Ahí estábamos entonces en el asiento del acompañante del Fiat 147 con mi cuñadita transpirados agitados y con ganas de más. Es que el sentir de su conchita estrecha me volvía loco eso sin contar que con esa dulce carita de nena turra me seguía la mirada y me besaba agarrándome la cara. Todo parecía en vuelto en un silencio absoluto y más allá del riesgo que significaba volver a garchar, la calentura pudo más y volví a ensartarle la verga dura caliente dentro de su conchita flujeada recién desvirgada. Mi cuñadita gimió un par de veces al recibir mi verga y comenzó a moverse ensima mío. Me cabalgaba pero despacio suavemente moviéndose más hacia adelante y hacia atrás. Un poco torpe y descordinado propio de la falta de experiencia pero al parecer vernos garchar con mi turra fueron unas buenas clases de sexo gratis que tuvo porque con cada cabalgada se sentía más rico que la anterior.
En eso estabamos en plena cabalgada cuando un Falcón naranja, seguramente pintado a rodillo, con el escape bien libre frena en la entrada de la casilla. Se baja mi cuñado más grande, el marido de la que vive en el fondo. Realmente ahí sentimos el verdadero terror. El loco se bajó del auto y cruzo el alambre antes de que si quiera mi cuñadita pudiera salir de encima mío. Estábamos perdidos pero tuvimos suerte. El tipo estaba completamente borracho y falopeado. Camino cuál zombie duro como un mármol y cruzo el patio delantero hacia el pasillo que lo llevaba a su rancho. Jamás se percató que con mi cuñadita estábamos ensartados a un metro de dónde el camino. Cualquiera hubiera cortado absolutamente todo pero esa sensación nos avivo todavía más el fuego y mi cuñadita comenzo a comerme la boca cruzando sus brazos por detrás de mi cuello y cabalgarme con más ganas. Algo poco coordinada pero muy turrita me saltaba sobre la verga. Más disfrutaba de sus besos de su cabalgada y más volaba de calentura. La pequeña turrita tuvo un muy rico orgasmo con mi verga dentro, cortito con algo de flujo. Buen potencial para trabajar bien esa concha y hacerla acabar a mares. Yo inmerso en semejante garche me deje llevar y le llene por completo la conchita estrecha de leche, mucha leche hirviendo a chorros dentro de ella. Mi cuñadita me gimió en el oído dos veces. Se levantó de encima mío dejándome la verga roja flujeada y me dió un beso en la boca. Sin siquiera acomodarse la pollerita y con la mitad de esa colita divina al aire libre camino hacia la pieza.
Mi turra vino a despertarme con la bendi a upa pidiéndome que le vaya a comprar no recuerdo que. Mientras compraba tuve tiempo de ordenar un poco mis pensamientos. Me había metido en un bardo por calentura. Pero tampoco estaba del todo arrepentido solo esperaba que no se fuera todo a la mierda. Mi cuñadita al verme regresar de comprar me saludo con un beso en el cachete aunque un poquito más cerca de la boca, sin disimular mucho, se me arrimo al oído y me dijo: "quiero más pija". Se fue meneando esa colita divina clavada en un puti short cortisimo que dejaba asomar parte de los cachetes de su cola. La tarde la pasé con mi turra y nuestro hijo, Jesica un poco menos dedicada a la bendi me daba besos mimos roses. Hasta pareciera que hubiera olfateado algo y quisiera no descuidar a su macho.
Entre tanto beso mimo rose mi turra me había puesto rápidamente la verga completamente dura otra vez. Bien marcada en el short de fútbol que tenía sin ropa interior. Mi turra me bajo el short y ahí en la pieza sin puerta y con todos dando vueltas en el comedor me comenzó a chupar la pija. Me empezó a hacer un tremendo Pete atragantando se hasta el final con mi verga. Gozaba mientras me la chupaba se la clavaba hasta el fondo de la garganta. Nosotros escuchábamos los pasos del resto de la familia turra por el comedor y la cocina y más me calentaba. Yo estaba que volaba de excitación y mi turra más y más se atragantaba con mi verga. Me hizo acabar llenándole la boquita de leche. Fue una hermosa acabada y mi turra se la trago toda.
