Para las vacaciones de este verano, decidimos con Lucas meter unos días de playa. Buscando destinos, terminamos elegiendo el norte de Brasil, aprovechando que ninguno de los dos conocía. Si bien tengo antecedentes por esas tierras (varios, en realidad: con mi familia, trabajo o con amigas), en esta ocasión iba en plan novio con la cabeza puesta en relajar después de un año de trabajo.
Pero ya en el aeropuerto el destino empezó a jugarme en contra. En el mismo vuelo que nosotros volaba una chica brasilera que estudia en Rosario. Una flaquita morena, de pelo enrulado atado atrás de la nuca. No se por qué, me llamó la atención desde que la vi. El vuelo no era directo, por lo que tuvimos que cambiar de avión. Yo no sabía si la chica esta iba hacia el mismo lugar que nosotros, pero cuando noté que se fue a la misma puerta de embarque mi cabeza voló mal. Me hice la boluda y me fui a sentar con Lucas al lado de ella. Cuando nos vio, reconoció que habíamos salido de Rosario con ella y nos sonrió.
En un momento nos pregunta si podemos mirarle la valija, que iba al baño. Cuando volvió, luego que nos agradeciera, aproveché para saber un poco más de ella. Le pregunté donde iba y nos dijo que iba al mismo destino que nosotros, volvía a visitar a su familia porque en las fiestas le tocó estar de guardia (como todos los brasileros en Rosario, estudia medicina).
Le conté que íbamos de vacaciones al mismo sitio y empezamos a hablar de lugares para ir, nos recomnedó algunas playas para visitar, como moverse por la zona. Hasta que se hizo la hora de partir. Nos tocaron asientos separados pero la sonrisa en mi rostro no la podía disimular.
Cuando llegamos, nos despedimos de mi nueva amiga antes que se reencontrara con la familia y nosotros salimos a bucar cómo llegar al complejo donde nos alojabamos. En el camino, busqué a la chica en Instagram y la agregué mientras le mostraba a Lucas, que aprobaba todo con una sonrisa bien de pitín, sabiendo lo que estaba pensando. En general los viajes me excitan un poco, asi que al llegar, ni desarmamos la valija y ya estaba arriba de él cabalgandole la pija. Asi, sin previa ni nada. Estaba re mojada y no podía aguantar.
Las vacaciones transcurrían de lo más normal. De vez en cuando espiaba el Instagram para ver si la brasilera me había aceptado, pero no había novedades. Paralelo a esto, un día fuimos a una excursión para hacer snórquel. Cuestión que éramos varios en el barco pero el chabón que la dirigía me prestaba especial atención a mi. Sin importarle que esté Lucas al lado. Yo me di cuenta, pero me hacía la boluda y me quedaba siempre cerca de Lucas.
El chabón era un moreno (no negro negro, sino morocho caribe), alto y bien marcado; no inflado de gimnasio sino más físico atlético como me gusta a mi. Terminamos el paseo, el chabón saluda a todos y a mi me saludó con abracito mano en la cintura pero casi más abajo de la cintura. Yo no podía creer cómo el boludo este hacía esas cosas con mi novio al lado. Pero bueno. Los días siguientes Lucas me insistía en ir a esa playa, porque le había gustado. En realidad era una linda playa, pero la intención de él era otra.
- Mirá quien está allá - me dijo señalando la orilla, era Jason el guía.
- El de la lancha - le dije fingiendo desinterés, aunque aprovechando para mirar el abdomen marcado de nuevo
- Te pegó una terrible encarada el loco... - yo me quedé... y eso? Se había dado cuenta (no era de extrañar, no fue nada disimulado) pero no sabía con qué me iba a salir.
- Un pajín - le respondí sin darle importancia. Yo estaba tirada en la arena boca abajo, y él se quedó asintiendo y mirandome la cara y el culo - Qué? - le grité para que dijera algo.
- Con este culo... que esperás - y me mete un cachetazo suave en una nalga. Y si, mi novio también es un pajín como ustedes, no lo voy a negar. Giré la cabeza medio haciéndome la enojada y no le dije más nada.
Pero él se quedó acariciandome la espalda. Pasaba sus dedos por mi columna vertebral desde arriba a abajo, terminando en la cintura y metiendo la puntita de los dedos dentro del hilo de la malla. Cosa que sabe me encanta y me pone caliente.
- Yo pensaba... antes de irnos... - Yo ya me mordía los labios porque sabía lo que iba a decir el morboso hijo de puta - lo podríamos invitar. Como para despedirnos del lugar. Si tanto te quiere conocer... - No hizo falta que dijera más nada. Las reglas yo ya las sabía (en realidad, él las sabía): no me interesa estar con otro chabón sola. Él tenía que estar e iba a participar. Pero como aún faltaban un par de días para la vuelta, Lucas escaló su nivel de perversidad a otro nivel. Quería que me acerque a saludarlo y le empiece a calentar la verga desde ese mismo instante.
Al principio le dije que no, que a lo sumo me paseaba y lo saludaba pero él quería que le hable un poco, que le queme los sesos. Las caricias en mi espalda, tan tiernas, me aflojaron hasta aceptar la propuesta. No podía creer como con un gesto tan romántico me había convencido de calentarle la verga a otro chabón delante de él. Pero lo logró. Me levanté y me fui a caminar sola por la playa hasta cruzarme al morocho, que me saludó contento al reconocerme.
El chabón hablaba un brasilero bastante cerrado y un inglés muy precario, por lo que la conversación fue muy básica. El pibe vivía cerca de la playa y tenía 24 años. Dije "Guaaaaaa!" nunca me garché uno con tantos años menos de diferencia. Cuando le dije que tenía 35 no me quería creer. "Te asusta?" le pregunté acercandome a su cuerpo. Me asombré como ese ropero de 1,80 retrocedió cuando mi casi 1,60 se le acercó para repreguntarle. Por un momento pensé que no iba a querer más nada pero luego de mantener un rato la mirada entre los dos se sonrió y cambiamos de tema.
Cuando me fui, inventando alguna excusa, luego de unos metros me di vuelta para reirme de como se había quedado mirandome "el ir". Cuando vio que me reía se hizo como que hacía otra cosa. Seguro no me había dado cuenta, claro. Esa noche volvimos a casa y Lucas me pegó una garchada de película porno. Me hizo delirar mientras imaginábamos como me garchaban entre los dos. "Imaginá que es la pija de Jason, puta" me decía mientras me taladraba la concha y metía 2 dedos en mi boca ahogando mis gemidos y hacíendome atragantar hasta babear toda la cama.
