De como me cogí a la hermana de mi novia

Esta historia es en gran parte real. Si bien todo pasó en un lapso de tiempo largo, espero que el relato que les voy a contar no se les haga muy largo.

Todo empezó cuando yo tenía 19 años y hacía 2 que estaba de novio con Andrea, de 18. Emi en ese momento cumplia 17. Hasta ese día yo la veía casi como una hermana. Fue justo el día de su cumpleaños donde todo cambió.
Corría el verano de 2003 y con Andrea éramos la pareja ideal de novios a ojos de todos. Nos llevábamos bien todo el tiempo y nos mostrábamos cariñosos. En privado no podíamos parar de tocarnos. Los besos eran de lo más intensos y el sexo era cada vez mejor. 
Fue en el mimento de soplar las velas y pedir un deseo que una amiga le dijo "pedí un novio lindo y cariñoso como el de tu hermana ". Todos rieron pero, cuando nuestras miradas se cruzaron, Emi se puso colorada y bajó los ojos. Sopló las velas y sonrió.
Unos días después, estábamos mirando una película Andrea , Emi y yo en el medio. En un momento dado, Andrea me pidió que le hiciera masajes, algo que me encanta hacer. Cuando estaba terminando, Emi dijo "A mí también me vendrían bien unos masajes" moviendo el cuello y los hombros con gesto de dolor. Andrea salió al ataque con sus celos.
- Conseguite un novio propio, tarada!
- Ay, que forra que sos!
- Ey, no peleen por pavadas! Andy, es un masaje y es tu hermana, no me la voy a coger!
Pude sentir el pequeño respingo que dio el cuerpo de Emi al oir esas palabras. Terminada la discusión, le di el masaje a Emi que estaba con una remera que dejaba sus hombros al descubierto. Era la primera vez que tocaba su piel. Traté que no se notara mi reacción. El masaje fue un éxito. Cuando terminó la película Andrea fue a ponerse un piyama de verano. En ese momento Emi me dijo que también le dolían las piernas y puso una pierna desnuda sobre mi falda. No dudé en tocarla y recorrerla como si fuera u profesional preocupado por su dolencia. Cuando froté su muslo, ella soltó un pequeño gemido, mi erección fue casi instantánea. Apoyé su pie contra mi dureza para que se diera cuenta. Ella lo notó y retiró el pie como si se hubiera quemado. Enseguida apareció mi novia con un shorcito y una remera suelta que dejaba adivinar sus enormes tetas. Me miró y me dijo con una sonrisa, "vamos a tomar algo a la cocina?"
 Inmediatamente Emi se fue a cambiar y a dormir. 
En la cocina, Andrea me atacó a besos y buscó mi pija.
- Vos sos mío!
- Claro que soy tuyo. No pensaba hacer nada con tu hermana! Por quien me tomás?
- Es que me pongo celosa cuando te mira otra...
- Perooo...
No pude seguir hablando porque se metió mi pija en la boca y me dió una de sus mamadas espectaculares. La detuve justo a tiempo para no acabar. Me puse a besarla y chuparle las tetas mientras le metía mano en la tanga. Le saqué el shorcito y la senté en la mesada, ella abrió las piernas y corrió la tela que la tapaba. Me agaché y la comi toda, cuando vino su orgasmo le meti 2 dedos hasta el fondo y la hice acabar de vuelta en un minuto. Ahí no aguanté más y se la metí. Cogimos tratando de ser lo más silenciosos posible, aunqueera un poco incómodo. Ella se bajó y se puso de espaldas a mí, yo la agarré de la cintura y la cogí duro tapándole la boca con una mano. Cuando estuve por acabar, ella se dio vuelta y se agachó para hacerme acabar en su boca. Se lo tragó todo como siempre hacía para evitar dejar evidencia.
