Con la excusa de venir a ver a mi turra y su flamante embarazo, que por cierto le hacia una pancita de turra preñada que me calentaba cada dia mas, sus tios venían a visitarnos. La realidad es que a Carlos y a su mujer les chupaba tres huevos si mi turra estaba embarazada o no, mas bien todo era una excelente excusa para venir de visita instalarse un finde y comer gratis tanto ellos dos como sus tres hijos. Carlos era un fletero sin un mango y se aprovechaba un poco de mi suegra (su hermana) para como dije antes vivir de arriba un par de días. Como ya conte en otros capítulos pero lo recuerdo para la gente nueva, la casa de la familia de mi turra era muy chiquita, apenas si entrabamos nosotros, de echo con mi luchona compartíamos la pieza con mis dos cuñadas; de modo que sumar cinco personas mas era todo un número. Como si garchar sin que te vieran o escuchen ya no fuera imposible había que sumar dos luchones y sus bendiciones dando vueltas por ahí. También es cierto que (y seguramente tenga su capitulo propio) con mi turra hemos pasado dos veces un finde en la casa de Carlos y su mujer.
La cuestión es que llegaron a bordo de una Ford de esas de los setenta pero completamente consumida por el oxido y el mal trato; venían desde Valentin Alsina lo que hacia su llegada básicamente un milagro. Yo llegue del trabajo un rato después que ellos y les juro que incluso mi 147 del 83 parecia un cero kilometro al lado de la chata. Sin embargo, Karina, la tia de mi turra esposa de Carlos me llamo bastante la atención. Una morocha muy tetona que usaba escote bien marcado y encalsada como una pendeja mas. Si mi turra sigue los pasos de Karina pensé, estoy salvado para toda la eternidad. Carlos por el contrario era un gordo roñoso de aquellos. Cayo con un short blanco de futbol que se había transformado en gris percudido. La panza de cerveza y un par de tatuajes bien tumberos. Los dos hijos varones eran chiquitos y se fueron a patear la pelota a la calle, la nena por el contrario mas parecida a la madre, coqueta y bien vestida, bastante llamativa por cierto. Justamente la nena (Milagros) fue la primera en venir corriendo a abrazarme y felicitarme por el bebe que se nos venia. Que negarlo, deje que me apoye sus pequeñas tetas en el pecho mio, total la que vino a saludarme era ella, y su escotesito estaba mas que tentador. Carlos me felicito a su manera, se acerco me estrecho la mano y al oído me dijo: “je le llenaste la cocina de humo a la nena eh”. Nos regaron un set de ropita para nuestra bendi y algunas boludeses mas, incluso según mi turra viniendo de ellos era un monton.
Acomodar todo ese circo rodante en la pequeña casilla de mi turra fue otra historia. Si me hubieran preguntado a mi creo que hubiera querido tener a la nena con nosotros; pero mi suegra tenia otros planes. Mis cuñadas pasaron a un colchón en el comedor, otro colchón en el comedor (básicamente ya no había comedor) para las bendis de Carlos; y este y su mujer en la pieza con nosotros. Lo primero que se me vino a la cabeza cuando hablaban de todo el armado fue: voy a ver a la tia en tanga?. Y segundo mi turra se va a animar a garchar igual, aunque sea bajo las sabanas. Pòrque garchar estando sus hermanas bueno vaya y pase pero se animaría estando la tia y sobre todo el tio.
