Primeros pasos hacia mis cuernos 10
Le pedí a Ceci que antes de verlo a Carlos me gustaría que volviéramos a encontrarnos con Franco, el pibe de la disco, ella me miro seria y me dijo que le parecía mejor que me pusiera a disposición de Carlos, seguramente él no iba a tener problema en que lo veamos a Franco, pero le parecía importante que acepte mi lugar con Carlos.
-Cual es mi lugar? –dije, ella me miró sonriente
-Todavía no sabes… me parece que es clarísimo no…? Mandale mensaje a Carlos… y no le falles… trata de pagar vos lo que consuman, no seas abusivo… -lo que me calentaba cuando me decía que hacer con un tono diría, imperativo pero a la vez muy sensual, ella había notado como me calentaba cuando lo hacíamos que ella me montara, como me quedaba con mis manos a los costados del cuerpo, esperando que ella manejara la situación, en un estado de profunda entrega y sumisión hacia ella.
Le mandé el mensaje a Carlos, y me sentí todo el día excitado, cerca de las 19 entre al lugar, él estaba sentado sólo, en la misma mesa que habíamos estado la otra vez. Cordialmente me dijo que me sentara, debe haber notado algo en mi mirada o en mi actitud corporal porque lo notaba mucho más relajado. Le pregunté de que quería hablar. Me dijo
-Durante mucho tiempo tuve una fantasía… y finalmente encontré a una mujer como tu esposa… y a un marido… como decirlo… -hizo silencio.
-Cornudo…? –dije yo
-No me gusta el termino… es un poco fuerte no…? Consentidor…? Atento a las necesidades de su esposa…? Que sabe que es demasiado… para alguien como él…? –me sentía caliente, humillado, pero sobre todo caliente.
-Durante mucho tiempo estuve fantaseando y pensando en esta ceremonia que quiero hacer… en la que vos me entregues a tu esposa… como un buen cornudo… ahora sí… aceptando que es una palabra que te ubica en el lugar que tenes que tener… que te mereces… -yo lo escuchaba en silencio.- cornudo es muy común… y tampoco me gusta mucho… te voy a decir cucky… así cualquiera que escuche, puede pensar que es un sobrenombre cualquiera… pero vos vas a saber cuál es tu lugar frente a mí y frente a tu esposa… este sábado va a ser la ceremonia que quiero hacer… -me contó cómo era, y me indico los pasos que íbamos a seguir, iba a ser en mi casa, quería hacerlo con ella en nuestra cama. Me había hecho una clara descripción de lo que quería.
Estuve toda la semana inquieto, Ceci me miraba divertida, me había preguntado qué me dijo Carlos y le dije que él me había indicado no hablar con ella, que era una sorpresa, pero que el sábado íbamos a tener una ceremonia en casa. Llegó el jueves una caja con lo que él me había dicho. El sábado Ceci se bañó, yo había vuelto de futbol, me fui a bañar, ella se había quedado desnuda, fui al cuarto cerca de la hora que él me dijo y la ayude a vestirse, unos hermosos zapatos blancos de taco alto, una tanga toda calada por delante blanca, con una delgada línea fina que se metía en su culito por detrás, medias también caladas a medio muslo, un tocado de novia, que le caía por la espalda, de esa tela transparente, una textura re delicada y un corset que levantaba sus tetazas exhibiéndolas de una forma maravillosa, ella estaba excitada y divertida. Yo estaba al palo, le dije que tenía que esperar en el cuarto hasta que él llegara. Salí del cuarto, fui hacia el living, me desnudé, traté de calmarme y me puse un aparatito de plástico rosa de castidad, era bastante cómodo, me quedé sentado en el sillón esperando, cuando sonó el timbre bajé en el ascensor con un piloto puesto, me dio la mano y subimos, cuando entramos al departamento él se quedó parado en el medio del living, se había puesto un traje muy elegante, como él me había dicho, me saqué el piloto y así desnudo fui hacia el cuarto a buscar a la novia, cuando me vio con el aparato ese puesto su cara fue de sorpresa pero también note su excitación, se puso de pie y la llevé de la mano hacia el living, ella lo miro a él sonriente. Me sentí ridículo pronunciando la frase que me había dado para decir, profundamente avergonzado.
