Mi turra me garcha en las piletas sindical (cap 22)

Es momento de contar tal vez uno de mis garches más calientes al menos hasta ese momento. La cosa comenzó con las hermanitas turras aprovechando el pleno verano y un calor infernal para organizar pasar el día en las piletas sindicales. Por su puesto no voy a decir cuál complejo. 
Ese sábado temprano arrancabamos básicamente toda la familia turra para el predio sindical. Las turras se habían puesto para el infarto obviamente compitiendo entre ellas. 

Jesica, mi luchonsita perfecta, eligió para la parte superior una bikini amarillo flúor bien llamativa bastante chiquita que dejaba mucho para ver de sus tetas tamaño naranjas ya post parto. Nada más que eso arriba dejando su ombligo y su piercing turro de estreno al aire libre. En la parte baja se puso una pollerita de jean blanca muy cortita diría al ras de la cola y por debajo la bikini tipo tanga también amarillo flúor que completaba el conjunto con la parte de arriba. Pelo suelto cejas bien turra labios pintados de rojo furioso (rojo carmesí diría Sandro) y apenas una mochilita dónde básicamente llevaba más cosas para la bendición que para cambiarse ella. De modo que iba a estar bien putona todo el dia. De mi no esperen mucho un short de fútbol celeste del Napoles (trucho obviamente comprado en la feria) y la remera azulgrana de mi San Lorenzo querido. Cómo obviamente estaba sin boxer con ese short de fútbol se me marcaba toda la verga. Mi luchonsita noto esto de inmediato y antes de subirnos al Fiat 147 me roso toda su cola en mi bulto y al terminar de cruzar me manotio la verga con la mano y me dijo sin disimular nada incluso estando sus hermanas por ahí: "ay bebu esa pija por favor que linda que esta". Yo caliente al sentir su manito agarrándome la verga le devolví la comida de boca con un buen beso y le pase la mano por las tetas. "Son mías" le dije, algo que le calentó bastante porque la turra enseguida se puso bien melosa y se me vino encima para hacerme mimos y bebotearme. El baúl básicamente tenía dos heladeritas repletas de escabio: latas de birra, frizze y Gancia. 

Mi suegra con tal de calentar al melena, su nuevo macho, se había vestido como una nenita trola. Cómo si le hubiera sacado ropa a las hermanitas turras. Una bikini celeste que marcaba bien esas tetas gigantes y bien tanga la parte de abajo. Me llamo mucho la atención como le quedaba de diez esa bikini tanga en ese hermoso culo de hembra turra. Completaba con una pollerita de jean también cortita. 

Por último pero no menos importante mis dos cuñadas que nos acompañaban. La mujer del falopero pese a su rol de madre luchona también llamaba mucho la atención al igual que mi turra. Era la única con vestidito cortito bien de verano y se dejaba ver qué tenía una bikini roja debajo que estaba ansioso por descubrir. La más chiquita de las hermanitas (la que yo había desvirgado) claramente fue a la cacería de algún macho porque estaba claramente muy putita mal. Por empezar fue la única que salió de casa con una musculosa blanca sin corpiño sin bikini. Con sus pezones chiquitos marcados transparentados en la musculosa. Abajo tenía una pollerita engomada más para ir a bailar que otra cosa y terriblemente entangada con tanga hilito blanca. Seguramente se iba a poner la bikini allá pero quería putonear desde antes. 

Cómo las turras compiten en todo el traslado hasta el complejo fue motivo de enrostrarse el éxito del otro. Así entonces mi turra no quiso llevar a ninguna de sus hermanitas turras y tan solo nosotros tres fuimos en el Fiat. Ya con todo cargado y cuando salimos marcha atrás mi turra miro con cierta superioridad turra a sus pares. Cómo una especie de Wanda Na del conurbano profundo. De echo un par de horas antes y mientras definían eso mi luchona le había dicho a la mujer del falopero "ah nose que bondi va nosotros nos vamos en el auto" como si el pobre cuarenti fuera un especie de BMW o algo por el estilo. 

El que sorprendió a todos y si tenía auto era el melena. Que cayó con una Ford Taunus coupé setentosa azul aunque destruida por dónde la mires. Pero mi suegra toda coqueta y bien putona se subió como una reina y arrancaron detrás nuestro. El falopero con la mujer y la cuñadita chica se tuvieron que ir viajando. 

Una vez en el predio estacionamos los autos juntos y fuimos para las parrillas. Armamos las cosas y nos fuimos para las piletas. Mi luchonsita se sacó la pollerita y meneaba esa cola divina con esa bikini amarillo flúor que me volvía loco. Me beboteaba y me apoyaba la cola en mi bulto. Nos fuimos los dos para la pileta. Mi suegra y el melena se quedaron en las parrillas prendiendo el fuego y cuidando la bendi nuestra. La pileta la verdad era un oasis de turras entangadas por favor. Los ojos se te volvían locos. Había bikini tanga por todos lados. Tetonas no tanto culonas colitas redondas bien villeras otras un poco menos. De todo. Mi luchonsita la verdad es que llamaba mucho la atención y me beboteaba bastante en la pileta, me rosaba me jugaba me daba besitos. Me tenía a sus pies. Yo tenía la pija dura se notaba en el short y ella más me rosaba se había puesto de espaldas hacia mi apoyándome la cola entangada y me bailaba despacito al ritmo de una cumbia que sonaba desde el baúl de un auto.