Fiel a lo que se sabia de ellos, mangueron absolutamente todo y entre mi suegra y mis cuñados pusieron la plata del asado y el escabio. Yo safe, básicamente y gracias al tio Carlos “la embarazada no paga che”. Hablando con ellos la verdad es que me cayo muy bien, muy copado el gordo y la mujer. Tenían calle barro y tenían cada historia (seguramente exagerada) que te hacia cagar de risa. Mientras mi cuñado se hacia el asado, mi turra se había sentado a upa mio mientras charlábamos con el tio. Mis ojitos se dividían en dos, por un lado tenia a mi luchona preñada sentada sobre mi pija con un vestidito fuccia apretadito que le transparentaba toda la tanguita hilito blanca. Y ahí justo frente a mi tenia el escote de la tia de mi turra, que cada vez que se agachaba a darle algo a su bendi mas chica yo podía ver ese buen par de tetas grandes turras y bien pezoneras. Igual lo que mas me calentaba claramente era escuchar la charla entre mi turra y su tia acerca del bebe y el embarazo. Yo solo disfrutaba de escucharlas y me quedaba en silencio mientras sentía que la verga se me iba poniendo dura mas al sentir la colita entangada de mi turra.
Jesica (mi turra): “si al toque me preño, no íbamos ni un mes y pum embarazada”
Karina (Tia): “Este es igual (por Carlos) me re preño de pendeja me agarro y me preño”
Jesica: “Olvidate tia yo no lo podía creer, ni lo esperaba y bueno aca esta el Dylan”. (Mientras se tocaba la pancita)
Karina: “y no que vas a esperar llegan y listo ya esta ahí lo tenes”
Jesica (suelta una risita complice): “siiii aca lo tengo al wachin, ya tenemos la asignación todo, fuimos al anses”. (En realidad es el pre natal pero no entremos en tecnicismos)
Karina: “cuchaste Carlos, mira la plata que perdimos con los mas grandes”.
Jesica: “olvídate pego alto celu e” “y bueno tia tene otro ya fue”
Karina (risita complice): “todo puede ser e, para que jugué con el Dylan”.
Jesica: “y si que mi bebu me haga dos o tres y pegamos la zanella (moto)”
Mi suegra saco el parlante y puso unas cumbias bien villeras, mi turra se levanto de encima mio y me empezó a bailotear, a bebotear. Yo no iba a desaprovechar la ocasión y me puse a bailar con ella. Sentía como me apoyaba todo el orto entangado en mi bulto bien parado, para peor la pancita hacia que se le suba mas el vestido y al toque tenia medio orto afuera. Yo disfrutaba de tener su tanguita blanca frente a mis ojos. Mis cuñadas también se habían puesto a bailar y dos bien que sabían mover esas burras eh. Es como si ya nacieran con eso incorporado. Se perreaban cada tema hasta el piso las wachas. Ver como le asomaba la tanguita hilo roja a una de mis cuñadas por sobre su calsita fue una linda imagen para seguir sintiendo fuego en la verga. Carlos no se quedo atrás y con todo lo que estábamos escabiando se pusieron a bailar con la mujer. Se notaba que la tia era flor de trola. Le bailaba le movia todo el orto lo provocaba lo calentaba enserio. Incluso le comio la boca un par de veces, lo que hizo que mi turrita como acto reflejo y para no ser menos me chapara bien fuerte delante de todos.
La cuestión es que entre comer el asado y lo que nos quedamos bailando y chupando se habían hecho como las cuatro de la mañana. La vecina creo que estaba a las putiadas ya por la música al palo y el griterío de las bendis por un lado y de nuestras risas en pedo por el otro. Pero es aquí donde todo se va a poner muy interesante mal. De un momento a otro fue como que todo se fue cortando, mis cuñados se fueron a dormir y mi suegra se quedo dormida en la reposera del patio. Las bendis se habían acostado en el comedor, asique sin básicamente nada mas que escabiar nos fuimos para la pieza los cuatro. Mi turra agarro una botella de gancia que le quedaba poco y preparo una ultima jarra para irnos a la pieza y seguir escabiando. Yo estaba en pedo y tenia la verga durísima, mi turra me llevaba de la mano seguramente re caliente mal, se sentía que debía tener la concha en llamas.