-Carlos… mi esposa desea ser su amante… quiere que ud haga con ella lo que desee… sabiendo que siempre se va a preocupar por su placer… le pido entonces que goce y haga gozar a mi esposa con plenitud… en la forma que le parezca correcto...
Ellos se empezaron a besar calientes los dos, fui a servir el champan que él también había mandado para brindar. Ella lo fue desnudando a él y con el tocado de novia y toda la ropa que tenía de rodillas en el living, se la empezó a chupar, la ayudo a levantarse y brindamos los tres.
-Bueno espero estar a la altura… y ahora nosotros vamos a tratar de que seas un buen cornudo… vamos a hacerlo en tu cama matrimonial… Ceci cuando estemos los tres juntos… tu marido es cucky para nosotros… nuestro cornudo… si hay otra gente delante no importa… los que participen del juego lo entenderán y los que no pasaran de largo… -la tomó de la cintura, se fueron caminando despacio hasta el cuarto, le manoseaba el culo mientras caminaban lentamente, cerraron la puerta de la habitación y yo me acosté en el sillón del comedor, estuvieron un montón de tiempo haciéndolo. Yo escuchaba gemidos, pedidos, rendiciones, bendiciones, maldiciones, no podía más de la calentura y el aparatito me molestaba bastante al tener una erección. A la mañana siguiente cuando los escuché haciéndolo y como él me había dicho fui al cuarto, golpee la puerta.
-Pasa cucky… -dijo con su voz grave.
Igual que le había dado franco, la tenía de costado, todavía el corset puesto, sus pechos parecían reventar, me volvia loco viéndola tenía también el tocado puesto y le daba bien duro por atrás, la pierna de ella sobre la de él…
-Saluda al cornudo Ceci…
-Hola cucky…
Estuve parado al lado de ellos viendo mientras le taladraba el ogete diciéndole
-Que puta sos.., ahora si vamos a empezar a gozar bien eh… Joao se muere por dártela de nuevo… tenes ganas cerda eh…?
-Todo lo que vos digas… me encanta que me rompas el orto… llénamelo de tu lechita… -estuvo un rato más y finalmente acabo, supongo que no muy abundantemente, debía ser el tercero que se echaba y ya no era un muchachito, se levantó y me dio la llave del aparato.
-Para terminar la ceremonia ahora si podes hacerlo con tu esposa… “tenes” que hacerlo con tu esposa… que sienta que estás agradecido porque te permita ser su cornudo… nunca por atrás obvio… -salió de la habitación y se fue a bañar. Me acosté desnudo en la cama, ella vino a montarme, me volvía loco la vista de sus pechos sobre el corset, el tocado de novia, las medias puestas, después me contó que se las había sacado durante la noche, pero que se vistió para este momento, se agacho sobre mi y me dio un beso con mucha lengua, mis manos caídas a los costados de mi cuerpo.
-Te amo Cucky… perdón por meterte en esta locura… no se que me pasa… no se quien soy… y se quedó recostada sobre mí llorando con mi pija todavía dentro de ella. Me salí de debajo y la puse de perrito, le di bien duro por su conchita, ella ahora gemía, restos de la corrida salían de su culito. Sentía una furia que me crecía, pero a la vez me excitaba
-Cerda puta… te esta saliendo la leche del culo… la que te dejo tu amante… eh… puta… cerda culona… -y por primera vez le di una fuerte nalgada y la escuché gemir muy profundo, le di como cinco o seis muy fuertes, y sentí que ella estaba acabando mientras gemía, yo la saque antes de acabar y se la tire por todo el culo y la espalda, manchando un poco el corset. Después caí en la cama y me sentí profundamente avergonzado, ella me abrazó y me besó, escuchamos el ruido de la puerta al cerrarse, Carlos se había duchado, vestido y nos había dejado solos.
