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Estadía en una comunidad hippie

Estadía en una comunidad hippie
Muchas gracias por los puntitos del post anterior... 
En esta ocasión continúo el relato del mismo viaje por Nueva Zelanda. Durante los cuatro meses que tenía para recorrer fui teniendo encuentros bastante esperables para un pibe de 25 años que viaja por otro país solo... Pero las cosas dan un giro imprevisto al quedarme sin nada de repente, y acortando la historia, me tocó hacer tiempo, sin plata, sin documentos y sin celular hasta poder reponerlos.
Por recomendación de gente que fui conociendo en el viaje, terminé yendo a un campo de cierta comunidad, que podías quedarte el tiempo que quisieras, con colaboración en las tareas diarias. Me servía, porque necesitaba un domicilio para que me lleguen mis tarjetas.
-Eso si, son hippies - me dijeron.
Con nada me iba asombrar a estas alturas, pero ingresando a la propiedad, tras un par de km caminando desde la ruta, lo primero que veo es un morocho grandote con el culo peludo, cortando leña en bolas. Ah, bueno.
Por suerte andaba cerca el dueño del lugar, y me comenta las reglas; es una comunidad espiritual, no consumen drogas, de ningún tipo ni café... Obvio son veganos, no tienen electricidad, no se escucha música, salvo para meditación. Y, finalmente, aunque estaban bastante abiertos al nudismo no se toleran prácticas sexuales de ningun tipo. 
Bajo mis circunstancias acepte al toque las reglas, de paso me vendría bien dejar un poco de lado la montaña rusa de dopamina y estabilizar un poco con todo lo que había pasado.
Pero este es un relato de Poringa, no un capitulo de un libro de autoayuda, así que paso rápido la rutina: muchas meditaciones, yoga, ayudar a cocinar verduritas, tareas de todo tipo... Al principio cocinar con una flaca en calzon y remerita sin corpiño revolviendo el guiso te acelera un cachito el cuore, pero con el tiempo ya ver una teta acá o alguien cambiándose por allá empezó a ser normal. El mejor momento del día era a la tardecita, meditábamos sobre un deck de madera y había un pequeño jacuzzi a leña, que era religiosamente stockeado y encendido por nuestro amigo del culo peludo. 
La mayoría de las pibas entraban en bombachita sin nada arriba y se lavaban antes de entrar con un jabón ecológico... Así que verlas enjuagándose la selvita era lo normal, después a relajar bajo las estrellas, con el agua calentita y charlando sobre las armonías de las ondas mentales del universo o algún flash parecido. La mayoría de los que pasaban por el lugar eran en parejas, muchas europeas, y se quedaban un par de días. Cada diosa habré visto que ya ni me impresionaban los cuerpos... 
Hasta que una tarde la conocí a la francesita Mariel. Acababa de llegar, y yo ya ni me presentaba con los nuevos, pero Mariel me pareció distinta.. la veo acurrucada contra un árbol de costadito en el pasto, y al acercarme noto que estaba escuchando música con un Discman (si, así de viejo es el relato). Cuando me ve medio se sobresaltó, le digo que todo ok por mi que siga... Era rebelde. Me gusta. Me presta un auricular y estaba escuchando algo de electrónica. A mis oídos monásticos parecía un cuerno de guerra y tambores llamando a batalla. Nos miramos y con pocas palabras terminamos caminando por el bosque.. el lugar tenía unas cuantas hectáreas y seguimos un arroyo montaña arriba, la llevé a un lugar que se hacía más ancho y profundo, ideal para nadar.
Ya sin volverme loco con el cuerpo de las pibas, me doy cuenta que casi que ni la había mirado... No era la más hot que había pasado por el lugar, pero definitivamente era hermosa.. unos veintipico añitos, petisita, flaquita, sonrisa de labios finitos y dientes perfectos, nariz respingada y pelo castaño oscuro enrizado por los hombros. Ojos café extremadamente expresivos con cejas sin depilar, ni anchas ni finas. Su cuerpito atlético con algunos tatuajes delicados y varios lunares sobre un bronceado totalmente sin lineas, axilas para peinar y un matorral suave sin delimitar. Definitivamente no era PELUDA con mayúsculas, como algunas de las israelies que había visto esa semana. Simplemente natural. Tetitas pequeñitas y puntiagudas, con timbrecitos pequeños, y una colita firme y suave.