Apenas entramos a la pieza mi turra se saco el vestidito antes de que entren los tios y se quedo con la tanguita hilito y en tetas delante mio. Me dio un buen beso en la boca y se metio en la cama tapada con la sabana y una colcha. Yo me saque el joggin y la remera quede completamente desnudo con la verga durísima. Al ver mi verga paradisima mi turra desde la cama me dijo: “ay bebu métemela toda”. De modo que rápidamente entre a la cama y tapados por la sabana comenzamos a comernos a besos. Mi turra se saco la tanguita hilito empapada y yo pase mi mano por su concha. Estaba mojadisima bien flujeada y segui comiéndola a besos mientras le apoyaba la verga en ese tajo precioso. En plena previa digamos entraron a la pieza Carlos y la tia. No pude ver si estaban vestidos como en el asado o si se habían sacado parte de la ropa, pero con el pedo que tenían apenas si les salio un “buenas noches sobrina” y se metieron en la cama de mi cuñada. A nosotros en ese momento ya poco y nada nos importaba el tio y sin mas previa le meti la verga hasta el fondo de la conchita empapada. Mi turra pego un alarido fuerte que retumbo en toda la habitación. “Apa” se escuchó desde la otra cama. Nosotros ya estábamos demasiado en la nuestra como para disimular y mucho menos cortar. Asique seguimos la ensartada como si nada, como si ellos no estuvieran. Rápidamente yo me quede abajo y mi turra se me subio encima bien pegada a mi con sus tetas y su pancita preñada contra mi pecho cabalgándome como putita. Asi mi verga sin forro piel con piel entraba y salía de su concha a un ritmo frenético. Mi turra me comia la boca para disimular sus gemidos pero no podía y en cuanto nuestros labios se desencontraban unos ricos gemidos de placer bien agudos y se hacían escuchar. Yo sentía que la verga titilaba pero con el pedo que teníamos es el verdadero sentir que nunca acabas.
No se en que momento de nuestro salvaje garche de esa excitación de los dos y de como su concha flujeaba toda mi verga; el tio Carlos se empezó a garchar a la tia. Solo se que en una comida a besos con mi turra donde ella no estaba gimiendo se escuchaba un pequeño gemido desde la otra cama. Además se escuchaba el rechinar de la misma y el ruido de una buena sacudida. Incluso en pedo y con mi turra saltándome encima me las ingenie para bajar un poco la colcha y poder ver para el costado. La colcha de la otra cama se movia y a duras penas podía taparlos a los tios de mi turra garchando en cuatro. Las manos de la tia apoyadas en la pared sin revocar se podían ver claritas y el movimiento hacia atrás y hacia adelante hacia saber que Carlos le estaba dando verga y de lo lindo. Honestamente tendría que haber tomado un poco menos y recordaría mas cosas, pero si recuerdo que mi turra se destapo en un momento y quedo cabalgándome en tetas como si nada. Ya nada nos tapaba de la cintura de ella para arriba, y para abajo yo sentía esa concha flujeada saltarme encima como putita sedienta de la leche de su macho que la preño. Los gemidos de mi turra se hicieron mas fuertes pero también se mezclaban con algun gemido de la tia, que evidentemente ya tampoco le importaba nada y gemia como si nada. Fueron unos cuantos minutos de calentura extrema donde los gemidos de tia y sobrina bañaban de morbo y calentura todo el lugar.
En algun momento Carlos acabo y abra llenado de leche a su mujer, pero estoy segura que esta no había acabado y no quedo nada satisfecha. No hubo orgasmo no se escucho ningún grito mas. Tampoco seamos tan duros tal vez escuchar los gemidos constantes de su sobrinita aceleraron la acabada de Carlos. Por mi lado creo que entre con lo justo, Jesica acabo apenas un instante antes que yo. Fue una acabada sarpada con una de chorro de flujo que literal parecía que estuviese meando mi pija y la cama. Esos chorros de flujo fueron acompañados por dos alaridos de putita que me volvieron loco e hicieron que termine llenándole la concha de leche mal. Senti como explico mi verga dentro suyo.
