Este relato fue escrito para @Enti28, usuaria de esta pagina hace un tiempo, por lo cual esta narrado desde la perspectiva de la mujer, esta es la segunda parte, espero que sea su agrado.
Tengo que elegir una de las dos sumisas que están disponibles para nosotros así que procedo a elegir a...
(((Aqui para su disfrute voy a poner imágenes de las dos a modo de escenas alternativas en caso de que ustedes prefieran una u otra)))
Sumisa morena
Sumisa güera
Zaid con una sonrisa y asintiendo como "aceptando" mi decisión toma una cadena y la pone en su collar y la lleva con nosotros hasta nuestra mesa.
Zaid: Primero las reglas -dijo con una sonrisa- debes de saber que cada quien tiene sus límites, que ella sea nuestra esclava para esta noche no quiere decir que puedas hacer todo lo que quieras, así que pregunta y empieza a ordenar.
Yo: ¿De acuerdo, hmm... putita? -dije sin saber cómo referirme a ella- cuáles son tus limites?
Sumisa: Acepto lo que quiera señora, excepto golpes de cualquier tipo en la cara -dijo mientras se encontraba de rodillas con las manos en la espalda-
Yo: ¿Señora?, llámame señorita por favor y empieza a quitarme los tacones y dame un masaje en los pies y piernas.
La esclava asintió y me quito uno de los tacones y empezó a dar un masaje a mis pies y subiendo levemente en la pantorrilla siguió hasta acercar mi pie a su boca y mirando como esperando aprobación, a lo cual asiento con la cabeza, mete mi pie a su boca donde pasa su lengua en mis dedos y mientras con las manos libres quita mi otro tacón y posa dicho pie sobre sus pechos mientras me hace un masaje, pasándolo entre sus pechos, tener un pie siendo masajeado y el otro chupado hizo que me excitase mucho y me moje increíblemente; pero no soy la única excitada ya que noto en el pantalón de Zaid su verga dura.
Él se acerca a mi lado y saca su verga, empiezo a frotarla y la empiezo a besar mientras la froto, bajo besando y lamiendo desde la punta hasta llegar a la base y los testículos, luego empiezo a chuparle los testículos mientras pone su verga en mi cara, continúo lamiendo desde la base hasta la punta y le chupo la punta antes de meterla lo más que pueda en mi boca tratando que llegue lo más profundo.
Mientras le mamo la verga se le acercan un par de mujeres que traen cuerdas de color rojo, una es una hermosa negra de caderas anchas y pechos operados, bastante alta, la otra es un poco más baja de rasgos asiáticos, cabello negro, de pechos pequeños y caderas grandes y piernas marcadas por hacer ejercicio, le piden que les haga atadura sobre sus cuerpos.
Dejo de mamar su verga en lo que hace la atadura, "shibari", es como dijo se llaman a esos nudos aprovecho para ver alrededor y noto la variedad de actividades que suceden en el lugar, como tipos musculosos siendo atados y sometidos por damas hermosas así como chicas lindas mamando las vergas de 2 o 3 tipos, otras comportándose como perros o gatos entre otras cosas.
Volviendo con las chicas que pidieron el shibari, puedo notar como la cuerda sobresalta sus pechos de la chica negra y la hace ver aún más sexi de lo que ya es, su cuerda solo está sobre sus pechos, pero no detiene los brazos a diferencia de su amiga asiática quien le hace unos nudos que detienen sus brazos a la espalda y otros nudos sobre las piernas, aunque estos igual que los primeros son solo para resaltar las hermosas piernas y nalgas que tiene.
Al terminar las dos están tan excitadas que cada una le da un beso muy caliente y húmedo a Zaid y luego se van a su propia mesa para seguir jugando.
Yo: ¿Puedes atarnos a las dos de la misma manera? -le pregunto a Zaid una vez que su atención regresa a nosotras- quiero que nuestra putita y yo disfrutemos tu verga mientras no podemos movernos.
Zaid: Tu en este momento eres mi putita, así que tienes que pedirlo de forma correcta -dijo con voz gruesa mientras sonreía- debes dirigirte hacia mi como amo o maestro y debes hacerlo en una posición correcta como tu putita lo hace.
Yo: ¿Por favor amo -dije mientras me ponía de rodillas en el suelo y abría mi boquita para mamar su verga y convencerlo- puede atar a sus putitas?
