Soy un chico de 21 años, recientemente me mude solo más cerca de mi trabajo.
Trabajo en un local en Palermo, siempre senti una gran admiración por la feminidad, me parece tan agradable.
Sigo siendo virgen, y se me complica encontrar una mujer para pasar la noche, no les parezco atractivo. No por feo, si no mas bien soy muy lindo, muy femenino. Cosa que no las calienta.
Igual no me preocupa algún día se me va a dar, mientras tanto voy a seguir masturbándome. Total debe siento placer de igual manera.
Una noche durmiendo tuve un sueño, en el sueño estaba yo con un hombre besandome, cuando me desperté había acabado. ¿Un sueño humedo gay?
Limpio mi desastre, pero no me podía sacar de la cabeza ese sueño.
Esa sensación que sentía, de tener la lengua de alguien más fuerte dentro de mi boca era muy excitante. Cuando me masturbaba siempre se me cruzaba ese recuerdo tan rico.
Un dia en plena masturbación decido probar el meterme un dedo dentro, supuestamente ahí esta el punto g del hombre. No tiene nada gay ¿Cierto?.
Escupo mi mano y masajeo mi ano por fuera mientras me meto en dedo que iba a colarme en la boca, para lubricarlo. Senti un escalofrío por todo el cuerpo, que advertía de un punto sin retorno en mi vida.
Me preparo, me relajo y comienzo a deslizar mi dedo en mi interior, pasa sin esfuerzo, "ah ah ah, que rico se siente muy bien".
Fue una sensación muy peculiar, las mariposas en el estómago es la mejor manera de describirlas.
Me centré tanto en mi culo que me habia olvidado en lo absoluto de mi pene, quise escalar un paso más y metí un dedito mas.
"AHH AHHH" alaridos de placer se me escapaban de la boca, era otro nivel de placer completamente distinto.
Sentia como las paredes de mi ano rosado eran completamente masajeadas por mis dedos lubricados en mi propia saliva. Se deslizaban sin esfuerzo como si mi culo hubiera sido diseñado para ese proposito.
El placer fue tan embriagante que seguí masturbándome por el ano durante 30 minutos, aumentando la velocidad cada vez más. Mi mano se estaba cansando.
Mi cama estaba empapada en liquido preseminal, mis gemidos se escuchaban cada vez mas agudos.
"AAH AH AH AH AH AH SI ASI ASI AAAAY"
Hasta que conseguí llegar a mi primer orgasmo prostático.
La sensación de venirme por el ano sin la ayuda de mi pene como toda una mujercita fue tan fuerte que acabé mucho mas de lo normal cayendo dormido en el acto.
Trabajo en un local en Palermo, siempre senti una gran admiración por la feminidad, me parece tan agradable.
Sigo siendo virgen, y se me complica encontrar una mujer para pasar la noche, no les parezco atractivo. No por feo, si no mas bien soy muy lindo, muy femenino. Cosa que no las calienta.
Igual no me preocupa algún día se me va a dar, mientras tanto voy a seguir masturbándome. Total debe siento placer de igual manera.
Una noche durmiendo tuve un sueño, en el sueño estaba yo con un hombre besandome, cuando me desperté había acabado. ¿Un sueño humedo gay?
Limpio mi desastre, pero no me podía sacar de la cabeza ese sueño.
Esa sensación que sentía, de tener la lengua de alguien más fuerte dentro de mi boca era muy excitante. Cuando me masturbaba siempre se me cruzaba ese recuerdo tan rico.
Un dia en plena masturbación decido probar el meterme un dedo dentro, supuestamente ahí esta el punto g del hombre. No tiene nada gay ¿Cierto?.
Escupo mi mano y masajeo mi ano por fuera mientras me meto en dedo que iba a colarme en la boca, para lubricarlo. Senti un escalofrío por todo el cuerpo, que advertía de un punto sin retorno en mi vida.
Me preparo, me relajo y comienzo a deslizar mi dedo en mi interior, pasa sin esfuerzo, "ah ah ah, que rico se siente muy bien".
Fue una sensación muy peculiar, las mariposas en el estómago es la mejor manera de describirlas.
Me centré tanto en mi culo que me habia olvidado en lo absoluto de mi pene, quise escalar un paso más y metí un dedito mas.
"AHH AHHH" alaridos de placer se me escapaban de la boca, era otro nivel de placer completamente distinto.
Sentia como las paredes de mi ano rosado eran completamente masajeadas por mis dedos lubricados en mi propia saliva. Se deslizaban sin esfuerzo como si mi culo hubiera sido diseñado para ese proposito.
El placer fue tan embriagante que seguí masturbándome por el ano durante 30 minutos, aumentando la velocidad cada vez más. Mi mano se estaba cansando.
Mi cama estaba empapada en liquido preseminal, mis gemidos se escuchaban cada vez mas agudos.
"AAH AH AH AH AH AH SI ASI ASI AAAAY"
Hasta que conseguí llegar a mi primer orgasmo prostático.
La sensación de venirme por el ano sin la ayuda de mi pene como toda una mujercita fue tan fuerte que acabé mucho mas de lo normal cayendo dormido en el acto.
10 comentarios - Masturbación no gay #1