Despues de acabar ninguno mostro señales de vergüenza alguna y de hecho mi turra hizo que nos pasemos a la otra cama porque esta había quedado completamente empapada mal. En ese paso de cama se dio este comentario:
Jesica: ya fue vamos a la otra cama esta ni se puede usar
Tia: vos porque no sabes como dejamos esta…
Cómo nos han llenado de puntos y hermosos mensajes por privado y alagos en los comentarios mi turrita luchona les deja otro regalito
La cuestión es que llegaron a bordo de una Ford de esas de los setenta pero completamente consumida por el oxido y el mal trato; venían desde Valentin Alsina lo que hacia su llegada básicamente un milagro. Yo llegue del trabajo un rato después que ellos y les juro que incluso mi 147 del 83 parecia un cero kilometro al lado de la chata. Sin embargo, Karina, la tia de mi turra esposa de Carlos me llamo bastante la atención. Una morocha muy tetona que usaba escote bien marcado y encalsada como una pendeja mas. Si mi turra sigue los pasos de Karina pensé, estoy salvado para toda la eternidad. Carlos por el contrario era un gordo roñoso de aquellos. Cayo con un short blanco de futbol que se había transformado en gris percudido. La panza de cerveza y un par de tatuajes bien tumberos. Los dos hijos varones eran chiquitos y se fueron a patear la pelota a la calle, la nena por el contrario mas parecida a la madre, coqueta y bien vestida, bastante llamativa por cierto. Justamente la nena (Milagros) fue la primera en venir corriendo a abrazarme y felicitarme por el bebe que se nos venia. Que negarlo, deje que me apoye sus pequeñas tetas en el pecho mio, total la que vino a saludarme era ella, y su escotesito estaba mas que tentador. Carlos me felicito a su manera, se acerco me estrecho la mano y al oído me dijo: “je le llenaste la cocina de humo a la nena eh”. Nos regaron un set de ropita para nuestra bendi y algunas boludeses mas, incluso según mi turra viniendo de ellos era un monton.
Acomodar todo ese circo rodante en la pequeña casilla de mi turra fue otra historia. Si me hubieran preguntado a mi creo que hubiera querido tener a la nena con nosotros; pero mi suegra tenia otros planes. Mis cuñadas pasaron a un colchón en el comedor, otro colchón en el comedor (básicamente ya no había comedor) para las bendis de Carlos; y este y su mujer en la pieza con nosotros. Lo primero que se me vino a la cabeza cuando hablaban de todo el armado fue: voy a ver a la tia en tanga?. Y segundo mi turra se va a animar a garchar igual, aunque sea bajo las sabanas. Pòrque garchar estando sus hermanas bueno vaya y pase pero se animaría estando la tia y sobre todo el tio.
Fiel a lo que se sabia de ellos, mangueron absolutamente todo y entre mi suegra y mis cuñados pusieron la plata del asado y el escabio. Yo safe, básicamente y gracias al tio Carlos “la embarazada no paga che”. Hablando con ellos la verdad es que me cayo muy bien, muy copado el gordo y la mujer. Tenían calle barro y tenían cada historia (seguramente exagerada) que te hacia cagar de risa. Mientras mi cuñado se hacia el asado, mi turra se había sentado a upa mio mientras charlábamos con el tio. Mis ojitos se dividían en dos, por un lado tenia a mi luchona preñada sentada sobre mi pija con un vestidito fuccia apretadito que le transparentaba toda la tanguita hilito blanca. Y ahí justo frente a mi tenia el escote de la tia de mi turra, que cada vez que se agachaba a darle algo a su bendi mas chica yo podía ver ese buen par de tetas grandes turras y bien pezoneras. Igual lo que mas me calentaba claramente era escuchar la charla entre mi turra y su tia acerca del bebe y el embarazo. Yo solo disfrutaba de escucharlas y me quedaba en silencio mientras sentía que la verga se me iba poniendo dura mas al sentir la colita entangada de mi turra.