Zaid: Por supuesto -dijo mientras hacia una seña a un chico que parecía un mesero, quien se acercó a nosotros- trae 4 cuerdas y un par de látigos.
Una vez trajo las cuerdas me empieza a atar, me quita el sostén y me ata el pecho sobre el vestido dejando mis pechos marcados en la tela y por la excitación se marcan aún más mis pezones, además deja mis manos atadas a la espalda.
A la sumisa la dejo inmóvil boca arriba sobre la mesa, resaltando sus pechos, las manos atadas hacia una pata de la mesa y las piernas atadas sobre sus muslos, tenía su coño descubierto y en ese momento tenía ganas de comérselo.
Zaid: Ahora ponte sobre su cara y deja que te coma tu coño -Dijo sacándome de mi transe-
Yo: ¡Por supuesto! -digo ansiosa por que me coman el coño-
Me siento en la cara de la sumisa y Zaid empieza a jugar con el coño de la sumisa, primero usando los dedos y luego utiliza el látigo para azotar el coño de la sumisa y luego mete su verga, muevo más enérgicamente mi coño sobre la cara de la sumisa y noto como me come con más fuerza por la excitación de ser cogida, nuestros rostros quedan a la altura perfecta así que nos damos un beso, metiendo nuestras lenguas momento en el cual acabo la primera vez de la noche y poco después noto como termina también la sumisa.
Zaid, mi ahora amo, saca su verga mojada en jugos de coño que me hace querer probarlos, pensamiento que se interrumpe por la mano de mi amo quien hace que me levante de la cara de la sumisa y me lleva hacia su verga para limpiarla, empiezo a besar la punta chupando con ansias para proceder a lamer todo el trayecto de su dura y doblemente rica verga, saboreando la esencia propia de su verga combinada con los jugos de un coño muy rico y luego me toca comer el coño de nuestra sumisa
Zaid: Ahora debes aprender obediencia, empezaras por mamar el coño de nuestra sumisa -dijo mientras se ponía detrás mío- puesto que aun no sabes tus límites con el dolor, iremos subiendo la intensidad poco a poco, por lo que puedes pedirme que pare si es demasiado fuerte para ti.
Yo: Si, por supuesto.
Zaid: ¡¿SI QUE?! -dijo fuerte mientras me propinaba un azote-
Yo: ¡Si amo! -dije sorprendida por la flagelación sobre mis nalgas-
Sin decir mas empiezo a lamer lentamente a lo cual recibo unos azotes, entiendo que debo lamer más rápido y eso hago hasta que empiezo a escuchar cómo está gimiendo la sumisa y sus paredes contraerse por la excitación.
Zaid: Perfecto, aprendes rápido -dijo mientras acaricia mi culo-
Luego se pone en la cara de la sumisa mientras continúo haciendo el oral, a pesar del placer de comer este coño tengo envidia de que ella le está mamando la verga a lo que alcanzo a ver desde el coño el prácticamente le está cogiendo la cara cuando de repente me avisa que ya va a terminar.
Zaid: Las dos, de rodillas ante mi, compartan todo putitas -Dijo sonriendo-
Mientras estamos de rodillas recibimos su enorme carga de leche en la boca y nos empezamos a besar para compartir la leche y mientras estamos disfrutando el momento, veo a Zaid, como sonríe y no puedo evitar sonreír también.
Volteo a ver a mi amo y veo que esta con la verga dura de nuevo por el espectáculo que sus sumisas le dimos, en ese momento tengo una idea, nos colocamos la sumisa y yo en 69 para comernos nuestros coños, moviendo seductoramente mi culito a mi amo.
Yo: Amo, por favor, rompa mi culito.
Zaid: Muy bien mi putita... -dijo mientras desataba mis brazos de la espada para poder acomodarme mejor-
Yo podía sentir como me abría el culo con su verga y trataba de no gritar o gemir tan fuerte, tengo que decir que fue difícil aguantar puesto que yo moría de placer mientras trataba de comer en condiciones el coño de la sumisa pero no podía mantener un buen ritmo, cuando de repente siento como la sumisa empieza a comer mi coño y ya no pude más, gemía y chillaba como nunca, estoy segura de que acabe varias veces en ese momento, sentía como la verga que entraba por mi apretado culo soltaba una descarga más mientras mi coño le escurría jugos sobre la sumisa. Al terminar desata a la sumisa para que pueda descansar de sus ataduras.