Le pedí a Ceci que antes de verlo a Carlos me gustaría que volviéramos a encontrarnos con Franco, el pibe de la disco, ella me miro seria y me dijo que le parecía mejor que me pusiera a disposición de Carlos, seguramente él no iba a tener problema en que lo veamos a Franco, pero le parecía importante que acepte mi lugar con Carlos.
-Cual es mi lugar? –dije, ella me miró sonriente
-Todavía no sabes… me parece que es clarísimo no…? Mandale mensaje a Carlos… y no le falles… trata de pagar vos lo que consuman, no seas abusivo… -lo que me calentaba cuando me decía que hacer con un tono diría, imperativo pero a la vez muy sensual, ella había notado como me calentaba cuando lo hacíamos que ella me montara, como me quedaba con mis manos a los costados del cuerpo, esperando que ella manejara la situación, en un estado de profunda entrega y sumisión hacia ella.
Le mandé el mensaje a Carlos, y me sentí todo el día excitado, cerca de las 19 entre al lugar, él estaba sentado sólo, en la misma mesa que habíamos estado la otra vez. Cordialmente me dijo que me sentara, debe haber notado algo en mi mirada o en mi actitud corporal porque lo notaba mucho más relajado. Le pregunté de que quería hablar. Me dijo
-Durante mucho tiempo tuve una fantasía… y finalmente encontré a una mujer como tu esposa… y a un marido… como decirlo… -hizo silencio.
-Cornudo…? –dije yo
-No me gusta el termino… es un poco fuerte no…? Consentidor…? Atento a las necesidades de su esposa…? Que sabe que es demasiado… para alguien como él…? –me sentía caliente, humillado, pero sobre todo caliente.
-Durante mucho tiempo estuve fantaseando y pensando en esta ceremonia que quiero hacer… en la que vos me entregues a tu esposa… como un buen cornudo… ahora sí… aceptando que es una palabra que te ubica en el lugar que tenes que tener… que te mereces… -yo lo escuchaba en silencio.- cornudo es muy común… y tampoco me gusta mucho… te voy a decir cucky… así cualquiera que escuche, puede pensar que es un sobrenombre cualquiera… pero vos vas a saber cuál es tu lugar frente a mí y frente a tu esposa… este sábado va a ser la ceremonia que quiero hacer… -me contó cómo era, y me indico los pasos que íbamos a seguir, iba a ser en mi casa, quería hacerlo con ella en nuestra cama. Me había hecho una clara descripción de lo que quería.
Estuve toda la semana inquieto, Ceci me miraba divertida, me había preguntado qué me dijo Carlos y le dije que él me había indicado no hablar con ella, que era una sorpresa, pero que el sábado íbamos a tener una ceremonia en casa. Llegó el jueves una caja con lo que él me había dicho. El sábado Ceci se bañó, yo había vuelto de futbol, me fui a bañar, ella se había quedado desnuda, fui al cuarto cerca de la hora que él me dijo y la ayude a vestirse, unos hermosos zapatos blancos de taco alto, una tanga toda calada por delante blanca, con una delgada línea fina que se metía en su culito por detrás, medias también caladas a medio muslo, un tocado de novia, que le caía por la espalda, de esa tela transparente, una textura re delicada y un corset que levantaba sus tetazas exhibiéndolas de una forma maravillosa, ella estaba excitada y divertida. Yo estaba al palo, le dije que tenía que esperar en el cuarto hasta que él llegara. Salí del cuarto, fui hacia el living, me desnudé, traté de calmarme y me puse un aparatito de plástico rosa de castidad, era bastante cómodo, me quedé sentado en el sillón esperando, cuando sonó el timbre bajé en el ascensor con un piloto puesto, me dio la mano y subimos, cuando entramos al departamento él se quedó parado en el medio del living, se había puesto un traje muy elegante, como él me había dicho, me saqué el piloto y así desnudo fui hacia el cuarto a buscar a la novia, cuando me vio con el aparato ese puesto su cara fue de sorpresa pero también note su excitación, se puso de pie y la llevé de la mano hacia el living, ella lo miro a él sonriente. Me sentí ridículo pronunciando la frase que me había dado para decir, profundamente avergonzado.
