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Primeros pasos hacia mis cuernos 13

Primeros pasos hacia mis cuernos 13

La semana empezó tranquila, el martes me llamó Joao, quería invitarme a almorzar al día siguiente, le dije que se me complicaba en la oficina, entonces finalmente coincidimos en cenar. Fuimos a uno de esos lugares a los que él suele concurrir, me miro, sentía tanta franqueza en su mirada, me salía automáticamente decirle señor, a pesar de ese aura pesada que parecía tener, me parecía una persona muy considerada por los demás, atento a las necesidades de otras personas, pero a la vez claro, era el amante de mi esposa, además de pensar que ambos se estaban enamorando.
Cuando nos sentamos a comer, él empezó a hablar,
-Me parece que Uds. son una pareja muy interesante, realmente siento una profunda atracción hacia tu esposa, creo que estoy enamorado de ella –hizo una pausa- pero a la vez… sé que me gusta viajar como viajo, hacer lo que hago, sé que estoy por cumplir cincuenta y realmente no puedo ofrecerle a tu esposa lo que creo que necesita –vino el mozo, él ordeno y estuvimos un rato en silencio.
-Yo tengo mucho ojo para observar a las personas, me parece que sos una persona muy lúcida, seguramente debes ser muy capaz en tu trabajo, sé que tenés un fuerte problema de autoestima, seguramente tu padre era una persona difícil, casi un tirano diría.
Hizo una pausa el mozo había traído el vino descorchándolo, lo degustó y le dijo que estaba excelente como siempre, llamándolo por su nombre y agradeciéndole. Cuando se fue prosiguió.
-Mi padre también era una de esas personas muuuyyy difíciles, vencidas por el mundo que terminan agarrándosela con los que más aman. Pero a lo largo del tiempo y de conocer muchas personas, me di cuenta que las madres hacen la diferencia…
Yo no podía creer el giro que tomaba esta conversación, lo sentía como alguien muy cercano, casi un amigo, pero obviamente no era ese nuestro vínculo. El siguió
-Seguramente tu madre era una mujer muy sumisa… pendiente de los caprichos de tu padre… tratando que él no se enojara… supeditando su vida a la de él… -sentía como si estuviera viendo mi vida familiar en ese momento.- mi madre era distinta… una mujer que a pesar de la época que le toco vivir era inquebrantable… un espíritu de fuego… por eso creo que las mujeres marcan la diferencia… con todo respeto… te miro a vos… y me miro a mi… y que veo? Dos personas muy capaces… una más joven y con mucho más talento que la que es mayor, pero a la vez… profundamente quebrada…
Me sentía realmente tocado y conmovido, era un cuadro exacto de lo que habitualmente sentía, pero en su boca, me sonaba más fuerte todavía, estuvimos en silencio hasta que vino la comida, mi ánimo se había vuelto obscuro, cada una de sus palabras eran un mazazo en mi cabeza, cada cosa que decía era cierta y me había llevado años descubrirlas, yo había hecho muchas terapias, pero este tipo sin saber nada de mi vida, me había dado un diagnóstico exacto. Levantó su copa y brindo por nosotros y por mi mujer
-Volviendo al tema que nos vincula… yo trato de respetar que vos disfrutes viendo… a mí no me excita humillar a nadie… me encanta estar con tu mujer… y entiendo que el precio que pago de alguna manera es tu presencia y no me molesta… pero por otro lado, si ella en algún momento quiere que nos veamos a solas no me voy a negar, obviamente. –Mi cabeza me daba vueltas a 15.000 km x segundo, me parecía todo tan claro.
-Por otro lado me encantaría que la traigas a mi oficina… que te parece el viernes…? Tipo a las cuatro…ella me comentó que trabaja solo de mañana los viernes…
-Me encantaría… a pesar de los celos que siento señor… pero mi jefe no me permite salir antes… en general no tiene buen trato hacia mi… suele presionarme bastante y sobre todo cuando lo presionan a él…
-Como tu padre… -dijo e hizo un largo silencio. – y donde trabajas…?
-Le comenté donde era y lo que hacía…
-Esa es una empresa muy importante y por lo que se, se preocupan mucho porque los empleados se desarrollen en todos sentidos…
-Discúlpeme señor… sé que Ud. conoce del mundo y de la vida mucho más que yo… pero a veces las empresas declaran algo como su política… y después la realidad es exactamente lo opuesto de lo que predican…
Ahora él se quedó pensativo un largo tiempo, hablamos un poco de todo, me contó anécdotas entretenidas de sus viajes, me llevó hasta casa en su auto, le di la mano al bajar, realmente me sentía casi agradecido con él, mi cabeza era un lío cuando pensaba quien era en realidad, no era mi amigo.
Cuando entré a casa Ceci me dijo que Joao le había mandado un mensaje preguntándole mi apellido, los dos nos miramos sin entender. Ella me dijo que le había dicho de visitarlo en la oficina el viernes, pero que le había dicho que a mí no me iban a dar permiso.
Al día siguiente cuando entré a la oficina, la recepcionista, una vieja que me detestaba profundamente y yo hacía lo mismo hacia ella me dijo que el jefe quería verme en su oficina ni bien llegara.
Enseguida estaba transpirando, trataba de repasar si había cometido algún error en estos días, fui al baño, me mojé la cara respiré profundo y fui hacia su oficina. Golpee la puerta,
-Quién es? –dijo con su tono agrio habitual, le dije quién era.
-Pero pase por favor… -cuando entré me pidió que me sentara, me miro, su cara estaba diferente –quiere tomar algo… un café… un té? –le dije que le agradecía pero no. El habló llamándome por mi nombre
-Mire… a veces por la presión que el trabajo nos impone nos equivocamos, como no sabemos manejar la presión terminamos volcándola hacia otros, creo que realmente yo me ensañe un poco con Ud. y obviamente me quiero disculpar, sé que Ud. necesita mañana retirarse antes… pero despreocúpese… tómese el día… y le pido por favor… cuando Ud. sienta que alguno de sus superiores no se está comportando como debería, hágaselo notar… para que entre todos podamos hacer que lo que pregonamos se transforme en una realidad…
Salí de su oficina sonriente, obviamente Joao tenía algo que ver en esto, cuando averigüé un poco más la empresa era parte del grupo de sus empresas, el trato de mi jefe fue totalmente diferente desde ese día, pero igual, con mi forma de ser, me parecía una derrota, veía el mundo como un lugar donde solo se hacía justicia si uno tenía cercanía con alguna persona de poder. Cuando llegué a casa le dije a Ceci que confirmara la reunión para el día siguiente con Joao, ella me miro sorprendida, me abrazó y me beso.
-Y de que hablaron en la cena…?
-Cosas de hombres…
-Entonces vos no hablaste cucky… -me dijo calentándome- solo habló él…
Esa noche hicimos el amor muy sensualmente, ella estaba encendida, agradecida, yo me sentía triste, revuelto, vencido.



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