Todo lo que cuento en esta historia es completamente real, contado con todo el lujo de detalles que mi prosa me permite.
Rondaba el año 2018 cuando comenzaba una relación con la que a dia se hoy sigue siendo mi novia. La susodicha novia mía, es a la vez la mejor amiga de mi prima, lo que nos ha otorgado a los tres desde pequeños una relación muy cercana.
Bien se adentraba el verano de aquel año 2018 cuando, mi novia, mi prima , su novio y yo decidimos irnos un fin de semana a un camping cercano a nuestro pueblo. Un camping, por cierto, al que no le faltaba un lujo: piscina, buffet, salón recreativo, gimnasio...
Recuerdo que fuimos cada pareja en su coche e íbamos charlando por una app que se llamab Zello, que imitaba algo así como un walky.
Después de un camino de no más una hora arrivamos en el camping. Hicimos los cuatros el check in y nos dieron las instrucciones de la parcela, que contaba con luz, agua y demás preparos para pasar un fin de semana de lo más cómodo.
No nos dio tiempo a penas a instalarnos y lanzar las tiendas de campaña cuando pasaron frente a nuestra parcela dos parejas de nuestro pueblo. Nos saludamos entre nosotros y nos invitaron a una fiesta que se organizaba aquella misma noche en la plaza del camping, donde decían que habría cervezas y copas baratas. Sin dudarlo aceptamos la invitación.
Tras no más de 15 minutos teníamos nuestro campamento montado, que constaba de dos tiendas de campaña, (bastante amplias por cierto para una pareja), una luz que colgaba entre las dos tiendas y a su vez, bajo aquella luz, que se tornaba siempre de un amarillo cálido muy acogedor, se hallaba una zona común con una mesa y cuatro sillas, ambas bajas, donde nos sentambamos para charlar.
Procedimos entonces a acicalarnos para acudir más tarde al evento al que nos habían invitado. Nos fuimos los cuatro a ducharnos, entramos los hombres en el baño de hombres y las mujeres en el de mujeres, cual país civilizado. En el de hombres tan solo quedaba una ducha libre por lo cual le dije a Álex, (que así se llamaba el novio de mi prima) que tomara él prioridad en el baño, que yo esperaría fuera fumando un cigarro. Salí de aquel baño, (que he de decir que bien se podria tratar del baño de un Meliá o un Barceló mas no el de un camping ya que su limpieza era pulcra.) y encontré frente a este a mi prima, la cual lleva el nombre de Marta, al menos desde que la conozco. Caminé hacia ella y me senté a su lado en un banco donde dejaba descansar sus posaderas. Aquella estampa, no he de negar que era de lo más romántica, el sol buscaba su escondite y aquello regalaba un ambiente de lo más sosegado.
Ofreciéle yo a mi prima un cigarrilo para charlar, puesto que tampoco quedaban duchas libres en el baño de mujeres. La charla duró unos 25 minutos, no fue distendida, ni clara, pero como familia mía sentí en ella que no andaba muy bien la cosa con Álex, ya que el problema residía en la falta de "Comunicación sexual", digamos. La verdad, os puedo decir que esto de la falta de "Comunicación sexual" no lo entendí....
Marta, mi prima, es una muchacha de una estatura meia, yo diría que no supera por mucho los 1,70m. Su cara... yo creo que es de lo más bonito que he visto nunca. Piel blanca con algunas pecas en los mofletes, unos ojos grandes y azules y una sonrisa, que algún grupo musical bien pudiera tacharla como la de "amelie". Tiene un pecho normal, no destacó nunca tanto por esto como si lo hizo por su culo así como por sus piernas.