Los días que siguieron repetimos la rutina. Ibamos a la playa, yo pasaba a saludar a Jason y volvíamos re calientes a coger como desesperados. Lo único que le pedí es que si pensaba hacerme coger con los dos, me deje por lo menos 2 días de descanso porque la concha no me daba más. Y así fue... difícil, pero lo conseguimos... Yo, de mala, dormía apoyándole la cola en la verga toda la noche. Vivía alzado pobre. Hasta que llegó el día final.
Me acerqué como siempre a saludarlo. Luego de hablar de cualquier cosa, le comenté que era mi último día y ya volvía para Rosario. "Te voy a extrañar", me dijo abrazándome como la primera vez. Su mano casi bajaba más de la cintura, pero esta vez en lugar de alejarme me pegué más a su cuerpo. Cuando nos seperamos, yo dejé las manos en sus hombros y fui bajando por sus brazos marcados. Subí de nuevo y bajé por su pecho mientras lo miraba y me mordía los labios. Por un instante me olvidé que no estábamos solos y me saqué las ganas acumuladas de manosear ese lomazo (bueno, una es de carne también).
- Sabés hacés caipirinha? - le tiré asi de la nada, no sabía qué decir y se me ocurrió esa pavada.
- Si, claro
- Con mi novio compramos para hacer, pero no nos sale tan rica... podrías venir esta noche a hacer caipirinhas... para que veamos como se hace y aprender - le dije, mientras aprovechaba a tocar sus brazos. No sabía si iba a entender, con todo el lío del idioma, pero la cazó bastante bien. Quedó un poco recalculando, hasta que habló.
- Ehh... con tu novio? Solos mejor... - lo interrumpí.
- No. Si querés jugar, jugamos los tres. Él va a estar y a participar también NO A A MIRAR. Los dos, para mi... - Su cara era de dudas... no estaba convencido
- Ehh... no se...
- Ok, no hay drama. Un gusto conocerte - me acerqué y le di un beso casi en la comisura de los labios y me fui. Ni dos pasos hice...
- Espera espera!!! ok ok, vamos los tres...
Luego de decirle donde estábamos y dejarle mi contacto, me fui. A medida que me alejaba me bajaba la ficha de lo que iba a pasar y me entraba miedo, calentura y morbo todo junto. Cuando llegué donde estaba Lucas lo besé y le pedí que nos fueramos. En el camino le conté todo. Llegamos y nos besamos en la cama, aunque sin garche, como habíamos acordado... bah, yo había impuesto je. Casi al atardecer, llegó Jason. El loco estaba un poco nervioso al principio pero luego se fue soltando hasta tener una charla de amigos casi.
Hizo unas caipis y nos pusimos a bailar. Como todo brasilero, lleva el ritmo el sangre y se movía de maravillas. No perdió el tiempo en apoyarme todo el orto mientras bailaba, le enseñó unos pasos a Lucas, que (obvio) también aprovechó a apoyarme y manosearme el culo. Jason no se había animado a tanto, pero Lucas le dio un espectáculo que lo dejó con los ojos abiertos. Me alejé de él y me volví con Jason. "Dale, ahora vos" le dije. Se puso atrás mio y empezó a bailar refregando su pija en mi culo. "Hace como él" le dije poniendo sus manos más abajo de la cintura.
Sin dudar empezó a amasarme el orto sacandose todas las ganas. Yo me dejaba y bailaba al ritmo de sus manos que me levantaron la pollera para ya directamente tener contacto con mi piel. Lucas se acercó y me agarró de la cara levantandome para besarme. Mientras Lucas me besaba, Jason me apoyaba la cola ya con la pollera arriba.
La pija de Jason empezó a crecer apoyada en mi espalda y cuando noté el tamaño de la poronga que cargaba el pibito me empecé a reir. "Qué pasa" me preguntó Lucas... Yo me seguía riendo, mientras llevaba mi mano atrás para agarrar el garrote de Jason. Y si, era bien ancho. "Espero no te arrepientas de esto, amor" le dije dandole otro beso.
Él no entendía a que me refería hasta que los puse uno al lado del otro y le bajé los pantalones al brasilero. Un porongón duro y bien morocho saltó y quedó mirando para mi cara. Jason, agrandado, me movía la pija en la cara. Lucas estaba un poco sorprendido (el otro loco con que hicimos trio tenía una pija más normal, y él quedaba como el vergudo), aunque la verdad que no tenía nada que envidiarle.
Hice lo mismo con Lucas que si bien no la tenía al palo, en tamaño eran casi idénticas. La de Jason un poco más cortita tal vez, pero el grosor era... puff... hermoso. Cuando vio la pija de mi novio, a Jason se le borró la carita de soberbio. Nunca voy a entender esa boludez de sentirse más "hombre" por tenerla más grande, pero bueno...
Empecé a chuparles la pija alternadamente. Primero metía la puntita de una, después la otra, sin soltar ninguna de las dos. Lucas me acariciaba el pelo mientras yo iba de verga en verga. Después empecé a meterlas más profundas. La sacaba y le pasaba la lengua por el tronco, me acercaba la otra. La metía en la boca y me pasaba la pija babeada por las mejillas. Lucas tomó la iniciativa y me llevó hasta la cama. Me puso en 4 mientras me acariciaba el culo y lo llamaba a Jason que disfrutara.
Yo cerré los ojos sintiendo las cuatro manos manosearme y desvestirme. Otra vez volví a experimentar esa adrenalina de sentirme tan sometida y puta regalada ante dos machos que estaban desesperados por garcharme toda. Lucas se puso a chuparme la concha y subiendo la lengua me chupaba también el culo. Jason se paró delante mio y me dio la verga para que siguiera chupandosela. Los dedos de Lucas me penetraban, sintiendo el ruido de la inundación que era mi concha.
Se paró encima mio y me penetró, mientras el brasilero me agarraba de los pelos y me cogía la boca. No le importaba que no me entrara toda, él empujaba y me la metía hasta donde hacía tope. Tosía y escupía saliva sobre su tronco y él seguía. Un animal, como me gusta a mi.