Así yo había pensado que lo de mi cuñadita fue solamente una calentura de más y que no era necesario correr riesgos al pedo que dónde estaba estaba bien. De modo que el lunes por la mañana camino al trabajo pensé en como decirle a mi cuñadita que mejor olvidar lo que pasó y que sería razonable que se tome la pastilla del día después por las dudas. A la tarde y ya con todo el plan en mi cabeza la fui a buscar a mi cuñadita a la plaza, estaba con su grupito de amigas. Todas bien villeritas como ella tomaban Fernet en una botella de manaos cola cortada a la mitad. Se sorprendió al verme y me preguntó si pasaba algo. "Que onda cuña que paso que hace por acá". Yo le dije que quería hablar con ella en privado y automáticamente se le cambió la carita. Me puso una carita de trola que solamente mirándome y con esa musculosa atada moño para que le quede pancita al aire y sin corpiño me hizo dudar de todo mi plan. Subimos al 147 y fuimos a dar una vuelta hasta un lugar tranquilo con unos árboles atrás de una fábrica.
No me dejó ni empezar a hablar que ya me estaba comiendo la boca. Se subió ensima mío y me puso sus pezones duritos sin corpiño contra mi pecho. Esa carita por favor !! Todo mi plan se había olvidado. No podía cortar esto me tenía loco. Se movía encima mío refregando su colita en mi verga dura parada mal. Yo intenté decirle que yo me debía a mi turra que esto que lo otro y mi cuñadita me bajaba el pantalón y sacaba mi verga dura al aire libre. No sé si alguien vio el sketch de rompeportomes "la nena" que Jorge Martinez quiere hablar con la rubia trola y ella le empieza a bajar el pantalón bueno exactamente así. "Que me importa mi hermana que se cagué" fueron todas sus palabras. Su mano estaba en mi verga pajeandomela y sus labios comiéndome los míos. "Te vas a perder está putita por esa gila?" me preguntó un poco sacada y caliente. Yo estaba loco con una calentura tremenda asique mientras ella se bajaba el putishort yo disfrute de ver esa tanguita hilito blanca que me volvía loco. Se la corrió y le ensarte toda la verga bien dura bien parada adentro. Mi cuñadita gimió de lo lindo gozaba de placer.
Comenzó a cabalgarme bien rico fuerte salvaje y atrevida. Me comía a besos y me apoyaba sus pezones en mi pecho. Yo no pensaba en nada solo disfrutaba el momento. Su conchita estrecha recibía mi verga venosa y la hacía gemir y gritar de placer. Sus gritos eran agudos de nenita trola. Se meneaba con mi verga adentro y el sentirla piel con piel sin forro te hacía volar a otro nivel. Me mordía el labio besandome mientras la ensartaba y me decía al oído "soy tu nenita tu putita". Estábamos tan calientes que me cabalgaba cada vez más salvaje me saltaba como loca encima y sus gritos agudos se intensificaban más y más. Con sus besos exitantes y con mi mano en sus pequeñas tetas sintiendo sus pezones bien duros termine por tener la verga a punto de estallar mal. La sentia titilando cada vez más con toda la leche lista para salir. Incluso pese a la calentura intenté sacar la verga para acabar afuera por las dudas. Pero en ese movimiento de querer sacar la verga mi cuñadita se hundió más hacia mi. Se clavo mucho más la verga dentro de su conchita y me dió un golpe con su mano. "Toca de acá" me dijo. Una frase villera y propio de la edad que significa como ni se te ocurra. De modo que toda mi leche volvió a explotar dentro de su concha y la llene completamente de leche. Mi cuñadita la recibió con mucho placer. Me siguió dando besos en la boca mientras refregaba su concha flujeada y enlechada en mi verga.