Sumisa: ¿Amos, puedo pedirles un favor? -Dijo bajando la cabeza como avergonzada de hablar sin permiso-
Zaid: Primero debes pedir permiso para hablar -dijo dándole un pellizco a sus pezones-
Sumisa: Ahhhh, perdón amo -dijo gimiendo al disfrutar del dolor- ¿puedo hablar amo?
Zaid: Tienes permiso...
Sumisa: ¿Puedo pedirles que me azoten mis nalgas? ¿hasta que las dejen rojas? -dijo con una sonrisa picara y mirada seductora mientras se tocaba levemente uno de sus pezones-
Zaid: Por supuesto, te mereces un castigo por haber hablado sin permiso -dijo mientras tomaba dos látigos y procedía a darme un látigo y el usaba otro- ahora ponte de rodillas y recárgate sobre la mesa y mueve tu gran culo.
Yo: Nunca he azotado a nadie, me da miedo que la vaya a lastimar -dije sabiendo cuales eran sus intenciones-.
Zaid: No te preocupes yo estaré pendiente de que no te excedas y guiare el método correcto.
La sumisa se coloca sobre la mesa, coloca sus manos a la espalda, baja su cara hacia la mesa y levanta su culo, se nota su coño húmedo por la noche caliente que estamos teniendo, empieza Zaid a dar latigazos sobre sus nalgas, lo hace despacio para mostrarme la técnica correcta.
Zaid: Hazlo tu y acaricia un poco con el látigo antes de dar el primer golpe.
Yo: Si, claro...
Empiezo a pasar el látigo desde los pies de la sumisa, subo por su pierna hasta llegar a sus nalgas, froto levemente su coño y empiezo a azotar primero levemente y cada vez con más fuerza, la sumisa empieza a gemir y mueve su culo solicitando mas azotes, entiendo el mensaje y subo el ritmo y cuando me doy cuenta Zaid se ha unido a dar los azotes; cada uno azota una nalga hasta dejarla roja, me sorprende lo mucho que la sumisa parece disfrutar.
Zaid: Vuelvo en un momento, tu sigue castigando a nuestra putita, voy por un juguete para seguir con la noche. -dijo dejándome su látigo y sin esperar mi respuesta-
Por la curiosidad de ver los resultados de los azotes, bajo la intensidad de los mismos y veo cuan rojas le quedaron las nalgas, me detengo y empiezo a acariciar su piel roja, noto como le duele al tocar, pero también me pide seguir tocando, no entiendo como le puede gustar el dolor, me pongo a besar sus nalgas rojas y me dirijo lentamente hacia su coño, momento en el que me veo interrumpida por la voz de Zaid.
Zaid: ¡Que haces?!, te di una orden! -me toma del cabello y luego aprieta mi cuello- debías seguir castigando a esta zorrita.
Yo: Perdón, no sabía q... -me veo interrumpida por un pellizco sobre mis pezones- ahhhhh...
Siento como me duele, pero extrañamente me está excitando, de repente me suelta del cuello para pellizcar y torcer mis pezones, suelto un gemido, no puedo creer que me ponga caliente de esta manera el sentir dolor.
Zaid: Separa tus piernas y levanta tus manos...
Obedezco de inmediato cual perrita entrenada, suelta mis pezones y levanta mi vestido para tocar mi coño, me quita el cachetero que traigo puesto, le hace una seña a un mesero quien le trae una cinta adhesiva grande, veo como huele mi ropa interior empapada de mis fluidos y de repente...
Coloca mi ropa interior en mi boca y luego usa la cinta para tapar mi boca, luego toca mi coño, desliza sus dedos para asegurar que estoy totalmente mojada, acerca un strap-on que tiene una porción que entra en mi coño, lo mete y fija el resto del juguete a mi cintura.
Zaid: Vamos a cogernos a nuestra sumisa -dijo mientras hace que la sumisa se levante de la mesa- ahora acuéstate.
Yo: Mmmjm mmo - intento decir "si amo" mientras asiento con la cabeza-
Coloca a la sumisa sobre de mí y mete el juguete en el coño de la sumisa, y luego procede a penetrar el culito de la sumisa, ella me besa la cara y lame mi cuello, acaricia mis pechos a través del vestido, me estoy volviendo loca del placer el peso de la sumisa hace que la parte del juguete que entra en mi estimule de forma maravillosa y las caricias no hacen más que aumentar la excitación del momento, así que yo procedo a acariciar su cuerpo, sus pechos sus caderas, incluso le doy nalgadas, aunque me muero por besarla, pero no puedo por estar saboreando mi propia ropa interior llena de mis jugos.