Lucas me tenía agarrada de la cintura y se movía sacandola despacio y penetrándome con fuerza. Jason sacó la pija dejándome respirar. Me agarró de los pelos y levantando mi cara empezó a pegarme con la pija babeada. Yo abría la boca para que me la metiera de nuevo pero él seguía pegándome de lado a lado. Lucas atrás ya tenía la pija toda enterrada y me daba golpes profundos mientras me pegaba con bronca en el culo.
"Cambio" gritó Lucas sacando de una la pija. Sentí mi concha abierta y latiendo, pero no por mucho: la verga de Jason se clavó con facilidad hasta el fondo. Se desquitó de todo el tiempo que le había calentado la pija en la playa. Se agarró de mi culo y empezó a sacar y meter frenéticamente. La sacaba casi por completo y la metía entera nuevamente sin parar. Era un taladro a máxima velodidad.
Lucas se tiró en la cama y me puso la cara al lado de su verga. Me la metí en la boca y ahogué los gritos de la cogida con su tronco enterrado hasta la garganta. No podía concentrarme en chuparla, simplemente la tenía metida en la boca y la misma embestida animal de Jason hacía que la tragara un poco más.
Me salí de la pija de Jason y me trepé a la verga de Lucas. Me acomodé y la empecé a cabalgar. Estaba tan abierta que me senté en la pija y entró toda tan fácil como pocas veces. Me moví para adelante y atrás con la poronga enterrada hasta acabar sobre ella. Jason miraba desde afuera sin saber que hacer. Cuando me frené para recuperarme del orgasmo, él se acercó de atrás, apoyandome la pija en la nuca. Se mojó los dedos en mi boca y se dedicó a rozarme los pezones. Me hizo calentar tanto, que volví a moverme sobre la verga de Lucas, hasta que lo hice acabar.
Cuando me sacó de encima suyo, con la cara desencajada de lujuria lo agarré a Jason y lo tiré boca arriba en la cama. Le pegué una chupada rápida al pijón para volver a lubricarlo y me senté encima. Un par de movimientos y también se acabó todo. La pija se le empezó a bajar al toque, y yo salí pero no me iba a dejar asi. Me trepé hasta su cara y metiéndole la concha en la boca se la moví toda hasta que me hizo acabar de nuevo. Ahi si, me dejé caer a su lado...
Pero no por mucho. Lucas aún seguía con la verga al palo, me arrastró hasta el borde de la cama y poniendo mis piernas en sus hombros me siguió cogiendo como si recién empezara. Yo no paraba de gemir y gritar que me diera más fuerte. Mis manos buscaban a Jason que estaba tirado en la cama mirando.
Cuando levanté la vista hacia atrás (con Lucas sin dejar de cogerme) veo como se amasaba la verga dormida mientras nos miraba. Estiré más la mano, y entendió. Se acercó y empecé a tocarsela yo. Le metí los dedos en las bolas y empecé a acariciarle casi rozando su culo. Fueron segundos y su verga empezó a crecer de nuevo.
Al toque ya lo tenía trepado en mi cara cogiendome la boca desesperado de nuevo. No podía respirar de lo enterrada que tenía, pero eso me excitaba aún más. Se cambiaron nuevamente de posición, Lucas se puso a mi lado y empezó a chuparme las tetas. Jason me colocó de costadito y me empezó a pegar otra garchada salvaje. No paraba de moverse un instante, era una embestida atrás de la otra haciendo valer la energía de la juventud. Lucas seguía con mis pechos, pero ahora los manoseaba mientras yo le chupaba la pija.
Jason me puso en 4 y se acomodó arriba mio sobre la cama. Primero me agarró de los pelos, luego la metió (ni fuerza tenía que hacer, estaba re abierta) y empezó a sacudirme. Era tanta la fuerza con la que me daba, que me movió hasta el borde de la cama. Lejos de detenerse, siguió la garchada hasta que me tiró afuera. Como pude apoyé las manos en el piso para no aterrizar con la cara en el suelo, quedando medio cuerpo en la cama sostenida por Jason y medio cuerpo en el aire soportando con mis brazos. No tenía ni idea donde estaba Lucas, en ese momento solo pensaba en no caerme. Hasta que apareció para agarrarme de los brazos y pude sostenerme de su cintura.
Me agarré de su verga y mientras el brasilero seguía cogiendome como si nada pasara, empecé a chuparsela. Jason seguía moviendose como una bestia y podía notar la fuerza que hacía Lucas para contrarrestrarlo y que no nos arrastrara a los dos. Yo estaba casi suspendida en el aire penetrada por los dos machos. "Siii siii!", gritaba Jason desencajado como grito de guerra.
En un momento se empezó a frenar, y me la sacaba despacio y metía con fuerza, hasta que la sacó y me dejó caer sobre la cama. Lucas me fue soltando y me dejó en el piso. Arrastrándome de la cama me dejé caer al suelo recuperando la respiración.
Lucas, que no quería ser menos después de ver ese espectáculo, me acomodó en 4 nuevamente pero en el suelo. Me abrí bien de piernas y arqueando la espalda me regalé a su vergón. Empezó a cogerme también con todas sus fuerzas hasta que mis brazos no aguantaron más y quedé boca abajo tirada en le piso con las piernas abiertas y los brazos atajandome del suelo... y él atrás pasando su brazo por mi cuello ahorcándome, sin frenar de cogerme. "Vení putita" me dijo Jason, acercandose a mi boca. Empezó a rozarme la pija por la cara y de pronto acabó entero sobre mi mejilla. Una forma de decir, porque me tiró leche en toda la cara incluso el pelo.
Lucas se detuvo un instante para ver como me llenaban la cara de leche. Cuando Jason se movió, Lucas me puso boca arriba y sentandose en mi panza empezó a pajearse sobre mis tetas. Le puse las manos en las bolas acariciandole por ahi abajo hasta que me largó toda la leche en el pecho, aunque el primer chorro me llegó hasta la pera. Cuando dejó de salir se acercó a mi boca y me la dio para limpiarla.
En ese instante desaparecieron los dos, y me dejaron tirada en el piso toda enlechada por los dos machos que me habían pegado una garchada como hacía tiempo no tenía. No tenía fuerzas ni de moverme, quedé así inmóvil hasta que apareció Lucas y me volvió a subir a la cama. Mientras me besaba y chupaba las tetas, Jason se arrodilló en el borde a chuparme la concha. Lucas seguía en mis tetas, mi cuello, mi cara. Sus manos pasaron de acariciarme a apretarme la mandíbula y susurrarme al oído "te gusta pendeja puta te gusta que te cojan dos pijas". Yo entre gemidos soltaba un "si" casi tapado por sus manos en mi cara.