Así re calientes estábamos en la pileta hasta que fuimos de vuelta a las parrillas. Mi suegra estaba a upa del melena y se comían a besos. No habían prendido el fuego y ni siquiera miraban a la bendi. Pero mi turrita tampoco se hizo demasiado problema porque se quedó un par de minutos básicamente agachada mostrándome toda esa cola divina y volvimos al agua. Recién cuando volvimos a salir del agua después de bebotear como una hora más y ya con una calentura extrema increíble ahí llegaron el falopero la mujer y mi cuñadita. Igual ella si bien llegó tardísimo enseguida llamaba la atención con esa musculosa sin corpiño y varios pibes la miraron apenas entró. Se fue a caminar con la excusa de ir a cambiarse pero seguro iba a calentar pavas por ahí. Nosotros nos quedamos en la mesa y el melena se mando tremendos patys. Cuando apareció mi cuñadita para irnos todos juntos a la pileta me termine de prender fuego. Tenía una bikini diminuta fuccia súper llamativa mal. La colita bien paradita con esa bikini le quedaba explotada mal y era súper chiquita la parte de arriba como si hubiera comprado un talle menos. Tremenda putita. 

En la pileta y con todo el escabio que habían tomado se respiraba el clima de calentura y competencia entre las turras. Sobre todo entre mi luchona y mi cuñadita. Jesica me beboteaba más me estaba más ensima y mi cuñadita iba y venía por toda la pileta provocando y despertando muchas miradas. Cuando mi cuñadita paso delante mío y me roso la pija parada con esa colita perfecta mi luchona entendió que tenía que tomar cartas en el asunto. De modo que me agarró de la mano y me dijo: "quiero que me cojas". Salimos de la pileta caminando rapidito de la mano mientras mis ojos se clavaban en esa cola perfecta. Aprovechamos que el baño de mujeres estaba poco concurrido y sin cuidadora y nos mandamos de una. Entramos en uno de los inodoros y cerramos la puerta.

Mi luchonsita me comenzó a comer la boca con toda una calentura tremenda me agarraba la cara me apoyaba las tetas mojadas en mi pecho desnudo. Me tenía loco. La verga la tenía paradisima cabezona mal y estaba que reventaba el short. Mientras nos besabamos yo le apretaba fuerte los cachetes de esa cola divina. No duro mucho la previa y ella se dió vuelta y se puso contra la pared y con la colita hacia mi. Yo le baje la bikini tanga y con esa conchita hermosa flujeada mojada toda para mí le pegue una flor de ensartada. Se le metí sin forro piel con piel hasta el fondo de la concha. Mi luchona tuvo que contener el grito porque dos turritas acababan de entrar al baño. Abrieron cada una la puerta de al lado de la nuestra. Y se escuchó que se sentaron a mear. Yo le comencé a bombear verga despacio dentro a mi turra pero las ganas y la calentura eran tanto que de despacio pasamos a más ritmo enseguida. "Fuaaa alto meo me mande" dijo una de las turras mientras la otra le respondía entre risas. Nosotros garchando en el medio de ellas dos sin que lo supieran. Yo le daba verga cada vez más fuerte y mi luchona pobre tenía que contener los gritos. Tanto así que tuvo que dar un golpe a la pared. Por suerte las turras medio en pedo ni se percataron. Cuando por fin se fueron del baño las turras, Jesica dió dos gemidos bien fuertes "aaaaaaay bebeeeee aaaaaaa siiiiiii" yo más caliente que nunca seguía dándole verga con más ritmo. Estuvimos un rato tranquilos garchando y con mi luchona gimiendo suavemente. Hasta que otra vez entro un grupo de turras al baño. Una quiso abrir la puerta nuestra pero con mi verga adentro Jesica dijo: "ocupado". Nosotros seguimos garchando nunca le sacaba la verga sin forro de dentro de su concha flujeadisima mal. Nuevamente tuvo que contener los gritos y gemidos hasta que salió la última turrita. En un rato de paz Jesica acabo un flor de flujo un par de chorros bien salbajes que parecían un hermoso chorro de pis. Yo al sentir todo eso ya no pude más y le llene por completo la concha de leche. Fue una acabada espectacular la mejor de mi vida. Sentía salir y salir leche de la pija y ella al recibirla toda adentro de su concha gemia de placer. 

Disimuladamente salimos del baño y volvimos para la pileta en dónde mi cuñadita hacia "amistad" con un turro tatuado bastante más grande que ella. Cuando quedamos frente a frente mi luchona espero el momento preciso para disparar y lo hizo. "Dónde estabas mamá te está buscando" le dijo mi cuñadita. A lo que Jesica respondió: "garchando en el baño con mi marido". Ante la sorpresa de mi cuñadita mi luchona la miraba con mucha superioridad y le arremetió: "y si quedó preñada podés ser la madrina querés"...

Continúara