó y comenzo a chuparle la concha a la mujer. Está le apretaba la cabeza con las piernas y le tiraba del pelo. El gordo saboreaba esa concha y le seguía pasando lengua. Nosotros estábamos que herviamos de calentura y comenzamos a besarnos mal. Yo le apretaba las tetas a mi turra y le comía la boca que daba gusto. El gordo seguía a pleno en la chupada de concha cada vez más flujeada.
El juego termino quedando a media partida porque la calentura nos había ganado a los cuatro. Podíamos ir cada uno a su pieza si podíamos pero garchar ahí era más adrenalina. De modo que en un pestaneo mi turra estaba cavalgabdome sobre el sillón y la tía se cabalgaba al gordo en el sillón de enfrente. Con suerte si nos separaba un metro. Las dos turritas nos saltaban ensima que daba gusto. Y entre los gemidos y gritos de ambas yo me volvía completamente loco. Mi turra me cabalgaba fuerte haciendo que mi verga sin forro piel con piel se clave bien hasta el fondo de su concha empapada. Yo le besaba las tetas le chupaba los pezones y para cuando mire de reojo el gordo estaba sentado a mi lado y la tía le cabalgaba ensima. Se habían pasado a nuestro sillón. En plena cabalgada tía y sobrina se miraban y sonreían complicemente. Hasta que mientras nos cabalgaban a los dos las dos turras se dieron un pico. Pico que se transformó en beso y luego en chape. Se comieron la boca de una forma muy pero muy caliente. "Putitas por siempre" se dijeron al mismo tiempo como sellando ese pacto de tía y sobrina putas. No me voy a mandar la parte yo hacía todos mis esfuerzos para no acabar y quedar como un precoz. Y estás dos hijas de puta no ayudaban en nada. Incluso en un momento miraba más allá de ellas al resto de la casa como para distraerme un poco. Asique algunos momentos me los perdí de ver pero seguía sintiendo la concha flujeada de mi turra cavalgabdome.
Tia y sobrina volvieron hacia nosotros y comenzaron a cabalgar nos más fuerte con más ganas llegando ellas al orgasmo casi al mismo tiempo. Mi capacidad de aguantar la leche había llegado al límite. Cerré los ojos ya no podía ver más. Además del pedo que ya tenía estaba medio mareado. Sentí la acabada de mi turra a chorros sobre mi pija sobre mi cuerpo y sobre el sillón. Una mezcla de gritos indicada que seguro había acabado también la tía. Yo terminé llenándole de leche la concha en una explosión de leche como nunca había sentido en mi vida. Fue una locura una cosa sarpada mal. El gordo claramente el que tenía más resistencia siguió recibiendo las cavalgas de la tía como si nada. Lo admiro.
Mi turra y yo nos derrumbamos en el sillón flujeado y así desnudos y sucios nos quedamos dormidos. Apenitas antes de dormirme casi con los ojos cerrados ví como el gordo acababa toda la leche en la concha de la mujer. Debe haber Sido una explosión de leche increíble porque disfrutaban de lo lindo. El gordo muy grasuriento la miro a la mujer y le dijo: "re preñada abras quedado puta".
Continúara
Un rato después cayó el gordo del marido con el resto de las Bendis. El gordo también todo tatuado cayó con un short negro de fútbol medio cagado a palos. Se sentó en una de las sillas y se puso a leer el ole deportivo. Cada tanto me comentaba algo de alguna nota que leía pero mayormente me comentaba de algún buen culo que pasaba entangado frente a nosotros. Yo aproveché para agradecerle personalmente la invitación y el gordo me respondió: "olvídate la nena (por Jesica) es como una hija para mí". Una hija a la que le miraste varias veces el culo pensaba yo. Ahí entendí Masomenos como venía la cosa. El gordo quería verla a Jésica en todo su accionar toda su putez. Bien entangada en la playa bien puta para salir a cenar y no me extrañaría que se garche a su mujer pensando en mi turra. No lo podía asegurar pero iba a estar atento además podía ser muy divertido.
El gordo nos invitó unos helados y me di cuenta enseguida como le fichaba el orto a "la nena". No era para menos con esa bikini diminuta prendía fuego a cualquiera. Jésica incluso se había puesto en un papel más de bebota, y venía se me sentaba a upa dejaba que yo le apriete la cola me hablaba como nena del secundario. El gordo cada vez que podía miraba le miraba el culo.