Cuando me doy cuenta mi amo ha puesto su verga dura en mi cara, pero solo para que la disfrute la sumisa, mientras esta mueve sus caderas chupa de forma espectacular ese magnifico ejemplar, quiero lamer yo también, pero nos hace cambiar de posición; me levanta y él se coloca en la mesa, para entrar al coño de la sumisa y dejarme poder darle en su culito.
Yo sigo acariciando y dando nalgadas en ese culo de por sí ya rojo de los azotes, mientras lo hago, puedo notar como le pellizca los pezones y les da palmadas a esos enormes pechos, eso me calienta y bombeo en el culo de la sumisa con más fuerza; luego hace que paremos, me quita el bozal improvisado y hace que las dos nos coloquemos de rodillas para seguir mamando su verga y recibir su última cara de la noche, nos compartimos su leche a besos.
La verdad no sé cuántas veces termine esa noche, pero no podría haber pedido mejor velada que esta, estaba cansada y apenas me daba cuenta de cómo estaba hecho un desastre el vestido y tanto que me gustaba este vestido. Pero mi preocupación por mi ropa se disipo al ver alrededor, los demás invitados también habían terminado y estaban acurrucados, otros apenas estaban terminando y solo un par se encontraban totalmente vestidos, solo se habían limitado a ver el espectáculo, así que siguiendo el ejemplo me acurruco sobre Zaid, mi nuevo amo, mientras la sumisa se acuesta en el piso a nuestros pies.
Yo: ¿Entonces... haces esto seguido?
Zaid: No, no siempre se pueden reunir todos, pero no te preocupes, ahora que eres mi sumisa te voy a entrenar, no te vas a arrepentir.
Yo: Excelente -exclame emocionada, había descubierto un nuevo mundo para mi placer-
Zaid: Por cierto, el regalo nunca fue para Amanda, era para ti, para que ella se pusiera celosa, así que le tienes que decir todas las formas en que te cogi aquí.
Yo: Por supuesto, yo también quiero ver que cara pondrá
Muchas gracias por leer aquí unas imágenes bonus
Tengo que elegir una de las dos sumisas que están disponibles para nosotros así que procedo a elegir a...
(((Aqui para su disfrute voy a poner imágenes de las dos a modo de escenas alternativas en caso de que ustedes prefieran una u otra)))
Sumisa morena
Sumisa güera
Zaid con una sonrisa y asintiendo como "aceptando" mi decisión toma una cadena y la pone en su collar y la lleva con nosotros hasta nuestra mesa.
Zaid: Primero las reglas -dijo con una sonrisa- debes de saber que cada quien tiene sus límites, que ella sea nuestra esclava para esta noche no quiere decir que puedas hacer todo lo que quieras, así que pregunta y empieza a ordenar.
Yo: ¿De acuerdo, hmm... putita? -dije sin saber cómo referirme a ella- cuáles son tus limites?
Sumisa: Acepto lo que quiera señora, excepto golpes de cualquier tipo en la cara -dijo mientras se encontraba de rodillas con las manos en la espalda-
Yo: ¿Señora?, llámame señorita por favor y empieza a quitarme los tacones y dame un masaje en los pies y piernas.
La esclava asintió y me quito uno de los tacones y empezó a dar un masaje a mis pies y subiendo levemente en la pantorrilla siguió hasta acercar mi pie a su boca y mirando como esperando aprobación, a lo cual asiento con la cabeza, mete mi pie a su boca donde pasa su lengua en mis dedos y mientras con las manos libres quita mi otro tacón y posa dicho pie sobre sus pechos mientras me hace un masaje, pasándolo entre sus pechos, tener un pie siendo masajeado y el otro chupado hizo que me excitase mucho y me moje increíblemente; pero no soy la única excitada ya que noto en el pantalón de Zaid su verga dura.
Él se acerca a mi lado y saca su verga, empiezo a frotarla y la empiezo a besar mientras la froto, bajo besando y lamiendo desde la punta hasta llegar a la base y los testículos, luego empiezo a chuparle los testículos mientras pone su verga en mi cara, continúo lamiendo desde la base hasta la punta y le chupo la punta antes de meterla lo más que pueda en mi boca tratando que llegue lo más profundo.
