Veo garchar a mi suegra y me coje mi turra en el comedor C16

Una noche todos dormían menos yo o al menos eso creía en ese momento. No había manera de que me durmiera. Estaba ahí acostado en la cama mirando la pared sin revocar y el techo de chapa. No lograba hacer nada que me haga dormir. Mi turra, en cambio, dormía en tetas con una tanguita hilito blanca divina pegada a mi. La observé un poco. Su pancita de embarazada bien visible sus tetas crecidas sus pezones perfectos descansaban sobre una sábana medio rota y gastada por el paso de los años. Su cola redonda parada con alguna marquita pero bien putona estaba entangadisima apretando esa conchita que tantas alegrías me da. Levanté la mirada y pase a observar la cama pegada a la nuestra. La cama de la hermana de mi turra. Mi cuñadita dormía boca arriba también en tetas. Son chiquitas dos limoncitos pero duritos firmes. Una carita de turrita inmadura y la sabana le tapaba apenas esa conchita entangada. En eso estaba yo desnudo en la cama con los ojos abiertos y viendo que el tiempo no se pasaba nunca cuando un gemido rompió como un ladrillazo el silencio. Enseguida pare la oreja y otro gemido de sexo se colo en mi cabeza. Alguien está garchando pensé. El tercer gemido fue más fuerte, más intenso y pasional. La voz no era aguda sino más bien gravé asique no podía ser ninguna de mis cuñaditas por su puesto tampoco mi turra. Descartadas entonces las nenas de la familia solo quedaba mi suegra.

Me levanté de la cama completamente desnudo y salí de la pieza como para el baño pero obviamente con intención de escuchar más cerca ese garche. Apenas salí de la habitación los gemidos se escuchaban con más intensidad. Yo sentía que la verga se me iba poniendo dura a cada paso que daba. Camine hasta la pared de la pieza de mi suegra. Y se escuchaba una musiquita y un concierto de gemidos. Acompañado por el rechinar de la cama. Me apoye en la pared por un instante. La casilla estaba toda oscura y no se veía nada. Sabía que nadie podía verme pero la adrenalina me iba subiendo más y al escuchar los gritos ya de mi suegra recibiendo verga más me calentaba.

Asome apenitas la cabeza por el espacio libre entre la pared y la cortina de la pieza. No sé veía casi nada pero la musiquita venía del celular (de la época esos celulares con tapita que podías bajarle 8/10 temas). La lucecita del cel iluminaba apenitas la pieza de la suegra putona. Ella estaba en cuatro recibiendo verga como loca. Mi suegra estaba en cuatro sobre la cama con sus manos apretando fuerte el colchón y sus gigantes tetas colgando de su pecho. Tenía el pelo suelto lo que la hacía ver más joven y ese culo grande desnudo recibía verga por la concha. La luz del teléfono no era suficiente para ver quién se la estaba garchando solo se veía la silueta de un chabón medio gordo. En eso estaba mirando con mi pija totalmente parada durisima cabezona mal cuando el gordo se manifestó: "te gusta así puta" y le encajo un buen chirlo en la cola de mi suegra. Ella pego dos gritos fuertes. Yo volví hacia la pared por las dudas de que me vieran pero seguia disfrutando de los gemidos de la suegra. A continuación otro chirlo por parte del gordo hizo hablar a la suegra: "ay si hijo de puta dame pija quiero pija".

Volví a mirar hacia el garche y le estaban dando más fuerte. La cama rechinaba mucho y pareciera que se fuera a quebrar. Un ruido en la pieza nuestra hizo que volviera rapidito para la zona del baño. Hice bien porque apenas llegué a la puerta del baño mi turra salía de la pieza en tetas y con mirada de sueño. "Que paso bebu" me preguntó mientras se tocaba la pancita. Yo tenía la verga muy dura muy cabezona y le respondi que había ido al baño. Mi turra me clavo los ojos en mi verga dura y camino acercándose despacito hacia mi. Cuando se puso frente a mi me agarró la pija con su mano y me dijo: "algo se despertó". Mientras mi turra me agarraba la verga los gritos de mi suegra se hacían escuchar. "Estoy muy caliente" respondi mientras ella jugaba con mi pija rosandola contra su concha entangada. "Eso lo podemo arreglar" me respondió con voz de nena putita. Se arrodilló en el piso de cemento justo en la salida del baño y comenzó a chuparme la pija.

Comenzó con unos besitos suaves en la cabeza de la verga para luego irle pasando la lengüita cada vez más intensa hasta terminar atragantando se con la verga. De fondo los gritos de mi suegra se hacían sentir y yo volaba de calentura. Además cualquiera que saliera al comedor nos encontraba y ese morbo me calentaba todavía más. La chupada de pija de mi turra tiene un fuego especial no sé si es porque te mira mientras te la chupa por su cara de turra o que pero literal me pone la verga a punto caramelo mal. Sin mediar muchas palabras se levantó soltando mi verga y se puso de espaldas a mi. Contra la pared sin revoque del baño. "Cojeme toda bebu acá tenés a tu hembra". Me dijo bien villera. Un placer.

Sin dudarlo le pegue flor de ensartada, sin forro piel con piel le metí toda la pija hasta el fondo de la concha. Mi turra no gimió, grito directamente "aaaaaaaaaaaaaa aaaiiiiiiiiii" bien fuerte bien nenita trola. Cada ensartada cada bombeo de verga dentro de su concha ella gritaba que daba gusto. Sus gritos tapaban por muerte a los gritos de la madre. Pero que lindo momento los gritos de las dos madre e hija putonas. "Rompeme toda bebu" grito clarito, era evidente que mi turra sabía que se me había parado mal la verga por los gritos de mi suegra y estaba marcando su territorio. Yo solamente disfrutaba de toda la situación. Le bombeaba verga sintiendo todo su flujo. Había cerrado los ojos y solamente dejaba que mi pija sienta su concha y mis oídos escuchen sus gritos con algún grito de mi suegra que se colaba en el medio. En algún momento los gritos de mi suegra se dejaron de escuchar pero los de mi turra se hacían cada vez más agudos más provocativos. Para esa altura ya nadie debería poder dormir en toda la casilla. Yo note, ya vuelto a abrir los ojos, que las luces de las piesas nuestras y de mi otra cuñada se habían prendido. Mi turra seguía gritando a pleno y yo sentía toda la adrenalina de saber que estábamos garchando en el comedor.

Jesica tuvo un orgasmo bien cargado dónde acabo bastante flujo mojandome toda la verga mal. Yo que apenas si podía contener la explosión de leche me deje llevar y le acabe hasta la última gota adentro. Mi turra dió los dos últimos gritos de placer bien fuertes y cerró con un: "ay bebu sii lléname de leche". Yo quedé con la pija titilando empapada de flujo y la voz de mi cuñada más grande que claramente se había despertado por los gritos de mi turra se hizo sentir: "te va a hacer otro hijo si te sigue llenando de leche". Mi turra que no puede quedarse callada volvió a dar un rico gemido y respondió con una voz de putona hermosa: "ay como me gusta esa pija como me cojes bebu lléname
de hijos ".

Jesica les deja un regalito por todos sus puntos y comentarios