Sentía que estaba a punto de acabar, pero Jason se detuvo. Se acomodó la verga, otra vez al palo, y me empezó a coger con las patitas al hombro empujando mi cuerpo desde mis muslos hacia el suyo. Era una bestia incansable el pendejo, la sacaba casi toda y la penetraba con fuerza hasta romper todo el fondo de mi cuerpo. Me sentía desfondada por esas dos vergas. Lucas ahogó mis gemidos con su poronga durísima en mi garganta. De los gemidos, pasé a toser y salivar todo el tronco de la verga.
El brasilero se tiró encima mio, yo sin soltar la pija de mi novio, ahora tenía a Jason besándome el cuello. Se incorporó un poco, todo sin dejar de moverse dentro mio, y aceleró el ritmo. Lucas sacó la pija de mi boca y le dijo "ahorcala, le re calienta". Jason lo miró onda "no entendí un carajo", así que Lucas me empezó a ahorcar para mostrarle lo que me gustaba. No se si me calentó más la ahorcada mientras me cogía o que mi novio le mostrara a otro como me gustaba que me sometan. Amo ser una puta sumisa, pero como que ese nivel no lo esperaba.
Lucas se ubicó sobre mi cara (transpirada y con lágrimas de la metida de verga hasta la garganta) y empezó a pegarme con su verga en la frente. Como pude abrí la boca para pedirle que me la meta, y eso hizo. Jason no frenaba de cogerme y me ahorcaba cada vez más fuerte, mientras la verga de Lucas me ahogaba aun más en mi boca. En ese momento mi cuerpo se descontroló y empecé a temblar acabando casi convulsionando. Tanto fue que Jason se frenó y me dejaron en la cama moviendome sola. Cuando me calmé, el brasilero se tiró en mi concha a chupar todos mis flujos que sentía chorreaban por mi cuerpo.
Lucas lo hizo correr y me puso en 4, nuevamente. Jason se pasó al frente a darme pija en la boca. Ya no sentía la mandíbula de lo abierta que tenía que mantenerla. Mi novio empezó a chuparme decididamente el culo y largué un suspiro sabiendo lo que se venía. "Te lo hacemos entre los dos, bebita" me decía con un morbo el hijo de puta y me aflojé toda. Casi me caigo al sentir su lengua abrir mi ano con insistencia. No pude decir que no.
Luego de un rato de trabajito, se posó sobre mi, se escupió la verga y me la clavó. Despacio primero, con paciencia y apretando firme mi cola fue cediendo. La sacaba por la mitad y volvía a intentar meterla más. Jason no se perdía el espectáculo mientras me tenía agarrada de los pelos cogiendome la boca (aunque ahora mucho más lento porque estaba atendiendo como me abrían el culo). Cuando se acostumbró, empezó a sacudirme cada vez con más fuerza y energía sosteniendome de las caderas y empujando fuerte hacia su cuerpo. "Guaaauu" largó Jason cuando vio como mi cola se tragó todo el trozo de Lucas.
La sacó, y lo llamó al brasilero. Era su turno. Aquí noté que claramente la pija de Jason era más ancha que la de Lucas, porque a pesar que tenía el culo detonado le costó entrar. Pero no fue dificil, un par de apretones y mi cola cedió al nuevo vergón que me atendía. Jason se agarró de mis pelos para cabalgar a la yegua puta que estaba somentiendo. Me tiraba del pelo para acercarse a mi y clavarme el pijón en mi cola destruída. Ya casi que no sentía nada. En uno de los empujones me hizo mal y me tiré para adelante sacandome la pija.
Ahi aproveché, y me fui donde estaba Lucas. Me senté arriba de su verga y tiré mi cuerpo hacia adelante dejando mi culo disponible. No hizo falta ningún idioma: Jason se avalanzó sobre nosotros y me volvió a atender el culo mientras me movía con la pija en la concha de Lucas. Yo deliraba, no se si de placer o de dolor pero no podía parar de gemir. Tanto, que Lucas me agarró de la cabeza y me tapó la boca. Ahi me solté, y empecé a gritar desencajada ahogando todo en la mano de mi novio. Él casi ni se movía, era Jason con sus embestidas que movían la verga en el culo, me movía a mi y hacía que me penetrara más la pija de Lucas en la concha.
El brasilero sacó la verga (por suerte), con el forro colgando lleno de leche. Agotada me salí de la verga de Lucas y me tiré boca arriba en al cama. Jason aprovechó y se paró encima mio sacandose el forro lo vació sobre mi cuerpo. Nunca me habían hecho eso, y no puedo explicar lo puta que me sentí y más cuando al exprimirlo me lo tiró encima. Lucas al lado se pajeaba mirando como humillaban aún más a su novia. Me di vuelta y lo besé por primera vez en la noche. Luego me tiré de cabeza en su pija. Estaba latiendo y pegaba saltitos, parecía tenía vida propia. La agarré y se la chupé unos segundos y explotó. Cuando sentí que empezaba a brotar leche me la metí en la boca y tragué todo.
Lucas quedó rendido con los brazos abiertos en la cama. Yo le mostré que en mi boca no había quedado nada y me tiré a su lado. Por un momento, nos olvidamos que había un tercero. Estaba sentado en un rincón pajeandose la verga dormida mirándonos. Lo llamé para que viniera. Nos acostamos los tres en la cama, pero esta vez fue descanso. Mi concha no daba más y me latía el culo. Me dejaron toda rota.
Un rato después, Jason se fue (un poco lo echamos). Nos despedimos y a pesar que quería seguir en contacto, le dije que todo moría ahi. No me interesaba repetir nada, fue esa vez y listo. Nos quedamos solos, y como la otra vez, hubo bastante silencio.
Armamos las valijas y a la mañana siguiente nos fuimos para el aeropuerto. Yo ya había cambiado el chip, y recordé a la brasilera que me había gustado en el viaje de ida. Estaba ilusionada de encontrarla nuevamente, pero no. Aunque al revisar el Instagram vi que ella había aceptado mi solicitud y también me había agregado... Ahora mi objetivo será devolverle a Lucas el regalito que me dio en las vacaciones.