Mientras le mamo la verga se le acercan un par de mujeres que traen cuerdas de color rojo, una es una hermosa negra de caderas anchas y pechos operados, bastante alta, la otra es un poco más baja de rasgos asiáticos, cabello negro, de pechos pequeños y caderas grandes y piernas marcadas por hacer ejercicio, le piden que les haga atadura sobre sus cuerpos.
Dejo de mamar su verga en lo que hace la atadura, "shibari", es como dijo se llaman a esos nudos aprovecho para ver alrededor y noto la variedad de actividades que suceden en el lugar, como tipos musculosos siendo atados y sometidos por damas hermosas así como chicas lindas mamando las vergas de 2 o 3 tipos, otras comportándose como perros o gatos entre otras cosas.
Volviendo con las chicas que pidieron el shibari, puedo notar como la cuerda sobresalta sus pechos de la chica negra y la hace ver aún más sexi de lo que ya es, su cuerda solo está sobre sus pechos, pero no detiene los brazos a diferencia de su amiga asiática quien le hace unos nudos que detienen sus brazos a la espalda y otros nudos sobre las piernas, aunque estos igual que los primeros son solo para resaltar las hermosas piernas y nalgas que tiene.
Al terminar las dos están tan excitadas que cada una le da un beso muy caliente y húmedo a Zaid y luego se van a su propia mesa para seguir jugando.
Yo: ¿Puedes atarnos a las dos de la misma manera? -le pregunto a Zaid una vez que su atención regresa a nosotras- quiero que nuestra putita y yo disfrutemos tu verga mientras no podemos movernos.
Zaid: Tu en este momento eres mi putita, así que tienes que pedirlo de forma correcta -dijo con voz gruesa mientras sonreía- debes dirigirte hacia mi como amo o maestro y debes hacerlo en una posición correcta como tu putita lo hace.
Yo: ¿Por favor amo -dije mientras me ponía de rodillas en el suelo y abría mi boquita para mamar su verga y convencerlo- puede atar a sus putitas?
Zaid: Por supuesto -dijo mientras hacia una seña a un chico que parecía un mesero, quien se acercó a nosotros- trae 4 cuerdas y un par de látigos.
Una vez trajo las cuerdas me empieza a atar, me quita el sostén y me ata el pecho sobre el vestido dejando mis pechos marcados en la tela y por la excitación se marcan aún más mis pezones, además deja mis manos atadas a la espalda.
A la sumisa la dejo inmóvil boca arriba sobre la mesa, resaltando sus pechos, las manos atadas hacia una pata de la mesa y las piernas atadas sobre sus muslos, tenía su coño descubierto y en ese momento tenía ganas de comérselo.
Zaid: Ahora ponte sobre su cara y deja que te coma tu coño -Dijo sacándome de mi transe-
Yo: ¡Por supuesto! -digo ansiosa por que me coman el coño-
Me siento en la cara de la sumisa y Zaid empieza a jugar con el coño de la sumisa, primero usando los dedos y luego utiliza el látigo para azotar el coño de la sumisa y luego mete su verga, muevo más enérgicamente mi coño sobre la cara de la sumisa y noto como me come con más fuerza por la excitación de ser cogida, nuestros rostros quedan a la altura perfecta así que nos damos un beso, metiendo nuestras lenguas momento en el cual acabo la primera vez de la noche y poco después noto como termina también la sumisa.
Zaid, mi ahora amo, saca su verga mojada en jugos de coño que me hace querer probarlos, pensamiento que se interrumpe por la mano de mi amo quien hace que me levante de la cara de la sumisa y me lleva hacia su verga para limpiarla, empiezo a besar la punta chupando con ansias para proceder a lamer todo el trayecto de su dura y doblemente rica verga, saboreando la esencia propia de su verga combinada con los jugos de un coño muy rico y luego me toca comer el coño de nuestra sumisa
Zaid: Ahora debes aprender obediencia, empezaras por mamar el coño de nuestra sumisa -dijo mientras se ponía detrás mío- puesto que aun no sabes tus límites con el dolor, iremos subiendo la intensidad poco a poco, por lo que puedes pedirme que pare si es demasiado fuerte para ti.
Yo: Si, por supuesto.