Nos quedamos hasta bien tarde en la playa. Enfilamos para la casa a cambiarnos para ir a cenar una pizza al centro. Mientras mi turra se cambiaba y se ponía completamente putona yo espiaba un poco disimuladamente al gordo y a la tía. El gordo estaba caliente seguramente de haberle visto el orto bien entangado a la nena toda la tarde y franeleaba con la mujer en la pieza. Le ayudaba a elegir la ropa y le daba palmadas en la cola. Tuve que dejar de mirar por mi turra me llamo a nuestra pieza para que le dijera como le quedaba el vestidito. Prendía fuego absolutamente todo. Negro brillante cortito al ras de la cola bien entangada a morir, se le transparentaba la tanga hilo blanca. Espalda descubierta sin corpiño y bastante escotado. Mucho más de lo que usa normalmente. Le quedaba un espectáculo. La tía Karina por su parte acompañaba en putez a la sobrina. Una pollera de jean cortita bien cortita dejaba al descubierto no solo sus hermosas piernas sino también al límite de su cola. Una musculosa escotada con el hermoso detalle de estar sin corpiño le dejaba básicamente las tetas al descubierto. Nosotros los hombres estábamos facheros y las Bendis digamos que presentables. Fuimos en los dos autos porque éramos demasiados y encontramos una linda pizzería un poquito más alejada del centro centro.
Las tetas de ambas tenían todas las miradas pero escote de la tía te paraba la verga con solo mirarla. Las dos estaban radiantes mal y estar sentado junto a ellas nos agrandaba más y más. El gordo se entretenía hablando y contando historias de cuando era un maleante de pendejo y si bien algunas eran un poco fantaseosas eran divertidas y mi turra cumpliendo su rol de sobrinita admiradora lo escuchaba y le hacía preguntas pelotudas que agrandaban más la figura de Pablo Escobar del gordo. Al parecer esto le funcionaba bien porque la tía también le coqueteaba le daba besos lo beboteaba. Mi turra disimuladamente me puso la mano sobre el jean que tenía un poco dura la pija de verla con ese vestidito. Debajo de la mesa me acariciaba por sobre el jean y en cuanto pudo se me acercó al oído y me dijo: "llegamos a la casa y te garcho como loca".
Para no hacerla tan larga cuando volvimos para la casa se respiraba una calentura impresionante. En ambas parejas se sentía se dejaba oler esa calentura esas ganas de garchar. Íbamos a arrancar para la pieza cuando tía nos convido con un Gancia que tenían para nuestra visita. Las Bendis ya estaban todas durmiendo y habíamos quedado los cuatro solos en el comedor. La tía con una voz de puta que jamás olvidaré dice: "porque no jugamos un juego?". Y en dos frases explica un juego de animarse a hacer algo o tenés que escabiar y los demás tienen que escabiar no me acuerdo exactamente pero básicamente te pones en pedo mal y caliente como una pava en poco tiempo. Las primeras preguntas fueron medio soft hasta que llegó el turno de la tía putona.
Karina hacia mi turra: a qué no te animas a chuparle la pija a tu marido delante mío.
El gordo tenía un brillo en los ojos que se comía la situación con la mirada. Yo estaba muy caliente y mire de lleno a mi turra.
Jésica sin vergüenza alguna se rio y me bajo el cierre del jean. Cuando mi verga quedó completamente desnuda frente a sus ojos poso sus labios carnosos sobre mi pija. Le empezó a dar besos en la cabeza y sin dejar de mirar a la tía y al gordo comenzó a chuparmela. La tía dio dos gritos así cuál pendeja exitada por la situación y el gordo estaba caliente mal mirando a la nena como me chupaba la verga. Le dió una linda chupada y dejándome bien caliente se incorporo y dijo: "gane todos toman".
Mi turra exitada con todo el morbo jugó su turno de igual manera.
Jésica al gordo: a qué no te animas a chuparle la concha acá a mi hermosa tía.
El gordo estaba más caliente por como le hablaba la nena que por la concha de su hermosa mujer y con tono canchero respondió: "miren y aprendan". La tía de abrió de piernas subiendo su pollerita hasta la cintura. Se sacó la tanguita hilito y la apoyo mojada en el sillón. Su concha algo peludita quedó frente a mis ojos. Yo ensima con ese Pete sin acabar volaba de calentura estaba rojo. El gordo se agachó y comenzo a chuparle la concha a la mujer. Está le apretaba la cabeza con las piernas y le tiraba del pelo. El gordo saboreaba esa concha y le seguía pasando lengua. Nosotros estábamos que herviamos de calentura y comenzamos a besarnos mal. Yo le apretaba las tetas a mi turra y le comía la boca que daba gusto. El gordo seguía a pleno en la chupada de concha cada vez más flujeada.