"Permítanme los lectores parar mi relato para rememorar una anécdota que sucedía dos años ántes de la historia que cuento. Mi prima y yo, que somos del mismo año recién habíamos cumplido los 18 y entonces, una noche vino a mi casa a ducharse y prepararse para salir luego de fiesta por el pueblo. Recuerdo estar tumbado en mi cama esperando a que saliera, salió con una toalla puesta por encima de la altura de sus tetas y entró en mi habitación. Justo enfrente de mi cama estaba su maleta, fue entonces cuando al agacharse a coger sus prendas, su toalla cayó al suelo dejando en primer plano aquél tremendo culo, incluso algo le intuí de los labios de su coño, mala suerte la mía, no se si fue queriendo o sin querer, llevaba puesto un tanga brasileño verde, que aun recuerdo y me empalmo"
Tras aquella charla, nos conseguimos acicalar y volvimos a la parcela donde nos encontramos con Álex y mi novia Alba, para dirigirmos a aquel guateque.
Cuando llegamos a la velada, había de todo, comenzamos cenando distintas tapas que había por las mesas y bebiendo varias cervezas. Luego trajeron el postre, era un cóctel de melón con ginebra y distintas especias.
Cuando terminó la cena comenzó la barra libre y puso música un DJ de la zona. La noche andaba de escándalo, pero es cierto que bien notaba yo de parte de Álex más interés con las chicas del pueblo que con mi prima Marta. A Alba no es que le pasara lo mismo es que es siempre así, supongo que por eso seguimos juntos.
Estando todos bailando y bebiendo vi como Marta se alejaba. Sabía que se retiraba a su tienda sin decir nada, porque la conozco. Decidí no ir al instante, porque quizá le diese por pelear, pero al paso de unos 15 minutos fui de camino a la parcela a revisar que estuviera bien.
El camino desde la plaza hasta la parcela estaba poco iluminado, pero se atisbaba una luz cálida que yo sabís provenía de nuestro asentamiento. Al llegar, la tienda de mi prima estaba cerrada pero sentía escuchar algo dentro de ella y entré.
Allí se hallaba mi prima, sin pantalones, solo con el top que llevaba, un tanga de encaje negro desplazada a la derecha y sus dos dedos metidos en su ardiente coño mojado.
Yo no supe ni respirar, tan solo suple exlamar ¡Marta! Y ella, lejos de incomodarle mi presencia y previo acercamiento a mi cara para verificar que era yo, cogió mi cabeza y la hincó en su coño. La mayor gozada que tuve en mi vida. Empecé a comerselo y ella no soltaba las manos de mi cabeza para evitar que me quitara.
Tenía el coño perfectamente depilado, sus labios eran recatados y a mí sus fluidos me sabían y olían como a batido de fresa.
Tras aquella comida, ella me quitó los pantalones, la camisa y todo, al igual que ella, se quito su tamga y el top dejando a mi vista aquellas tetas, que siemore había notado inferiores, sin embargo sus pezones me volvieron loco desde el primer momento, así que tal como los vi me los comí.
Tras ello, ambos desnudos ante la luz de la luna, ella caliente cual sartén lejos de comerme la polla y punto se puso en posición de 69 y nos comimos ambos a la vez, no quería ella que dajara yo de mamar.
Tras varias posturas, me puse encima de ella, le cogí las piernas y las puse sobre mis brazo y le follé de una manera, de vez en cuando rápido, de vez en cuandl lento, que a los 5 minutos sentí su squirt sobre mi ombligo y su posterior orgasmo con el cual se le nublaron los ojos.
Yo aun no me había corrido, así que para hacerme terminar ae puso de rodillas y me hizo una mamada tan legendaria que la recordaré para los restos. Al correrme se lo eché en la boca, y aunque no se lo tragó lo dejó caer sobre sus tetas empitonadas.
Tras aquella experiencia volví a la fiesta y ella se quedó en la tienda.
Amaneció y en el desayuno no paraba de mirarme. Os puedo asegurar que estuvimos todo el fin de semana follando en cada lugar que podíamos. En las duchas, en el campo, en la piscina de madrugada....
Luego tuvimos más momentos como estos que si queréis os cuento en proximos posts.