Zaid: ¡¿SI QUE?! -dijo fuerte mientras me propinaba un azote-
Yo: ¡Si amo! -dije sorprendida por la flagelación sobre mis nalgas-
Sin decir mas empiezo a lamer lentamente a lo cual recibo unos azotes, entiendo que debo lamer más rápido y eso hago hasta que empiezo a escuchar cómo está gimiendo la sumisa y sus paredes contraerse por la excitación.
Zaid: Perfecto, aprendes rápido -dijo mientras acaricia mi culo-
Luego se pone en la cara de la sumisa mientras continúo haciendo el oral, a pesar del placer de comer este coño tengo envidia de que ella le está mamando la verga a lo que alcanzo a ver desde el coño el prácticamente le está cogiendo la cara cuando de repente me avisa que ya va a terminar.
Zaid: Las dos, de rodillas ante mi, compartan todo putitas -Dijo sonriendo-
Mientras estamos de rodillas recibimos su enorme carga de leche en la boca y nos empezamos a besar para compartir la leche y mientras estamos disfrutando el momento, veo a Zaid, como sonríe y no puedo evitar sonreír también.
Volteo a ver a mi amo y veo que esta con la verga dura de nuevo por el espectáculo que sus sumisas le dimos, en ese momento tengo una idea, nos colocamos la sumisa y yo en 69 para comernos nuestros coños, moviendo seductoramente mi culito a mi amo.
Yo: Amo, por favor, rompa mi culito.
Zaid: Muy bien mi putita... -dijo mientras desataba mis brazos de la espada para poder acomodarme mejor-
Yo podía sentir como me abría el culo con su verga y trataba de no gritar o gemir tan fuerte, tengo que decir que fue difícil aguantar puesto que yo moría de placer mientras trataba de comer en condiciones el coño de la sumisa pero no podía mantener un buen ritmo, cuando de repente siento como la sumisa empieza a comer mi coño y ya no pude más, gemía y chillaba como nunca, estoy segura de que acabe varias veces en ese momento, sentía como la verga que entraba por mi apretado culo soltaba una descarga más mientras mi coño le escurría jugos sobre la sumisa. Al terminar desata a la sumisa para que pueda descansar de sus ataduras.
Sumisa: ¿Amos, puedo pedirles un favor? -Dijo bajando la cabeza como avergonzada de hablar sin permiso-
Zaid: Primero debes pedir permiso para hablar -dijo dándole un pellizco a sus pezones-
Sumisa: Ahhhh, perdón amo -dijo gimiendo al disfrutar del dolor- ¿puedo hablar amo?
Zaid: Tienes permiso...
Sumisa: ¿Puedo pedirles que me azoten mis nalgas? ¿hasta que las dejen rojas? -dijo con una sonrisa picara y mirada seductora mientras se tocaba levemente uno de sus pezones-
Zaid: Por supuesto, te mereces un castigo por haber hablado sin permiso -dijo mientras tomaba dos látigos y procedía a darme un látigo y el usaba otro- ahora ponte de rodillas y recárgate sobre la mesa y mueve tu gran culo.
Yo: Nunca he azotado a nadie, me da miedo que la vaya a lastimar -dije sabiendo cuales eran sus intenciones-.
Zaid: No te preocupes yo estaré pendiente de que no te excedas y guiare el método correcto.
La sumisa se coloca sobre la mesa, coloca sus manos a la espalda, baja su cara hacia la mesa y levanta su culo, se nota su coño húmedo por la noche caliente que estamos teniendo, empieza Zaid a dar latigazos sobre sus nalgas, lo hace despacio para mostrarme la técnica correcta.
Zaid: Hazlo tu y acaricia un poco con el látigo antes de dar el primer golpe.
Yo: Si, claro...
Empiezo a pasar el látigo desde los pies de la sumisa, subo por su pierna hasta llegar a sus nalgas, froto levemente su coño y empiezo a azotar primero levemente y cada vez con más fuerza, la sumisa empieza a gemir y mueve su culo solicitando mas azotes, entiendo el mensaje y subo el ritmo y cuando me doy cuenta Zaid se ha unido a dar los azotes; cada uno azota una nalga hasta dejarla roja, me sorprende lo mucho que la sumisa parece disfrutar.