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Indice
Pero ya en el aeropuerto el destino empezó a jugarme en contra. En el mismo vuelo que nosotros volaba una chica brasilera que estudia en Rosario. Una flaquita morena, de pelo enrulado atado atrás de la nuca. No se por qué, me llamó la atención desde que la vi. El vuelo no era directo, por lo que tuvimos que cambiar de avión. Yo no sabía si la chica esta iba hacia el mismo lugar que nosotros, pero cuando noté que se fue a la misma puerta de embarque mi cabeza voló mal. Me hice la boluda y me fui a sentar con Lucas al lado de ella. Cuando nos vio, reconoció que habíamos salido de Rosario con ella y nos sonrió.
En un momento nos pregunta si podemos mirarle la valija, que iba al baño. Cuando volvió, luego que nos agradeciera, aproveché para saber un poco más de ella. Le pregunté donde iba y nos dijo que iba al mismo destino que nosotros, volvía a visitar a su familia porque en las fiestas le tocó estar de guardia (como todos los brasileros en Rosario, estudia medicina).
Le conté que íbamos de vacaciones al mismo sitio y empezamos a hablar de lugares para ir, nos recomnedó algunas playas para visitar, como moverse por la zona. Hasta que se hizo la hora de partir. Nos tocaron asientos separados pero la sonrisa en mi rostro no la podía disimular.
Cuando llegamos, nos despedimos de mi nueva amiga antes que se reencontrara con la familia y nosotros salimos a bucar cómo llegar al complejo donde nos alojabamos. En el camino, busqué a la chica en Instagram y la agregué mientras le mostraba a Lucas, que aprobaba todo con una sonrisa bien de pitín, sabiendo lo que estaba pensando. En general los viajes me excitan un poco, asi que al llegar, ni desarmamos la valija y ya estaba arriba de él cabalgandole la pija. Asi, sin previa ni nada. Estaba re mojada y no podía aguantar.
Las vacaciones transcurrían de lo más normal. De vez en cuando espiaba el Instagram para ver si la brasilera me había aceptado, pero no había novedades. Paralelo a esto, un día fuimos a una excursión para hacer snórquel. Cuestión que éramos varios en el barco pero el chabón que la dirigía me prestaba especial atención a mi. Sin importarle que esté Lucas al lado. Yo me di cuenta, pero me hacía la boluda y me quedaba siempre cerca de Lucas.
El chabón era un moreno (no negro negro, sino morocho caribe), alto y bien marcado; no inflado de gimnasio sino más físico atlético como me gusta a mi. Terminamos el paseo, el chabón saluda a todos y a mi me saludó con abracito mano en la cintura pero casi más abajo de la cintura. Yo no podía creer cómo el boludo este hacía esas cosas con mi novio al lado. Pero bueno. Los días siguientes Lucas me insistía en ir a esa playa, porque le había gustado. En realidad era una linda playa, pero la intención de él era otra.
- Mirá quien está allá - me dijo señalando la orilla, era Jason el guía.
- El de la lancha - le dije fingiendo desinterés, aunque aprovechando para mirar el abdomen marcado de nuevo
- Te pegó una terrible encarada el loco... - yo me quedé... y eso? Se había dado cuenta (no era de extrañar, no fue nada disimulado) pero no sabía con qué me iba a salir.
- Un pajín - le respondí sin darle importancia. Yo estaba tirada en la arena boca abajo, y él se quedó asintiendo y mirandome la cara y el culo - Qué? - le grité para que dijera algo.
- Con este culo... que esperás - y me mete un cachetazo suave en una nalga. Y si, mi novio también es un pajín como ustedes, no lo voy a negar. Giré la cabeza medio haciéndome la enojada y no le dije más nada.
Pero él se quedó acariciandome la espalda. Pasaba sus dedos por mi columna vertebral desde arriba a abajo, terminando en la cintura y metiendo la puntita de los dedos dentro del hilo de la malla. Cosa que sabe me encanta y me pone caliente.
- Yo pensaba... antes de irnos... - Yo ya me mordía los labios porque sabía lo que iba a decir el morboso hijo de puta - lo podríamos invitar. Como para despedirnos del lugar. Si tanto te quiere conocer... - No hizo falta que dijera más nada. Las reglas yo ya las sabía (en realidad, él las sabía): no me interesa estar con otro chabón sola. Él tenía que estar e iba a participar. Pero como aún faltaban un par de días para la vuelta, Lucas escaló su nivel de perversidad a otro nivel. Quería que me acerque a saludarlo y le empiece a calentar la verga desde ese mismo instante.
Al principio le dije que no, que a lo sumo me paseaba y lo saludaba pero él quería que le hable un poco, que le queme los sesos. Las caricias en mi espalda, tan tiernas, me aflojaron hasta aceptar la propuesta. No podía creer como con un gesto tan romántico me había convencido de calentarle la verga a otro chabón delante de él. Pero lo logró. Me levanté y me fui a caminar sola por la playa hasta cruzarme al morocho, que me saludó contento al reconocerme.
El chabón hablaba un brasilero bastante cerrado y un inglés muy precario, por lo que la conversación fue muy básica. El pibe vivía cerca de la playa y tenía 24 años. Dije "Guaaaaaa!" nunca me garché uno con tantos años menos de diferencia. Cuando le dije que tenía 35 no me quería creer. "Te asusta?" le pregunté acercandome a su cuerpo. Me asombré como ese ropero de 1,80 retrocedió cuando mi casi 1,60 se le acercó para repreguntarle. Por un momento pensé que no iba a querer más nada pero luego de mantener un rato la mirada entre los dos se sonrió y cambiamos de tema.
Cuando me fui, inventando alguna excusa, luego de unos metros me di vuelta para reirme de como se había quedado mirandome "el ir". Cuando vio que me reía se hizo como que hacía otra cosa. Seguro no me había dado cuenta, claro. Esa noche volvimos a casa y Lucas me pegó una garchada de película porno. Me hizo delirar mientras imaginábamos como me garchaban entre los dos. "Imaginá que es la pija de Jason, puta" me decía mientras me taladraba la concha y metía 2 dedos en mi boca ahogando mis gemidos y hacíendome atragantar hasta babear toda la cama.
Los días que siguieron repetimos la rutina. Ibamos a la playa, yo pasaba a saludar a Jason y volvíamos re calientes a coger como desesperados. Lo único que le pedí es que si pensaba hacerme coger con los dos, me deje por lo menos 2 días de descanso porque la concha no me daba más. Y así fue... difícil, pero lo conseguimos... Yo, de mala, dormía apoyándole la cola en la verga toda la noche. Vivía alzado pobre. Hasta que llegó el día final.
