Ayudo a mi tío, ahora soy su sobrina - 2

A causa de un problema familiar, mis padres debieron viajar fuera del país así que decidieron que debía quedarme con  José, mi tío más grande que es hermano de mi otro tío y mi mami. Un hombre en sus 60 con dos hijos varones y una mujer, todos fuera de la ciudad haciendo sus estudios universitarios. Mis padres estaban muy apurados así que empacamos todo super rápido, pero eso hizo que ni bien bajé del auto ellos arranquen y se fueran sin mirar atras, dejandome apenas una muda de ropa. Mi tío solo atinó a reír irónicamente, él es super machista al igual que super bruto y  autoritario. Al verme preocupado me tranquilizó con una frase que daría vueltas en mi cabeza los siguientes días
- No te preocupes bobito, está permitido andar en bolas. 
 Mientras reía de nuevo.. Agregó además
- Porque tus primos se llevaron todo lo que tenían y mi ropa no te la vas a poner porque con ese cuerpo de pendeja vas a parecer un raro drogadicto. 


Así que una vez que la única ropa que tenía se encontraba tan sucia, no me quedó otra que desprenderme de ella porque nunca había lavado ropa en mi vida y además mi Tío decía que eso lo hacían las mujeres.





Así que comencé a andar así por la casa, aunque me sentía incómodo por las miradas constantes de mi tío.



Mi pelo largo y unos senos algo desarrollados por la falta de testosterona, me daban un aspecto super femenino

Eso era un inconveniente porque incomodaba a mi tío y lo hacía enojar mucho. Intenté con pedirle que me prestara de su ropa pero estaba super negado a hacerlo. Incluso llegué a pedírselo de rodillas lo más tiernamente que pude.

Pero solo provoqué una abofeteada, aunque al verme llorar tuvo la idea de que busque en el cuarto de su hija algo decente para ponerme. Una calza gris y una remera parecía lo más correcto que había. Pero fue muy claro cuando dijo: 
- Si vas a usar la ropa de Josefina, vas a tener que encargarte de las tareas que eran de ella. Cómo la extraño mucho, vamos a hacer unas de las cosas que más disfrutábamos juntos....

- Jugar ping-pong. Pero vamos a hacerlo más interesante y vamos a apostar. Si gano, te voy a llamar Josefina por el resto de los días que te quedes acá, serías completamente tratada como mi hijita.
- Y pero si yo gano tío? Ya se! Si gano, puedo usar tu ropa para vestirme como debería.
- Por cómo te queda la ropa de nena, creo que así es como deberías vestirte jaja.
- No seas malo tío.
- Papi, soy papi.
- Todavía no ganaste, incluso, si gano este partido, quedo excluido de hacer las tareas de Josefina.
- Se puso interesante... Acepto, pero caso contrario, vas a tener que utilizar 24/7 la ropa de ella que se me de la gana. Trato?
- Trato.




Es obvio que había perdido. Se notaba en el aíre la excitación de este hombre, de repente me había vuelto de sumo interés para él y no dejaba de prestarme atención. Al instante, tuve que acatar las consecuencias de la apuesta y no podía creer lo perverso que resultó. 




- No puedo creer que mi Josefina tenga estas cosas en su cuarto, pero dudo que lograse tener tanta pinta de puta como vos hijita!
Dijo José mientras se frotaba las manos

Y así, vestida como una trolita y cumpliendo con el papel de la nena de papi, comenzaba mi larga estadía en la casa de mi tío. 



Esa noche cenamos y al instante nos fuimos a dormir cada uno en su respectivo cuarto, aunque a la distancia podía oírlo masturbarse. Cuando estaba quitándome toda esta ropa entró violentamente al cuarto con su pene fuera del pantalón, y la verdad que me sorprendió bastante!



- Hora de elegir el pijama Josefina, no me prestes atención, pero pensé que podría ayudarme a dormir mejor. 




Me agarró justo poniéndome una tanguita que hacía juego con las medias.




- A pero que zorrita Josefina ya habías empezado sin mi. Ahora sácate todo y ponete unas medías negras mientras te elijo una tanga que calce bien en tu conchita de nena. 
Me quedé helado en el momento, pero mi reacción fue totalmente natural a sus palabras.



Cuando se dio vuelta a mirarme mientras sostenía una tanga diminuta en la mano, congeló la mirada en mi pitito. Yo no podía esconder la vergüenza que me daba haber tenido una erección por la forma en la que me hablaba y lo sumiso que me sentía. 
 - A bueno parece que te estás divirtiendo hijita, pero papi todavía no terminó. Vamos a dejar la tanga así no la manchas puta de mierda, pero ponete esto y haceme ruido de trola. Gemí !

Me arrojo una prendas y obedecí a todo lo que me dijo, estaba tan vulnerable y el era tan macho que de lo "excitada" que estaba largaba precum.






- Hijita, estás divina nena. Parate y mostrale la cola a papi. Si?
- Si.
- Si qué?! dijo enojado mientras apretaba mis testículos con fuerza.
- Si papi, si!
mientras me ponía de píe, llegó a pegarme un chirlo firme, que me haya tocado la cola me llevó al cielo y solté a la puta que llevo dentro.



- Así papi? 
Decía con la vos más femenina que podía y emitía gemidos ahogados. al igual que el mientras se masturbaba ferozmente. 

- Si bebe así! Vas a ser mi putita de ahora en más no? 
- Si papi, la más putita.
- Vas a hacer lo que yo diga? 
- Si papi, lo que me ordenes.
- Vas a aguantarte toda esta pija por el culo? 
- Si papi, voy a tenerla entera adentro.
- Vas a cansarte de tener mi pija en tu boca? 
- No papi, no me voy a cansar. Soy tu hijita y estoy para servirte.
- Ahora puta anda sacandote toda la ropita de a poco, quiero que te quedes desnuda un rato y despues uses una tanguita. 
- Chi papi. 




Su verga estaba al límite, realmente le excitaba tanto como a mi esta situación. Al ver su pijota detenidamente y en detalle por primera vez, me quedé hipnotizada con esa porción de hombre que era mi tío. Él me volvió a la realidad con un latigazo en la cola realizado por su pija, realmente estaba tan dura que parecía un fierro, yo solo gemí como perra. 








 Me despendrí de toda mi ropa justo cuando pone las manos en mi cadera y me empuja contra la cama, caí boca abajo en ella pero en ese momento era su nena, así que como buena hija empine la cola mientras volvía lentamente a reincorporarme. Pero mi movimiento se detuvo, José mi hombre me dijo al oído mientras apoyaba toda su pija en mi culo y tiraba su peso contra mi. 
- Hoy tu cola se salva, prefiero hacerlo con tiempo y ahora lo único que tengo en mente es llenarte la carita de leche, tengo mucha porque me imagine todo lo que vamos a hacer estos días. Cómo veo que te gustó, incluso creo que más que a mi, voy a tratarte como una verdadera mujer. Pero eso vas a tener que ganártelo, de acuerdo? 
Asentí con un gemido ahogado y movimiento de cola.
- Quiero completa obediencia, ahora sos mi perra. La hijita tiene que obedecer al Papi, estamos? 

En ese momento me di vuelta, asegurándome de esconder mi pene entre mis piernas y me arrodillé frente a papi sacando la lengua. 

- Ahí viene la lechita 

- mmmmmm!



- Muy bien putita, el fin de semana que viene nos vamos a divertir mucho vos y yo. Vas a revisar toda la ropa que haya por acá así siempre andas lo más provocativa posible. Yo voy a comprar unas cositas que nos van a servir y además, voy a presentarte a alguien...









Gracias por leer! 🙂


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