Mi cuñadita me garcha camino al colegio (cap 26)

Y es que en la vida todo sería mucho más fácil si la razón, los sentimientos y la pasión fueran de la mano. Pero lamentablemente no es así. Es como el jugador que no siente la camiseta pero juega bien y el hincha que deja todo por su club pero jugando es de madera. La razón y los sentimientos eran completamente de Jésica, mi luchona y la madre de mi bendición. La que me metió en el mundo turro y la que me hace sentir muy especial. Pero como le explicas todo eso a la pija. La pija no piensa se rige estrictamente por la calentura. Y así se deja llevar por la colita perfecta de mi cuñadita por esas pequeñas tetas sin corpiño y por esa carita angelical de nena puta. Asique ahí estás navegando entre la cordura y la calentura entre la razón y la excitación. Cómo un preso que cuenta los días para salir en libertad contaba los días en los que hacía bien las cosas y elegía la razón por sobre la calentura. Y así habían pasado exactamente dieciocho días completamente metido en la relación con mi turra. Pero siempre hay un pero el destino tenía todavía una carta más para jugar.  

Mi cuñadita en el colegio era un auténtico desastre yo creo que se llevó hasta educación física ya con eso digo todo. Debía tener que rendir como diez o doce materias en febrero. Tampoco se calentaba tanto pero mal que mal había intentado rendir algunas. De las primeras tres tengo entendido que había dado dos bien y una mal. Para la cuarta que justamente era educación física tenía que rendir en otro predio más alejado de la sede del colegio. De modo que "ingenuamente" me pidió si podía alcanzarla con el auto. Yo acepte y quedamos en que a las dos de la tarde íbamos para el predio. Que ella se arreglaba a la vuelta pero que si yo la esperaba era un golazo. "Me cambio y salimos" me dijo mientras se alejaba hacia la pieza. Yo estaba afuera apoyado en el capot del Fiat 147. 

Cuando la ví acercarse de nuevo hacia mi se me bajaron los colores. Se había puesto un jogginsito azul apretadisimo mal con no solo la tanga bien marcada sino el hilito blanco asomando por encima del joggin. Una remera corta blanca sin corpiño que dejaba marcar un poco sus ricos pezones. Pensé en decir algo pero lo pensé mejor y me quedé callado. Le abrí la puerta y mientras se sentaba veía como le asomaba toda esa tanguita que me volvía loco. "Control control" me repetía una y otra vez. Puse un poco de música y salimos para allá. Serían diez cuadras nomás. Pero a la segunda cuadra la muy wacha me miró con un fuego ciego y me dijo: "te gusta como me queda la ropa de colegiala?". Yo trague saliva pero respondí: "te queda muy linda muy.....sexy". Mi cuñadita se rió bajito y volvió al ataque: "que pasa ya no querés comerme toda? Vos sabés que los wachitos esos de la esquina matan por mi?". Nos agarro un semáforo. Yo la miré con intención de decirle que basta que no iba a hacer más nada pero cuando la mire la calentura me gano por completo. Tenía los pezones bien marcados en la remera y para peor el hilito de la tanga resaltaba más con el joggin azul. Me le fui encima y le comí la boca. Nos dimos un beso con lengua mientras la luz seguía en rojo. Apenas nos soltamos mi cuñadita con voz de nena caprichosa expreso: "quiero tu pija nesesito tu pija". Y antes que yo diga algo agrego: "quiero que me cojas..ya".

Yo solo asentí con la cabeza y en vez de doblar a la izquierda para el predio doble a la derecha camino a una fábrica abandonada que había en ese entonces. Mi cuñadita había puesto una carita de nena contenta que me volaba la cabeza. Volamos las cuatro cuadras por la tierra hasta la entrada de la fábrica. Cruce el 147 detrás de unos árboles y apague el motor. Mi cuñadita paso de su asiento al mío en un abrir y cerrar de ojos y así como así ya la tenía a upa mío comiéndome la boca. Mientras nos comíamos a besos, ella me mordía el labio y yo metía mi mano por debajo de su remera sin corpiño para acariciarle bien de bien las tetas. Le levanté la remera y comencé a chuparle los pezones. Se los lamía le pasaba la lengua y todo. Ella gemia que daba gusto. Yo tenía la verga hinchada bien parada mal chocando contra esa colita perfecta. 

Costo un poco que se saque el joggin por el poco espacio del 147 y lo apretado que está a pero una vez que quedó con la tanguita al aire se la corri en un segundo y sin forro le ensarte mi verga piel con piel. Mi cuñadita ya estaba completamente empapada asique deslizó perfecto hasta el fondo de su conchita estrecha que con el pase de los garches se iba haciendo la concha de una hembra. Rápidamente ella cruzó los brazos por detrás de mi cuello y me comía la boca mientras saltaba sobre mi pija. Yo había cerrado los ojos y solo me dejaba llevar por el momento. Más me saltaba y más se clavaba mi verga dentro de su concha y sus gritos y gemidos retumbaban en mi cabeza a más no poder. Para peor siempre con esa voz aguda que los hacía más intensos y más provocatibos. Cada tanto yo miraba por el espejo que no venga nadie pero como dije al estar el lugar abandonado nadie pasaba. Estábamos muy en la nuestra garchando como si el mundo no importará en lo absoluto. Solo nosotros su cabalgada intensa sus gritos agudos y el rechinar de la suspensión desgastada del 147.

La hora iba pasando y mi verga disfrutaba de cada instante dentro de esa concha en llamas. Tres veces acabo mi cuñadita llenándome la verga y el asiento de su flujo. "Quiero toda tu lechita" me dijo al oído mientras seguía saltandome en la verga. Esas palabras fueron suficientes para llenarle la conchita de mi leche hirviendo. Mientras todavía seguíamos dándonos besos con ella sobre mi el miedo de dejarla embarazada me apareció de repente. De modo que lo dude al principio pero después de cinco minutos se lo dije. "Corazón que pasa si llegas a quedar embarazada?". A lo que la muy wacha me miró haciéndose la superada y me dijo riendose: "nose se lo encajo al kili (uno de los vagos con los que ella se juntaba)". Me salió lo tóxico de adentro: "y ese vago te coje?". Mi cuñadita notando mis celos me hizo entrar en su juego y me dijo: "si me re coje y cuál hay?". "Vos SOS mía" le respondi mientras le ponía más pegada a mi apretando sus tetas con mi pecho. "Ah sí? Si soy tan tuya marca el territorio entonces". Me respondió al oído. "Todos me quieren caer a mi, vas a tener que hacer algo". Me dijo mientras se tocaba la pancita....

Yo le agarre las manos y le comencé a comer la boca pasionalmente como el león herido y más salvaje que nunca volví a ensartarle la verga completamente parada adentro de su concha. Mi cuñadita celebraba la actitud y se dejaba llevar. Garchamos dos veces con llenada de leche en ambas dos. Por el examen claramente nunca se presentó asique le fue mal.