Me acerqué como siempre a saludarlo. Luego de hablar de cualquier cosa, le comenté que era mi último día y ya volvía para Rosario. "Te voy a extrañar", me dijo abrazándome como la primera vez. Su mano casi bajaba más de la cintura, pero esta vez en lugar de alejarme me pegué más a su cuerpo. Cuando nos seperamos, yo dejé las manos en sus hombros y fui bajando por sus brazos marcados. Subí de nuevo y bajé por su pecho mientras lo miraba y me mordía los labios. Por un instante me olvidé que no estábamos solos y me saqué las ganas acumuladas de manosear ese lomazo (bueno, una es de carne también).
- Sabés hacés caipirinha? - le tiré asi de la nada, no sabía qué decir y se me ocurrió esa pavada.
- Si, claro
- Con mi novio compramos para hacer, pero no nos sale tan rica... podrías venir esta noche a hacer caipirinhas... para que veamos como se hace y aprender - le dije, mientras aprovechaba a tocar sus brazos. No sabía si iba a entender, con todo el lío del idioma, pero la cazó bastante bien. Quedó un poco recalculando, hasta que habló.
- Ehh... con tu novio? Solos mejor... - lo interrumpí.
- No. Si querés jugar, jugamos los tres. Él va a estar y a participar también NO A A MIRAR. Los dos, para mi... - Su cara era de dudas... no estaba convencido
- Ehh... no se...
- Ok, no hay drama. Un gusto conocerte - me acerqué y le di un beso casi en la comisura de los labios y me fui. Ni dos pasos hice...
- Espera espera!!! ok ok, vamos los tres...
Luego de decirle donde estábamos y dejarle mi contacto, me fui. A medida que me alejaba me bajaba la ficha de lo que iba a pasar y me entraba miedo, calentura y morbo todo junto. Cuando llegué donde estaba Lucas lo besé y le pedí que nos fueramos. En el camino le conté todo. Llegamos y nos besamos en la cama, aunque sin garche, como habíamos acordado... bah, yo había impuesto je. Casi al atardecer, llegó Jason. El loco estaba un poco nervioso al principio pero luego se fue soltando hasta tener una charla de amigos casi.
Hizo unas caipis y nos pusimos a bailar. Como todo brasilero, lleva el ritmo el sangre y se movía de maravillas. No perdió el tiempo en apoyarme todo el orto mientras bailaba, le enseñó unos pasos a Lucas, que (obvio) también aprovechó a apoyarme y manosearme el culo. Jason no se había animado a tanto, pero Lucas le dio un espectáculo que lo dejó con los ojos abiertos. Me alejé de él y me volví con Jason. "Dale, ahora vos" le dije. Se puso atrás mio y empezó a bailar refregando su pija en mi culo. "Hace como él" le dije poniendo sus manos más abajo de la cintura.
Sin dudar empezó a amasarme el orto sacandose todas las ganas. Yo me dejaba y bailaba al ritmo de sus manos que me levantaron la pollera para ya directamente tener contacto con mi piel. Lucas se acercó y me agarró de la cara levantandome para besarme. Mientras Lucas me besaba, Jason me apoyaba la cola ya con la pollera arriba.
La pija de Jason empezó a crecer apoyada en mi espalda y cuando noté el tamaño de la poronga que cargaba el pibito me empecé a reir. "Qué pasa" me preguntó Lucas... Yo me seguía riendo, mientras llevaba mi mano atrás para agarrar el garrote de Jason. Y si, era bien ancho. "Espero no te arrepientas de esto, amor" le dije dandole otro beso.
Él no entendía a que me refería hasta que los puse uno al lado del otro y le bajé los pantalones al brasilero. Un porongón duro y bien morocho saltó y quedó mirando para mi cara. Jason, agrandado, me movía la pija en la cara. Lucas estaba un poco sorprendido (el otro loco con que hicimos trio tenía una pija más normal, y él quedaba como el vergudo), aunque la verdad que no tenía nada que envidiarle.
Hice lo mismo con Lucas que si bien no la tenía al palo, en tamaño eran casi idénticas. La de Jason un poco más cortita tal vez, pero el grosor era... puff... hermoso. Cuando vio la pija de mi novio, a Jason se le borró la carita de soberbio. Nunca voy a entender esa boludez de sentirse más "hombre" por tenerla más grande, pero bueno...
Empecé a chuparles la pija alternadamente. Primero metía la puntita de una, después la otra, sin soltar ninguna de las dos. Lucas me acariciaba el pelo mientras yo iba de verga en verga. Después empecé a meterlas más profundas. La sacaba y le pasaba la lengua por el tronco, me acercaba la otra. La metía en la boca y me pasaba la pija babeada por las mejillas. Lucas tomó la iniciativa y me llevó hasta la cama. Me puso en 4 mientras me acariciaba el culo y lo llamaba a Jason que disfrutara.
Yo cerré los ojos sintiendo las cuatro manos manosearme y desvestirme. Otra vez volví a experimentar esa adrenalina de sentirme tan sometida y puta regalada ante dos machos que estaban desesperados por garcharme toda. Lucas se puso a chuparme la concha y subiendo la lengua me chupaba también el culo. Jason se paró delante mio y me dio la verga para que siguiera chupandosela. Los dedos de Lucas me penetraban, sintiendo el ruido de la inundación que era mi concha.
Se paró encima mio y me penetró, mientras el brasilero me agarraba de los pelos y me cogía la boca. No le importaba que no me entrara toda, él empujaba y me la metía hasta donde hacía tope. Tosía y escupía saliva sobre su tronco y él seguía. Un animal, como me gusta a mi.
Lucas me tenía agarrada de la cintura y se movía sacandola despacio y penetrándome con fuerza. Jason sacó la pija dejándome respirar. Me agarró de los pelos y levantando mi cara empezó a pegarme con la pija babeada. Yo abría la boca para que me la metiera de nuevo pero él seguía pegándome de lado a lado. Lucas atrás ya tenía la pija toda enterrada y me daba golpes profundos mientras me pegaba con bronca en el culo.
"Cambio" gritó Lucas sacando de una la pija. Sentí mi concha abierta y latiendo, pero no por mucho: la verga de Jason se clavó con facilidad hasta el fondo. Se desquitó de todo el tiempo que le había calentado la pija en la playa. Se agarró de mi culo y empezó a sacar y meter frenéticamente. La sacaba casi por completo y la metía entera nuevamente sin parar. Era un taladro a máxima velodidad.
