Escucho los gritos de mi suegra y garcho a mi turra (cap 10

Después de haber garchado con mi turra frente a mi suegra y habernos acostado completamente desnudos en su cama con ella empecé a descubrir la parte más sarpadita de la familia de mi turra. Ahí descubrí por ejemplo que en el barrio muchos les decían "la familia sarpada". Otra frase que los caracteriza es que les digan: "esos no les importa nada son re sarpados". Yo sentí que me había ganado la lotería con la familia de mi luchona. Porque el solo hecho de que fueran turros ya me encantaba era perfecto para mí pero que ensima fueran los sarpados me hacía volar la cabeza quería saber absolutamente todo y como habían llegado a qué les dijeran así. Quería ir descubriendo cada cosa formar cada vez más parte de ellos no solo como "el macho que preñó a la Jesi" sino también formar parte de lo sarpada de la familia. Tal vez también fue por eso que me aceptaron enseguida porque vieron que yo era muy de su estilo, no uso boxer ni ropa interior, me encanta provocar y que me provoquen y preñe a la turrita en un mes. Algo así como que sume los puntos nesesarios para formar parte de la familia sarpada. Incluso una de mis cuñadas me contó después que no cualquiera de adapta a esta familia y que dos novios que ella había tenido no aguantaron incluso siendo del barrio. Y que le sorprendía que yo viniendo de otro palo no solo me adaptaba sino que hasta se notaba que lo disfrutaba que gozaba de una familia así. 

La noche esa en que nos acostamos mi turra y yo con mi suegra obviamente no me podía dormir. La mezcla de sensaciones que tenía era un montón. Estás dos turras dormían en tetas plácidamente yo con los ojos abiertos como el dos de oro sentía un fuego en la verga y una adrenalina que me daban ganas de cojer otra vez. Sentía como que estaba pasado de rosca. Básicamente no dormí nada apenas si dormite un ratito y cuando se hizo la mañana tanto mi suegra como yo nos teníamos que ir al laburo. Mi turrita en cambio disfrutaba los beneficios de ser una luchona completa y se quedaba durmiendo hasta el mediodía. Me saludo con un beso en la boca apenas le dije que me iba a trabajar. Mi suegra se levantó de la cama en tetas con esos pezones gigantes oscuros al aire. Apenas con una tanga se fue para el baño caminando como si nada con sus tetas al aire. Yo estaba en bolas y fui caminando hasta la pieza de mi turra. Mi cuñada dormía asique entre en bolas y me empecé a cambiar. Igual aunque hubiera estado despierta nada hubiera cambiado. Total ya hasta nos había escuchado garchar varias veces. 

Desayunando veías un poco los roles por asi decirlo de la familia de mi turra. De un lado los que nos íbamos a laburar básicamente los machos y mi suegra. Del otro lado durmiendo muy tranquilas mi turra y mis cuñadas. El marido de mi cuñada se iba bastante temprano al laburo, mi suegra y yo teníamos horarios un poco más normales. Y uno de los hermanos de mi turra hacia turnos rotativos. Mi suegra trabajaba limpiando casas en un barrio cheto de Morón. El marido de mi cuñada en una obra en construcción y el de los turnos rotativos obviamente en fábrica. Nuestras turras durmiendo plácidamente se despertaban recién al mediodía y se quedaban tomando mate charlando entre ellas. Iban a comprar algo para las comidas y capaz a ver algo de ropa a los puestos. 

Una noche que nos desvelamos nos habíamos puesto a tomar un vino con mi turra acostados en la cama. Jodiendo contándonos el día, imaginando vacaciones en verano etc. Yo me levanté a mear y cuando salí de la pieza para ir al baño un gemido fuerte interrumpió mi caminar. Venía de la pieza de mi suegra y atrás de ese gemido otro más fuerte y otro ya más parecido a grito que a gemido. Obviamente estaba garchando. Me acerque despacito hacia la cortina que tapa la entrada de la pieza. Ni siquiera estaba corrida del todo. Los gemidos se intensificaban y yo sentía una calentura increíble. Estaba escuchando los gemidos de mi suegra garchar. Llegué a la cortina y disimuladamente mire un poquito por la parte que había quedado abierta. Mi suegra estaba en cuatro en la cama con las tetas colgando y siendo ensartada por un turro turro. El tipo estaba parado al borde de la cama con pelo largo al estilo cumbia noventosa y lleno de tatuajes. Sus ropas estaban tiradas por el piso. Y le metía verga como loco. Había unas latas de birra tiradas en la pieza. Yo seguí con la mirada el movimiento de mi suegra que gemia disfrutando la verga que se estaba comiendo. Gane una calentura extrema increíble. Quería seguir viendo pero tenía que volver. Además quería garchar. 