Hasta la proxima!!
Rondaba el año 2018 cuando comenzaba una relación con la que a dia se hoy sigue siendo mi novia. La susodicha novia mía, es a la vez la mejor amiga de mi prima, lo que nos ha otorgado a los tres desde pequeños una relación muy cercana.
Bien se adentraba el verano de aquel año 2018 cuando, mi novia, mi prima , su novio y yo decidimos irnos un fin de semana a un camping cercano a nuestro pueblo. Un camping, por cierto, al que no le faltaba un lujo: piscina, buffet, salón recreativo, gimnasio...
Recuerdo que fuimos cada pareja en su coche e íbamos charlando por una app que se llamab Zello, que imitaba algo así como un walky.
Después de un camino de no más una hora arrivamos en el camping. Hicimos los cuatros el check in y nos dieron las instrucciones de la parcela, que contaba con luz, agua y demás preparos para pasar un fin de semana de lo más cómodo.
No nos dio tiempo a penas a instalarnos y lanzar las tiendas de campaña cuando pasaron frente a nuestra parcela dos parejas de nuestro pueblo. Nos saludamos entre nosotros y nos invitaron a una fiesta que se organizaba aquella misma noche en la plaza del camping, donde decían que habría cervezas y copas baratas. Sin dudarlo aceptamos la invitación.
Tras no más de 15 minutos teníamos nuestro campamento montado, que constaba de dos tiendas de campaña, (bastante amplias por cierto para una pareja), una luz que colgaba entre las dos tiendas y a su vez, bajo aquella luz, que se tornaba siempre de un amarillo cálido muy acogedor, se hallaba una zona común con una mesa y cuatro sillas, ambas bajas, donde nos sentambamos para charlar.
Procedimos entonces a acicalarnos para acudir más tarde al evento al que nos habían invitado. Nos fuimos los cuatro a ducharnos, entramos los hombres en el baño de hombres y las mujeres en el de mujeres, cual país civilizado. En el de hombres tan solo quedaba una ducha libre por lo cual le dije a Álex, (que así se llamaba el novio de mi prima) que tomara él prioridad en el baño, que yo esperaría fuera fumando un cigarro. Salí de aquel baño, (que he de decir que bien se podria tratar del baño de un Meliá o un Barceló mas no el de un camping ya que su limpieza era pulcra.) y encontré frente a este a mi prima, la cual lleva el nombre de Marta, al menos desde que la conozco. Caminé hacia ella y me senté a su lado en un banco donde dejaba descansar sus posaderas. Aquella estampa, no he de negar que era de lo más romántica, el sol buscaba su escondite y aquello regalaba un ambiente de lo más sosegado.
Ofreciéle yo a mi prima un cigarrilo para charlar, puesto que tampoco quedaban duchas libres en el baño de mujeres. La charla duró unos 25 minutos, no fue distendida, ni clara, pero como familia mía sentí en ella que no andaba muy bien la cosa con Álex, ya que el problema residía en la falta de "Comunicación sexual", digamos. La verdad, os puedo decir que esto de la falta de "Comunicación sexual" no lo entendí....
Marta, mi prima, es una muchacha de una estatura meia, yo diría que no supera por mucho los 1,70m. Su cara... yo creo que es de lo más bonito que he visto nunca. Piel blanca con algunas pecas en los mofletes, unos ojos grandes y azules y una sonrisa, que algún grupo musical bien pudiera tacharla como la de "amelie". Tiene un pecho normal, no destacó nunca tanto por esto como si lo hizo por su culo así como por sus piernas.