Lucas se tiró en la cama y me puso la cara al lado de su verga. Me la metí en la boca y ahogué los gritos de la cogida con su tronco enterrado hasta la garganta. No podía concentrarme en chuparla, simplemente la tenía metida en la boca y la misma embestida animal de Jason hacía que la tragara un poco más.
Me salí de la pija de Jason y me trepé a la verga de Lucas. Me acomodé y la empecé a cabalgar. Estaba tan abierta que me senté en la pija y entró toda tan fácil como pocas veces. Me moví para adelante y atrás con la poronga enterrada hasta acabar sobre ella. Jason miraba desde afuera sin saber que hacer. Cuando me frené para recuperarme del orgasmo, él se acercó de atrás, apoyandome la pija en la nuca. Se mojó los dedos en mi boca y se dedicó a rozarme los pezones. Me hizo calentar tanto, que volví a moverme sobre la verga de Lucas, hasta que lo hice acabar.
Cuando me sacó de encima suyo, con la cara desencajada de lujuria lo agarré a Jason y lo tiré boca arriba en la cama. Le pegué una chupada rápida al pijón para volver a lubricarlo y me senté encima. Un par de movimientos y también se acabó todo. La pija se le empezó a bajar al toque, y yo salí pero no me iba a dejar asi. Me trepé hasta su cara y metiéndole la concha en la boca se la moví toda hasta que me hizo acabar de nuevo. Ahi si, me dejé caer a su lado...
Pero no por mucho. Lucas aún seguía con la verga al palo, me arrastró hasta el borde de la cama y poniendo mis piernas en sus hombros me siguió cogiendo como si recién empezara. Yo no paraba de gemir y gritar que me diera más fuerte. Mis manos buscaban a Jason que estaba tirado en la cama mirando.
Cuando levanté la vista hacia atrás (con Lucas sin dejar de cogerme) veo como se amasaba la verga dormida mientras nos miraba. Estiré más la mano, y entendió. Se acercó y empecé a tocarsela yo. Le metí los dedos en las bolas y empecé a acariciarle casi rozando su culo. Fueron segundos y su verga empezó a crecer de nuevo.
Al toque ya lo tenía trepado en mi cara cogiendome la boca desesperado de nuevo. No podía respirar de lo enterrada que tenía, pero eso me excitaba aún más. Se cambiaron nuevamente de posición, Lucas se puso a mi lado y empezó a chuparme las tetas. Jason me colocó de costadito y me empezó a pegar otra garchada salvaje. No paraba de moverse un instante, era una embestida atrás de la otra haciendo valer la energía de la juventud. Lucas seguía con mis pechos, pero ahora los manoseaba mientras yo le chupaba la pija.
Jason me puso en 4 y se acomodó arriba mio sobre la cama. Primero me agarró de los pelos, luego la metió (ni fuerza tenía que hacer, estaba re abierta) y empezó a sacudirme. Era tanta la fuerza con la que me daba, que me movió hasta el borde de la cama. Lejos de detenerse, siguió la garchada hasta que me tiró afuera. Como pude apoyé las manos en el piso para no aterrizar con la cara en el suelo, quedando medio cuerpo en la cama sostenida por Jason y medio cuerpo en el aire soportando con mis brazos. No tenía ni idea donde estaba Lucas, en ese momento solo pensaba en no caerme. Hasta que apareció para agarrarme de los brazos y pude sostenerme de su cintura.
Me agarré de su verga y mientras el brasilero seguía cogiendome como si nada pasara, empecé a chuparsela. Jason seguía moviendose como una bestia y podía notar la fuerza que hacía Lucas para contrarrestrarlo y que no nos arrastrara a los dos. Yo estaba casi suspendida en el aire penetrada por los dos machos. "Siii siii!", gritaba Jason desencajado como grito de guerra.
En un momento se empezó a frenar, y me la sacaba despacio y metía con fuerza, hasta que la sacó y me dejó caer sobre la cama. Lucas me fue soltando y me dejó en el piso. Arrastrándome de la cama me dejé caer al suelo recuperando la respiración.
Lucas, que no quería ser menos después de ver ese espectáculo, me acomodó en 4 nuevamente pero en el suelo. Me abrí bien de piernas y arqueando la espalda me regalé a su vergón. Empezó a cogerme también con todas sus fuerzas hasta que mis brazos no aguantaron más y quedé boca abajo tirada en le piso con las piernas abiertas y los brazos atajandome del suelo... y él atrás pasando su brazo por mi cuello ahorcándome, sin frenar de cogerme. "Vení putita" me dijo Jason, acercandose a mi boca. Empezó a rozarme la pija por la cara y de pronto acabó entero sobre mi mejilla. Una forma de decir, porque me tiró leche en toda la cara incluso el pelo.
Lucas se detuvo un instante para ver como me llenaban la cara de leche. Cuando Jason se movió, Lucas me puso boca arriba y sentandose en mi panza empezó a pajearse sobre mis tetas. Le puse las manos en las bolas acariciandole por ahi abajo hasta que me largó toda la leche en el pecho, aunque el primer chorro me llegó hasta la pera. Cuando dejó de salir se acercó a mi boca y me la dio para limpiarla.
En ese instante desaparecieron los dos, y me dejaron tirada en el piso toda enlechada por los dos machos que me habían pegado una garchada como hacía tiempo no tenía. No tenía fuerzas ni de moverme, quedé así inmóvil hasta que apareció Lucas y me volvió a subir a la cama. Mientras me besaba y chupaba las tetas, Jason se arrodilló en el borde a chuparme la concha. Lucas seguía en mis tetas, mi cuello, mi cara. Sus manos pasaron de acariciarme a apretarme la mandíbula y susurrarme al oído "te gusta pendeja puta te gusta que te cojan dos pijas". Yo entre gemidos soltaba un "si" casi tapado por sus manos en mi cara.
Sentía que estaba a punto de acabar, pero Jason se detuvo. Se acomodó la verga, otra vez al palo, y me empezó a coger con las patitas al hombro empujando mi cuerpo desde mis muslos hacia el suyo. Era una bestia incansable el pendejo, la sacaba casi toda y la penetraba con fuerza hasta romper todo el fondo de mi cuerpo. Me sentía desfondada por esas dos vergas. Lucas ahogó mis gemidos con su poronga durísima en mi garganta. De los gemidos, pasé a toser y salivar todo el tronco de la verga.