Jesica (mi turra): “si al toque me preño, no íbamos ni un mes y pum embarazada”
Karina (Tia): “Este es igual (por Carlos) me re preño de pendeja me agarro y me preño”
Jesica: “Olvidate tia yo no lo podía creer, ni lo esperaba y bueno aca esta el Dylan”. (Mientras se tocaba la pancita)
Karina: “y no que vas a esperar llegan y listo ya esta ahí lo tenes”
Jesica (suelta una risita complice): “siiii aca lo tengo al wachin, ya tenemos la asignación todo, fuimos al anses”. (En realidad es el pre natal pero no entremos en tecnicismos)
Karina: “cuchaste Carlos, mira la plata que perdimos con los mas grandes”.
Jesica: “olvídate pego alto celu e” “y bueno tia tene otro ya fue”
Karina (risita complice): “todo puede ser e, para que jugué con el Dylan”.
Jesica: “y si que mi bebu me haga dos o tres y pegamos la zanella (moto)”
Mi suegra saco el parlante y puso unas cumbias bien villeras, mi turra se levanto de encima mio y me empezó a bailotear, a bebotear. Yo no iba a desaprovechar la ocasión y me puse a bailar con ella. Sentía como me apoyaba todo el orto entangado en mi bulto bien parado, para peor la pancita hacia que se le suba mas el vestido y al toque tenia medio orto afuera. Yo disfrutaba de tener su tanguita blanca frente a mis ojos. Mis cuñadas también se habían puesto a bailar y dos bien que sabían mover esas burras eh. Es como si ya nacieran con eso incorporado. Se perreaban cada tema hasta el piso las wachas. Ver como le asomaba la tanguita hilo roja a una de mis cuñadas por sobre su calsita fue una linda imagen para seguir sintiendo fuego en la verga. Carlos no se quedo atrás y con todo lo que estábamos escabiando se pusieron a bailar con la mujer. Se notaba que la tia era flor de trola. Le bailaba le movia todo el orto lo provocaba lo calentaba enserio. Incluso le comio la boca un par de veces, lo que hizo que mi turrita como acto reflejo y para no ser menos me chapara bien fuerte delante de todos.
La cuestión es que entre comer el asado y lo que nos quedamos bailando y chupando se habían hecho como las cuatro de la mañana. La vecina creo que estaba a las putiadas ya por la música al palo y el griterío de las bendis por un lado y de nuestras risas en pedo por el otro. Pero es aquí donde todo se va a poner muy interesante mal. De un momento a otro fue como que todo se fue cortando, mis cuñados se fueron a dormir y mi suegra se quedo dormida en la reposera del patio. Las bendis se habían acostado en el comedor, asique sin básicamente nada mas que escabiar nos fuimos para la pieza los cuatro. Mi turra agarro una botella de gancia que le quedaba poco y preparo una ultima jarra para irnos a la pieza y seguir escabiando. Yo estaba en pedo y tenia la verga durísima, mi turra me llevaba de la mano seguramente re caliente mal, se sentía que debía tener la concha en llamas.
