Después de cenar sola, porque mi hijo estaba en casa de su novia, me relajé un poco en mi sofá y de repente me llegó mensaje de mi vecino, empezamos a chatear, los dos aburridos, empezamos con bromas en doble sentido, fotitos xxx, hablando de los encuentros en casa y así fuimos levantando temperatura. Me propuso salir a dar una vuelta para despejar y distraernos y acepté con gusto. Me vestí con un vestido corto y liviano y unas sandalias con un poco de taco, hacía calor a pesar de que ya eran las 23 horas casi. Salí y a los cinco minutos apareció mi vecinito y mi pijon. Traían algo de tomar así que empezamos a caminar mientras nos íbamos calentando, de pronto a uno se le ocurrió ir a la plaza del barrio, que está aproximadamente a unas seis cuadras de casa y allá fuimos. El lugar estaba casi sin gente, excepto por un grupito de chicas y chicos que tomaban cerveza, mis amigos hubicaron un lugar bastante alejado y oscuro y yo ya sabía con que intenciones, así que nos sentamos allí, uno a cada lado mío. Charla, bebida y empecé a sentir una mano en mi pierna, que estaba descubierta hasta la mitad del muslo porque se había subido el vestido al sentarme, además era demasiado corto , pero me gusta mostrar un poco. El otro ya había sacado su pija y la empezaba a masajear para ponerla dura, abrí un poco las piernas para que me metiera la mano más arriba donde ya estaba sintiendo una humedad, luego me dediqué a masturbar al que la había sacado, también acariciando sus huevos y besando su boca, el otro ya metía dedos dentro de mi concha que estaba muy lubricada por mis jugos. Me incliné a mamarle la pija dejando casi por completo mi cola y mi concha al otro que no paraba de pajearme. En un instante tenía la boca llena con una carnosa pija y el otro ya estaba metiendo la cabeza de su verga en mi cola que previamente me había dilatado y humedecido. A esa altura y con mucha calentura ya me había olvidado de dónde estaba y seguí mamando frenética mientras el otro me cogía la cola de a ratos suave y de a ratos duro. Estuvimos varios minutos así hasta que el primero explotó en mi boca tragué lo más rápido posible porque eran varios chorros y mucha cantidad, el otro sujetaba mis caderas y ya sentía latir su gran pija en mi interior, se avecinaba su descarga. Apoyé la cabeza en las piernas del que había llenado mi boca y la seguí lamiendo hasta que perdió rigidez, en unos minutos ya sentí en mi cola chorros casi interminables de leche llenandome por completo, yo moví mis caderas y me la seguí clavando unos minutos hasta que mi concha explotó en una catarata de jugos y yo trataba de no gemir, tenía la voz entrecortada y seguí acabando como perra, me sacó su verga ya flácida y yo quedé un momento inclinada sobre las piernas del otro que me besaba. Logré sentarme sintiendo mi concha mojada, mi culo abierto y mi vestido húmedo con mis jugos y la lechita que salía de mi agujerito recién cogido...
Nos incorporamos, parecía que nadie vió nada, nos quedamos un rato disimulando y nos fuimos, llegamos a casa nos despedimos con un pico y fuí a descansar pensando en lo no tan aburrida noche que había pasado...
Sin imaginar por primera vez me habían cogido en una plaza, algo que era una fantasía desde pendeja...
Nos incorporamos, parecía que nadie vió nada, nos quedamos un rato disimulando y nos fuimos, llegamos a casa nos despedimos con un pico y fuí a descansar pensando en lo no tan aburrida noche que había pasado...
Sin imaginar por primera vez me habían cogido en una plaza, algo que era una fantasía desde pendeja...
9 comentarios - En la plaza a oscuras...