El brasilero se tiró encima mio, yo sin soltar la pija de mi novio, ahora tenía a Jason besándome el cuello. Se incorporó un poco, todo sin dejar de moverse dentro mio, y aceleró el ritmo. Lucas sacó la pija de mi boca y le dijo "ahorcala, le re calienta". Jason lo miró onda "no entendí un carajo", así que Lucas me empezó a ahorcar para mostrarle lo que me gustaba. No se si me calentó más la ahorcada mientras me cogía o que mi novio le mostrara a otro como me gustaba que me sometan. Amo ser una puta sumisa, pero como que ese nivel no lo esperaba.
Lucas se ubicó sobre mi cara (transpirada y con lágrimas de la metida de verga hasta la garganta) y empezó a pegarme con su verga en la frente. Como pude abrí la boca para pedirle que me la meta, y eso hizo. Jason no frenaba de cogerme y me ahorcaba cada vez más fuerte, mientras la verga de Lucas me ahogaba aun más en mi boca. En ese momento mi cuerpo se descontroló y empecé a temblar acabando casi convulsionando. Tanto fue que Jason se frenó y me dejaron en la cama moviendome sola. Cuando me calmé, el brasilero se tiró en mi concha a chupar todos mis flujos que sentía chorreaban por mi cuerpo.
Lucas lo hizo correr y me puso en 4, nuevamente. Jason se pasó al frente a darme pija en la boca. Ya no sentía la mandíbula de lo abierta que tenía que mantenerla. Mi novio empezó a chuparme decididamente el culo y largué un suspiro sabiendo lo que se venía. "Te lo hacemos entre los dos, bebita" me decía con un morbo el hijo de puta y me aflojé toda. Casi me caigo al sentir su lengua abrir mi ano con insistencia. No pude decir que no.
Luego de un rato de trabajito, se posó sobre mi, se escupió la verga y me la clavó. Despacio primero, con paciencia y apretando firme mi cola fue cediendo. La sacaba por la mitad y volvía a intentar meterla más. Jason no se perdía el espectáculo mientras me tenía agarrada de los pelos cogiendome la boca (aunque ahora mucho más lento porque estaba atendiendo como me abrían el culo). Cuando se acostumbró, empezó a sacudirme cada vez con más fuerza y energía sosteniendome de las caderas y empujando fuerte hacia su cuerpo. "Guaaauu" largó Jason cuando vio como mi cola se tragó todo el trozo de Lucas.
La sacó, y lo llamó al brasilero. Era su turno. Aquí noté que claramente la pija de Jason era más ancha que la de Lucas, porque a pesar que tenía el culo detonado le costó entrar. Pero no fue dificil, un par de apretones y mi cola cedió al nuevo vergón que me atendía. Jason se agarró de mis pelos para cabalgar a la yegua puta que estaba somentiendo. Me tiraba del pelo para acercarse a mi y clavarme el pijón en mi cola destruída. Ya casi que no sentía nada. En uno de los empujones me hizo mal y me tiré para adelante sacandome la pija.
Ahi aproveché, y me fui donde estaba Lucas. Me senté arriba de su verga y tiré mi cuerpo hacia adelante dejando mi culo disponible. No hizo falta ningún idioma: Jason se avalanzó sobre nosotros y me volvió a atender el culo mientras me movía con la pija en la concha de Lucas. Yo deliraba, no se si de placer o de dolor pero no podía parar de gemir. Tanto, que Lucas me agarró de la cabeza y me tapó la boca. Ahi me solté, y empecé a gritar desencajada ahogando todo en la mano de mi novio. Él casi ni se movía, era Jason con sus embestidas que movían la verga en el culo, me movía a mi y hacía que me penetrara más la pija de Lucas en la concha.
El brasilero sacó la verga (por suerte), con el forro colgando lleno de leche. Agotada me salí de la verga de Lucas y me tiré boca arriba en al cama. Jason aprovechó y se paró encima mio sacandose el forro lo vació sobre mi cuerpo. Nunca me habían hecho eso, y no puedo explicar lo puta que me sentí y más cuando al exprimirlo me lo tiró encima. Lucas al lado se pajeaba mirando como humillaban aún más a su novia. Me di vuelta y lo besé por primera vez en la noche. Luego me tiré de cabeza en su pija. Estaba latiendo y pegaba saltitos, parecía tenía vida propia. La agarré y se la chupé unos segundos y explotó. Cuando sentí que empezaba a brotar leche me la metí en la boca y tragué todo.
Lucas quedó rendido con los brazos abiertos en la cama. Yo le mostré que en mi boca no había quedado nada y me tiré a su lado. Por un momento, nos olvidamos que había un tercero. Estaba sentado en un rincón pajeandose la verga dormida mirándonos. Lo llamé para que viniera. Nos acostamos los tres en la cama, pero esta vez fue descanso. Mi concha no daba más y me latía el culo. Me dejaron toda rota.
Un rato después, Jason se fue (un poco lo echamos). Nos despedimos y a pesar que quería seguir en contacto, le dije que todo moría ahi. No me interesaba repetir nada, fue esa vez y listo. Nos quedamos solos, y como la otra vez, hubo bastante silencio.
Armamos las valijas y a la mañana siguiente nos fuimos para el aeropuerto. Yo ya había cambiado el chip, y recordé a la brasilera que me había gustado en el viaje de ida. Estaba ilusionada de encontrarla nuevamente, pero no. Aunque al revisar el Instagram vi que ella había aceptado mi solicitud y también me había agregado... Ahora mi objetivo será devolverle a Lucas el regalito que me dio en las vacaciones.
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29 comentarios - La perversa mente de mi novio
gracias por comentar 🙂
gracias por comnetar!!
Nada que agradecer,uno de los motivos que sigo aca es por tus relatos
yo tambien espero que se sume la brasilera 😛
Gracias!!!!
gracias por comentar!!
Tremeendo relato como siempre
A mi mujer le encantó tambien.
Queremos ir a brasil ahora..
besitos a tu mujer 😉
cada vez mejor tus historias, tu forma de escribir fue mutando con el tiempo pero siempre con el objetivo claro.
uns cosita que notamos los que seguimos tu proceso desde tus imicios.
van los merecidos puntos.
Te mando un abrazo ahijada
gracias por comentar!
con la brasilera no pasó más nada, está en otroa y no hubo más onda. solo mi cabeza volada 😛