Volvimos hacia la plaza sabiendo que nuestra suerte estaba echada ya éramos amantes. Mi cuñadita me miró y me dijo: "dame pal fernet". Literal me saco cincuenta pesos (plata de la época) y se bajó del auto meneando ese orto en putishort que le dejaba la mitad de los cachetes afuera.
En eso estabamos en plena cabalgada cuando un Falcón naranja, seguramente pintado a rodillo, con el escape bien libre frena en la entrada de la casilla. Se baja mi cuñado más grande, el marido de la que vive en el fondo. Realmente ahí sentimos el verdadero terror. El loco se bajó del auto y cruzo el alambre antes de que si quiera mi cuñadita pudiera salir de encima mío. Estábamos perdidos pero tuvimos suerte. El tipo estaba completamente borracho y falopeado. Camino cuál zombie duro como un mármol y cruzo el patio delantero hacia el pasillo que lo llevaba a su rancho. Jamás se percató que con mi cuñadita estábamos ensartados a un metro de dónde el camino. Cualquiera hubiera cortado absolutamente todo pero esa sensación nos avivo todavía más el fuego y mi cuñadita comenzo a comerme la boca cruzando sus brazos por detrás de mi cuello y cabalgarme con más ganas. Algo poco coordinada pero muy turrita me saltaba sobre la verga. Más disfrutaba de sus besos de su cabalgada y más volaba de calentura. La pequeña turrita tuvo un muy rico orgasmo con mi verga dentro, cortito con algo de flujo. Buen potencial para trabajar bien esa concha y hacerla acabar a mares. Yo inmerso en semejante garche me deje llevar y le llene por completo la conchita estrecha de leche, mucha leche hirviendo a chorros dentro de ella. Mi cuñadita me gimió en el oído dos veces. Se levantó de encima mío dejándome la verga roja flujeada y me dió un beso en la boca. Sin siquiera acomodarse la pollerita y con la mitad de esa colita divina al aire libre camino hacia la pieza.
Mi turra vino a despertarme con la bendi a upa pidiéndome que le vaya a comprar no recuerdo que. Mientras compraba tuve tiempo de ordenar un poco mis pensamientos. Me había metido en un bardo por calentura. Pero tampoco estaba del todo arrepentido solo esperaba que no se fuera todo a la mierda. Mi cuñadita al verme regresar de comprar me saludo con un beso en el cachete aunque un poquito más cerca de la boca, sin disimular mucho, se me arrimo al oído y me dijo: "quiero más pija". Se fue meneando esa colita divina clavada en un puti short cortisimo que dejaba asomar parte de los cachetes de su cola. La tarde la pasé con mi turra y nuestro hijo, Jesica un poco menos dedicada a la bendi me daba besos mimos roses. Hasta pareciera que hubiera olfateado algo y quisiera no descuidar a su macho.
Entre tanto beso mimo rose mi turra me había puesto rápidamente la verga completamente dura otra vez. Bien marcada en el short de fútbol que tenía sin ropa interior. Mi turra me bajo el short y ahí en la pieza sin puerta y con todos dando vueltas en el comedor me comenzó a chupar la pija. Me empezó a hacer un tremendo Pete atragantando se hasta el final con mi verga. Gozaba mientras me la chupaba se la clavaba hasta el fondo de la garganta. Nosotros escuchábamos los pasos del resto de la familia turra por el comedor y la cocina y más me calentaba. Yo estaba que volaba de excitación y mi turra más y más se atragantaba con mi verga. Me hizo acabar llenándole la boquita de leche. Fue una hermosa acabada y mi turra se la trago toda.