El verano pasó y la relación con Emi se volvió más cercana. Hacíamos chistes en doble sentido, pasábamos más ratos juntos y, claro, hubo más masajes. Fue después de la cena, una noche de semana, que nos quedamos los 3 en la cocina mientras su hermano menor y sus padres ya se habían ido a acostar. Jugábamos a hacer preguntas personales y la cosa se puso complicada. Esa noche me enteré que Emi era virgen y ella se enteró que su hermana no.
- Que te pensabas? Que no hacíamos nada? Llevamos más de 2 años de novios!
- No... es que no quería imaginar a mi hermana...
- Jaja... Ya vas a ver lo que es una pija! 
Dijo eso apretándome el bulto.
- Ay! Sos una asquerosa! Me voy!
Cuando nos quedamos solos Andrea quiso ir a ver tele al sillón. Media hora después me la estaba chupando con voracidad. Yo gozaba terriblemente, manteniendo la boca cerrada, lo cual era bastante difícil. En el instante que eyaculé, le empujé la cabeza hacia abajo para que mi leche se fuera directo a su garganta. Luego, una vez satisfecho, me dediqué a masturbarla y chuparla. Acabó arrodillada, hundiendo la cara en el respaldo, mientras yo le metía 3 dedos en la concha y la lengua en el culo.
Pasó casi un año completo sin novedades, ya que yo estudiaba mucho y tenía poco tiempo libre. Pero al llegar diciembre y las fiestas algo cambió para siempre. 
Durante ese año Emi había tenido un novio que le duró lo bastante para desvirgarla por todas partes y dejarla en 6 meses. Recuerdo que cuando Andrea me comentó todo me quedé enojado y excitado a la vez, imaginado ese "todo" que había hecho con ese idiota. Lo cierto es que a partir de esa experiencia, Emi se mostraba más cómplice con nuestra conducta sexual y a su vez, más cercana conmigo.
En la noche de navidad hicimos una pequeña fiesta con unos amigos. Andrea y Emi eran las más lindas. Las tetas de mi novia y el culo de su hermana atraían todas las miradas. Cerca de irnos, estando un poco ebrio, las agarré a cada una con cada brazo, rozando las tetas de Andrea y las nalgas de Emi. Les grité a todos "Me voy y me llevo a mis chicas". Todos nos reímos, pero Emi se veía casi orgullosa. Ya de vuelta en su casa, nos quedamos en el balcón tomando cerveza. Andre se sntió mal y se fue a acostar. Yo me quedé un rato más con la excusa de terminar mi cerveza, pero Emi también se quedó con la excusa que me iba a tener que abrir para salir luego. Unos minutos después, hablando de pavadas, Emi se interrumpió y me dijo "Acabo de ver una estrella fugaz. Según dicen hay que besarse para la suerte" . Yo la miré sonriendo y le acaricié la mano. Ella pegó su cuerpo al mío y cerró los ojos. Yo la besé apenas, acariciando su rostro con una mano. Ella me agarró de la nuca y me abrió la boca con su lengua, a lo que yo respondí con gusto. Ella me apretaba contra su pecho y yo no perdí la oportunidad de tocar ese culo por primera vez. Llevaba una pollera larga y un top con los hombros descubiertos, de loda en esa época. Nos comiamos la boca con desesperación. Cuando presioné mi erección contra su vientre se sobresaltó. Se separó de mí y miró mi bulto. Lo frotó con una mano y se mordió un labio, era terriblemente sexy. 
E - Me parece que esto es demasiado... 
Yo - Sí. Me parece que nos estamos yendo al carajo.
E - No deberíamos...
Yo - Mejor me voy antes que hagamos... locuras.
E - Si.
Bajamos hasta la salida del edificio sin hablar. En la puerta me di vuelta y le dije " Igual, no me arrepiento de nada". Ella sonrió como una nena que hace una travesura y me tiró un beso antes de cerrar la puerta.