Me descubre mirándola con cara de bobo mientras se desnuda y de un salto se tira al agua riéndose. Los pezones se ponen más duros y chiquitos, su cuerpo se convierte en un diccionario de Braile con una piel de gallina que invitaba a rozar con los labios. 
-Il fait froud -me dice la dulce.. y se sacude despacito mordiéndose el labio.
Hablando inglés entrecortado, y alguna palabra franchute que salia cada tanto y nos reíamos que sonaba parecido en español, una locura total ambos chapoteando en el agua helada y salpicandonos. Me señala una piedra grande semisumergida... Y saca su cuerpito al sol para secarse. Me arrimo pero casi que ni entro en la piedra. Se pone de costado para hacerme lugar, y terminamos de cucharita casi sin rozarnos. 
Mi parte íntima estaba violeta y chiquito por el frío, corría un poquito de viento y ya el sol estaba más bajito en esa tarde otoñal. Ella empieza a acariciarme los muslos, y me arrima la colita... Siento sus suaves pelos que se habían parado como gato defendiendo su territorio, la sangre comienza a volver a mi miembro. En minutos ya ni nos acordamos del frío ni nada, ni prohibiciones sociales. Su boquita suave recorre mi cuerpo y yo el suyo, libres y livianos por tantas verduritas y sin emociónes extremas los sentidos ahora parecían explotar. Con mis manos rodeo esa cinturita y la miro como sonríe y me dice que adelante. La siento con la puntita de mi miembro buscando entre los pelitos... Sin manos, solo mirándole la carita. Empiezo a sentir los labios, y yo solo palpo la piel y fluidos de una mujer que solo repetía "Avant, avant..."
Quise prolongar ese momento lo máximo posible, digamos que lo tatué en mi retina. Cuando finalmente entro, toda su pelvis se sacudió, y las rodillas se cerraron y abrieron invitándome a entrar más y más a fondo. Me agarra la espalda y me abraza acompañándome con cada sacudida. La piedra estaba calentita por el sol y ella lo disfrutaba con su espalda en una posición súper ergonómica. Yo arrodillado, con unos escasos centímetros de agua hacía un suave ruido de chapoteo con cada movimiento. Intenté durar más, pero estaba que explotaba, la sentía como su panzita subía y bajaba con cada embestida mía, la metí a fondo y me quedé quieto... Ella empieza a respirar más rápido, calladita, pero estaba acabando. Yo me apure y le empecé a dar más rápido, y en segundos estaba desparramando todo entre sus piernas y panzita. Ella sigue respirando hondo, me mira.. 
-jolie... - no pude sacármela de la cabeza jamás.
Los días que siguieron fueron mucho más alcucinantes. Obviamente nadie tenía forros, así que decidimos no arriesgarnos más a sexo vaginal. Disfrutábamos de dos o tres escabullidas al bosque en dónde ella se sentaba sobre mi, desnudita y la hacía acabar con el roce, tardara lo que tardara. Sexo oral de todas las formas imaginables. Hasta un día que me dice que me tenía una sorpresa, me lleva hasta nuestro lugar del arroyo y se pone en cuatro. Está vez se abre la colita y había trabajado sobre su agujerito que estaba definitivamente pidiendo guerra.. no necesite dos invitaciones, así que tras una larga chupada le entré con muchas ganas... Me sorprendió mucho como disfruto el anal, hasta ese momento en mi vida jamás había estado con alguien que lo disfrutará así, siempre era algo que tenías que pedirlo, rogarlo, o se ofendian como si fuera algo de putas. No, pero Mariel me cabalgó con su cuerpito y lograba que casi se salga mi pija, y cerraba el culito, y después lo volvía a meter de golpe. El mejor garche de mi vida hasta ese momento!
Esa resultó ser la despedida, porque al día siguiente la vinieron a buscar en un auto de alquiler.. resultó estar en una situación similar a la mia esperando una Visa de estudiante, y la terminó buscando una compañera de la facultad. Casualmente la semana siguiente llegaron mis papeles y tarjetas, pero yo decidí extender mi viaje. Determinado a no volver a la rutina hice conexiones para un voluntariado de un año, pero eso será para otro relato! 
Comenten que les parece, espero les guste leer largo jaja. Saludos. 

4 comentarios - Estadía en una comunidad hippie

chacoamateur
muy bueno lastima que no tenes fotos de esa belleza !!
shinyscalpel
Siii! Una pena. Recuerdos nomás compartir.
Hot-Ice
impecable el relato. volviste a tener contacto con ella al menos por redes sociales?
shinyscalpel +1
No, lamentablemente solo recuerdos.