Mi turra me garcha y mi suegra nos espía (cap 31)

Un sábado por la tarde tanto mi turra hermosa como mi cuñada del fondo decidieron (siempre deciden ellas claramente) ir a pasear con la familia al puerto de frutos en Tigre. Las hermanas turras se produjeron para la ocasión llamativas y dejando bien en claro a toda la zona norte que ellas son turras y matanceras. Jesica eligió un vestidito fuccia bien cortito al ras de la cola que marcaba bien ese orto precioso redondo firme ya bien notorio que es una luchona de ley. Se había entangado a mas no poder con un hilito blanco que se transparentaba un poco en el vestido y sobre todo se marcaba clarita la argolla de la tanga. Si bien no era super escotado se podía apreciar como se le marcaban los pezones por no usar corpiño. A la altura de la pancita se marcaba su embarazo y como toda turra lo lucia como un trofeo como un “asi me dejo mi macho bien preñada”. Yo estaba completamente sumergido en el mundo turro y llevaba un conjunto deportivo negro e incluso una vicera que estaba de moda en ese entonces.
Mi cuñada si bien había una diferencia de edad de varios años con mi turra tenia una calsa negra bien ajustada a la cola que llamaba mucho la atención, también bien entangada con el hilo de la tanga bien transparentado.

Antes de salir y mientras yo revisaba los niveles de agua y aceite del Fiat 147 y le echaba un poco mas, apareció mi turra en modo bebota. Me franeleo un poco y se puso pegadita a mi. Mostrándome lo cortito de su vestido y con voz de nena me dijo: “te gusta mi amor?”. Me encanta le respondi entusiasmado por presumirla asi toda la tarde. Mi turra muy viva me comio fuerte la boca me chapo con pasión lengua con lengua y me manoteo la verga. Sintiéndola toda dura y estando yo apoyado en la trompa del Fiat me bajo el joggin y dejo mi verga dura y cabezona frente a ella. Se agacho y sin mediar mas palabra comenzó a chupármela. Le pasaba la lengua por toda la verga y se detenia a pasársela mas despacio por la cabeza de mi pija. Yo estaba que volaba de calentura mal. Jesica se atoraba la garganta con mi verga teniéndome bien caliente. Corto en seco y se incorporó de nuevo hacia mí. “espero que me hagas regalitos alla”. Se dio vuelta y llendose se levanto el vestido mostrándome toda su hermosa cola bien entangada. Yo estaba caliente como una pava.

El viaje fue tranquilo pero a su vez yo volaba de calentura por ese pete y cada vez que miraba a mi turra en el asiento del acompañante con el vestidito que se le subia y asomaba su tanguita mas me calentaba. Paseando por el puerto de frutos bordeando el rio veo que vienen caminando de frente dos pibas que fueron a la escuela conmigo. Las reconoci enseguida todavía tenían la misma cara de chetitas nenas de papi adinerado. Venían charlando y con un par de bolsas con cosas que habían comprado. Mas o menos cuando quedamos a dos metros las dos me miraron, yo venia con Dylan a upa y caminando pegado a mi turra; detrás nuestro venían mi cuñada con el marido y las bendis. Abran dudado bastante si era o no yo sobre todo porque en su momento yo me marche sin despedirme de nadie. Me imagino la de rumores que abran corrido. Cuando pasaron por al lado miraron una vez mas y ya habiendo cruzado una de ellas se dio vuelta y pregunto: “Joaco, sos vos?”.

Yo gire suavemente con Dylan a upa y asentí con la cabeza. Las dos se vinieron de vuelta hacia nosotros y preguntaron varias cosas juntas. Mi turra las miraba con odio con bronca y hasta parecía que se agigantaba su figura de turra luchona. Mientras yo conversaba contándoles que este era mi hijo y que andábamos de paseo; mi turra se arrimo y empujo a una de las pibas con su panza embarazada. Clara demostración de luchona celosa. “y vo quien so” expreso bien villera. Las pibas no estaban preparadas para eso asique respondieron que eramos viejos conocidos. Jesica sacando panza volvió a atacar: “mira vo weno amor (me dijo mientras me ponía la mano en su pancita) toi algo cansada por el embarazo vamo alla a comer unas papa”. Ante el silencio de las pibas cerro con un: “es que tamo esperando otro bebe va se nota no? Mi marido es tremendo al toque me preño”. 

