He leído varios relatos en páginas como estas que me han humedecido como no tienen idea. Relatos sobre madres que actúan como zorras, que son cogidas por los amigos del esposo, del hijo o por los matones de ellos, incluso cogidas con el hijo viéndolo.
Soy una madre soltera, siempre lo he sido, y por eso soy muy solitaria, aunque hombres no me han faltado en mi cama, pero ese no es el punto. El punto es que descubrí esta página, leí esos relatos y algo despertó en mí. Me ayudó aceptar mis fetiches, que me excita la humillación. Es algo que siempre he sabido y me sentía culpable por eso. Pero ya no. Soy feliz aceptandolo, porque cuando leo estos relatos siempre termino empapada, metiéndome los dedos y fantaseando que los bullys de mi hijo me cogen como una puta.
A mí hijo en su secundaria le hacen bully física y verbalmente. Entrando a su cuenta de Facebook sin que él lo supiera descubrí que muchos de sus compañeros de clase lo molestaban diciendo vulgaridades sobre mí. Hablamos de chicos de trece a quince años diciéndole a mi hijo las maneras en me cogerían. Cualquier mujer se sentiría insultada y exigiría un castigo, pero cuando yo leí esos mensajes me sentí deseaba, y mientras más denigrante era el comentario más cachonda me ponia, al punto que empecé a masturbarme imaginando como los matones de mi hijo me cogían. Me sentí súper culpable, pero cuando podía me metía en las redes sociales de mi hijo para leer esos mensajes y darme un gustoso momento a solas con mis fantasías, con mi coño y con esos comentarios denigrante hacia mi persona. Para estos niños yo era una puta, y me encantaba ser su puta.
Esto suena como el inicio de un relato pornográfico como de los tantos que abundan en esta página, pero la mayoría de ellos son pura ficción, fantasías de madres o de hijos. Nunca lo haría con un menos de edad, aunque la idea que un chico de dieciocho para arriba me use como su puta anda rondando por mi cabeza, y tal vez lo cumpla. Quién sabe. Según los matones y amigos de mi hijo, soy una gordibuena. Buen culo, buenas tetas, solo eso necesitan los jóvenes para que su verga se le ponga dura. Después de descubrir como los compañeros de mi hijo se morboseaban, empecé asistir a las juntas escolares con pantalones ajustados y blusas que revelaban un poco más de escote. Regresando a casa me sentía mal por mi hijo, pero esas culpas se esfumaban con mi calentura al leer los nuevos comentarios que le llegaban a mi hijo, esta vez con fotos que los chicos le tomaron a mi trasero.
Seguiré leyendo relatos de este tipo, seguiré fantaseando, dándole vueltas a momentos de mi vida que pudieron dar a pie a momentos eróticos y vulgares que involucren de alguna manera a mi hijo, porque, por una razón que no entiendo, que el también sea humillado me prende como no tienen idea. Tal vez escriba esas fantasías que nunca sucedieron, pero por el momento quería escribir esta confesión, y animar a los escritores cachondos que sigan escribiendo historias sobre madres putas que se dejan coger por cualquier macho de verdad.
Me gustaría hablar con madres que tengan este mismo fetiche, u hombres que fantasean ver a su madre siendo cogida. A Estos últimos les quiero preguntar, ¿Por qué? ¿Por qué fantasean o quieren eso?
¿Mi hijo también quera eso?
Soy una madre soltera, siempre lo he sido, y por eso soy muy solitaria, aunque hombres no me han faltado en mi cama, pero ese no es el punto. El punto es que descubrí esta página, leí esos relatos y algo despertó en mí. Me ayudó aceptar mis fetiches, que me excita la humillación. Es algo que siempre he sabido y me sentía culpable por eso. Pero ya no. Soy feliz aceptandolo, porque cuando leo estos relatos siempre termino empapada, metiéndome los dedos y fantaseando que los bullys de mi hijo me cogen como una puta.
A mí hijo en su secundaria le hacen bully física y verbalmente. Entrando a su cuenta de Facebook sin que él lo supiera descubrí que muchos de sus compañeros de clase lo molestaban diciendo vulgaridades sobre mí. Hablamos de chicos de trece a quince años diciéndole a mi hijo las maneras en me cogerían. Cualquier mujer se sentiría insultada y exigiría un castigo, pero cuando yo leí esos mensajes me sentí deseaba, y mientras más denigrante era el comentario más cachonda me ponia, al punto que empecé a masturbarme imaginando como los matones de mi hijo me cogían. Me sentí súper culpable, pero cuando podía me metía en las redes sociales de mi hijo para leer esos mensajes y darme un gustoso momento a solas con mis fantasías, con mi coño y con esos comentarios denigrante hacia mi persona. Para estos niños yo era una puta, y me encantaba ser su puta.
Esto suena como el inicio de un relato pornográfico como de los tantos que abundan en esta página, pero la mayoría de ellos son pura ficción, fantasías de madres o de hijos. Nunca lo haría con un menos de edad, aunque la idea que un chico de dieciocho para arriba me use como su puta anda rondando por mi cabeza, y tal vez lo cumpla. Quién sabe. Según los matones y amigos de mi hijo, soy una gordibuena. Buen culo, buenas tetas, solo eso necesitan los jóvenes para que su verga se le ponga dura. Después de descubrir como los compañeros de mi hijo se morboseaban, empecé asistir a las juntas escolares con pantalones ajustados y blusas que revelaban un poco más de escote. Regresando a casa me sentía mal por mi hijo, pero esas culpas se esfumaban con mi calentura al leer los nuevos comentarios que le llegaban a mi hijo, esta vez con fotos que los chicos le tomaron a mi trasero.
Seguiré leyendo relatos de este tipo, seguiré fantaseando, dándole vueltas a momentos de mi vida que pudieron dar a pie a momentos eróticos y vulgares que involucren de alguna manera a mi hijo, porque, por una razón que no entiendo, que el también sea humillado me prende como no tienen idea. Tal vez escriba esas fantasías que nunca sucedieron, pero por el momento quería escribir esta confesión, y animar a los escritores cachondos que sigan escribiendo historias sobre madres putas que se dejan coger por cualquier macho de verdad.
Me gustaría hablar con madres que tengan este mismo fetiche, u hombres que fantasean ver a su madre siendo cogida. A Estos últimos les quiero preguntar, ¿Por qué? ¿Por qué fantasean o quieren eso?
¿Mi hijo también quera eso?
9 comentarios - Confesión de una madre cachonda