El juego termino quedando a media partida porque la calentura nos había ganado a los cuatro. Podíamos ir cada uno a su pieza si podíamos pero garchar ahí era más adrenalina. De modo que en un pestaneo mi turra estaba cavalgabdome sobre el sillón y la tía se cabalgaba al gordo en el sillón de enfrente. Con suerte si nos separaba un metro. Las dos turritas nos saltaban ensima que daba gusto. Y entre los gemidos y gritos de ambas yo me volvía completamente loco. Mi turra me cabalgaba fuerte haciendo que mi verga sin forro piel con piel se clave bien hasta el fondo de su concha empapada. Yo le besaba las tetas le chupaba los pezones y para cuando mire de reojo el gordo estaba sentado a mi lado y la tía le cabalgaba ensima. Se habían pasado a nuestro sillón. En plena cabalgada tía y sobrina se miraban y sonreían complicemente. Hasta que mientras nos cabalgaban a los dos las dos turras se dieron un pico. Pico que se transformó en beso y luego en chape. Se comieron la boca de una forma muy pero muy caliente. "Putitas por siempre" se dijeron al mismo tiempo como sellando ese pacto de tía y sobrina putas. No me voy a mandar la parte yo hacía todos mis esfuerzos para no acabar y quedar como un precoz. Y estás dos hijas de puta no ayudaban en nada. Incluso en un momento miraba más allá de ellas al resto de la casa como para distraerme un poco. Asique algunos momentos me los perdí de ver pero seguía sintiendo la concha flujeada de mi turra cavalgabdome.
Tia y sobrina volvieron hacia nosotros y comenzaron a cabalgar nos más fuerte con más ganas llegando ellas al orgasmo casi al mismo tiempo. Mi capacidad de aguantar la leche había llegado al límite. Cerré los ojos ya no podía ver más. Además del pedo que ya tenía estaba medio mareado. Sentí la acabada de mi turra a chorros sobre mi pija sobre mi cuerpo y sobre el sillón. Una mezcla de gritos indicada que seguro había acabado también la tía. Yo terminé llenándole de leche la concha en una explosión de leche como nunca había sentido en mi vida. Fue una locura una cosa sarpada mal. El gordo claramente el que tenía más resistencia siguió recibiendo las cavalgas de la tía como si nada. Lo admiro.
Mi turra y yo nos derrumbamos en el sillón flujeado y así desnudos y sucios nos quedamos dormidos. Apenitas antes de dormirme casi con los ojos cerrados ví como el gordo acababa toda la leche en la concha de la mujer. Debe haber Sido una explosión de leche increíble porque disfrutaban de lo lindo. El gordo muy grasuriento la miro a la mujer y le dijo: "re preñada abras quedado puta".
Continúara
14 comentarios - Tia y sobrina turras beso y garche (vacaciones turras 35)
La tía se ve que está un escalón economicamente más arriba de tu turra y eso es por las actividades ilegales del Gordo, aunque hay que reconocer que el tema de pirata del asfalto y salideras de los bancos quedó en el pasado para el rocho ese, ya no anda calzado y ahora se dedique a las estafas y algún que otro negocio turbio,(pase de mano), pero la tía en el fondo sigue siendo una terrible villera pata sucia, ellos son swingers hace rato, saben como llevar al pecado a parejitas inexpertas como Uds., es más por lo que contás deduzco que la turra de la tía y el Gordo delincuente son los que hace unos meses desvalijaron a 6 parejas de chetos en una mansión de Nordelta en una fiesta swinge llevandose entre dólares y joyas un botín cercano a los 200 mil verdes, ahí la hábil es la tía la que enganchó a los giles de Nordelta por medio de la App SwingChat y supo entrar a esa casa y luego de toda una noche de intercambios, lesbianismo y orgías se hicieron de una fortuna, los chetos no hicieron la denuncia por miedo a ser señalados por amorales, yo me enteré por la gente de seguridad del Barrio.
Van puntos y sale japa!
Y ka sobrina ni hablar
Que delicia
😘