-Carlos… mi esposa desea ser su amante… quiere que ud haga con ella lo que desee… sabiendo que siempre se va a preocupar por su placer… le pido entonces que goce y haga gozar a mi esposa con plenitud… en la forma que le parezca correcto...
Ellos se empezaron a besar calientes los dos, fui a servir el champan que él también había mandado para brindar. Ella lo fue desnudando a él y con el tocado de novia y toda la ropa que tenía de rodillas en el living, se la empezó a chupar, la ayudo a levantarse y brindamos los tres.
-Bueno espero estar a la altura… y ahora nosotros vamos a tratar de que seas un buen cornudo… vamos a hacerlo en tu cama matrimonial… Ceci cuando estemos los tres juntos… tu marido es cucky para nosotros… nuestro cornudo… si hay otra gente delante no importa… los que participen del juego lo entenderán y los que no pasaran de largo… -la tomó de la cintura, se fueron caminando despacio hasta el cuarto, le manoseaba el culo mientras caminaban lentamente, cerraron la puerta de la habitación y yo me acosté en el sillón del comedor, estuvieron un montón de tiempo haciéndolo. Yo escuchaba gemidos, pedidos, rendiciones, bendiciones, maldiciones, no podía más de la calentura y el aparatito me molestaba bastante al tener una erección. A la mañana siguiente cuando los escuché haciéndolo y como él me había dicho fui al cuarto, golpee la puerta.
-Pasa cucky… -dijo con su voz grave.
Igual que le había dado franco, la tenía de costado, todavía el corset puesto, sus pechos parecían reventar, me volvia loco viéndola tenía también el tocado puesto y le daba bien duro por atrás, la pierna de ella sobre la de él…
-Saluda al cornudo Ceci…
-Hola cucky…
Estuve parado al lado de ellos viendo mientras le taladraba el ogete diciéndole
-Que puta sos.., ahora si vamos a empezar a gozar bien eh… Joao se muere por dártela de nuevo… tenes ganas cerda eh…?
-Todo lo que vos digas… me encanta que me rompas el orto… llénamelo de tu lechita… -estuvo un rato más y finalmente acabo, supongo que no muy abundantemente, debía ser el tercero que se echaba y ya no era un muchachito, se levantó y me dio la llave del aparato.
-Para terminar la ceremonia ahora si podes hacerlo con tu esposa… “tenes” que hacerlo con tu esposa… que sienta que estás agradecido porque te permita ser su cornudo… nunca por atrás obvio… -salió de la habitación y se fue a bañar. Me acosté desnudo en la cama, ella vino a montarme, me volvía loco la vista de sus pechos sobre el corset, el tocado de novia, las medias puestas, después me contó que se las había sacado durante la noche, pero que se vistió para este momento, se agacho sobre mi y me dio un beso con mucha lengua, mis manos caídas a los costados de mi cuerpo.
-Te amo Cucky… perdón por meterte en esta locura… no se que me pasa… no se quien soy… y se quedó recostada sobre mí llorando con mi pija todavía dentro de ella. Me salí de debajo y la puse de perrito, le di bien duro por su conchita, ella ahora gemía, restos de la corrida salían de su culito. Sentía una furia que me crecía, pero a la vez me excitaba
-Cerda puta… te esta saliendo la leche del culo… la que te dejo tu amante… eh… puta… cerda culona… -y por primera vez le di una fuerte nalgada y la escuché gemir muy profundo, le di como cinco o seis muy fuertes, y sentí que ella estaba acabando mientras gemía, yo la saque antes de acabar y se la tire por todo el culo y la espalda, manchando un poco el corset. Después caí en la cama y me sentí profundamente avergonzado, ella me abrazó y me besó, escuchamos el ruido de la puerta al cerrarse, Carlos se había duchado, vestido y nos había dejado solos.
6 comentarios - Primeros pasos hacia mis cuernos 10