Para ese momento yo ya estaba completamente metido en el mundo turro asique volví a la pieza a paso firme seguro y sin vueltas le agarre la mano a mi turra y le dije: "me chupa un huevo el domingo te quiero cojer". Mi turrita se notó que la mojo que le hable así porque si excitación subió rápidamente y mirándome a los ojos me respondió: "y cojeme bebu". Yo me fui encima de ella y empecé a comerle la boca con la imagen de mi suegra garchando en cuatro en la cabeza. Le besaba la boca le comía el cuello se lo chupaba dejandole un par de marcas. Aprovechando que mi turra ya estaba en tetas se las besaba le pasaba la lenguita por los pezones duritos y le franeleaba la pancita preñada. Yo tenía la verga al palo durísima cabezona mal y mi turra me metía una mano en el joggin poniéndomela más parada que nunca. Le saque la tanguita hilito blanca y quedé frente a su conchita empapada un poquito peludita. Comencé a chupársela a lamersela toda a comerme su flujo entero. Más se la chupaba y mi turra más gemia fuerte. Yo sentía todo su flujo en mi boca. "Siiii bebuuu cómeme la concha". Se la seguí chupando hasta tenerla a punto caramelo y ahí la puse en cuatro tal y como estaba mi suegra. Le metí la verga sin forro piel con piel y la ensarte hasta el fondo. 

Mi turra empezó a gritar desde el momento en que le ensarte la verga, esos gritos agudos de pendeja putita que me volvían loco. Mi cuñada intentaba dormir en la cama pegada a dónde estábamos garchando como salvajes. Obviamente no podía y tenía que quedarse despierta escuchando como su hermanita putona recibía verga de su macho. La cama se movía rechinaba de lo lindo y yo le bombeaba verga con placer y calentura. En un momento y mientras yo le daba verga a mi turra los gritos de placer de mi suegra llegaron hasta nuestra pieza. Se mezclaban los gritos de mi turra con los de mi suegra. Yo volaba de calentura mal. Entre el vino que habíamos tomado, la calentura de estar garchandome a mi turrita en cuatro y ensima que se mezclen los gritos con los de mi suegra eso me volaba la cabeza. Mi cuñada recuerdo que al escuchar la mezcla de gritos se reía y murmuró algo como: "que trolas que son" pero en todo gracioso como que le divertía tener una madre y una hermana así de putitas. Escuchar el grito de las dos me ponía más salvaje y le daba verga como más intensidad lo que hacía que mi turra más grite. Pero también había aumentado mucho mi leche a punto de explotar asique empecé a regular. Bajar un poco la intensidad y en eso los gritos de mi suegra se hacían escuchar más. Sonaban fuerte no agudos como los de mi turra sino más bien fuertes grabes como de hembra putona. No sé cuánto tiempo estuvimos así pero para mí fue un montón. Yo le daba más fuerte y bajaba un poco otra vez fuerte y bajaba. Mi turra flujeaba mi verga y la cama hasta que una acabada fue tan fuerte que saco mi verga de su concha que literal mojaba la cama a más no poder. "Metemelaaaaaa" grito mi turra casi como indignada como una nena que quiere su juguete de vuelta. Yo volví a meterse la de una pero al borde de acabar. Los gritos de mi suegra ya no se escuchaban y en ese momento ya no me importaban. A penas si podía seguir bombeandole verga despacio para no acabar. Pero hasta en cuatro mi turra movía su culo de una forma que me hacía explotar. Cuando no pude más le di cuatro cinco bombasos bien fuertes que hicieron que ella gritara agudos " aaaaayy siiiiiii bebuuuu siiiii" y le explote toda la leche bien adentro de su concha. Sentí dos chorrasos de leche salir de mi verga todo adentro suyo. Mi turra los recibia con placer y para peor mirándola a la hermana como diciéndole "si soy una putita y?". A mí me quedaron las piernas temblando y mi turra llena de lechita se había dado vuelta y me daba besitos en la boca. La cama era un mar de su flujo mal. Mi turra agarro mi remera y la puso sobre el flujo para dormirse. "Jodete" me dijo haciéndose la nena putona. Se acostó así desnudita en concha enlechada y flujeada. "Vení bebuuu" me replicó toda caprichosa. "No te bañes vení conmigo". Asique todo lleno de su flujo y con la verga enlechada me acosté a su lado. Ella agarró el vino y seguimos tomando lo que iba a hacer que garchemos otra vez. 

Cómo siempre muy agradecidos de los puntos y comentarios que nos dejan. Cómo por mensaje nos dijeron que les encantaron las tanguitas de mi turra, Jesica les deja está