Después de eso la cosa se enfrió y durante dos meses no pasó más nada. Entonces llegó otra vez su cumpleaños. Ese día hubo un conflicto entre las hermanas. Una amiga de mi novia festejaba su cumpleaños el mismo día que Emi y ella no iba a estar en la fiesta de su hermana. Me enojé con Andrea y decidí ir a festejar con Emi y sus amigos. En el viaje hacia el bar donde íbamos me dijo "cuidame hoy, por favor". No entendí en ese momento que quería decir con eso, pero no me despegué de ella en toda la noche. Bailé con ella, me reí con ella y me senté a su lado. Después de la torta, en un momento que nadie nos observaba, me dijo al oído " si querés saber cual fue mi deseo, llevame a casa". 
En el taxi que compartimos con otras personas se sentó en mis piernas a falta de lugar. Ella aprovechaba el movimiento del auto para frotar su culo sobre mí, lo que le subía un poco su minifalda de jean. Yo mientras tanto le acariciaba un muslo y le insinuaba que pretendía más. 
Cuando llegamos al edificio y entramos al ascensor, me dijo sin rodeos "deseé que hoy pudiéramos terminar lo que empezamos en navidad". Debíamos ir al piso 7, pero presionó el 12, que era la terraza. Subimos besándonos todo el tiempo.  
E - Vení. Acá podemos. Andre me contó como cogen acá ustedes!
Yo- ah, que inteligente de tu parte!
E - Ella se lo merece... y mucho más! 
Me llevó hasta un rincón a oscuras que era un lavadero comunitario. Seguimos besándonos un poco más. Esta vez no dudó en abrir mi pantalón y sacar mi pija afuera. Yo le levanté la remera y le chupé sus pequeñas pero duras tetas. Nos pajeamos un poco mutuamente, hasta que ella bajó y se metió toda mi pija en la boca. Solo le enteaba la mitad pero la devoraba con ganas y mucha lengua. Como no quería acabar rápido, la hice detenerse. Levanté su minifalda hasta la cintura. Llevaba una tanga diminuta. 
Yo - Mmm... mostrame tu cola!
Se dio vuelta y paró su culito en pompa para mayor disfrute mío. Le di una pequeña nalgada y un mordisco suave. 
Yo - Tenés una cola hermosa!
E - Sí! Más por favor!
Le di otra nalgada y luego la puse frente a mí y la subí a una mesada. Separé sus piernas, corrí su tanga y le lamí su concha de labios pequeños. 
Emi se estremeció y me dijo entre suspiros que nunca se la habían chupado. 
E - Tu novia es una bocona. Yo sabía que vos se la chupabas bien. Eso hizo que te deseara más!
Yo - Mmm sos toda rica!
E- Aaahh! Me volvés loca Guille!
Yo- Y ahora te voy a coger!
E- Así, sin nada... dale!
Me bajé los pantalones hasta las rodillas y la ayudé a bajar. Se dio vuelta y abriéndose con una mano me invitó a continuar. Se la metí sin forro toda de una vez y la embestí sin parar. Fueron unos pocos minutos que hubiera deseado sean eternos. La gloria y plaver de lo prohibido hacían todo más placentero para ambos. 
Yo- Estoy cerca... sabés que suelo hacer?
E- Sí... pero no podés hacerlo conmigo. Yo no tomo anticonceptivas! 
Le di duro un poco más y la saqué para pintarle las nalgas con semen.
E- Aahhmmm... que bueno que estuvo!
Yo- Ufff... fue increíble! Una pena que no podamos seguir toda la noche!
E- Me encantaría! Y también me encantaría sentirte acabarme adentro. Pero no se puede Gui...
Me puso una cara de nena triste irresistible. La besé por todas partes mientras la ayudaba a vestirse. Como había usado su tanga para limpiarse mi leche, lllegó del 12 al 1 con mis dedos en su concha y mi lengua en su boca. Nos despedimos en la puerta con un simple chau y una sonrisa radiante en la cara de ambos.