Zaid: Vuelvo en un momento, tu sigue castigando a nuestra putita, voy por un juguete para seguir con la noche. -dijo dejándome su látigo y sin esperar mi respuesta-
Por la curiosidad de ver los resultados de los azotes, bajo la intensidad de los mismos y veo cuan rojas le quedaron las nalgas, me detengo y empiezo a acariciar su piel roja, noto como le duele al tocar, pero también me pide seguir tocando, no entiendo como le puede gustar el dolor, me pongo a besar sus nalgas rojas y me dirijo lentamente hacia su coño, momento en el que me veo interrumpida por la voz de Zaid.
Zaid: ¡Que haces?!, te di una orden! -me toma del cabello y luego aprieta mi cuello- debías seguir castigando a esta zorrita.
Yo: Perdón, no sabía q... -me veo interrumpida por un pellizco sobre mis pezones- ahhhhh...
Siento como me duele, pero extrañamente me está excitando, de repente me suelta del cuello para pellizcar y torcer mis pezones, suelto un gemido, no puedo creer que me ponga caliente de esta manera el sentir dolor.
Zaid: Separa tus piernas y levanta tus manos...
Obedezco de inmediato cual perrita entrenada, suelta mis pezones y levanta mi vestido para tocar mi coño, me quita el cachetero que traigo puesto, le hace una seña a un mesero quien le trae una cinta adhesiva grande, veo como huele mi ropa interior empapada de mis fluidos y de repente...
Coloca mi ropa interior en mi boca y luego usa la cinta para tapar mi boca, luego toca mi coño, desliza sus dedos para asegurar que estoy totalmente mojada, acerca un strap-on que tiene una porción que entra en mi coño, lo mete y fija el resto del juguete a mi cintura.
Zaid: Vamos a cogernos a nuestra sumisa -dijo mientras hace que la sumisa se levante de la mesa- ahora acuéstate.
Yo: Mmmjm mmo - intento decir "si amo" mientras asiento con la cabeza-
Coloca a la sumisa sobre de mí y mete el juguete en el coño de la sumisa, y luego procede a penetrar el culito de la sumisa, ella me besa la cara y lame mi cuello, acaricia mis pechos a través del vestido, me estoy volviendo loca del placer el peso de la sumisa hace que la parte del juguete que entra en mi estimule de forma maravillosa y las caricias no hacen más que aumentar la excitación del momento, así que yo procedo a acariciar su cuerpo, sus pechos sus caderas, incluso le doy nalgadas, aunque me muero por besarla, pero no puedo por estar saboreando mi propia ropa interior llena de mis jugos.
Cuando me doy cuenta mi amo ha puesto su verga dura en mi cara, pero solo para que la disfrute la sumisa, mientras esta mueve sus caderas chupa de forma espectacular ese magnifico ejemplar, quiero lamer yo también, pero nos hace cambiar de posición; me levanta y él se coloca en la mesa, para entrar al coño de la sumisa y dejarme poder darle en su culito.
Yo sigo acariciando y dando nalgadas en ese culo de por sí ya rojo de los azotes, mientras lo hago, puedo notar como le pellizca los pezones y les da palmadas a esos enormes pechos, eso me calienta y bombeo en el culo de la sumisa con más fuerza; luego hace que paremos, me quita el bozal improvisado y hace que las dos nos coloquemos de rodillas para seguir mamando su verga y recibir su última cara de la noche, nos compartimos su leche a besos.
La verdad no sé cuántas veces termine esa noche, pero no podría haber pedido mejor velada que esta, estaba cansada y apenas me daba cuenta de cómo estaba hecho un desastre el vestido y tanto que me gustaba este vestido. Pero mi preocupación por mi ropa se disipo al ver alrededor, los demás invitados también habían terminado y estaban acurrucados, otros apenas estaban terminando y solo un par se encontraban totalmente vestidos, solo se habían limitado a ver el espectáculo, así que siguiendo el ejemplo me acurruco sobre Zaid, mi nuevo amo, mientras la sumisa se acuesta en el piso a nuestros pies.
Yo: ¿Entonces... haces esto seguido?
Zaid: No, no siempre se pueden reunir todos, pero no te preocupes, ahora que eres mi sumisa te voy a entrenar, no te vas a arrepentir.
Yo: Excelente -exclame emocionada, había descubierto un nuevo mundo para mi placer-
Zaid: Por cierto, el regalo nunca fue para Amanda, era para ti, para que ella se pusiera celosa, así que le tienes que decir todas las formas en que te cogi aquí.
Yo: Por supuesto, yo también quiero ver que cara pondrá
Muchas gracias por leer aquí unas imágenes bonus
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