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Mi vecina, la Señora Rebeca

Hola amigos de Poringa, me gustaría compartir una pequeña casualidad que me sucedió, hace ya un tiempito atrás, cuando yo era un inocente muchacho. Un joven que desconocía muchos aspectos de la vida sexual. Cuando decidí iniciarme en el tema de conocer mujeres para intimar, lo hice mediante los anuncios en los periódicos, anuncios clasificados. Llamé a un numero que ofrecían masajes corporales, quería iniciarme de a pocos, además que la voz me excitó mucho y me quedaba cerca de casa.

6:30 de la tarde y salí a mi encuentro con esta masajista. Una voz de mujer, una voz algo ronquita, grave, pero que me excitó mucho, por eso que decidí llegar ahí. Los detalles que me dió por teléfono me convencieron de ir.
Mi vecina, la Señora Rebeca


Jamás me hubiera imaginado esta casualidad, mi vecina de barrio, la madre de uno de mis amigos de colegio. Ella estaba trabajando en este centro de masajes anti estrés, hacia decía el cartel en la entrada.
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Mi vecina Rebeca, hace mucho tiempo que es madre soltera, ya desde el colegio habían rumores que estaba divorciada, pero siempre fue mi fantasía sexual. Cada vez que iba a dejarle algunos cuadernos a su hijo, era excitante mirarla en jeans apretados.
mi vecina


Ahora me la encontraba en este lugar, cuando la vi, ella no me había reconocido. Ella estaba al teléfono recibiendo las llamadas y agendando las citas. Mi cara de sorpresa y emoción, no pasaron desapercibidas.mujer madura


Yo desde luego le pregunté a la chica que me recibió, si ella también era quien daba los masajes. La chica se sorprendió un poco, ya que dice que es como si hubiera visto un fantasma, en verdad si, una fantasía sexual.senora madura


Le preguntaron a Rebeca si tenia algún cliente en ese momento, ella con la cabeza confirmó que estaba libre. Yo estaba super nervioso, temblaba y no sabia porque, pensé que en estos lugares siempre pasan cosas, pero esto.Senora masajista


Encontrar a la mujer, con la que mas de una vez me había hecho una pajilla, ya era diferente. Rebeca me hizo una señal, que la siguiera a su habitación. La seguí hasta la habitación, despacio, admirando sus caderas.Vecina masajista


En ese momento tenia una bata transparente de color negra, podía distinguir la braguita color azul que llevaba puesta en ese momento, un brasier rojo, que le marcaba unos pechos grandes.Mi vecina, la Señora Rebeca


Ya dentro de la habitación, me reconoció, su impresión fue de sorpresa, estaba segura que me conocía, habían pasado años desde el cole, pero no salía de su asombro. Se negó a atenderme en un principio.masajista


Sabia que era el amigo de uno de sus hijos. Para haber pasado los años que pasaron, se mantenía muy bien. Le prometí que no diría nada, que esto solo era una gran casualidad, que podría estar tranquila.mi vecina


En cierto modo se calmó, pero intente relajarla, yo había pagado por una hora de masajes. Le dijé que me iría, si no estaba de acuerdo en atenderme, para que, si la vamos a pasar mal. Esta estrategia funcionó.mujer madura


Conversamos un poco, me contó que su situación actual no era la mejor, pero que este dinero le venia muy bien. Además que era un dinero fácil de ganar, ella había estudiado para ser masajista. senora madura


Empecé por desnudarme, le conté que era mi fantasía desde la secundaria, ella se hecho a reír a carcajadas. Le parecía gracioso, ya que siempre me veía como un chico tranquilo, que no mataba ninguna mosca.Senora masajista


Ahora ya con mas de 20 años, ella estaba un poco sorprendida. Me preguntó que hacia yo en estos sitios, acaso era muy asiduo a visitar centros de masajes. Le conté que tenia novia, pero yo quería aprender cosas nuevas.Vecina masajista


Después de esta sesión, volví en un par de ocasiones, pero ya no la encontré. Se cambiaria de centro, no querría atenderme, no lo sé. Pregunté por ella y me dijeron que ya no estaba trabajando ahí.Mi vecina, la Señora Rebeca

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