Durante toda la secundaria viví cosas extremas cosas que tal vez no se debería vivir a esa edad ni en esa época pero cosas que influenciaron a formar la persona que soy actualmente y el carácter que tengo.
Ser la sumisa de mi hermano se escuchaba también en mi mente y era tan difícil llevarlo a practicar tener que aguantar a todos esos profesores manoseando mi cuerpo, acariciando mis muslos suavemente hasta llegar a mis nalgas y apretarlas nalguearme y luego desesperadamente colocarme sobre el escritorio levantándome la minifalda escolar diciendo que tenía las nalgas más hermosas que habían visto en sus vidas, qué les gustaba lo inocente que me veía pero que mi cuerpo era demasiado erótico y no iba de acuerdo con mi carita ni con mi edad.
Ahí estaba yo en el baño del colegio o en algún rinncón arrodillada, dándole sexo oral a algún maestro o a los conserjes... Dentro de mi corazón y de mi mente era fascinante y sorprendente la capacidad que tiene un hombre de llevarse a sí mismo al límite con tal de conseguir lo que quiere o de disfrutar algo que sabe será temporal pues obviamente yo no estaría siempre en el colegio así que entendía porque se excedían conmigo por qué había abandonado completamente los estudios para estar bebiendo de esos penes todas las horas hasta que toque el timbre de salida, incluso habían varios pervertidos que ya ni siquiera tenían esperma en sus testículos y aún así podrían mantener erecciones así que me tenían succionando y lamiendo mientras las miraba a los ojos y yo me preguntaba por qué si jadeaban y tenían espasmos no salí pues esa era mi única recompensa por todo el trabajo que había hecho.
Está comprobado por estudios que psicológicamente los fetiches sexuales que desarrollas los adoptas durante tu adolescencia y durante tus primeras experiencias sexuales ya que son cosas que te marcan y esos fetiches son difíciles por no decir casi imposibles de revertir... Ahora imaginen ustedes la clase de fetiches que he desarrollado por haber tenido ese estilo de vida donde prácticamente era una muñequita sexual 🤭
Desarrollar fetiches como alimentarme de esperma o recibirlo en abundancia en la boca son de las cosas más normales qué podría considerar dentro de mis gustos, que utilicen mi boca como si fuese otro agujero al cual follar llegando hasta mi garganta mientras me hacen babear y se escuchan esos sonidos sexys de las arcadas hasta descargar fuertemente directamente en mi garganta son cosas que aprendí a disfrutar pues obviamente los profesores no tenían compasión conmigo y yo rápidamente aprendí a disfrutarlo a tal punto que incluso llegaba al orgasmo cuando alguien era lo suficientemente pervertido como para ahogarme usando mi garganta como si fuera mi ano mientras sentía que se me iba el oxígeno y se me calentaba el rostro.
Y ni qué decir del sexo anal el cual no puedo disfrutarlo si es que no hay nalgadas y si es que la penetración no es profunda e intensa, siempre tiene que ser muy duro y muy rápido, me encanta hacerlo de esa manera porque me pone en una posición de vulnerabilidad en donde solamente puedo jadear ya que ni siquiera puedo hablar muy bien por la intensidad del movimiento y por cómo se me agita la respiración.
A medida que fui creciendo obviamente mi hermano también lo hacía así que podía sentir y notar los cambios en su físico y obviamente en su fuerza, siendo cada vez más rudo conmigo y eso llenaba de felicidad mi corazón pues sabía que él podía llegar a tratarme incluso más duro que en el colegio y eso llenaba de felicidad mi corazón.
Pasaron algunos años hasta que por fin me gradué de la secundaria obviamente todos los profesores a medida que se acercaba mi graduación incrementaban el ritmo y se volvían más intensos pues sabían que no volverían a verme, algunos incluso jugaban el papel de bonachón intentando ser más compasivos conmigo o preguntando qué era lo que más me gustaba hacer para que la relación sea mutua cuando obviamente esas actitudes a mí no me engañaban... yo había estado con ellos desde el principio y sabía cómo ellos me habían tratado durante todos esos años así que una sonrisa y una buena actitud no cambiaría nada.
También habían profesores que habían sido buenos desde el principio, profesores que sí se excedían mucho con el sexo anal pues utilizaban toda su fuerza pero siempre preguntándome si me sentía bien, preguntándome si al menos lo disfrutaba, profesores que no se excedían conmigo e incluso cuando les tocaba su turno decían que me veía cansada y me dejaban descansar mientras yo me recostaba en sus piernas y acariciaba sus penes diciéndoles que no era justo que perdieran su turno solamente porque otro se había excedido un poco conmigo así que al menos lo haría feliz a mi manera y metiéndomelo en la boca le estaba sexo oral suave mientras acariciaba sus testículos.
Durante todos mis años en la secundaria hice grandes amigos, hombres que eran incongruentes pues tenían sexo conmigo hasta satisfacer su libido pero intentaban darme consejos incluso me decían que probara cosas con mi hermano para así mejorar nuestra relación sexual, personas con las que incluso actualmente sigo teniendo contacto pues intentaron de una u otra manera apoyar a la causa como se diría mundanamente.
Mi fiesta de graduación se convirtió en una de las más grandes orgías que he vivido en mi vida pues obviamente todos querían un último turno conmigo, fue de las cosas más salvajes que he vivido pues tener a todos en el mismo día fue realmente agotador pero al mismo tiempo también sentía una leve punzada en el corazón pues me había acostumbrado a ellos y saber que no volvería a verlos en cierto punto me hacía sentir triste así que con una dulce sonrisa les di placer a cada uno de ellos sobre todo a los que sí me caían bien besandolos mucho en la boca y susurrándoles al oído que esto no sería lo último que tendrían de mí... A los demás solamente les hice pasar un buen rato y sí que hasta el último me trataron como una puta barata, mentiría si digo que eso me hacía sentir mal pues eso me hacía sentir muy bien en cierto punto aunque en cierto punto también me preguntaba a mí misma si esto sería el fin de todo si nunca volvería a vivir algo tan intenso como lo que había vivido en la secundaria pero al mismo tiempo junto a esa tristeza había una emoción que recorría todo mi cuerpo pues me preguntaba que otras ideas locas se le ocurrirían a mi hermano, si acaso pensaría algo para hacer en la universidad o en casa a solas...
En ese entonces yo ya tenía sueños y metas para con mi hermano, ahorrar el dinero justo y suficiente como para comprar una casa y poder vivir a solas pues necesitaba privacidad con él, y el sueño más grande que he tenido en toda mi vida el de tener una familia y poder ser madre.
Supongo que aquí termina la etapa escolar pues obviamente viví muchas cosas en el colegio pero se me haría muy largo contar cada una de esas cosas, si alguno de ustedes tiene curiosidad por saber sobre ello puede escribirme y con gusto puedo relatarle algunas cosas.
2 comentarios - El final de la primera etapa y el inicio de una nueva
Melonsita 30, y que quieres recrear conmigo