Apenas entramos a la pieza mi turra se saco el vestidito antes de que entren los tios y se quedo con la tanguita hilito y en tetas delante mio. Me dio un buen beso en la boca y se metio en la cama tapada con la sabana y una colcha. Yo me saque el joggin y la remera quede completamente desnudo con la verga durísima. Al ver mi verga paradisima mi turra desde la cama me dijo: “ay bebu métemela toda”. De modo que rápidamente entre a la cama y tapados por la sabana comenzamos a comernos a besos. Mi turra se saco la tanguita hilito empapada y yo pase mi mano por su concha. Estaba mojadisima bien flujeada y segui comiéndola a besos mientras le apoyaba la verga en ese tajo precioso. En plena previa digamos entraron a la pieza Carlos y la tia. No pude ver si estaban vestidos como en el asado o si se habían sacado parte de la ropa, pero con el pedo que tenían apenas si les salio un “buenas noches sobrina” y se metieron en la cama de mi cuñada. A nosotros en ese momento ya poco y nada nos importaba el tio y sin mas previa le meti la verga hasta el fondo de la conchita empapada. Mi turra pego un alarido fuerte que retumbo en toda la habitación. “Apa” se escuchó desde la otra cama. Nosotros ya estábamos demasiado en la nuestra como para disimular y mucho menos cortar. Asique seguimos la ensartada como si nada, como si ellos no estuvieran. Rápidamente yo me quede abajo y mi turra se me subio encima bien pegada a mi con sus tetas y su pancita preñada contra mi pecho cabalgándome como putita. Asi mi verga sin forro piel con piel entraba y salía de su concha a un ritmo frenético. Mi turra me comia la boca para disimular sus gemidos pero no podía y en cuanto nuestros labios se desencontraban unos ricos gemidos de placer bien agudos y se hacían escuchar. Yo sentía que la verga titilaba pero con el pedo que teníamos es el verdadero sentir que nunca acabas.
No se en que momento de nuestro salvaje garche de esa excitación de los dos y de como su concha flujeaba toda mi verga; el tio Carlos se empezó a garchar a la tia. Solo se que en una comida a besos con mi turra donde ella no estaba gimiendo se escuchaba un pequeño gemido desde la otra cama. Además se escuchaba el rechinar de la misma y el ruido de una buena sacudida. Incluso en pedo y con mi turra saltándome encima me las ingenie para bajar un poco la colcha y poder ver para el costado. La colcha de la otra cama se movia y a duras penas podía taparlos a los tios de mi turra garchando en cuatro. Las manos de la tia apoyadas en la pared sin revocar se podían ver claritas y el movimiento hacia atrás y hacia adelante hacia saber que Carlos le estaba dando verga y de lo lindo. Honestamente tendría que haber tomado un poco menos y recordaría mas cosas, pero si recuerdo que mi turra se destapo en un momento y quedo cabalgándome en tetas como si nada. Ya nada nos tapaba de la cintura de ella para arriba, y para abajo yo sentía esa concha flujeada saltarme encima como putita sedienta de la leche de su macho que la preño. Los gemidos de mi turra se hicieron mas fuertes pero también se mezclaban con algun gemido de la tia, que evidentemente ya tampoco le importaba nada y gemia como si nada. Fueron unos cuantos minutos de calentura extrema donde los gemidos de tia y sobrina bañaban de morbo y calentura todo el lugar.
En algun momento Carlos acabo y abra llenado de leche a su mujer, pero estoy segura que esta no había acabado y no quedo nada satisfecha. No hubo orgasmo no se escucho ningún grito mas. Tampoco seamos tan duros tal vez escuchar los gemidos constantes de su sobrinita aceleraron la acabada de Carlos. Por mi lado creo que entre con lo justo, Jesica acabo apenas un instante antes que yo. Fue una acabada sarpada con una de chorro de flujo que literal parecía que estuviese meando mi pija y la cama. Esos chorros de flujo fueron acompañados por dos alaridos de putita que me volvieron loco e hicieron que termine llenándole la concha de leche mal. Senti como explico mi verga dentro suyo.
Despues de acabar ninguno mostro señales de vergüenza alguna y de hecho mi turra hizo que nos pasemos a la otra cama porque esta había quedado completamente empapada mal. En ese paso de cama se dio este comentario:
Jesica: ya fue vamos a la otra cama esta ni se puede usar
Tia: vos porque no sabes como dejamos esta…
Cómo nos han llenado de puntos y hermosos mensajes por privado y alagos en los comentarios mi turrita luchona les deja otro regalito
9 comentarios - Mi turra me garcha al lado de la tía garchando (cap 11)