"Permítanme los lectores parar mi relato para rememorar una anécdota que sucedía dos años ántes de la historia que cuento. Mi prima y yo, que somos del mismo año recién habíamos cumplido los 18 y entonces, una noche vino a mi casa a ducharse y prepararse para salir luego de fiesta por el pueblo. Recuerdo estar tumbado en mi cama esperando a que saliera, salió con una toalla puesta por encima de la altura de sus tetas y entró en mi habitación. Justo enfrente de mi cama estaba su maleta, fue entonces cuando al agacharse a coger sus prendas, su toalla cayó al suelo dejando en primer plano aquél tremendo culo, incluso algo le intuí de los labios de su coño, mala suerte la mía, no se si fue queriendo o sin querer, llevaba puesto un tanga brasileño verde, que aun recuerdo y me empalmo"
Tras aquella charla, nos conseguimos acicalar y volvimos a la parcela donde nos encontramos con Álex y mi novia Alba, para dirigirmos a aquel guateque.
Cuando llegamos a la velada, había de todo, comenzamos cenando distintas tapas que había por las mesas y bebiendo varias cervezas. Luego trajeron el postre, era un cóctel de melón con ginebra y distintas especias.
Cuando terminó la cena comenzó la barra libre y puso música un DJ de la zona. La noche andaba de escándalo, pero es cierto que bien notaba yo de parte de Álex más interés con las chicas del pueblo que con mi prima Marta. A Alba no es que le pasara lo mismo es que es siempre así, supongo que por eso seguimos juntos.
Estando todos bailando y bebiendo vi como Marta se alejaba. Sabía que se retiraba a su tienda sin decir nada, porque la conozco. Decidí no ir al instante, porque quizá le diese por pelear, pero al paso de unos 15 minutos fui de camino a la parcela a revisar que estuviera bien.
El camino desde la plaza hasta la parcela estaba poco iluminado, pero se atisbaba una luz cálida que yo sabís provenía de nuestro asentamiento. Al llegar, la tienda de mi prima estaba cerrada pero sentía escuchar algo dentro de ella y entré.
Allí se hallaba mi prima, sin pantalones, solo con el top que llevaba, un tanga de encaje negro desplazada a la derecha y sus dos dedos metidos en su ardiente coño mojado.
Yo no supe ni respirar, tan solo suple exlamar ¡Marta! Y ella, lejos de incomodarle mi presencia y previo acercamiento a mi cara para verificar que era yo, cogió mi cabeza y la hincó en su coño. La mayor gozada que tuve en mi vida. Empecé a comerselo y ella no soltaba las manos de mi cabeza para evitar que me quitara.
Tenía el coño perfectamente depilado, sus labios eran recatados y a mí sus fluidos me sabían y olían como a batido de fresa.
Tras aquella comida, ella me quitó los pantalones, la camisa y todo, al igual que ella, se quito su tamga y el top dejando a mi vista aquellas tetas, que siemore había notado inferiores, sin embargo sus pezones me volvieron loco desde el primer momento, así que tal como los vi me los comí.
Tras ello, ambos desnudos ante la luz de la luna, ella caliente cual sartén lejos de comerme la polla y punto se puso en posición de 69 y nos comimos ambos a la vez, no quería ella que dajara yo de mamar.
Tras varias posturas, me puse encima de ella, le cogí las piernas y las puse sobre mis brazo y le follé de una manera, de vez en cuando rápido, de vez en cuandl lento, que a los 5 minutos sentí su squirt sobre mi ombligo y su posterior orgasmo con el cual se le nublaron los ojos.
Yo aun no me había corrido, así que para hacerme terminar ae puso de rodillas y me hizo una mamada tan legendaria que la recordaré para los restos. Al correrme se lo eché en la boca, y aunque no se lo tragó lo dejó caer sobre sus tetas empitonadas.
Tras aquella experiencia volví a la fiesta y ella se quedó en la tienda.
Amaneció y en el desayuno no paraba de mirarme. Os puedo asegurar que estuvimos todo el fin de semana follando en cada lugar que podíamos. En las duchas, en el campo, en la piscina de madrugada....
Luego tuvimos más momentos como estos que si queréis os cuento en proximos posts.
Hasta la proxima!!
1 comentarios - El día que sin querer, me acosté con mi prima.