Semejante demostración de turrez de hembra luchona que cela a su macho me puso muy caliente. Le apreté fuerte el orto con mi mano y acto seguido me quedé más detrás de ella apoyándole mi verga bien marcada en el jogging en esa colita divina. Jésica irradiaba una putez tremenda. Las chetas entendieron rápido el mensaje saludaron y se fueron. Si me preguntan si sentí algo al verlas después de tanto tiempo la verdad que no. Me parecían no solo insulsas sino sin alma. Aburridas con toda la vida ya programada por los padres. Creo que una de las cosas más lindas del mundo turro es que nunca sabes lo que va a pasar al día siguiente. La vida es un día a día constante y el sábado más tranquilo puede terminar en una alta juntada escabiando y bailando hasta las siete de la mañana. Una noche entre semana puede convertirse en una maratón de garchar toda la noche sin importar nada usando la cama la cocina y el baño. En el mundo cheto hay un tiempo bien definido para todo. Van a estudiar cosa que me super aburría por eso deje, se juntan a tomar el té todo es como mega archi programado. Hasta las salidas para garchar. Todo es con forro y en un telo. Acá tenía el disfrute permanente de garchar piel con piel y dónde sea creo que en todos lados menos en el telo justamente. El placer de acabar le adentro a la turra sin forro no se puede comparar. 

Con toda esa calentura encima para cuando llegamos a la casilla Jésica descartó a Dylan (nuestra bendi) rápido. Nos fuimos los dos para la cama y tapados con las sábanas comenzamos a comernos a besos mal. Mi turra estaba desatada me mordía el labio me arañaba la espalda y me chuponeaba el cuello. "Cómo me calento como me celaste" le dije teniendo mi verga ya desnuda y parada cabezona apoyada en su conchita todavía con la tanga hilo puesta. "Vo so mio nene todo mio ninguna chetita de mierda se te va a acercar" me respondió mi turra segundos antes de comenzar a chuparme la pija como puta. Se atragantaba con la verga le pasaba la lengüita por la cabeza y volvía a atragantarse toda. Cuando ya la calentura era inmanejable se me subió ensima corriendose la tanguita hilito y dejando que mi verga se ensarte toda en su concha empapada bien flujeada. Me empezó a cabalgar como loca saltando sobre mi pija una y otra vez. Yo sentía ese flujo recorrer mi verga sin forro todo piel con piel bien turra. Jésica gemia y gritaba que daba gusto yo re caliente mal me dejaba llevar y disfrutaba el momento. Más me cabalgaba y más gritaba más gemia más me apretaba el pecho. Se inclino un poco en la cabalgada para comerme bien la boca a besos. Se sentía el calor el fuego de los dos. Ya nos habíamos destapado y me seguía cabalgando con todo. Cuando levanté la mirada ví que mi suegra estaba en la abertura de la puerta (puerta no tenemos) y esperaba como para decirnos algo pero mi turra seguía cabalgando me más y más. La suegra por fin hablo: "Je el dilan quiere la teta está llorando". Todavía con mi turra cavalgabdome Jésica le respondió: "que espere toy ocupada" y siguió como si nada. Eso me puso más caliente todavía y mi turra se dió cuenta. Me siguió cabalgando con más salvajismo hasta que yo no di más y después de dos orgasmos espectaculares de mi turra empapando me todo a mi y a la cama yo acabe llenándole de leche la concha. Le acabe sarpado todo hasta la última gotita de leche bien adentro y mi turra grito de placer. 

Sin dudas amo el mundo turro.