Así yo había pensado que lo de mi cuñadita fue solamente una calentura de más y que no era necesario correr riesgos al pedo que dónde estaba estaba bien. De modo que el lunes por la mañana camino al trabajo pensé en como decirle a mi cuñadita que mejor olvidar lo que pasó y que sería razonable que se tome la pastilla del día después por las dudas. A la tarde y ya con todo el plan en mi cabeza la fui a buscar a mi cuñadita a la plaza, estaba con su grupito de amigas. Todas bien villeritas como ella tomaban Fernet en una botella de manaos cola cortada a la mitad. Se sorprendió al verme y me preguntó si pasaba algo. "Que onda cuña que paso que hace por acá". Yo le dije que quería hablar con ella en privado y automáticamente se le cambió la carita. Me puso una carita de trola que solamente mirándome y con esa musculosa atada moño para que le quede pancita al aire y sin corpiño me hizo dudar de todo mi plan. Subimos al 147 y fuimos a dar una vuelta hasta un lugar tranquilo con unos árboles atrás de una fábrica.
No me dejó ni empezar a hablar que ya me estaba comiendo la boca. Se subió ensima mío y me puso sus pezones duritos sin corpiño contra mi pecho. Esa carita por favor !! Todo mi plan se había olvidado. No podía cortar esto me tenía loco. Se movía encima mío refregando su colita en mi verga dura parada mal. Yo intenté decirle que yo me debía a mi turra que esto que lo otro y mi cuñadita me bajaba el pantalón y sacaba mi verga dura al aire libre. No sé si alguien vio el sketch de rompeportomes "la nena" que Jorge Martinez quiere hablar con la rubia trola y ella le empieza a bajar el pantalón bueno exactamente así. "Que me importa mi hermana que se cagué" fueron todas sus palabras. Su mano estaba en mi verga pajeandomela y sus labios comiéndome los míos. "Te vas a perder está putita por esa gila?" me preguntó un poco sacada y caliente. Yo estaba loco con una calentura tremenda asique mientras ella se bajaba el putishort yo disfrute de ver esa tanguita hilito blanca que me volvía loco. Se la corrió y le ensarte toda la verga bien dura bien parada adentro. Mi cuñadita gimió de lo lindo gozaba de placer.
Comenzó a cabalgarme bien rico fuerte salvaje y atrevida. Me comía a besos y me apoyaba sus pezones en mi pecho. Yo no pensaba en nada solo disfrutaba el momento. Su conchita estrecha recibía mi verga venosa y la hacía gemir y gritar de placer. Sus gritos eran agudos de nenita trola. Se meneaba con mi verga adentro y el sentirla piel con piel sin forro te hacía volar a otro nivel. Me mordía el labio besandome mientras la ensartaba y me decía al oído "soy tu nenita tu putita". Estábamos tan calientes que me cabalgaba cada vez más salvaje me saltaba como loca encima y sus gritos agudos se intensificaban más y más. Con sus besos exitantes y con mi mano en sus pequeñas tetas sintiendo sus pezones bien duros termine por tener la verga a punto de estallar mal. La sentia titilando cada vez más con toda la leche lista para salir. Incluso pese a la calentura intenté sacar la verga para acabar afuera por las dudas. Pero en ese movimiento de querer sacar la verga mi cuñadita se hundió más hacia mi. Se clavo mucho más la verga dentro de su conchita y me dió un golpe con su mano. "Toca de acá" me dijo. Una frase villera y propio de la edad que significa como ni se te ocurra. De modo que toda mi leche volvió a explotar dentro de su concha y la llene completamente de leche. Mi cuñadita la recibió con mucho placer. Me siguió dando besos en la boca mientras refregaba su concha flujeada y enlechada en mi verga.
Volvimos hacia la plaza sabiendo que nuestra suerte estaba echada ya éramos amantes. Mi cuñadita me miró y me dijo: "dame pal fernet". Literal me saco cincuenta pesos (plata de la época) y se bajó del auto meneando ese orto en putishort que le dejaba la mitad de los cachetes afuera.
17 comentarios - Mi cuñadita, mi amante? Cap 19
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http://www.poringa.net/posts/relatos/4886564/El-dia-que-le-hice-el-amor-a-mi-tia-6.html